Partida Rol por web

La Venganza del Hombre-Máquina!!

Una noche cualquiera...

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05/03/2010, 09:10
Director

Una noche cualquiera...

Eso podría decirse. Así comienzan los cuentos, las buenas historias.

"Érase una vez..."

En nuestro caso...

Érase una noche cualquiera. Cualquiera para ser diecisiete de octubre. Una noche de otoño como muchas otras, lluviosa, fría sin llegar a helar.

En el exclusivo club High Hills la velada comenzó mucho antes, a media tarde. Una concurrida reunión de lo mejorcito de la ciudad, damas y caballeros que sobresalían de la masa general de la población por uno u otro motivo, se fue convirtiendo poco a poco en una íntima conversación de cinco de sus miembros. Algunos de ellos bastante pintorescos, se debería añadir. Una vez cumplimentada la tradición del té, se pasó al salón de lectura y puros. Allí les llegó la noche, tras varias disertaciones sobre las distintas formas de medición de la hora, el movimiento del sol, la calidad del licor y la estirpe de Muffy. La oscura manta vespertina cubrió la ciudad. El mayordomo principal de High Hills, el señor Mulligan, hizo acto de presencia a las cinco y media en punto. Encendió los candelabros de la sala, seis altos varales de bronce de cinco brazos cada uno y una enorme figura central, una representación en plata del Dios Zéus sosteniendo un escudo sobre su espalda. Entre todos suministraban luz más que suficiente para leer.

La bebida y la conversación continuaron fluyendo a la par, al menos durante otras dos horas más, hasta que llegó el esperado brindis final, que alcanzaron algunos con el rostro ya encendido y el cuerpo bastante acalorado. Con él acabaría la velada y sería el momento de proceder a las despedidas y poner rumbo a casa. El club High Hills no cerraba sus puertas hasta que el último de sus socios decidía marcharse y jamás a ninguno de sus empleados se les ocurriría apremiarles a ello. No obstante, sabían que Henry McLeod, el vigilante de noche, mitad sereno mitad policía, con toda seguridad habría llegado a la sede hacía ya bastante rato y que el buen mayordomo esperaría allí hasta que decidieran marcharse por si necesitaban algo más de él. En última instancia hasta recibir la orden de pedirles los carruajes. El resto de socios ya se habían marchado, las habitaciones del majestuoso edificio permanecían en silencio con la única excepción del salón de lectura y puros.

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05/03/2010, 09:52
Válar Anaëron

-Bien, mis queridos amigos, mis compañeros de brindis, mis inestimables contertulios. Damas y Caballeros. Temo que ya ha sonado mi hora de retirada, aunque con placer escoltaré a alguna de las Señoras, o a ambas, si me lo permiten, para luego seguir hasta la Residencia Militar donde circunstancialmente resido ahora, en la City. He disfrutado lo indecible con sus disertaciones, sus ideas, y su compañía.

Válar se levantó del sillón que ocupaba, un Chesterfield, el característico capitoné en cuero flor de una agradable tonalidad castaña. Aplastó el resto del puro que acababa de fumar en un grueso cenicero de cristal (de Bohemia, naturalmente), y dejó su vaso, ya vacío, junto al cenicero, en la pequeña mesilla auxiliar que el sillón tenía al lado.

El ambiente ahora era recogido, casi de silencio. Sólo ellos quedaban entre los socios del selecto Club. Eran los últimos.

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05/03/2010, 10:49
Lady Eleanor, duquesa de Malborough

Habiendo perdido ya la vitalidad de la juventud la duquesa se había quedado ligeramente adormilada en la mullida butaca situada junto al fuego. Debido a ello las palabras del joven militar la sobresaltaron ligeramente haciéndola pegar un respingo.

-Como siempre, mi señor Anaëron, sólo palabras de sensatez salen por su boca-comentó incorporándose levemente. Muffy, el cual tras librarse milagrosamente de la lobotomía había terminado por tumbarse en la alfombra junto a la chimenea y llevaba un buen rato ladrando en sueños, despertó de golpe y comenzó a estirar sus pequeñas patitas de manera característica.-Aprecio su galantería, mi joven soldado, pero lejos quedó el tiempo en que necesitaba de un hombre galante a mi lado que me acompañase a casa-añadió apoyando las manos en los posabrazos para incorporarse con dificultad.-Sin duda, mademoiselle Martin necesitará más vuestros servicios-agregó en tono jovial lanzando un guiño a la noble francesa.

