Partida Rol por web

Sin levantar la mirada de sus quehaceres, que no son otros que chupar una fila paja y lanzar miradas al camino, uno de ellos contesta. Su vestimenta, sus facciones y su deje en el agua, os recuerda a los dos hombres que os encontrasteis en el camino, no hace muchas horas. 

- Seguir vuestro camino. Aquí no queremos a nadie husmeando, y mucho menos necesitamos ayuda. Alejaros de este lugar lo antes posible si no queréis tener problemas.

Los demás, los que están a la vista, se paran para ver a los enanos unos segundos, para luego seguir con su trajín. 

     -- Bien Rothrim creo que es mejor que hagamos lo que nos indica el humano, dile algo a modo de despedida y volvamos con Kramghrat, antes de que las cosas se compliquen... Digo en Khuzdul intentando que los humanos no me oigan, aunque espero la reaccion de mis compañeros antes de volver sobre nuestros pasos... 

El hombre es tan tosco como los que encontramos por el camino y se hicieron pasar por campesinos. 

- De acuerdo, no os preocupéis, no nos interesa trabajar con campesinos sino nos ofrecen ni los buenos días. Lo que no sabía era que todos los campesinos de esta tierra llevaban los mismos colores en su vestimenta, ni que a todos os costaba tanto responder un saludo cortés - mientras le doy la charla, me fijo en los sacos para intentar discernir que guardan dentro y miro a los trajineros por si con su gesto y la forma de cargar los sacos puedo dilucidar si éstos pesan mucho o poco.  - Como aquellos dos antipáticos de las espadas y el burro que hemos encontrado esta mañana - comento mirando mis dos compañeros. Acabada la conversación doy media vuelta con la intención de irme.

Cuando veo que el grupo de los enanos se da la vuelta, suelto la mano de la empuñadura de mi espada. No hago caso a sus palabras y vuelvo a chupar la paja de mi boca, cruzando los brazos sobre mi pecho.

     -- Compañeros creo que deberiamos volver, quiza Kramghrat haya terminado ya, y estos norteños no me inspiran ninguna confianza, y por desgracia no somos suficientes para darles la leccion que necesitan... Digo en Kuzdhul mientras retrocedo por el mismo camino que hemos llegado.

Volvamos, pero no me han dado muy buena espina estos norteños.

Sólo puede observar que los sacos que acarreaban aquellos norteñoa eran pesados. ¿Llevaban grano para pasar el invierno quizá? ¿Quién sabe?

- De acuerdo. Aquí poco bueno podemos hacer ya. Volvamos donde Kamghrat sin demora.

Camináis de vuelta por el camino, recorriendo el mismo trayecto y con las mismas sensaciones que a la ida. A la altura que recordáis que os adentrasteis al bosque, volvéis a cruzarlo y pronto veis a Kramaghrat trabajando en la entrada de la cueva.

La vuelta fue un paseo agradable en el que compartimos historias y sueños, salvo el trozo en el que pasamos al lado del bosque silencioso. Ese rato me mantuve callado e inmerso en mis pensamientos siempre observante a ese lado izquierdo del camino.  

Cuando llegamos al nacimiento del río llamé a Kamghrat.

- Kamghrat, ya estamos de vuelta.

Esperé que apareciese de entre las rocas para contarle como en la torre de cobre encontramos un nutrido grupo de norteños armados que vestían como los que encontramos por el camino. Y como lejos de ofrecernos su hospitalidad, nos habían amenazado para que nos fuésemos de allí. También le conté como los habíamos visto trajinar una gran cantidad de sacos pesados pero que desconocíamos cual era su contenido.

- ... lo que nos lleva a descartar la Torre como lugar donde pernoctar. Y también el bosque cercano a ella, pues de allí sólo sale un manto de silencio antinatural y amenazador. Apuesto porqué está plagado de trolls u otras criaturas oscuras.

El enano alzó la vista al escuchar la voz de Rothrim, estaba sentado fumando una pipa haciendo anotaciones sobre un crudo pergamino repasando algunas notas y comprobando unas ultimas anotaciones con un compás. Había recogido y limpiado todas las herramientas de forma metódica y paciente, estaba esperándoles sentado sobre el baúl cerrado mientras el pony pastaba tranquilamente en paz rumiando las hierbas frescas que crecían junto al río.-¡Qué, como ha ido!¿Habéis encontrado a la anciana o algo digno de comentar?- dijo al ponerse en pié, guardando el mapa y sacudiéndose el polvo de los pantalones para ponerse en marcha. Poco a poco empezó a cargar al pony esperando las nuevas que sus hermanos hubieran podido traer con ellos.

