Partida Rol por web

La Venganza de Dracula

Londres- Universidad (Escena 1)

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09/05/2014, 21:38
Van Helsing

Notas de juego

¿qué sabemos de ese nombre, dire?

 Luz Eterna says: Fizban re dijo algo sobre ella cuando fuiste a su apartamento querido ^^ ahora te lo copypasteo.

PD: Me encanta que os queráis tanto, me encanta que os guste mi partida y que le pongáis tantas ganas y me encanta veros con vuestros pj, Viktor estás clavando al duque que panza de reir cada vez que posteas y encima lo adornas con esas fotos... ¿De donde las sacas? XDDDD pobre Van Helsing la que te ha caido con él... es peor que el propio Drácula ja,ja,ja,ja

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10/05/2014, 14:13
Van Helsing

El profesor arrugó el rostro cuando el duque le preguntó por el nombre de Catalina Von Strauss. Sabían que la baronesa había elegido Londres como residencia y capital de su reinado de muerte:

-Toda esa información ya se la comentamos ayer, duque. Espero que no haya venido simplemente para eso.

Comentó esperando que aquel hombre no le hubiese interrumpido para repetirle las palabras que intercambiaron los tres hombres el día anterior. En ese caso, aquel hombre se había confundido si pensaba que iba a escucharle cada vez que se lo ocurriese alguna tontería sin importancia.

-Conocíamos que la baronesa se encontraba en Londres. Pensábamos que bajo el nombre de Camilla, o al menos que ese nombre nos llevaría hasta ella. ¿Encontró el profesor Fizban su residencia?

Aunque había advertido la maleta del duque no le dio mayor importancia hasta ahora y comenzaba a temer que quisiese llevárselo de allí de forma precipitada.

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12/05/2014, 22:51
Dracula

Desconocía tus gustos acerca de la lírica de Poe, Catalina.- Le respondí cortésmente. Pese a haber compartido parte de mi no vida con ella era asombroso lo que aún desconocía de la baronesa Von Strauss.

Lo primero que quería es disculparme. - le digo con una enigmática sonrisa que esconde a la perfección la falsedad o veracidad de esta última afirmación.- Creía que estabas descansando en el continente, y tu presencia en Londres me sorprendió sobremanera. Mis palabras fueron ofensivas y poco educadas. Totalmente impropias de un caballero como yo.

Le ofrecí mi brazo a la baronesa y cuando lo cogió comencé a caminar. - Últimamente he pasado demasiado tiempo convertido en polvo, querida. Prefiero caminar que permanecer sentado como una parte más del mobiliario de esta biblioteca.

Supongo que ya sabes el motivo de mi visita a Londres. Pero, ¿qué hay de ti querida? ¿Cuál es el motivo por el que permites a los londinenses disfrutar de tu belleza?

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12/05/2014, 22:00
Sir Alexander Richelau

Estaba abriendo aquella maleta que llevaba conmigo. Pero por algún motivo, comencé a trastear con sus laterales, y luego pasé los dedos por debajo de la cerradura para, finalmente, sacar una pequeña llave que llevaba escondida tras la corbata.

Cuando introduje la llave en la maleta, la giré, e hice que sonara un ruidoso "Clack" que indicó que ya estaba abierta. Pero no la abrí, primero, guardé la llave en el lugar que llevaba, un pequeño bolsillo secrero en la corbata. Entonces, me giré hacia Van Helsing, levantando la mano y pidiendole un solo minuto. Pudo verse entonces, con total claridad, que el Duque llevaba un anillo en el dedo meñique de la mano izquierda.

- Aguarde. - Le pedí, volviendome hacia el maletón y tomando algo entre las manos, y comencé a montar algo, tomandome muchos cuidados para que el profesor no viera que estaba haciendo. En aquel momento, me volví hacia Van Helsing, apuntandole con una enorme ballesta que tenía entre las manos, hecha practicamente entera de plata y marfil. Y con un rápido gesto, le apunté a la cabeza. Tras el susto inicial, una visión más cercana dejaba ver que el arma no tenía virote alguno cargado. -In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. - Dije simplemente, dando por entendido que ahora mismo podría estar muerto. Entonces, con un lento gesto, giré la ballesta, ofreciendosela.