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05/03/2010, 21:03
Otto Von Klumming

- Herr Anaërron, ¿acaso como militarr tiene toque de queda? Se rretirra usted más prronto que una damisela virrginal trransilvana porr temorr a serr morrdisqueada porr un vampirro - dijo Otto ligeramente achispado tras su tercera copa de licor -. Ahhh, ya veo. La suya es una inteligente estrrategia de... ¿cómo se dice en su lengua? ¿Asiento? No. ¿Sediento? No. Tampoco. Qué lastimoso dominio de su idioma. Ah, sí. Asedio. Eso es. Asedio femenino. Brrindo porr su elegante jugada - dijo aprovechando la ocasión para beber lo que quedaba de su copa y dar una profunda calada a su puro -. Solo falta que ahorra la joven damisela acepte, pues nuestrra querrida Lady Eleanorr ha declinado su oferrta. Cosa que el apenarrá vivamente, entiendo. Aunque porr la mala carra de Muffy, ahorra que se ha desperrtado de su soporr mental, no sé si se lo hubierra perrmitido. En fin, parrece que no quedarrá más rremedio que rrefugiarrse en el solaz de nuestrros domicilios. Henrry lo agradecerrá y no nos despedirrá con sus habituales mirradas furribundas.

Otto se acercó a uno de los ceniceros de cristal y apagó allí su puro, al tiempo que lanzaba un suspiro.

- Señorra, señorrita, caballerros, ha sido una muy agrradable velada que esperro rrepitamos prronto. Rreconozco que me da una grran perreza rregrresar a mi piso de alquilerr, atrravesando esas calles frrías y húmedas, máxime cuando ni siquierra hemos comentado nada de la grran noticia que llena las prrimerras páginas de los diarrios, la de los rrobos a los bancos, del Hombrre-Máquina como lo llaman los guarrdianes de la ley y de su extrraña firrma. Deberrá serr en otrra ocasión - dijo con tono apenado.

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05/03/2010, 21:32
Válar Anaëron

Válar se giró al escuchar al prusiano, y le miró sorprendido. No lo había conseguido su disertación acerca de su estrategia con las féminas presentes, que ni aceptó ni desmintió. Pero sí lo consiguió la mención del Hombre-Máquina.

-¿Cómo se le ocurre eso ahora, Herr Von Klumming? Es curioso que ahora, tras unas buenas horas de distendida conversación, de unos buenos puros, y del sopor mental no ya del bueno de Muffy, sino nuestro tras el licor, haya pensado precisamente en eso. Y no digo que sea un mal tema, al contrario. Pero dígame, ¿qué le ha hecho pensar en ello...?

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05/03/2010, 21:53
Otto Von Klumming

- Los caminos de la psique son inexcrrutables, Herr Anaërron. ¿Porr qué mi mente ha rreaccionado con algo tan jugoso? Supongo que parra tenderrles una trrampa intelectual y no deseen irrse a sus casas. Admito que las parredes florreadas de la casa de Miss Marrple me deprrimen enorrmemente. Porr no hablarr de los cuadrros de ganchillo, rreprresentando de forrma muy vaga los brrezales de Huttondonshirre, o de las corrtinas de terrciopelo con orrquídeas borrdadas. Esa mujerr sufrre un prrofundo desequilibrrio horrmonal y una compulsión enferrmiza hacia las laborres manuales de dudoso gusto botánico - dijo compungido -. Porr eso, porrque disfrruto de su compañía y porrque mi curriosidad innata me lleva morrtificando varrios días, mi cerrebrro ha elucubrrado una posible alterrnativa a nuestrra prronta rretirrada. ¿Porrque no me dirrán que soy el único al que le rresultan llamativos tales hechos, verrdad? Ah, lo que nuestrras mentes podrrían deducirr de lo poco que se sabe. Cómo borrbotearrían nuestrras neurronas. ¡Qué grran juego enigmático parra una noche oscurra, frría y lluviosa como esta!

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06/03/2010, 04:00
Anne Marie Martin

Con una sonrisa pícara Anne Marie miró por encima de su copa de Black Bush, la segunda de la noche, al terminar de dar el último trago de líquido que habia en ella. Con un gesto divertido, colocó la copa en la mesa de madera que había junto al sofa en el que estaba sentada y rió ante los comentarios de los dos hombres.

Era consciente de que ese licor era un poco más fuerte de lo que ella estaba acostumbrada a beber y de que, por consiguiente, algo más de la cuenta le había afectado. Pero no era ningún problema.

-Monsieur... -dijo levantándose de su asiento y caminando vivaracha hacia el alemán -¿detecto en sus palabras una pequeña nota de envidia? ¿Tal vez, se le adelantó monsieur Anaëron en lo que usted quería proponer? -rió divertida agarrando las dos manos del hombre y levantándolo del asiento con un pequeño tirón -!Vampire!, !nuit!, fantásticas historias para contar una noche como esta, !leyendas que quitan el sueño y hacen temblar! -miró al Mayor sin dejar de sonreir.

