Partida Rol por web

La última de los vuestros

Exterior: Cuevas

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01/05/2015, 18:10
Katarzyna Jablonski

Katarzyna reunió las ramas que había encontrado y las llevó al montón con las pocas que quedaban.  Echó algunas al fuego y lo avivó para que no sea apagara.  Se dirigió a Erik, visiblemente cansado, señalando al cuchillo.

- Ahora me alegro de todos esos golpes que oía mientras dormía  -  bromeó pues ni se había dado cuenta.
- Tan solo voy a pedirte una cosa más -  torció la cabeza.
- Corta tan solo las patas traseras u otra zona del pobre animal y vete a dormir. -  miró al ciervo.
- Yo me ocupo del resto.  Cuando despiertes el primer trozo asado será para ti.

Pensó en lo que eso implicaría.  Le tocaría a ella el desollar la carne, cortarla en trozos más pequeños con aquel improvisado cuchillo y ponerlas al fuego.  Pero el hambre le empujaba.

- Llevo media vida haciéndole la comida a mi consentida hermana , me apañare. - observó su patente cansancio.
- Más tarde podremos probar algo mejor que esté hecho por tí  -  le sonrió.

Se levantó de nuevo y se dirigió a la salida, a por nieve y más ramas.  En cuanto la carne esté cortada, se dispuso a ponerlas al fuego, en una improvisada barbacoa de ramas.

 

Notas de juego

Salgo y entro con ramas que dejo en el "montón de ramas" y con algo de nieve (contenida precariamente con la delantera del jersey puesto) que dejo sobre mi impermeable cerca del fuego para que se vaya descongelando.

En caso de que Erik no pueda cortar la carne, en una de mis idas y venidas le pido a algún otro despierto (que tenga fuerza) que lo haga.
 

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01/05/2015, 23:08

La sintió antes de verla, parada junto a él. No se molestó en levantar la cabeza para responderle.

- Esta es una cueva libre, puedes hacer lo que te de la gana - Bufó, con los ojos enrojecidos y la voz pastosa por el cansancio, hablándole al suelo. - Mierda - Espetó al momento, dulcificando el gesto. Sacudió la cabeza agitando sus rizos rebeldes  - Perdona por ser tan capullo ¿Eh?. Es... ya sabes - Clavó en Victoria una mirada indescifrable - Solo... No estoy acostumbrado - Esbozó una tenue sonrisa, bajando las defensas y levantando los brazos, indicándole con las manos que se sentara a su lado. - Ven aquí anda.

Se quitó el jersey que le había prestado Makoto y lo arrugó para hacer algo parecido a una almohada en la que Victoria pudiera apoyar la cabeza y estar más cómoda.

- Ponte todo lo cómoda que puedas - Murmuró entre dientes una vez la chica se hubo sentado a su lado, rodeándola en un abrazo protector - Y perdona si me pongo a roncar como un hijoputa - Cerró los ojos y en apenas un instante se sumió en un inquieto sueño mientras los demás iban despertando y haciendo sus cosas por la cueva. Estaba acostumbrado a pasar las noches despierto y las mañanas sobando, así que ni la luz ni el ruido le molestarían.