- Como espero que le comentara el Maestre la Orden me envió a protegerle. Y tras estudiarme los planos de la Universidad, nuestra amiga Catalina podría entrar por un pasaje subterraneo de la galería de mantenimiento de vapor desde las alcantarillas. Y podría pasar esquivando la luz del sol hasta su despacho, y matarle. ¿Comprende? -  Me acerqué a mi maleta, cerrandola, pero sin cerrarla con llave esta vez. - He venido para sellar su despacho, convertirlo en un Santasactorum digno. Y a hablar de los descubrimientos que hice sobre nuestra amiga, Catalina. Por que el maestre no descubrió nada nuevo, pero yo sí. Cuento con toda la sabiduría de una larga tradición de combatientes de lo oscuro. -

Tomé la maleta, acercandome hasta Van Helsing.  - ¿Vamos? Luego le explicaré la importancia de lo que tiene entre sus manos. - Solo espero que sepas valorarlo. Suficiente tengo con estar aqui.

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13/05/2014, 21:51
Catalina Von Strauss

Mi sonrisa se afiló, ante el primer comentario del conde. Decidi entonces que era momento de ponerme en pie, y asi lo hice: elegante, altiva, señorial. - Hay tantas cosas que no sabes de mi, querido... - dije, con aire burlon, mientras daba un par de pasos hacia el pasillo central, dejando desgraciadamente atrás aquel confortable sillón y aquel maravilloso libro.

Estudié entonces al conde en su conjunto, incluyendo aquella sonrisa que tantas veces habia visto dibujada en su rostro y que tan poca confianza me inspiraba y aquel brazo que me tendía, en un aparente gesto de galantería por su parte. Pasé una mano entonces por mi vestido, acomodando aquella vaporosa gasa, y terminé por aceptar la invitación, dejando escapar una breve y melodiosa carcajada cuando comenzó pidiendo disculpas- Vaya, vaya, señor conde... No está nada mal... Asi que comenzamos pidiendo disculpas y reconociendo errores por primera vez en... ¿Cuánto? ¿Cien, doscientos años? No esta nada mal, querido, no está nada mal... - dije impregnando cada una de mis palabras de una exquisita ironía, mientras comenzaba a caminar de su brazo por aquella sala repleta de libros.

Dejé pasar entonces unos segundos de tension, como no podria ser de otra forma, y acabe por afilar una enigmática sonrisa en mi rostro, una de esas que de ninguno modo dejaba entrever lo que mi maquiavélica mente estaba tramando. - Si, Drácula. Tus palabras fueron impropias y maleducadas. Por no hablar del soberano empellón que me llevé en medio de mi exquisita cena. Pero no te preocupes. Soy una mujer capaz de imponerme a las circunstancias. -dije, clara y directa, clavando mi mirada en el conde, con el ceño ligeramente fruncido.

Mi expresion volvio a suavizarse entonces, en cuanto terminé aquel pequeño discurso, dejando que Drácula volviera a hablar, acompañando, como no, su discurso, con nuevas lisonjas, destinadas seguramente a hacer que mi centenario cabreo acabara por esfumarse. Una delgada sonrisa se fue dibujando en mis labios a medida que iba hablando. Le ponia ganas, de eso no habia duda. Sin embargo, hubo algo en su ultima frase, en aquella pregunta tan directa y tan clara como yo acababa de ser que hizo que me detuviera en seco, alzando un dedo hacia el, a modo de advertencia:

-Oh, no. No tan rápido, señor conde. Ayer prometiste hablarme de "los que quieren verme muerta". Y no pienso ceder a ni una sola de tus preguntas hasta que no hables claro.

No, yo no era de las que se dejan mangonear, ni por condes, ni por vampiros, ni por marqueses. Si quería limar asperezas, lo hariamos a mi modo. Y eso incluia un poco de sinceridad por parte de Drácula, algo que no estaria mal, para variar.

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13/05/2014, 22:16
Dracula
Sólo para el director

Ni mis buenos modales ni tan siquiera mis fingidas disculpas habían conmovido a la baronesa. Aunque lo recordaba al a perfección, sus palabras volvieron a indicarme que tenía que tener cuidado, Catalina era de aquellas mujeres que no se dejaban influenciar.

En esos momentos seguía sin saber cual era mi lugar en la partida que se estaba jugando entre Vincent y la baronesa Von Strauss y si quería poder seguir jugando en ambos bandos tenía que ser más astuto que ellos dos, tarea nada fácil, aunque evidentemente dentro de mis posibilidades.