-Oh! que ven mis ojos monsieur Klumming, !esas copas han hecho que le brillen los ojos!. ¿Quiere que el Mayor y yo le acompañemos? Por que siento decirle que esta damisela se va a dejar acompañar esta noche, no son horas para andar sola por esas calles oscuras. Oh! Sacre Bleu! podia haber un vampire suelto y !yo sola e indefensa en esta ciudad! Lady Eleanor ¿de verdad desea irse sola? No me perdonaría por nada del mundo que le ocurriese algo en el camino de vuelta. Pero deberíamos marcharnos ya, estamos abusando esta noche demasiado de la paciencia de monsieur Mulligan, el tambien tendrá ganas de llegar a casa.

Soltó las manos del alemán y se volvió hacia el Mayor, al que tendió una mano acompañada de una leve inclinación de cabeza-Le agradecería que me acompañase monsieur Anaëron -Y por encima del hombro de Válar buscó la aceptación de Lady Eleanor al agradecer de forma educada y formal, tal y como ella intentaba que Anne actuase, el ofrecimiento del Mayor. Cuando sus ojos se encontraron, Anne le devolvió un guiñó cómplice a la mujer.

Pero a sus espaldas Otto pronunció una larga perorata que la hizo volverse y escucharlo con su curioso acento.

-Oh! monsieur Klumming...siento tener que confesar que se me han escapado varias palabras. Mi inglés no es tan perfecto, !ni mucho menos! Ble..sa..les, ¿blesales ha dicho? ¿que es un blesales? Y...la otra palabra que no he entendido... ummm... cual era, ah! si! borbomearían ¿puede ser? Oh! !no me lo ponga tan difícil! Tenga compasión de esta pobre fille -lo miró con una mirada suplicante, exagerada a propósito.

-!Al final no nos iremos por hacerle compañía y que me instruya en esos nuevos vocablos! Aunque tengo que reconocer que el tema que propone me intriga
-terminó con una sonrisa -Monsieur Anaëron, usted manda y estoy dispuesta a seguirle si desea partir ya. En sus manos dejo la decisión.

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06/03/2010, 06:12
Jacques Saujènier

Jacques llevaba ya un largo rato retirado de la charla, hundido en las sombras que su rincón le proporcionaba al sitio donde había elegido sentarse. Prolongada actividad social le llevaba a retraerse de aquella manera. La copa de vino vacía, la decimosegunda o decimotercera, o diese igual que fuera la primera o la última, yacía vacía descansando en una de sus manos inmóviles. Jacques miraba, y el blanco del fondo de sus ojos y de su cabello era poco de lo único que resaltaba en su penumbra. La palidez de su piel se había perdido hacía ya rato, bajo los extremos efectos de un poco de calor líquido francés.

Volvió a la sociedad estallando en una repentina carcajada.

- ¡¡JAJAJAJA!! ¡Bre-za-les, madmoiselle, nuestras amadas landes! ¡Aquellas que cubren las laderas de la costa del Mare Nostrum, la endemia misma! Oh, ¡yo no llamaría a eso dudoso gusto botánico, monsieur Van Klumming, si no más bien tenue y magnífica apreciación de la realidad! Lo que no me meto ya es con las orquídeas, ¿quién podría? Quizás madame se atrevería, pero, ¿qué puedo decir yo de las orquídeas? Exquisitas semillas, sí, y semillas muy resistentes. ¡Pétalos abiertos como... como...! - se interrumpió abruptamente, y parpadeó - ¡Bor-bo-te-a-rían, eso es! Bouillonner, mes amis, ¡nuestras neuronas o el mundo! Sacre bleu, ¡cómo he insistido que instalaran un candelabro hidráulico a vapor que tengo en vista y mente, pero se siguen aferrando aquí al fuego! ¡Con lo bello que es ver el agua borbotear, lo maravilloso! Y lo peligroso, sí, por supuesto. ¡Peligrosísimo! ¿Por qué nos pone en ese riesgo, monsieur Van Klumming? ¡¡JAJAJAJA!!

Se inclinó hacia adelante e intentó dejar su copa sobre la mesa en el centro del círculo. La base se zafó, erró el cálculo...

Un confuso episodio de movimientos extraños terminó en Jacques de espaldas en el suelo, sosteniendo la copa con el pecho.

- Sacre Bleu, ce vin était merveilleux! ¡¡JAJAJAJA!! - exclamó, y se quedó en el suelo agitándose en espasmódicas risas hasta que de pronto se silenció, mirando el cielorraso con los ojos más abiertos que nunca - ¿Y qué tal si lo que le ha hecho pensar en los últimos acontecimientos es que no han dejado ni telarañas en los sitios asaltados? ¡Écrous dorés, monsieur Van Klumming, si ha usted podido asociar el ofrecimiento de monsieur Anaëron de acompañar a madmoiselle con eso! ¡¡JAJAJAJA!! ¡Dichosos caminos de la mente, muy dichosos, aún irreproducibles! Pero, aun día seguramente, ¡un día, entre pensamientos habrá cables, y perderemos el misterio de las asociaciones!

El hombre no se movía del centro de la alfombra sobre la que había caído. Miraba al cielorraso cada vez con más intensidad.