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02/05/2015, 00:30

Ya estaba terminando, sentía sus hombros arder del trabajo y el cansancio; sus manos estaban sucias, resecas y con polvo, algunas lastimaduras y pequeños cortes de la piedra partida que proyectaba con cada golpe. La vista le pesaba, no por el horario ya que solía mantener un horario nocturno con la cocina; pero no así respecto a estar trabajando de forma manual por largas horas. - Bendito sea la victorinox - pensaba tras el trabajo.
Estaba dando los últimos toques, debía darle una empuñadura. - Adiós medias - comento mientras quitaba sus borcegos y sacaba una de sus medias. Con ayuda del filo de su cuchillo rustico cortó apenas la tela y transformo la media en una tira de hilo, parecida a una venda.
Justo se acercó Kat, que había despertado. - Perdón, no quería molestar - contesto rápidamente pensando que la muchacha lo iba a regañar. Pero sin embargo parecía estar preocupada por la falta de descanso del joven, por lo que brindo Erik una sonrisa amable. - Descuida are lo necesario y descansare. Nunca le fallo a mi cocina - comento a la joven antes de que salga.
Ya había terminado su herramienta,- Bien, ahora a trabajar - comento mientras se acercaba a la hoguera y al ciervo. Primero tomo un poco de hielo l colocó sobre el cuchillo y derritió el agua con ayuda de la hoguera, así podía quitar el polvo y algunas bacterias y gérmenes. Acto seguido hizo una pequeña incisión en el cuello del animal y otra en el estomago. Desde el estomago, quito el sistema urinario, reproductivo haciendo unos rápidos cortes; aquello era como las clases de cocina cuando tenían que destripar cerdos. Luego desde el cuello corto el esófago e hizo un nudo, para luego hacer lo mismo desde el estomago con el intestino.
Ya había retirado lo que más le preocupaba del animal, temía o desconfiaba que ante la iniciativa de otro, aquel trabajo se haga mal y pudieran contaminar todo con los líquidos intestinales; ya solo quedaba despellejar la carne de la piel y deshuesar.
- Ya lo pueden poner a cocinar, asado al cuero lo clavan en unos palos como una cruz o lo despellejan y sobre leña que no se queme y la soporte sobre el fuego - Un gran bostezo desfiguro unos instantes la cara del joven, sumado al agotamiento físico y mental de todo lo que había vivido esas 24hs y un poco más. - Me tiro a dormir -comento suavemente por el cansancio. Por lo que se alejo un poco y aprovechando el espacio acomodado que había dejado Kat luego de dormir se tiro allí a descansar.

Notas de juego

a dormir tonces

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02/05/2015, 07:14
Katarzyna Jablonski

Katarzyna volvía con algunas ramas más y, tras avivar el fuego, se disponía a improvisar una especie de parrilla de ramas, cuando no pudo evitar mirar a un evidentemente exhausto y somnoliento Erik, que había dado cuenta del ciervo de una forma tan metódica y rápida que sorprendió a la joven.  Kat se sintió culpable por todas la horas que había estado durmiendo mientras el cocinero había estado afilando aquel primitivo cuchillo, y para mas inri, a ella solo se le había ocurrido ponerle otra tarea.

- Tranquilo Erik, ya me encargo yo  -  susurró cuando el cocinero se fue a dormir.

Se puso manos a la obra.  Cogió una de las rocas de la hoguera y la lavó, como hiciera antes Erik con su cuchillo; y usó éste para cortar la carne en trozos más pequeños que fue poniéndolos sobre el fuego como él le había explicado.  Fue comiendo de los trozos más pequeños, pues se cocinaban antes.  Afortunadamente, aunque laborioso, no era un proceso demasiado difícil, pues el ciervo no parecía ser viejo, y por tanto su carne no era correosa, y Erik le había hecho el trabajo más duro.

- Aquí te querría yo ver, hermanita - habló para si misma, recordando las veces que tuvo que preparar carne o pescado a una hermana pequeña que hasta demandaba que se le quitase los filos de grasa de un filete.

Mientras realizaba su tarea, escuchó a T.J. y a Victoria hablar, viendo cómo ella se acurrucaba a su lado. - Bueno, no me extraña, siendo Vicky tan guapa - pensó, con un pelín de despecho. Repasó el resto de la cueva. Makoto sostenía a Rina, como si temiera perderla durante el sueño, y Elizabeth estaba acurrucada con Ben, el cual poseía una expresión aliviada y preocupada a la vez. El resto yacían desperdigados.

- Bueno, al menos no pasaremos hambre hoy  -  dijo bufando, mirando el montón de comida.