Una vez más volví a arrepentirme de todas y cada una de mis palabras de la noche anterior. Ahora me tocaría mentir a Catalina, igual que había echo con Vincent, diciéndole lo que deseaba escuchar.

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13/05/2014, 22:53
Dracula

Las risa y la ironía de las palabras de Catalina me dolía. Escucharlas eran una nueva prueba de mi fracaso ante aquel gusano.- El abrazo de nuestra enemiga eterna es algo duro y tremendamente doloroso. Podemos decir que he tenido tiempo para replantearme muchas cosas, me ha permitido recapacitar y darme cuenta de algunos errores.

El olor a libros de aquella biblioteca impregnaba mis sentidos, no sentía ese olor desde... desde mi caída. Me deleité en aquella sensación mientras la escuchaba.- Compruebo con alegría tus reticencias a aceptar mis disculpas. Es agradable comprobar que hay cosas que permanecen inalterables.

Ver a la barones Von Strauss, señalándome con su dedo, evitando responder a mi simple pregunta con aquel aire ofendido me hizo sonreír. - Querida Catalina, anoche te dije que alguien te quiere muerta. Aunque, si mi mente no me falla no recuerdo haberte prometido que te hablaría de ello. 

Deje que el silencio nos envolviera nuevamente, devolviéndole los segundos de tensión que antes me había dedicado.-  Pero lo cierto es que no hay motivo alguno para ocultarlo. Alguien está acabando con los grandes vampiros, no hay que ser muy listo para darse cuenta. Primero yo, ahora Tiberio. ¿Quién será el siguiente? He venido a Londres a arrancarle entre gritos de agonía la respuesta a ese gusano humano.

Verte aquí me turbó, pensaba que estarías segura en alguno de tus castillos y no tan cerca del humano. No es más que una cucaracha, pero hasta una cucaracha puede acabar con uno de nosotros a tiene un día lo suficientemente afortunado.

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14/05/2014, 11:57
Van Helsing

Van Helsing observó a Richelau como se agachaba sobre su maleta y cogió algo que no dejó ver al profesor. Richelau se grió ocultanod con su cuerpo aquel artefacto. Un segundo después se giró apuntándole con una enorme ballesta. Van Helsing abrió los ojos de forma desmesurada. Aquel hombre se estaba volviendo loco por momentos. Entonces comenzó a rezar.

Van Helsing observó malhumorado al duque deándo a entender que la broma había estado de más:

-¿Se ha vuelto usted loco? Esto es una Universidad, por Dios. Creo sinceramente que su extravangacia ha traspasado los límites de la cordura. Guarde eso, por favor. 

-Creo que tiene un problema de ubicación, Sir. En una Universidad no se puede venir armado y mucho menos con gigantesca ballesta. ¿Espera que me pasee por la Universidad con una de esas?

El profesor rechazó de plano la ballesta con un ligero movimiento de manos. Al menos mientras estuviese en la Universidad.

-Guárdela y recuerde que es la última vez que se presenta aquí con un arma. Las personas que frecuentan este lugar son jóvenes plenos de ilusión por los conocmientos que entre estas cuatro paredes se atesoran, doctores cuyos conocimientos sobrepasan los imaginables. Este es un sitio tranquilo, Sir. No un campo de combate. Al igual que no se le ocurriría frecuentar una iglesia con un arma, tampoco lo vuelva a hacer aquí.

Segundos después el duque explicó algo más el motivo de su visita. Como siempre daba la información justa para quedarte como al principio, pero la suficiente para conseguir que prestase atención. Que Catalina hubiese estado en la Universidad era algo que Van Helsing ya sabía, o al menos desde hacía poco más de veinte minutos. Y sabía dónde había estado hacía escasamente dos días. En su despacho.

-Me parece adecuado que me comente lo que sabe, sin embargo tengo una conversación pendiente con el señor Goldman. Por el momento toda la información que me acaba de dar ya la sabía, pues aunque el señor Goldman no fuese consciente de ello, me lo acababa de confirmar. Estaba a punto de preguntarle por la familia que encontramos ayer tarde en el tanatorio. Era amigo de la hija. Necesito saber algo más. Deme 15 minutos y venga a mi despacho. Hay justo una cafetería en el piso inferior. Quiero saber si conseguimos saber como contactó con la familia.