¿Y cuál sería su teoría, monsieur Van Klumming? - dijo Jacques con voz repentinamente seria - Pues me siento muy inclinado a volver a mi hogar. Pero sé que no rechazará la oportunidad de tentarme, y pour les roues dentées que me quedaré si lo logra.

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06/03/2010, 12:26
Otto Von Klumming

- Frräulein Anne Marrie, ¿qué hace? - dijo soltándose de las manos de la jovencita francesa, al tiempo que se ponía todo colorado y frotaba sus palmas contra la pernera del pantalón -. Porr favorr, no me ponga en una situación tan embarrazosa. Su liberrtina forrma de comporrtarrse me azorra en grran manerra. Las mujerres frrancesas son demasiado vehementes y espontáneas parra mi alma prrusiana y mi escasa experriencia con el sexo débil - señaló con honestidad -. Me temo que ante situaciones análogas a la prresente no sé muy bien cómo rreaccionarr. Demasiadas horras inverrtidas en mi laborratorrio, me temo. Y no, no es envidia tampoco. No tenía intención alguna de acompañarrla a su domicilio. ¿Porr qué habrría de tenerrla? Porr la forrma de su crráneo detecto que posee un buen sentido de la orrientación y que no se perrderría ni en un laberrinto poblado de Minotaurros. Y porr cómo maneja su lengua, dirría que no tendrría dificultad en solicitarr a Henrry que llamarra a un carruaje. Así pues, si es usted tan autónoma como aparrenta, ¿parra qué iba a necesitarr de mi compañía o yo ofrrecérrsela? - dijo con devastadora sinceridad, sin ser consciente de su falta de caballerosidad, cuando de repente una intuición le asaltó -. Oh, oh, oh, frräulein Anne Marrie, es usted una joven perrverrsa - afirmó sonrojándose aún más -. Las lides amatorrias se las dejo a nuestrro buen amigo Herr Anäerron, que parrece estarr especialmente capacitado parra ellas, dada su aposturra y porrte militarr grracias a su uniforrme - señaló con un ligero temblor de voz. Miró alrededor, vio la botella de Jagermeister y se sirvió una copa que apuró de un trago -. Frräulein Anne Marrie, soy un hombrre de ciencia y algo torrpe parra cierrtos asuntos. Le pido disculpas si en algún momento creyó perrcibirr alguna insinuación poco honorrable de mi parrte.

Entonces, los ojos de Otto Von Klumming se abrieron de par en par ante el espectáculo dado por el inventor francés que giraba cual peonza sobre la alfombra, aliviado de que con su extraordinario comportamiento hubiera proporcionado una magnífica excusa para cambiar de tercio.

- Herr Saujènierr, deje esas extrrañas cabrriolas. Sin duda, el Châteauneuf ha sustituido a su sangrre en las venas. Venga, perrmítame que le ayude a ponerrse en pie - dijo tendiéndole una mano -. Tal vez en un futurro esos epilépticos movimientos suyos constituyan hasta un baile que no dudarría en bautizarr como breakdance a la vista de tamañas convulsiones muscularres. En cuanto a mi teorría sobrre los rrobos, ¿qué quierre que les diga? Carrezco de una. Perro improvisarré. ¿Qué sabemos del Hombrre Máquina? Se dice que es un autómata, una máquina invulnerrable, un serr inmorrtal... Paparruchas. No hay maquinarria eterrna, ni acerro que no pueda serr frracturrado bajo las adecuadas condiciones. Estamos ante una manifestación prropia de la ignorrancia que magnifica la causa fuente de sus temorres. Si la policía inglesa ha sido incapaz de hacerr frrente a este sujeto, qué mejorr que escudarrse en la invulnerrabilidad del líderr de estos secuaces. Porr no hablarr de la prrensa, que gusta de magnificarr estos sucesos parra venderr más múnerros y obtenerr mayorres ganancias. No, no sé quién estarrá trras esa mente crriminal, perro puedo asegurrarrles que no es como nos lo descrriben. Peligrroso, sí. Crriminal. Sí. Vulnerrable. Desde luego.

Otto sintió que su público le escuchaba. Sacó un puro americano y lo encendió parsimoniosamente. Ante el fuego de la brasa de su cigarro, en sus ojos se dibujaron pequeñas chispas carmesíes.