Siguió con la tarea, cocinando "al cuero" primero los trozos que no era capaz de quitarles la piel (y que aguantarían más tiempo), y luego el resto.  Fue a buscar algunas hojas para ir envolviendo la carne que se iba cocinando y, poco a poco, el montón de comida cocinada fue aumentando.

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02/05/2015, 15:25
Mike Chen

Mike abrió los ojos. Parpadeó varias veces mirando  el techo de la cueva mientras adoptaba una expresión de disgusto exagerada a propósito.

-Entonces aquí sigo, ¿eh?

Se levantó desperezándose y emitiendo un bostezo. El olor a carne asada provocó que sus tripas rugiesen con ganas.

Tras frotarse los ojos con el dorso de la mano, miró a su al rededor, dándose cuenta que una parte del grupo seguía durmiendo- o acababa de dormirse, no estaba seguro- por lo que se esforzó en hacer el menor ruido posible.

Viendo como Katarzyna parecía ocupada con algo, se acercó hacia donde estaba ella.

-¿Puedo hacer algo útil? creo que empieza a ser hora...

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02/05/2015, 16:12
Katarzyna Jablonski

- !Ajá¡ ¡Tunante!  -  exclamó Kat apretando luego los dientes por miedo de haber despertado a alguen.
- Te ofreces a ayudar ahora que hay comida ¿eh?  -  dijo en voz baja, mirándolo divertidamente.
- Andaaa, ve comiendo de esos trozos más pequeños, que estarán ya hechos. -  los señaló con la cabeza.
- Pero al menos ve quitándole la piel a estos, que yo no tengo fuerza - 

Le dejó delante unos trozos cuya piel estaba demasiado agarrada a la carne para que ella pudiera quitarla.  Movió algunos de los trozos de carne sobre el fuego, al cuál le echó alguna ramas más para prevenir que se apagara.  Observó de nuevo la cueva y a todos los que se encontraban en ella.

Oye Chen ... -  su voz había perdido toda diversión hasta resultar melancólica.
... ¿que opinas de todo esto?.  Digo del castillo, de los poderes, ... - bajó la cabeza, evitando mirar a Chen.
... los espíritus, o la puerta esa.  -  dijo sin realmente esperar respuesta, tras lo cual siguió con la tarea de la carne.

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02/05/2015, 16:39
Victoria 'Vicky' Silva

 -No te preocupes... Si lo raro es que todos sean tan amables.- Además de algunos rarillos.- Contesto en voz baja y cansada, echando un vistazo desconfiado a los demás  de reojo, y me siento a su lado. -No eres el único que no está acostumbrado- Admití, con la vaga esperanza de asimilar en lo posible lo ocurrido y ver las cosas de forma más positiva al despertar.

 Mi sorpresa fue grata cuando el chico se quitó el jersey para hacerme la improvisada almohada, así que en agradecimiento me quite la chaqueta de Ben y la extendí sobre los dos a modo de manta. Acudí al chico pretendiendo estar más cómoda, no que nadie pasara frío por mi, y a pesar de que en la cueva hacía mejor temperatura me daba apuro ver al chico en tirantes por que yo tuviera algo mullido en lo que apoyarme.

 Me recosté de lado, apoyándome en la pared y en el hombro del americano, abrazándolo también. -Sobreviviré- Contesté esbozando media sonrisa, cansada, y cerré los ojos. Sabía que me costaría dormir, pero lo conseguiría, sólo era cuestión de dejar que el cansancio me venciera.

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02/05/2015, 17:32
Mike Chen

Mike se levó la mano a la nuca y dió varias cabezadas a modo de disculpa.

-No puedo negar que tenga hambre... y ayer todo esto me... bloqueó, supongo... pero se acabó el Chen perezoso, prometido.

sentándose con las piernas cruzadas junto a la chica, juntó las palmas de sus manos frente a su rostro y cerró un instante los ojos, agradeciendo aquella comida que iba a comer.

En cuanto se hubo metido varios pedazos en la boca, hinchándose los carrillos casi como un hamster, agarró los trozos de carne que aún tenían la piel adherida, y empezó a arrancarla.