-O si lo prefiere, acompáñeme. *. Haga lo que haga guarde ese arma. Dijo dándose cuenta que quizá entre ambos consiguiesen más información, aunque eso implicaría que Daniel se sintiese más incómodo si Richelau le interrogaba. Pero había que intentarlo

Notas de juego

* como voy a estar fuera casi un mes quizá sea interesante que vengas conmigo y le interroguemos. Así puedes preguntarle tú si yo no puedo y no paramos la partida.

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14/05/2014, 22:46
Catalina Von Strauss

Alcé una ceja, mirando de reojo a Drácula, mientras justificaba su arrepentimiento con aquella acostumbrada teatrealidad suya -Pobrecito... cuánto debes haber sufrido... - dije, con un tono cargado del más profundo cinismo y la más profunda ironía, mientras pasaba la palma de mi mano por su brazo, en un fingido gesto de consuelo- Y dime entonces, querido... ¿de qué te has dado cuenta exactamente? - pragunté, intentando saber hasta dónde estaba dispuesto a llegar Drácula con todo aquello.

Siguió entonces hablando, esta vez de lo mucho que apreciaba mi reticencia y mi rencor. Desde luego- Ya sabes que siempre he sido una mujer de ideas fijas... -le dije entonces, dando a entender que nada de aquello era suficiente para alguien como yo. Habia pasado mucho tiempo, demasiadas cosas, un sinfin de traiciones y engaños y más triquiñuelas aún, como para creer cualquier cosa que me dijera a la primera de cambio. Me detuve entonces ante uno de los enormes ventanales de la biblioteca, soltándome de su brazo, para dar un par de pasos hacia el cristal, dándole la espalda mientras miraba hacia el exterior.

E iba a replicar algo cuando comenzó a decir que no me habia prometido nada. Sin embargo, no tardo en comenzar a hablar de muertes y conspiraciones y misteriosos asesinos. Lo escuché, notando como mi sonrisa se iba afilando ligeramente a medida que Dracula iba hablando, astuta- Yo te diré quién será el siguiente: cualquiera que no sea Vincent. ¿A que no voy muy mal encaminada? -dije entonces, sin girarme, mirandolo a través del cristal, en el que solo él parecía reflejarse. -Solo él puede estar detrás de esto. La cuestion está en saber cuánto tardara en intentar camelarnos a algunos de los dos para que acabemos con el otro, si no lo ha hecho ya... - me giré entonces lentamente, dedicandole al conde una mirada astuta. Demasiado suave, demasiado caballero, demasiado arrepentido como para que aquello pudiera ser cierto. Era verdad que hacia bastante que no nos veiamos, pero aquel Drácula distaba mucho de ser el mismo que me habia ultrajado y engañando. Y lo más importante: distaba demasiado incluso de ser el mismo al que habia visto la noche anterior. Algo habia cambiado. Y los cambios, normalmente, no suelen traer nada bueno.

-Habla por ti, querido. Yo, de momento, jamás me he dejado atrapar... Ni por cucarachas, no por criaturas más fieras... - añadi, alzando ligeramente el mentón, mirandolo aun con aquella suspicacia, astuta- La pregunta ahora es la siguiente... ¿Estás dispuesto a actuar de una vez por todas o vas a seguir bailando al son que tu amiguito Vincent toca? ¿Hasta donde quieres arriesgar, Dracula?

En mi caso, tenia claro hasta dónde estaba dispuesta a llegar, cuales eran mis objetivos. Ahora estaba en la mano del conde decidir si seguir con aquel teatro o si, por el contrario, deseaba cerrar aquella tregua que nos convertiria en compañeros en aquello, en una especie de socios unidos por un interés común: eliminar a ese presuntuoso de Vincent.

 

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14/05/2014, 23:35
Catalina Von Strauss

Lo cierto es que jamás habria pensado que Dracula seria tan transparente, y mucho menos que sería tan estupido como para pensar que alguien como yo iba a caer en sus redes con tanta facilidad. No, eso conmigo no funcionaba. Yo era Catalina Von Strauss.

Quizás podia engañar a cualquier otro con aquel numerito del arrepentimiento y con aquel temor por mi vida y por mi seguridad, pero no a mi. Me costaba creer que la misma persona que habia llegado incluso a desaparecer sin dejar rastro, que en mas de una ocasion habia intentado incluso atentar contra mi persona, se preocupara por mi de esa forma.