- Ahorra bien, ¿parra qué sustrraerr el dinerro de los bancos? Elemental, querridos amigos. Si parrtimos del supuesto de que el cabecilla es ese Hombrre Máquina, no me cabe duda de que se trratarrá de un alocado científico o inventorr que se ha posicionado en el lado equivocado de la ley. Sí, equivocado - dijo cabeceando con fuerza para subrayar su afrimación -. Perro su enferrma inteligencia estarrá gestando algún diábolico plan que exigirrá una imporrtante inverrsión. De ahí su afán de lucrrarse a costa del sistema bancarrio de las islas. Herr Saujènierr, usted y yo sabemos cuán costosas pueden rresultarr nuestrras investigaciones y que la prrincipal dificultad consiste en encontrrarr patrrocinadorres, perrsonas o emprresas dispuestas a crrerr en nuestrros prroyectos y ello a pesarr de tenerr como fin el bien del pueblo - señaló con un toque de irritación, dando un larga calada a su puro. Después, el humo surgió de su boca en perfectas volutas en forma de aro mientras su mirada se perdía al frente -. El Hombre Máquina rroba parra tenerr su prropia fuente de ingrresos y así poderr desarrollarr sus prroyectos, planes crriminales a todas luces y que golpearrán fuerrtemente a la sociedad inglesa. Y Londrres puede que sea su prrimerra víctima. Después, el mundo - dijo lúgubremente -. Y finalmente, su extrraña firrma. Una rrueda dentada envuelta en ígneas llamas. Tal vez me equivoque, perro crreo que el gobierrno de la nación se enfrrenta a alguien que dota a la mecánica de una grran imporrtancia.

Otto Van Klumming miró a todos y cada uno de sus compañeros.

- Esa es mi teorría, damas y caballerros. Imprrovisada, naturralmente y porr lo tanto, susceptible de crrítica. Esperro ansioso sus opiniones al rrespecto.

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06/03/2010, 18:20
Válar Anaëron

El Mayor había estado atento a las evoluciones de Miss Martin, y a las de Mr. Saujènier. Hubiera sido difícil de distinguir cuál de las dos intrincadas maniobras de cada uno le había causado más regocijo. Las de la muchacha por el desconcierto y azoramiento que habían producido en un Von Klumming completamente sobrepasado, algo que no tenía precio presenciar. Y las del inventor porque habían supuesto todo un ramillete de absurdas posturas mientras desgranaba frases como un incontinente, deshilvanadas para él, frases de las que todo, incluso la pronunciación le resultaba absolutamente grotesco.

Se había reído sin disimulo, aunque se había inclinado para ayudar al científico en su intento de recuperar del suelo al indudablemente alterado francés. Pero, al mismo tiempo, había reconocido sin punta de rubor:

-Señores, no he entendido una palabra de todos esos giros tan caseros que les han dado a términos para mi completamente vinculados a la naturaleza, a espacios abiertos. Orquídeas, brezales, pétalos, semillas... Me he perdido, caballeros, a menos que viva usted en un jardín, Herr Professor, rodeado de pixies y leprechauns, cosa que sinceramente me divierte sólo imaginar. -Si realmente el atractivo rostro del elfo había mostrado esa diversión pintando sus facciones, cuando hubieron dejado al inventor en una posición menos horizontal, y el prusiano siguió adelante con su teoría acerca del Hombre-Máquina, esas mismas facciones se tensaron, y su rostro mostró entonces lo que sólo el interés podía estar dibujando en él. Los ojos se afilaron, la suave línea de las cejas disminuyó el espacio entre ambas, frunciéndose, los labios se apretaron en una línea recta, aunque igualmente sensual y deseable, según no podían dejar de advertir las damas.

Escuchó la teoría, y cabeceó, asintiendo. Su cabello se movió, pero se recolocó al instante, nada alteró su bien compuesta figura.

-No me cabe duda que una mente criminal como esa que ha descrito ha de dar a la mecánica esa importancia que casi la eleva a categoría de deidad. ¡Un Hombre es un Hombre! No una Máquina. Artefacto Infernal donde los haya... ¡Mecánica! ¡Puaj! -Hablaba casi para sí mismo, no para ser escuchado, y las últimas palabras habían salido escupidas, expulsadas. -Un ser despreciable que debe ser detenido antes de que esa rueda dentada se hinche y aparezca rodando en nuestras calles, arrasándolo todo a su paso. ¡Maldición!

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06/03/2010, 19:29
Anne Marie Martin

La reacción del alemán la sorprendió tanto como le resultó simpática y entrañable por sus motivos.

-Monsieur Klumming, descuide, intentaré que se acostumbre a mi forma de ser, le puedo decir que no es para nada libertina, es...no...mejor dicho...!soy francesa! Oh....mi Francia querida... Tendrá tiempo de acostumbrarse, estoy segura. Y no se preocupe, en ningún momento entendí que me estaba realizando ninguna proposición no honorable ¡Mon Diu! ¡Todo lo contrario! Siempre es un honor para mí que deseen no dejarme sola en manos de ningún desalmado que vague suelto por esas calles. Así que le aseguro que esta fille aquí presente lo tratará bien y le enseñará como es una verdadera francesa, pero a cambio le pediré que me ayude con el inglés, se que no le importará –dijo a la vez que se acercó bastante a él, a su oido, y bajó la voz, para que solo él pudiera escucharle – Gracias por la información sobre mi cráneo, ha resultado algo completamente curioso y sinceramente....ha acertado usted mucho.... –terminó dedicándole una gran sonrisa justo en el momento en el que los ojos de Otto se abrían como platos y escuchaba un revuelo y un gran golpe justo a sus espaldas.