-Mmmue Ohhfimo?-levantó el dedo índice pidiendo un segundo mientras se afanaba a masticar rápidamente la carne que le llenaba la boca, para luego tragarla de golpe.-Perdón-Se dió algunos golpecitos al pecho para ayudar a bajar la comida.

-¿Que que opino? Mhhh... con respecto al famoso castillo no acabo de comprender demasiado de que va el asunto, si te tengo que ser sincero...Los poderes y los espíritus... nosotros. Los chinos, quiero decir, creo que vivimos el mundo espiritual de una forma más presente que el resto del mundo... más que con los espíritus y los poderes, mis dudas vienen con respecto a "Donde" estamos...

-¿Estamos en el mundo espiritual? ¿ En algún tipo de sueño colectivo hiperrealista?¿ en "nuestro" mundo pero en un lugar desconocido?  Se encogió de hombros.

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03/05/2015, 00:38
Elizabeth Freeman

No entendía nada. Salí corriendo hacia ellos, sintiendo como la nieve se hundía bajo mis pies y ralentizaba mis pasos. Lenta, demasiado lenta. Al fondo, en el patio de armas, podía ver a Ben y Nyara discutiendo, mientras algunos de los chicos se encontraban mirando la escena. No sabía qué estaba pasando, pero de pronto empezaron los empujones, y en uno de estos el brazo de Benjamin había cambiado. Sus escamas brillaban, y sus negras uñas parecían aún más largas. ¿Qué ha pasado? No conseguí llegar, ni oír nada, y de repente, vi cómo la garra de Ben se hundía en el estómago de Nyara. Él volvió a sacarla, con verdadera furia en su mirada, mientras la chica se llevaba las manos a la herida y su sangre teñía el suelo nevado.

Abrí los ojos, sobresaltada, respirando de forma agitada y mirando inmediatamente a Ben, que parecía dormir plácidamente. El cansancio había provocado que aún no hubiéramos compartido más que unas cuantas palabras, acomodándonos juntos casi de inmediato y cayendo dormidos. El tenerle nuevamente conmigo era tranquilizador, pero aún habían muchas cosas que eran motivo de preocupación.

Me moví hasta alcanzar sus labios, dándole un suave beso que apenas rozó los suyos.

No serías capaz de algo así, ¿Verdad?

Nerviosa, preocupada, volví a mi posición para continuar durmiendo. Rodeé su pecho con mi brazo y acomodé mi cabeza en su hombro, apretando mi abrazo. Sólo había sido un sueño, nada más, o mejor dicho, una pesadilla.

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03/05/2015, 21:44
Angelica Hudson

Se había quedado dormida, apoyada en la pared. El olor a carne la despertó y cuando se movió se quejó un poco por el dolor de cuello de haber dormido en aquella posición. Miró a su alrededor, había vuelto algunos y ahora estaban dormidos. Sus ojo se posaron ahora en la hoguera donde estaba aquel ciervo haciéndose. Aunque le daba algo de asco el animal muerto, la carne cruda y sangre, no pudo evitar que sus tripas protestasen por el olor a carne hecha. 

Se puso en pie poco a poco, con una mueca de molestia por estar tantas horas en la misma posición - voy a salir un poco a que me de el aire- dijo a los que estaban despiertos lo más bajo que pudo para no despertar a los dormidos. Con cuidado, salió de la cueva. Necesitaba despejarse un poco de estar tanto rato ahí dentro. 

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03/05/2015, 21:57
Angelica Hudson

Notas de juego

Salgo

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04/05/2015, 05:44
Kitsune Yuchi

Las manos heladas de Makoto rodearon su cuerpo, la kitsune se estremeció, pero media dormida tomó esas manos y las besó, acurrucándose más contra el pecho de su pareja, y así durmieron abrazados hasta el amanecer, ella se había sacado su abrigo,  y colocado en la espalda del Oni, para que entrara en calor, tampoco podía hacerlo tan violentamente, sino, su corazón podría sufrir las consecuencias, aunque eso le hizo preguntarse, ¿que tan humanos eran realmente?.