A otra con ese cuento, señor Conde.

Luego estaba, ademas, aquel asunto de los vampiros muertos. Por favor, no sabia quién habia sido más ingenuo de los dos, si Vincent o Drácula. Los conocia a ambos. Claro que si. De no conocerlos no serian mis dos objetivos principales. Sabia que Dracula era poderoso, aunque tenia mis dudas de, si a aquellas alturas, representaba una amenaza tan grande como habia supuesto al principio. Pero Vincent... oh, ese carcamal era harina de otro costal. Era listo, uno de esos demonios que sabe mas por viejo que por demonio. Y eso hacia que no me apeteciera exponerme gratuitamente a él. Seria mas facil contar con Dracula y, si aceptaba mi propuesta, me aseguraria tener unos ojos y unos oidos en la cocina de Vincent, algo que, sin duda, me facilitaria eso de acabar con el. Y, en cuanto Vincent saliera de la ecuación, Dracula seria un juego de niños.

Ademas, estaba el profesor, ese estupido de Van Helsing... Aun le debia una visita... Una en la que me ocuparia personalmente de facilitarle más informacion sobre su gran enemigo...

...mi querido conde.

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17/05/2014, 17:04
Sir Alexander Richelau

- Sinceramente creo que es un autentico y total milagro que usted siga vivo, Profesor Van Helsing. Eso, o nuestros enemigos se han quedado sin aliados, amigos, recursos, imaginación, medios, poder e inteligencia. - Dejé claro con mi clásico tono de superioridad física e intelectual. No me cabía duda alguna, o nuestros enemigos se habían vuelto imbéciles esteriles carentes de iniciativa, o que Van Helsing soltara aquellas frases por su boca era la insansetez más grande de la historia de los cazavampiros.

- Cualquiera podría acceder hasta la puerta de su despacho y ensartarle el corazón con un virote. Encontré almenos tres rutas distintas donde un vampiro podría acceder hasta usted a mediodía. Ahora mismo podría estar asesinado a su amigo, sentandose en su silla y esperandonos en su despacho, y ni siquiera estaría preparado apra ello. - Solté un discurso que parecía incluso preparado de antemano por la seguridad y la obviedad de mis palabras. Su rechazo a empuñar el arma solo me dejó en obviedad lo difícil que sería proteger al profesor. Solo comparable a la dificultad de proteger a la sobrina de la Reina Victoria, mi prometida, quien no sabía nada de mi segunda profesión.

- Esto no es un campo de batalla, Van Helsing. Para usted. Pero lo será tarde o temprano, para usted y para su desgracia. Y la de todos. - Que rechazara la ballesta. Tenía por seguro que desconocía totalmente de quien era aquella ballesta, que era exactamente, o de que estaba hecha. Así que, sintiendo una gran ofensa, desmonté el arma y la guardé en aquel curioso maletín que llevaba.

En cuanto afirmó que aquella información la sabía de aquel estudiante con el que estaba entrevistandose, se paró, alarmado. - ¿Cómo sabe que no esta siendo controlado por la Baronesa? - Dije claramente, y mirandolo con un gesto de alarma. - ¿Es consciente de sus capacidades, verdad? -

Decepción. Ahora si, estaba seguro que era un milagro que Van Helsing estuviera vivo. ¿Cómo pudo el maestre olvidarse de explicarle algunas cosas de las más básicas?

 

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17/05/2014, 16:17
Dracula

Seguí atentamente  los movimientos de Catalina. Ataviada con aquel vestido de gasa que ondulaba con sus movimientos, dominaba a la perfección los espacios de aquel improvisado escenario en el que había convertido la biblioteca.

Con cada palabra, con cada gesto perfectamente estudiado, vuelvo a tener la misma sensación que tuve la noche anterior. La baronesa ha cambiado, los años trascurridos desde nuestro último encuentro la han trasformado para mejor. Hoy era más inteligente, más astuta y tenebrosa y eso en alguien que ya había intentado acabar conmigo por lo menos una vez era algo digno de mención.