Un rápido giro de ciento ochenta grados la hicieron contemplar a monsieur Saujénier en el suelo y ver como tanto Otto como Válar ayudaban al hombre a volver a su sillón. Se acercó a ellos para recoger de manos del francés su copa y evitar que el contenido de esta terminara manchando el suelo a esas horas de la noche.

-Se encuentra mejor monsieur Saujénier, ¡no nos de estos sustos! Las alfombras no son sitios cómodos para descansar
–le recriminó con una divertida sonrisa al ver como el Mayor no podia contener la suya ante el espectáculo ofrecido por el francés.

A partir de ese momento la conversación se centró en torno al ladrón de bancos que copaba los titulares de los periódicos en los últimos dias. Cada uno dio su versión, su opinión. Y ella los escuchó, atenta.

- A mi hay una cosa que me resulta muy intrigante de esos robos. En muchos periódicos se ha dicho que el ladrón usa oscuras fuerzas mágicas para hipnotizar a sus víctimas y poseer su voluntad, por eso nunca hay testigos de los robos. ¿Qué opinan ustedes? Me gustaría saber su opinión al respecto.

Curiosa, Anne Marie volvió a tomar asiento, esta vez junto a Jacques, alejando de él la copa de vino, para intentar que no bebiera más y evitar otra caida como la anterior.

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07/03/2010, 11:26
Otto Von Klumming

- No crreo que me acostumbrre a los disolutos modales frranceses, frräulein Anne Marrie - dijo Otto con una gran sonrisa pacificadora -. Mi educación prrusiana se impone. La fusta de mi señorra madrre, Frau Von Klumming, hizo un grran trrabajo en este sentido. Perro no se prreocupe porr ello. Ese es mi prroblema. Usted prroceda como corresponda a su naturraleza. Ahorra que está todo aclarrado, serrá más sencillo parra mí. En cuanto a lo que usted dice, Herr Anäerron... lamento disentirr - afrimó volviéndose ligeramente hacia el militar -.  El hombrre sí es una máquina. Tal vez no esté hecha de rruedas, engrranajes y pistones, perro es una máquina. Marravillosa, única, plagada de secrretos aún porr descubrrir. Perro llegarrá un día en que podamos solucionarr muchos prroblemas de nuestrra compleja maquinarria orrgánica simplemente sustituyendo unas piezas porr otrras. Perro también entiendo el sentido de su forrmulación. No somos autómatas, serres sin conciencia. Por encima de la máquina está el espírritu del hombrre, un elemento inaprrehensible perro rreal como este purro que estoy fumando.

Otto miró su puro y asintió lentamente. Después, mojó la cabeza del mismo en su Jagermeister y le dio una placentera calada.

- Y la mecánica... No es buena ni mala. Depende del uso al que se destine. Tiene su imporrtancia, perro coincido en que no debe deificarrse, Herr Anäerron. Máquina verrsus magia - susurró -. Ignorro qué ha ocurrido en esos bancos y si toda la inforrmación publicada y que cirrcula porr las calles de Londrres es verrídica. Perro le dirré frräulein Anne Marrie que no es necesarria la magia parra dejarr fuerra de combate e inconscientes a los empleados de un banco. No, no es necesarrio. Yo mismo podrría hacerrlo. Y segurro que Herr Saujènierr también.

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08/03/2010, 07:34
Jacques Saujènier

El hombre se dejó hacer hacia las manos que procuraron levantarlo. Pasó totalmente de las risas y de los comentarios como si estuviera untado en la mejor mantequilla del universo. Se tambaleó ligeramente pero el científico y el militar lograron ponerlo en su asiento, o más bien el francés se arrojó a los brazos del sillón con toda la fuerza de su cuerpo, o más bien la inercia de su peso. En realidad, daba igual. Jacques aterrizó en su sitio de cara o de espaldas, algo que jamás supieron pues fuera lo que fuese se revolvió durante unos momentos en todas direcciones, y acabó quieto y sentado correctamente mirándolos a todos. Su mano derecha intentó cerrarse alrededor de una copa invisible, copa que ya le había sido retirada. Los miró serio, serio de muerte, aunque nadie podía tener la certeza de que hubiera escuchado lo que se estaba diciendo. Nadie sabía por qué de todo era aquel gesto.

Sus cejas se contraían cada vez más, mudas.

- ... ¡¡JAJAJAJAJA!! - la carcajada atravesó el silencio como un chasquido, y Jacques se palmeó una pierna retorcido de risa - Sacre bleu, monsieur Van Klumming! ¿Qué está usted insinuando? ¡¡JAJAJAJA!!