Ya con el amanecer, y con el olor a comida actuando en ella, la kitsune se despertó, y se dio cuenta que Makoto aún la abrazaba, se fue girando y besó sus labios suavemente, pero no lo quiso despertar, él había dormido poco, mientras que ella había dormido bastante, pero el hambre estaba ya agobiándola, pero se dio cuenta que los chicos nuevos eran los que estaban  en la fogata, y se sintió intimidada, así que sólo se giró, y se quedó mirando la entrada más allá de la inscripción. 

¿qué tendrían que hacer para entrar?. Se preguntó, y buscó a Liz, ella seguía con Ben, tampoco se había acercado a comer, ella luego lo haría, cuando ellos se fueran, ya se había dado cuenta de las miradas de miedo de varios de ellos, miedo.. eso era lo que inspiraba en todos, a excepción de Makoto, ella pasó su mano por su cabello, y lo besó de nuevo, pero esta vez su frente susurrádole que lo amaba. 

También se dio cuenta que el resto no había vuelto, ¿habrían llegado a la escuela?, de seguro, y pronto aparecerían diciendo que debían viajar. Esperaba eso con ansias. 

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04/05/2015, 09:23
Benjamin Foster

Elizabeth se remueve, pega a mí. Siento cómo se alza, rozando mis labios con los suyos, y cómo se acomoda de nuevo, abrazando mi pecho. Ni siquiera abro los ojos, pero la siento junto a mí, y estrecho mi abrazo con más fuerza sobre ella, cubiertos ambos por su abrigo. Mi cabeza reposa sobre fría e incómoda roca, pero la suya lo hace en mi hombro. Así debe ser, es lo que quiero. Cuidar de ella.

Debo ser capaz... ¿verdad? Esto que me pasa... no, no puede impedírmelo...

Al cabo de unos minutos, estoy con los ojos entreabiertos, la vista clavada en el techo de la cueva. Como si ese techo de roca fuera importante para mí. No, no lo es. Mis problemas no están en una cueva, un bosque o un río, no están en el exterior. Mis problemas nacen y mueren dentro de mí mismo. En mi forma de pensar y de actuar, en mis deseos y anhelos, en mi naturaleza, luchando contra mi alma y la educación que he recibido.

¿Es Benjamin Foster, el humilde chaval de Eagle River, compatible con el feroz dragón Gaasyendietha? ¿Hay alguna forma de que ambos puedan convivir, sin que uno devore al otro?

De repente, vuelven a mi mente las palabras de mi reflejo en la cueva. Palabras de sacrificio, de exigencia hacia mi poder, preguntas que quedaron en el aire. ¿Qué haría yo por protegerla? ¿Estaría dispuesto a protegerla incluso... de mí mismo? En ese momento valoré distintas posibilidades, que pudiera perder el control, como ese hombre lobo, que fuera peligroso para ella. Llegado ese extremo, estaba dispuesto a alejarme de ella si la ponía en peligro. Ahora contemplo otro escenario distinto, uno nuevo, incluso más doloroso. ¿Y si...? ¿Y si Elizabeth me teme por aquello que ha nacido dentro de mí? ¿Y si la pierdo y, a pesar de ello, debo permanecer a su lado para protegerla, viendo día a día cómo me mira con miedo o desprecio, mientras me veo obligado a ser cada vez más la bestia que odio con tal de asegurar su supervivencia? Sacrificaría mil y una veces al Benjamin Foster de Eagle River si con ello logro devolverla a su casa sana y salva...

Oigo movimiento en la cueva. Inclino un poco la cabeza, lo justo para ver que esa chica, la pelirroja, se acerca a la salida. No se donde cree que va, si es que nadie se ha enterado aún de que estar ahí fuera es peligroso. Pero no tengo fuerzas ni ganas de discutir más con nadie. Levanto el brazo libre hasta ponerlo bajo mi cabeza, a modo de almohada, sintiendo una punzada de agujetas en el antebrazo. Me quedo mirando el techo de la cueva, sin querer moverme hasta que Elizabeth despierte, sin poder impedir que mi mente se nuble de dolorosos pensamientos.

