Partida Rol por web

Kalim se mantiene retrasado, "quizás sea mejor que ellos puedan actuar con libertad en un primer momento"

El bardo se queda unos instantes fuera, lo justo para que sus compañeros tomen la iniciativa.

Laucian, como en todos los combates permanece en la distancia... sin intervenir

Desde una posición en la que tiene un tiro bastante limpio pero al mismo tiempo, fuera de la vista del gigante Methgar dispara una rapidísima salva de 6 flechas de las cuales 2 impactan en su objetivo.

Viendo la andanada de flechas que lanza la elfa, dejo correr el mecanismo de la ballesta, lanzando un virote. Poco daño le hará el mismo a los gigantes, pero al menos los debilitaremos.

Ya lanzado el virote, dejo caer la ballesta, y saco mis hachas. En pocos momentos llegará el combate cuerpo a cuerpo, y estaré preparado.

El gñomo dibuja una runa muy lentamente en el aire, y pronuncia unas palabras en voz grave, lentamenteee...

jaaammmeeeeninnn raalantarangaaaaa

Brodak inicia el combate con su ballesta contra el gigante 2 (a partir de ahora G2) (3 puntos) siendo seguido por Garch que con uno de sus conjuros hace que ambos gigantes se muevan a una velocidad anormalmente reducida. A su vez, Archala conjura una tormenta de hielo que cae sobre vuestros enemigos produciéndoles un daño especialmente grande al ser ellos ígneos (25 a cada)

Unos instantes después veis como Mancha dispara contra el G2 con éxito (9 ptos) yMethgar lanza una rápida ráfaga de flechas, de las cuales dos impactan (35 ptos)

Después de ver cómo los gigantes gruñen de dolor al ser cogidos por sorpresa y, visto que, tal como esperaba, no erró en la elección del conjuro, vuelve a repetir las mismas intrincadas palabras arcanas para debilitar al máximo a los gigantes antes de que lleguen hasta donde se encuentran.

Aprovechando aun el desconcierto de los gigantes y mirando la gran maestria de Metgar con el arco, preparo mi arco para una nueva ondanada.

Rack se concentra en la fe de su Dios y empieza a gritar en direccion de los gigantes. Provocando una onda sonica que quizas, solo quizas, les aturda.

Me muevo hacia los gigantes, corriendo y cargando. Son demasiado grandes, pero como todos los enanos sabemos, mientras mas grandes, más fuerte caen. Mis hachas se mueven velozmente hacia sus objetivos. El que tenía clavado mi virote, ahora se encuentra conmigo entre sus piernas, golpeando con cortes ligeros. Aún estoy calibrandolo como oponente, como para atacarlo con fuerza, pero ya lo voy debilitando de a poco, cansándolo progresivamente con mis rápidos ataques.