Negó una, dos, cinco veces. Comenzó a acariciarse la barba de forma eléctrica, agitado por una gran fuerza invisible.

- ¡Hablan de máquinas con gran soltura! ¡Y las asocian con deidades! Yo no estaría tan seguro, messieurs. De ninguna manera seguro. Me extraña que usted, monsieur Anaëron, no pueda ver las mayores implicaciones de este sello del que están hablando. ¡Pero primero, oh, par les écrous sacrés! Jamás se ha de confundir la máquina con la deidad, ni la máquina con la fe. Machina, ¡palabra bella si las haya, de nuestro querido latín!, es la raíz de nuestra palabra que recoge los usos del griego antiguo. ¿Qué creen que significa? ¿Qué puede significar? - Jacques sonrió, abriendo las manos y levantándolas en gesto de emoción - Significa ingenia, significa camino, significa medio o remedio. ¿De verdad cree, monsieur Anaëron, que es algo infernal? ¡¡JAJAJAJA!! - un largo suspiro precedió la vuelta de su aire y un breve, brevísimo espacio de silencio - Al fin de cuentas, máquina y magia significan, para la raza que las desarrolle, una misma cosa: un medio para cubrir sus necesidades. Lo que me lleva a lo que quería decir en un primer momento, ahora que lo recuerdo.

Se acarició la barba un momento y volvió a la carga, pasando la mirada por todos sus acompañantes.

- ¿Por qué han dado por sentado que aquel sello significa la adoración de las máquinas? ¿No han tenido en cuenta lo que significa el simbolismo del fuego? - Jacques negó, y cerró los ojos estremeciéndose por un momento. Su rostro adquirió una expresión agria, como si acabara de tragar algo profundamente podrido - Bueno, el fuego es el ardor, sí, es la pasión, pero también es el asesinato. ¿Una rueda dentada en llamas? ¡Sólo faltaría que volviéramos a la Inquisición! ¡O a las primeras hordas de liberación del hombre luego de la Revolución Industrial! ¡Libremos al mundo de las máquinas, las máquinas no pueden reemplazar al hombre, ni hacer su trabajo! ¡Todo arderá, por la purificación y la vuelta a las buenas épocas de obscurantismo! - hizo silencio, y abrió los ojos para negar - No, mes amis. Más creo yo que indica el sello una amenaza contra las máquinas que su deificación. Si el sello trasmite un mensaje, ¡que por las tuercas, obviamente lo hace!, creo que es más bien una advertencia.

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08/03/2010, 16:59
Lady Eleanor, duquesa de Malborough

Quizás fuese las horas intempestivas que eran o quizás el vino se le había subido ligeramente y le había atontado la mente, pero Lady Eleanor permaneció los primeros minutos de la conversación sumida en un completo silencio. El acento del prusiano cuyo discurso daba tantas vueltas que le costaba seguirlo, unido a la veborrea del inventor francés fueron demasiado para ella. Sin embargo, haciendo gala de su exquisita educación mantuvo su rostro impasible transformado en una máscara de total atención.

-¡Por el Sácre Coeur como dice usted monsieur Sajénieur! Vaya horas han elegido ustedes caballeros para ponerse a disertar sobre tan controvertido asunto-exclamó riendo jovialmente al tiempo que se acercaba a la butaca del francés- Interesantes teorías las suyas sin embargo: por un lado, Herr Klumming considera que el malvado ladrón es sin duda un inventor y amante de las máquinas que usa los fondos ustraídos para financiar sus nuevas invenciones mientras que nuestro amigo francés considera que es más bien una persona contraria al indudable progreso que las máquinas procuran...-resumió antes de inclinarse a coger a Muffy que desde monsieur Sajènieur se había caído al suelo consideraba que jugar con los cordones de los zapatos de éste era algo muy divertido- bocadito de nata deja al monsieur...¿donde están esos modales que mamaíta te ha enseñado eh?-murmuró en el mismo tono cameloso y cursi que usaba siempre que se dirigía a la bestezuela. Muffy ladró en protesta e intento revolverse- por favor, disculpe el atrevimiento de Muffy, monsieur...en relación con estas dos teorías yo tengo otra, quizás un poco absurda pero deben disculpar mi poco conocimiento del asunto que tratan hasta el momento: ¿no sabrán por casualidad si los robos se han centrado en las cámaras de algún magnate personalidad importante verdad? quizás eso nos podría ayudar a intentar esclarecer cual de esas teorías es más probable-argumentó mientras apretando fuertemente al perro contra sus pechos se volvía a mirar al resto de los presentes.

Notas de juego

dios..una se ausenta un par de dias de la pagina y mira lo que se encuentra!!! xD

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08/03/2010, 17:09
Otto Von Klumming

Otto escuchó con atención al inventor y a Lady Eleanor antes de sacar un pequeño bloc del bolsillo de su chaqueta y esbozar un pequeño dibujo.