Cuando se paró delante del espejo, en el que parecía hablar al más completo vacío, mis ojos se cruzaron con los suyos. No había duda, Catalina se había vuelto más inteligente. Además de por el incómodo gusano humano, si yo estaba en Londres era  porque alguien quería verla muerta. Y ella había sabido unir y desvelar el misterio que había en lo que le dije en nuestro anterior encuentro con una astucia digna de la compañera del príncipe de los vampiros.

Caminé un par de pasos, aproximándome lentamente hasta poner mis manos a ambos lados de su cintura y acerqué mi cara a la suya para poder susurrarle al oído.- ¿Qué es exactamente lo que me propones?

Sabía que era lo que proponía. Mis labios reaccionaron instintivamente dejando a la vista mis colmillos sabedor de su respuesta. Pero aún así deseaba escucharlo de sus labios.

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18/05/2014, 01:27
Catalina Von Strauss

Aquel gesto y aquella frase por parte del conde consiguieron arrancarme una diminuta sonrisa.

Por supuesto.

Tenía claro que me había entendido perfectamente. Sabía a ciencia cierta que no necesitaba pronunciar ni una sola palabra más para que Drácula supiera cuales eran mis metas y objetivos. Y, sin embargo, jamás se me habría ocurrido privarle del placer de oir de mis propios labios una sugerencia tan atractiva para ambos.

A pesar de no poder verlo, desde aquella posición, pude percibir perfectamente como sus colmillos se afilaban ante su preguntan, casi en el mismo instante en el que tan estratégicamente habia colocado sus manos.  Mi sonrisa entonces se afiló ligeramente, convirtiéndose en la sonrisa de una asesina despiadada, de una depredadora. Una, que además resultaba ser de lo más atrayente.

-Matarlo... acabe por susurrar, girando ligeramente el rostro hacia él para que pudiera ver mis colmillos, que acababan de hacer acto de presencia, animados por aquella promesa de derramamiento de sangre- Acabemos con él y convirtámonos en los dueños del mundo. Tú y yo. -continue, sin alzar la voz, dejando claros cuales era mis objetivos en todo aquello. No era la primera vez que compartia un trono con él, y no me importaria volver a hacerlo sin Vincent de por medio. 

Una proposicion tentadora, que tenia curiosidad por saber si Dracula aceptaria.

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18/05/2014, 01:37
Catalina Von Strauss

Pero qué previsible eres, Drácula, querido.

Lo cierto es que, a aquellas alturas, no tenia demasiado claro si realmente se habia vuelto tan confiado como para llegar a sentirse atraido no solo por mi propuesta, o si, como el resto, seguia interpretando su papel.  Fuera cual fuera el caso, yo tenia claro una cosa: no habia llegado hasta alli gracias a mi ingenuidad.

Sin embargo, hacer que Dracula pensara que podria tener una oportunidad, que realmente confia en él para esto, y que estaba dispuesta a volver a su lado si lograbamos deshacernos de Vincent, era, a todas luces, la mejor de mis opciones ahora mismo. No hay nada mejor que hacer creer a un hombre que estás ciega, que eres una ingenua, y una idealista. Y, en este caso, ni siquiera el Principe de las Tinieblas parecia ser una excepcion.

Vamos querido, acercate hasta la tela de araña... y entonces me abalanzaré sobre ti

... a devorarte.

 

 

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21/05/2014, 18:42
Dracula

No tardé en escuchar de los labios de Catalina las palabras que estaba esperando. Sus colmillos se descubrieron mostrando una bella sonrisa que prometía sangre, sangre de uno de los nuestros, sangre de uno de los grandes vampiros. Aquel gesto siempre me había gustado, esa mirada asesina que trasmitía esa sed insaciable, todo ese ansia de poder dentro de un cuerpo diabólicamente hermoso era algo que me atraía enormemente y a lo que difícilmente un vampiro podía resistirse.

Nada unía más a dos vampiros que un enemigo común al que destruir. Tal era la fuerza de ese sentimiento que se podían aparcar décadas de resentimiento y rivalidad para fundir nuestras voluntades con un único objetivo, acabar con el advenedizo de Vincent de una vez por todas.

Nada me haría más feliz.- susurré segundos antes de que mis colmillos rozaran su labio inferior.

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21/05/2014, 21:56
Catalina Von Strauss

Aquel susurro hizo que mi sonrisa se afilase ligeramente, casi al mismo tiempo en el que notaba el roce de aquel colmillo en mi labio inferior. - Siempre has sabido decir lo que estaba deseando oir... - susurré, clavando mi mirada en él, con un gesto de aprobación.