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04/05/2015, 11:56
Makoto Yuchi

Me duele la cabeza... aprieto mis los ojos cómo si pudiera cerrarlos más mientras oigo unos pasos alejarse a lo que, somnoliento, intuyo que será la salida de la cueva.

La cueva... aún estamos en la cueva, casi lo había olvidado.

Siento el calor de Rina despegarse de mi por un momento, y eso me arranca de morfeo, de vuelta a la fría realidad, pero no quiero abrir los ojos. Por unos segundos me había parecido estar en algún lugar agradable, con la persona con quién quiero estar el resto de mi vida, la chica que ahora me susurra y me arranca una sonrisa aún con los ojos cerrados.

Perezosamente y con la cabeza atolondrada me incorporo despacio frotándome los ojos con el antebrazo y acerco mi rostro a la mejilla de Rina dándole un beso que prolongo durante 3 o 4 segundos mientras acaricio su fino y suave cabello. Mi vista, hasta entonces borrosa recupera su nitidez y me hace darme cuenta una vez más, de lo hermosa que llega a ser.

Carraspeo un momento antes de empezar a hablar mientras miro la silenciosa actividad a mi alrededor. 

- ¿No has comido aún Rina-chan? - me llevo la mano a la boca ocultando un bostezo, y sigo su mirada fija hasta el arco del portal dónde T.J. estaba apoyado - mucho me temo que hasta que no lleguemos al castillo no encontraremos respuestas. Quizá en la biblioteca...

Cuando me levanto procuro no hacer ruido y tiendo una mano a Rina para que me acompañara a por comida mientras voy haciendo un recuento mental en la cueva.

Erik duerme a pata suelta, Roxana, Kurt, Vicky y T.J. hacen lo propio; mis amigos parecían removerse, pero no atino a acertar si están o no despiertos des de ahí. Mike conversa con Katarzyna. Falta la chica pelirroja. Bueno, aparentemente todo está bien.

 

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04/05/2015, 13:23
Elizabeth Freeman

Volví a abrir los ojos, pero esta vez movida por la sed. Apenas había tomado algo de nieve hace horas, y tenía la boca completamente seca. Me moví despacio, tratando de ver si Ben dormía, pero este parecía ya despierto.

-¿N-no duermes? – le pregunté, algo preocupada. – Si te molesto, yo… - dije soltando el abrazo, sentándome junto a él, avergonzada.

Hasta el momento no había pensado que el estar recostada en él pudiera incomodarle, pero apoyado contra la roca como se encontraba sería lo más probable. Podría haber dormido un poco más, pero había dormido lo suficiente como para descansar, sería mejor que me levantara ya.

-Iba a salir a por nieve… - continué cabizbaja. – Pero después puedo dejarte mi suéter para que estés más cómodo. Aquí dentro no hace frío. – volví a mirarle. - ¿Vale? Así descansas un poco más.

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04/05/2015, 14:53
Benjamin Foster

Elizabeth se revuelve, levantando la mirada y descubriendo mis ojos abiertos. Sorprendida de que no duerma, se incorpora creyendo que tiene la culpa de mi desvelo. También yo me alzo, con algo de dolor en la espalda y un cosquilleo en las piernas. Tengo el cuello agarrotado, y me llevo una mano para masajeármelo con molestia.

No, no es... Soy yo, le estoy dando vueltas a la cabeza hace un rato...

Vueltas a un tema concreto, a un miedo que ni me deja dormir en cuanto se apodera de mi cabeza. Miro alrededor, a los chicos que están tratando de comer algo, a Makoto y Rina tan a gusto descansando. Recuerdo lo que me dijo mi amigo ayer, lo que creyó ver. ¿Es tan diferente de la verdad? ¿O sólo una forma más sutil de alcanzar el mismo resultado?