-Queda poca luz, creo que en unas horas se nos echará la noche encima el tiempo justo para bajar por el otro lado del río, dado que no buscamos nada iremos más rápido y no tendremos que pararnos tanto. Tengo que hacer lagunas mediciones pero no nos llevarán mucho tiempo, si nos ponemos en marcha ahora creo que llegaremos bien a las ruinas que vimos al sur.- me fije en la frase a medías que dejaba Rothrim pero esperé a que me lo contarán todo antes de opinar mientras acababa de terminar de cargar todo en el animal de carga antes de partir.

     -- Bien sigamos a Kramghrat, busquemos al otro lado del rio, ya que estare mas tranquilo si ponemos el rio entre nosotros y la torre esos norteños no creo que sean de fiar y es posible que durante la noche intenten localizar nuestro campamento, 

   -- Mientras intento ocultar nuestra presencia en este lugar...

Cruzáis al otro lado del riachuelo poco después del nacimiento de este. A pesar de la dificultad para descender al agua, lo conseguís sin ningún percance. El terreno es muy escarpado, profundo por donde cruza el agua y lleno de vegetación espesa que hace intransitable las orillas y mucho menos el atravesarlo. Pero un par de cortes por aquí y por allá, os habéis podido apañar para cruzarlo. Además de necesitar la ayuda de cuerdas y demás para conseguir que el animal puede pasar al otro lado de la orilla y escalar la pared del riachuelo. 

Una vez en la otra orilla, camináis en dirección sur sin apenas diferenciar un lado del otro. Todo es exáctamente igual y no veis indicios de construcciones enanas antiguas ni moreadores por los alrededores. Con paso tranquilo pero sin pausa, llegáis al Gran Camino del Este. Y comenzáis a recorrerlo en dirección a las ruinas que habéis visto anteriormente. Poco después de pasar el cruce, veis un amplio sendero, poco transitado que se adentra en el bosque y que parece ser que se dirige a las ruinas.

Por el Gran Camino del Este, un grupo de cuatro viajeros aparecen a lo lejos, caminando en vuestra dirección. Los acompañan un par de mulos cargados con grandes sacas.

Durante el camino de vuelta Kramghrat tuvo que pararse muchas menos veces pues ya solo tenía que realizar algunas mediciones, no iba buscando nada. Al anotar los hitos de este lado del río y la profundidad eso le permitiría triangular sobre los planos, creando así una escala precisa de la que saldrían una precisas curvas de nivel, todo ese arduo trabajo agilizaría mucho las cosas si en un futuro se debía excavar o hacer obras en ese tramo del Manantial Viejo.

De buen humor y tras un día de trabajo bien aprovechado bajaban la vereda oeste tirando del animal sin mucha complicación, rumbo a las viejas ruinas que habían visto a mediodía para pasar allí la noche. A lo lejos se veían más viajeros, ciertamente era normal en un camino tan transitado como el Viejo Camino del Este, hizo un alto para comprobar el mapa y ubicarse bien no quería terminar en los campamentos Dunlendinos y menos en el de los Macha Mur, así que decidió esperar a aquellos cuatro viajeros para asegurarse de que iban en la dirección adecuada.

     -- Espero junto a Kramghrat, la llegada de los viajeros, aunque me fijo si visten como los que hemos visto en la torre o los que nos encontramos en el camino. Mientras en Kuzdhul digo:

   -- Compañeros estemos atentos pues yo ya no me fio de ningun viajero despues de lo visto por estos lares...

Tienes razón Bodolf, tengamos cuidado. No me fío de nadie que no sean ustedes.
Observo a los viajeros e intento averiguar si van armados o son simples campesinos con sus posesiones sobre los niños.

La bajada hacia las ruinas estaba siendo bastante dificultosa. Pese a los obstáculos, avanzaron a buen ritmo y en el camino encontraron más viajeros.

Lo primero que hice fue observar si llevaban la misma indumentaria que los norteños que ya nos habíamos encontrado por dos veces. En caso contrario estaría bien entablar conversación con ellos.

Pero o todos los hombres de esas tierras iban cargados de sacos o aquellos eran de la misma calaña que los de la torre.
 