Me mantuve a aquella distancia infima de él, sin llegar a deshacer los pocos milimetros que nos separaban. No, no iba a caer rendida en sus brazos tan fácilmente. Yo no era una mujer fácil, ni accesible a cualquiera. Y, si Drácula quería resarcir el daño pasado, tendría que demostrar que estaba realmente arrepentido antes. - Hablame entonces, querido. ¿Qué es exactamente lo que Vincent quería de ti? - pregunté, tan cerca que, de haber tenido aliento, Drácula podria haberlo notado perfectamente.

Entonces me separé de él, girándome parcialmente, con un elegante gesto que hizo que mi vestido volviera a ondear en el aire, concediéndome aquel aspecto aun más sobrenatural, jugando, como sólo a mi me gustaba jugar a esas idas y venidas en las que disfrutaba haciendome de rogar... y desear. Necesitaba saber qué se traia Vincent entre manos. Solo entonces podriamos comenzar a pensar en el siguiente paso a seguir para llegar a el.
 

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22/05/2014, 17:09
Luz Eterna

Notas de juego

Seguid roleando un poco más chicos, que la cosa está de lo más interesante ^^
 

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22/05/2014, 17:11
Van Helsing

Las palabras del duque calaron en el profesor, a van helsing no le gustaban ni sus formas, ni la manera que tenía de hacer las cosas y mucho menos su apariencia. Cada vez que lo miraba a la cara veía al vampiro con el que estuvo a punto de perder la vida y que tanto daño había echo... sin embargo debía reconocer que tenerlo como aliado le suponía era mejor que tenerlo como enemigo.

 ¿Y si el duque tenía razón? ¿Y si el profesor estaba pecando de confiado? La Universidad era un edificio público, estaba abierto a todo el mundo... entonces la imagen de una bestia acechando entre las sombras de los pasillos de la Universidad se formó en su mente, y miró a Alexander con nuevos ojos.

- Podría estar en lo cierto- accedió a regañadientes, por lo poco que conocía a aquel hombre era consciente de su enorme ego, jugaba con ventaja y encima le gustaba, pero de momento tendría que conformarse con aguantarlo y dejarse ayudar... hasta cierto punto- Vayamos a mi despacho- ofreció- hablemos con Daniel, y después me gustaría que me relatase con mayor detenimiento sus métodos de protección.

Notas de juego

Pjonizado en espera del retorno de Alender

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22/05/2014, 17:25
Luz Eterna

Cuando Van Helsing y Richelau regresaron al despacho, encontraron a Daniel sentado en el lugar exacto en el que lo dejaron. La taza de te que el profesor le había servido estaba vacía, el chico parecía estar más tranquilo. Miró al duque con interrogación en los ojos y esperó a que Van Helsing se lo presentase. El señor Goldman era un estudiante modélico y de buena familia, pero bastante introvertido y tímido, aún así apretó la mano del duque con firmeza y volvió a tomar asiento.

 - Y ahora señor Goldman- dijo Van Helsing sentándose en su sitio tras haberle facilitado un asiento junto a Daniel a Alexander- me gustaría que continuáramos nuestra conversación delante del señor Richelau, es un amigo que cuenta con mi total confianza, de manera que puedes hablar sin tapujos en su presencia... Bien... ¿Por donde ibamos? Ah sí, me comentaba usted algo sobre unas sombras que se cernían sobre la universidad...- miró fugazmente al duque.

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22/05/2014, 17:34
Daniel Goldman

Tras un breve análisis por parte de Daniel al duque, el muchacho una vez vencidas sus reticencias ante las palabras de su profesor, se decidió a hablar.

- Si, profesor, como le estaba comentando he venido notando una presencia extraña... hasta hace poco tan sólo me parecia tener esa sensación a las puertas de la Universidad... pero... hace un par de días que noto algo raro... como si la oscuridad se hubiese instalado en los pasillos del edificio...- miró con un ligero rubor de mejillas al duque, como si temiese que aquel extraño se echase a reir.
 

Notas de juego

En vista de que Van Helsing va a estar un tiempo out, vamos a proseguir nosotros. Richelau puede interrogar a Daniel si lo deseas, de momento el profesor será un espectador hasta que yo o Alender intervengamos.