Cuando llegó veo a Hellín moverse sin parar, y sus ojos fijos en un punto, que parecía fuera de la realidad. Intento agarrarla fuertemente (aun sabiendo que le puedo hacer daño) e intento que me escuche y me preste atención.
- Hellín, soy yo, tranquila, ¿que te esta pasando ? dije mientras le daba unas palmadas en la cara para intentar sacarla del estado en el que se encontraba.
Verla así no me quitaba las ganas de darle un beso, pero tendría que esperar, ya que por una vez que habíamos conseguido estar solos, la situación no era la más propicia.
Estaba intentando levantarme, pataleaba, me movía mucho... Sin embargo, aquel cadáver iba a por mi y no me dejaba moverme. Me había agarrado ¡Me estaba tocando! No pude evitarlo y grité muy fuerte, aterrada.
Por mucho que intentaba escapar, aquel ser repugnante me tenía bien cogida ¿Por qué a mi? Yo no le había hecho nada. Me quería matar, me quería matar igual que había matado a mis otros compañeros.
De golpe, aquel ser comenzó a darme palmadas en la cara. ¿Había pronunciado mi nombre? ¿Cómo sabía cómo me llamaba?
- ¿Por qué... Sabes... mi nombre?- Le pregunto, intentando pronunciar todo muy bien, ya que mi histerismo no me permitía pensar con claridad, y mucho menos hablar con claridad.
Veo que ya no tengo escapatoria y cierro los ojos para que me mate de una vez. No quería sufrir más. Incluso echaba de menos aquella niña que había visto en los chinos, ella parecía mejor que este ser horrible.
Estaba irreconocible Hellín, pataleaba mucho e incluso se sorprendió que me supiera su nombre. No se que coño le pasaba por la cabeza, pero no estaba en su sano juicio.
Decido darle una bofetada en la cara con más energía, intentando sacarla del estupor en el que se encontraba. Me dolía ver a la chica que me gustaba en ese estado y que no fuera capaz de reconocerme.
- Hellín, Hellín, tranquila soy yo. Ricardo, te acuerdas? vinimos un rato a la universidad para robar el examen. No se me ocurrían más formas de sacarla del estado en el que se encontraba.
Noto un fuerte golpe en la cara... ¿Iba a ser así? ¿Me iba a matar a golpes? Casi que prefería que me clavara un cuchillo.
De golpe, escucho como el cadáver me dice que es Ricardo, que habíamos venido a robar el examen.
"Sí, tiene razón..." Veo como el cadáver poco a poco se va convirtiendo en Ricardo pero luego vuleve a ser el muerto, por lo tanto cierro los ojos de nuevo muy fuertemente.
Puedo salir ya de mi estado de histeria o aun no? xD
Martin..Martin ¿Estás bien? Sabina abrazó al chico y luego, avergonzada pues no solía comportarse así retrocedió y se quitó un mechon de la frente, dejando ver claramente su expresión asustada Tenemos que ir abajo...van a subir arriba
Seguid roleando.
Hellin, puedes salir de tu histerismo, pero poco a poco, nada de hacerlo de golpe
Esperando a que Ainhoa conteste...
Ainhoa no entendía por qué le preguntaba eso Beatriz. ¡Pero si eres tú la que estaba huyendo como una loca! Dice sorprendida. Pensaba que habías visto algo. Vamos donde López. No estamos solas, el conserje está por aquí, debe de andar limpiando. Así que será mejor que no nos pille. Shhhh! Dijo llevándose un dedo a la boca para indicarla que lo mejor sería bajar la voz.
Parece que Hellín esta reaccionado, le veo cerrar fuerte los ojos y se fija en mi cara, parece que me reconoce, pero no termina de salir del estado en el que está.
- Venga que soy yo, no te acuerdas del chico que te has enamorado perdidamente en estas últimas 24 horas? No estaba mal meter un poco de humor en este drama, pensé.
Mi estado no estaba nada bien, sigo histérica.
El muerto se había convertido en Ricardo por unos segundos, con su voz y todo.