Los viajeros poco a poco, con paso lento se fueron acercando a los enanos. Mientras lo hacían, levantaban la mirada hacia ellos con el ceño fruncido. Se miran nerviosos unos a otros mientras sujetan las riendas de los mulos con fuerza y tocan con sus manos las sacas. Cuando llegan a la altura de los enanos, levantan la cabeza en modo de saludo, pero sin mirar.

Sus ropas son marrones oscuras, rotas y viejas. Los mulos tienen partes con el pelo  muy largo y otras que le falta pelo. Poseen unos sombreros grandes y rotos. Y su mirada es de miedo. Desprenden un olor a sudor y heces de burro, bastante importante. 

Kramghrat empezaba ha estar harto de tantas malas caras, pero no iba a dejar que aquellos pordioseros le arruinasen el día tras su gran descubrimiento, así que se acercó a ellos para hablar con su manos lejos de su armas y tirando de las tiendas del pony para preguntarles unas señas.-¡Ah del camino!Buenas noches señores ¿recogiendo para el invierno? eso es bueno, durante el Tregtagan la actividad no para en estas tierras. Somos Airund Shegan estamos buscando a una vieja coja que dicen ofrece trabajo ¿no la habrán visto por casualidad?- se paró con ellos un momento para charlar de manera educada.- A mis hermanos y a mi nos han llamado la atención esas ruinas sobre la loma ¿saben qué es o a quien pertenecen? están un poco maltrechas pero con algo de buen trabajo enano quedarían como nuevas. He oído rumores de que en el Páramo Largo hay buenas vetas de mineral¿alguno conoce aquella zona por casualidad? si nos podéis ir poniendo al día y vamos en la misma dirección podríamos protegeros buenas parte de camino. ¿A donde os dirigís? hemos visto demasiados Cultirith merodeando por aquí para que eso presagie nada bueno, andad con ojo silla noche se os hecha encima.-como era costumbre entre los viajeros él puso de su parte intercambiando las nuevas para que la voz corriese y los caminos fueran más seguros, veríamos si aquellos hombres correspondían su buena fe.

Uno de ellos, el de mediana edad, habló cuando todos los demás pararon sus pasos. Tocó levemente la tez de su bestia y sin cambiar la expresión de su cara, se dirigió al enano. 

- Siento comunicaros que no hemos visto a vuestra viaje. Y si lleva varios días perdida por aquí, es posible que haya sido alimento de Trolls. - Lo dijo sin asperezas, como una verdad irrefutable. - Alejaros de esas ruinas. Allí vive Fuilcwian y su familia. Son huraños, ladrones y asesinos. Además de brujos. Es peligroso acercarse allí. Si buscáis un lugar para pasar la noche, os pilla lejos, pero la Posada junto al último puente es lo único que queda en estos lares. - Miró de reojo las ruinas, y junto con el frío y la noche que se aproximaban, comenzaba a verse varias vetas de humo azul saliendo de allí. - Somos agricultores, no conocemos los minerales ni nada. Conocemos la zona de pasada, pero apenas hemos ido por aquel sitio. Nos pilla lejano de nuestro hogar. Ahora nos dirigimos a Maig Tuira, a vender nuestro grano.

-Dunlendinos de la zona¿qué tal os ha ido la cosecha?espero que bien.¿Qué ruta tomareis hasta Maig Tuira? Tal vez os acompañemos un trozo, debéis conocer bien la zona¿alguna nueva digna de mención?como ya te dije hemos visto demasiados movimientos extraños en los caminos para que esté todo tan tranquilo y eso me preocupa, esta calma me inquieta. Algo se avecina, lo noto en los huesos.- se mesó la barba con calma mientras se ponía a la par que aquel hombre y caminaba con ellos como un viajero más.- Y esos Fuilcwian son los dueños del castillo¿qué hicieron para ganárselo?y si tan mal nombre tienen¿por qué nadie hace nada al respecto?¿la Dama Vulfredda no se mete en estos asuntos?.Has comentado que estáis de pasada¿de donde sois?¿algún clan cercano?Digamos que tengo algo en mente y si por un casual tomase forma podríamos ofrecer protección a aquellos que trabajasen cerca de nuestras tierras, mejor vivir unidos que enfrentarse a los trolls por separado.- en la mente del enano se veía acabando con los Fuilcwian si eran cierto los rumores, arreglando la fortaleza y permitiendo a la gente asentarse en los alrededores por un bajo precio. Si en su día aquel había sido un buen enclave comercial, no veía problema en que volviera a serlo en un futuro prometedor.