Partida Rol por web

Tu oído, más fino que de costumbre, te permitió escuchar unas palabras que te dejaron helados.

Oye, hay alguien aquí... Sí, puede que hayan visto algo... Vale, podemos apañarlo... Me encargo de ellos..

Y eso no fue todo. Un sonido que sólo habías escuchado en las películas violentas. Una pistola

Todo a tu alrededor era silencio, no fuiste capaz de escuchar nada más salvo...

Nada que hubieseis escuchado antes había sido tan espeluznante.

¿Quién podía pensar que el sonido de una pistola se iba a escuchar fuera de una película?

Sabina paró en seco al oir la pistola amartillarse...aquello no podía ser verdad. Ni que estuviesen en USA. Durante unos pocos segundos no pudo moverse, sin embargo, si se quedaban quietos no iban a salir de allí. ¡A la mierda el examen! Ya estudiarían a base de bien. Y muertos no aprobarian. Había que correr. Correr de verdad. Pero no cometería el mismo error que antes, no dejaría solo a Martin.
Arriba, confía en mi. —La chica se puso delante de Martin y haciendo fuerza trató de subirlo a caballito de forma que pudiese correr con el a hombros, o al menos que pudiese arrastrarlo corriendo haciendo que solo uno de los pies del muchacho trabajase. Sabina no era muy fuerte, así que rezó para que el muchacho no opusiese resistencia y cayeran al suelo rodando. Reparte el peso y prepara la pierna buena por si acaso.

Miro a Hellin a los ojos y pienso que es ella la que tiene que decidir. - ¿que quieres? nos quedamos para ver que están diciendo o directamente continuamos con nuestras huida y salimos de aquí para continuar con todos los planes que teníamos en mente?. 

La curiosidad me podía pero el instinto de supervivencia me decía que saliera de ahí. 

- ¿HAY ALGUIEN AHÍ? SOMOS HELLIN Y RICARDO.- Digo a modo de grito, si no contestaban rápido me piraba porque significaba que no era nadie de los nuestros. 

Agarro la mano de Ricardo con más fuerza para arrancar a correr de nuevo, por si acaso. 

Estaba claro que Hellin quería saber de dónde provenían esas voces y quienes eran, nos paramos en seco y ella intenta que le contesten.

Siento su fuerza en mi mano, esta muy nerviosa, y no es para menos. 

Ainhoa se quedó mirando a Beatriz, estaba esperando a que ella tomara la decisión. La muchacha se quedó pensando en que quizá se equivocase, y la que venía no fuera Sabina, puesto que no era muy lógico que hubiera salido huyendo, para después bajar. Además, no iba muy deprisa, cosa que ninguno de ellos debía hacer. ¿Sería mejor esconderse en las aulas? ¿En los pasillos? Ainhoa se quedó esperando a ver hacia dónde saldría Beatriz, a ver qué hacía ella. Aunque si ella no reaccionaba, Ainhoa se escondería tras el pasillo.

-Mierda, he oido a alguien con un arma, viene a por nosotros!!!

El pánico no había cundido aun, previo paso a la histeria, Martin ignoró su propio dolor y camino por si mismo hasta la puerta mas cercana en aquel pasillo, ante el posible peligro era mejor preparar una emboscada.

-Abre la puerta, yo le distraeré.

Y comenzó a buscar en su mochila alguna idea que pudiera salvarlos de tan inminente peligro.

Beatriz se volvió hacia las aulas que habían dejado atrás. Abrió una de las puertas y entró; .aquí...susurró,-será lo más seguro.

Beatriz tomó el mando de la situación y, decididendo qué hacer, entró en un aula. Otra aula como otra cualquiera, algo normal donde dar clases. Pero los pasos no llegaron a más. Y ni siquiera entrasteis en la clase. El silencio se rompió con un ruido muy inquietante.

¿Quién podía pensar que el sonido de una pistola se iba a escuchar fuera de una película?

Lo que escuchásteis no os lo podíais esperar en La Universidad. Era algo que desentonaba, que no podía ocurrir... ¡Pero estaba ocurriendo!

¿Quién podía pensar que el sonido de una pistola se iba a escuchar fuera de una película?

Ainhoa abrió los ojos ampliamente y miró a Beatriz sumamente asustada. ¿Qué coño había sido eso? La joven se quedó muy asustada, y sin saber si moverse o no, se dio media vuelta para ver si la estaban a puntando a ella, o si aquello que había escuchado estaba fuera de la clase. Pero de ser así, ¿quién podría andar con un arma por la facultad? ¿Estaría la policía en la universidad? ¿O es que por la noche alguien más se infiltraba?

Beatriz abrió los de par en par. ¿Eso era un arma?¿Era real? Le parecía increíble; miró a Ainhoa mientras se llevaba el dedo índice a la boca para indicarle que debían guardar silencio. Si había alguien más allí estaban más seguras en el aula, lo más provable era que aquel guardia de seguridad siguiera por el pasillo y entonces ellas podrían salir corriendo hacia el despacho de López.

¿HAY ALGUIEN AHÍ? SOMOS HELLIN Y RICARDO.

La voz de Hellin llegó hasta vuestros oídos, pero estaba alejada. Seguramente estaría en otro piso. ¿Por qué gritaba? El sonido de otra pistola cargándose llegó a vuestros oídos, como respuesta a los gritos de vuestra compañera.

Cogí con fuerza la mano de Ricardo y comencé a correr con su mano agarrada hacia el exterior de la universidad. Esto no podía estar pasando... Pero entonces recordé que en caso así mejor esconderse que hacer ruido para que el asesino te encuentre, de modo que abrí la primera puerta que vi y, soltándole la mano a mi compañero, comencé a arrastrar sillas y mesas hacia la puerta, para hacer una barricada y que nadie pudiera entrar. Luego me dirigí hacia la ventana y vi cuantos metros había para saltar. Si hacía falta, montaba una cuerda con lo que fuera. 

Beatriz alargó la mano para agarrar a Ainhoa y de paso comprobar que no volvía a estar sola. ¿Que coño estaba pasando?¿Acaso alguien intentaba matarles?¿Por qué si no alguien iba a cargar un arma al oir a dos jóvenes.
Estaba tan asombrada como asustada, ¿que clase de personal de seguridad cargaba armas para ahuyentar a los alumnos?Seguro que ya se habría colado alguien antes, y , sin duda la reacción del guardia era desmesurada.
-¿Que hacemos?susurró lo más bajito que pudo.