Lo escucho de nuevo, esta vez bromeando como suele hacer. ¿El monstruo bromeaba para hacerse pasar por Ricardo? Esto empezaba a no tener sentido, pero no me iba a conformar y mi pánico impedía que abriera los ojos. Sí que era verdad que en estas 24 últimas horas mis sentimientos por el chico habían aumentado mucho, pero por eso mismo creía que aquel cadáver estaba jugando con eso. Cierro los ojos todavía más fuerte y pienso en él, como nos habíamos besado antes y como me cuidaba. Si tenía que morir, al menos que fuera con un buen recuerdo.
No reaccionaba, Hellin seguí igual, parecía en su propio mundo, sin recibir nada del exterior.
La agarro por debajo de los hombros, acercando peligrosamente mis manos a sus pechos, pero sin tocarlos, y la desplazo a un lado del pasillo para que pueda apoyar la espalda en la pared e intente abrir los ojos.
- Venga Hellín, en serio, soy yo, vuelve de dónde este, y mírame.
El muerto viviente me arrastra y me pone contra la pared, era mi fin... Pero entonces vuelvo a escuchar la voz de Ricardo y entre-abro los ojos. Era él, pero esta vez su imagen era más clara y nada borrosa. Le abrazo de golpe, no sé si por auto-convencerme de que que realmente era Ricardo o porque de verdad lo creía. Entonces, arranco a llorar.
- Ricardo... ¿Eres de verdad tú?- Digo y le agarro fuerte, notando su lisa piel, una piel lejos de estar podrida y ensangrentada.
-Creo que ví algo, igual fue la sombre del conserje, no lo sé. Pero acaba de salir hacia allí. Beatriz señaló con el dedo la dirección en la que había oído marcharse al hombre. -Vayamos donde López, quiero irme cuanto antes.
Martin se tambaleo en el suelo al tiempo que se tranquilizó mucho al oir la voz de Sabina.
-Lo se, vienen detras de mi...
Dijo al tiempo que se llevaba la mano a la boca clamando silencio.
-Lo mejor sera que salgamos de aqui, vamos ayudame!
Aunque la situación era catastrofica la presencia de la chica le tranquilizó mucho. Ahora solo tendrian que encontrar un lugar seguro.
Sabina asintió: Salgamos de aquí. Vamos al coche.Allí pensaremos algo...pero cuidado. El conserje puede estar abajo.
La chica agarró con firmeza a Martin de la cintura y se pasó su brazo por encima del hombro para ayudarle a caminar. Lo más importante es no ponerse nerviosos. Si vemos a alguien nada de correr. Hemos venido aquí a lo que se te ocurra, pero no corramos porque eso solo puede joder tu pierna ¿De acuerdo?
De pronto Martin recordó un detalle.
-Espera, Y el examen? Encontraste algo?
No, pero es mejor que lo pensemos con calma fuera, Martin. Es lo mejor...replaneamos lo que hay que hacer y volvemos. O si lo prefieres seguimos el plan original. Espera—Sabina se dio un golpe el la frente recordando que Martin no estaba cuando lo sugirió—No estabas...era entrar y mientras yo montaba un pollo al plasta del profesor, hacerle salir del despacho dándole la brasa y que otro se colase y sacase fotos. Como le reté en calse lo normal es que no se extrañase si voy ofendida a su despacho a seguir la conversación...pero Hellin quería venir por la noche
Por fin, por fin, lo había conseguido, Hellin ya me había reconocido y estaba recobrando la cordura.
- Si soy yo, tranquila, que ha pasado, que estabas viendo y sobre todo que ha pasado cuando nos hemos separado. No lo voy a negar el tiempo que había estado solo la había echado mucho de menos.
- No llores que ya estas conmigo, ahora saldremos de aquí enseguida e iremos a pasear juntos con tu perro al lado.
Lo de salir fuera me alivió mucho y comencé a notar ansias de estar en el exterior.
- Bff...- En cuanto le iba a soltar todo lo que había pasado, decidí no hacerlo. No era el mejor momento. - Mejor te lo cuento luego.- Le digo, secándome las lágrimas. -Salgamos de aquí, vayamos donde sea, lejos de aquí. Rápido.
Le doy un abrazo antes de ponerme en pie y ofrecerle la mano para ayudarle a levantarse. Aún con su mano cogida, ando a paso rápido por el pasillo y bajo las escaleras.