Ser peligroso.

No ser yo mismo.

N-no creo que sea buena idea que salgas sola, Liz... -Le digo con preocupación, mirándola de medio lado, aún temeroso de su reacción cuando le cuente lo que me sucedió- Te acompaño. -Me quito de encima el abrigo, poniéndoselo sobre los hombros. Estoy en camiseta de manga corta, pero hace buena temperatura dentro de la cueva. En el bosque, seguramente, haga más frío, pero no me importa. Me vendrá bien para despejarme- T-tengo... algo que contarte.

Trato de sonreír, pero no me sale. Tan sólo logro dibujar media sonrisa de compromiso, bajo una mirada temerosa.

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04/05/2015, 16:01
Kitsune Yuchi

Makoto se despertó, preguntado si había comido, pero ella mueve la cabeza y no se levanta, estaba muy casada y las piernas sentía el hormigueo. La chica cogió la mano del oni, y lo atrae hacia ella, para que no se vaya, recargándose en su pecho, restregándose casi como si fuera un niño.  Abrazándolo como si fuera una niñita pequeña, ahí estaba su pareja, aunque debajo de una capa de dureza y de miedo.

- no he comido...- murmuró muy despacito- pero no quiero ir... creo que ellos me miran feo... como si me tuvieran... y no los culpo...- se mordió el labio inferior - no quiero ir... Makoto,  ni sé si quiero seguir con estas personas... -  lo siguió abrazando - ¿puedes traerme un bocado?.. siento mis piernas muy débiles, aún tengo mucho sueño...- cerró sus ojos, y se fue adormeciendo, aún ni se recuperaba del desgaste del día anterior.

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04/05/2015, 16:57
Katarzyna Jablonski

- Ejem, tortolitos  -  carraspeo de forma burda la joven polaca.
- Si es porque quereis estar solos, podéis salir  -  bromeó, para romper el hielo.
- Pero nieve ya he traído yo, y ramas también: al menos de eso estamos sobrados.  -

Señaló a lo que fuera su impermeable, convertido en contenedor de agua.  La nieve recogida hoy empezaba a derretirse, mientras que el agua de ayer permanecía contendia en las mangas, tal y como había pretendido.

- Más vale que comáis algo  -  le dió la vuelta a algunos trozos de carne
- Aunque si Ben le dá el punto de volar por ahí y traer otro ciervo o dos, no seré yo quien lo impida. - dijo sin darse cuenta de que lo que acababa de decir no era tan disparatado ... y a la vez si que lo era.

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04/05/2015, 17:17
Mike Chen

-No se hasta que punto puede ser buena idea andar por fuera, entrando y salidendo- Se encogió de hombros.

Bruce había terminado de despellejar la carne y se estaba limpiando los restos de las manos.

-Y Hablando de agua, creo que yo si que daré un trago... tengo la boca completamente seca. Si hace falta iré a por más nieve.

 

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04/05/2015, 19:03
Makoto Yuchi

Es una sensación agridulce. Me encanta sentir su abrazo, su aroma, su voz, su tacto... pero sentirla tan débil me deja preocupado.

- C-claro pequeña - digo con una pizca de temor a que pueda encontrarse mal tras el esfuerzo del día anterior.

La ayudo a recostarse en el mismo lugar dónde nos habíamos acostado con sumo cuidado, cómo si estuviera hecha de porcelana, y me acerco a sus labios para darle un beso cargado de ternura, de los que dejan claro que haría cualquier cosa por ella.

- Respecto a eso que te preocupa - sé que no voy a provocar un cambio inmediato en su temor, pero trato de tranquilizarla - ayer tuve ocasión de hablar con ellos y, están asustados claro, pero te respetan y entienden la situación. Puedes estar tranquila ¿si?

Tras agacharme en cuclillas con una cariñosa y sonrisa, la beso de nuevo en la rente antes de ir a por algo de comida.