- Lo ignorro, Lady Eleanorr. Esa inforrmación no se ha filtrrado, perro hasta donde llega mi conocimiento, las cámarras de los bancos aparrecierron ¿peladas? ¿Se dice así? No crreo que discrriminarran entre los ahorros de los trrabajadorres y las forrtunas de los rricos. En cualquierr caso, serrán las entidades bancarrias las que deberrán hacerr frrente al latrrocinio del que han sido objeto. Perro obserrven. Dista mucho de serr perrfecto, perro a falta de mejorres cosas, podrría serrvirrnos - dijo colocando la libreta sobre una mesa para que pudiera ser observada por quien quisiera -. Herr Saujènier, disiento prrofundamente acerrca de su teorría. Aunque intuyo querrá saberr porr qué. Prrocurrarré arrgumentarr de forrma sólida y rracional mi posturra, posturra que, evidentemente, puede estarr errada. No me crreo en posesión de la verrdad, válgame el Señorr, perro este no deja de serr un juego. Estimulante, agrradable, perro juego a fin de cuentas. Perro déjenme que prroceda. La rrueda dentada. Bien, es altamente prrobable que desconozcan su orrigen, perro parra todo amante de la mecánica, y sí, Herr Anäerron, me declarro firrme defensorr de la misma - dijo con un leve rubor en sus mejillas - es casi de obligado saberr que sus orrígenes se rremontan a la vieja Grecia, más concrretamente a Arrquímedes, el más grrande científico y matemático de la historria de la humanidad. A él incluso se le deben los engrranajes con los que operra la maquinarria actual. Desde los rrelojes a los motorres. La rrueda dentada es un símbolo del prrogrreso del hombrre, un símbolo de su tecnología. En cuanto al fuego, rregenerra, purrifica y prrotege. Aunque nadie osarría negarr su carrácter destrructorr. Yo no al menos - dijo contemplando la brasa de su cigarro puro -. Por ello, considerro que este extrraño símbolo porrta todo un significado. Sea quien sea que lo esgrrima como señal de su crriminal prrocederr, es una mente que tiene en grran estima y valorr la mecánica. Es más, me atreverrería a decirr, la considerra el vehículo parra una purrificación, una rregenerración de nuestrra sociedad a trravés de la prropia destrrucción.

Otto calló súbitamente por el alcance de sus improvisadas palabras y miró perplejo a sus camaradas de cháchara.

- Damas, caballerros, estamos ante una grran amenaza. El Hombrre Máquina desea un nuevo mundo solo tecnológico, parra lo cual destrruirrá, arrasarrá el mundo que ustedes y yo conocemos porr el poderr del fuego.

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08/03/2010, 22:42
Válar Anaëron

-No, no, no!... No me haga pensar en algo así, Herr Professor. ¡Un mundo dónde sólo la tecnología sea respetada! ¡¿Podemos acaso imaginar nada peor?! ¡Adiós al aire puro, adiós a la lluvia cristalina, adiós a los peces en los ríos, adiós a los árboles frondosos, a las frutas turgentes y sabrosas... olvidarse de como sabe un simple melocotón...!Convertir nuestras ciudades en cloacas donde los aceites pesados y los detritus químicos corroan los subsuelos... subsuelos, además, atravesados por gusanos de hierro, cielos surcados por pájaros de hierro, océanos hendidos por naves de hierro... ¡Toda la Nueva Europa acribillada por tornillos, agujereada, trabada y retenida por tuercas, ruedas dentadas en movimiento perpetuo, impulsadas por calderas y más calderas, el vapor saliendo de las tapas de las alcantarillas...

Válar se agarró a los brazos de su sillón con las dos manos, cerrando fuertemente los ojos. Parecía mareado, trastornado ante una visión que él mismo había sugerido.

-¡Arrasará el Mundo...! Ese.... Hombre-Máquina. O, lo que es peor... ¿se han dado cuenta de que aún peor que eso sería que el tal Hombre-Máquina no sea más que una especie de gran títere, movido por las oscuras artes y las aún más oscuras intenciones de un Villano que, impotente de hacer por sí mismo aquello que quiere, por falta de fuerza, o por cobardía, envía a su sicario desalmado, y me refiero a literalmente, sin alma, a realizarlo? Un títere del tamaño de un hombre, pero con la estructura y la dureza de una máquina, la resistencia de una máquina, la fuerza de una máquina. Y, tirando de sus hilos, un pusilánime ambicioso consumido por el ansia desmedida de poder... un hombre dispuesto a sacrificar lo que sea para conseguir sus fines... violando la pureza de la naturaleza humana con un constructo de metal... de ruedas... dentadas... y fuego...

 

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08/03/2010, 23:10
Anne Marie Martin

Divertida por la situación que se había generado, Anne Marie escuchaba y observaba, ambas cosas muy atentamente, en silencio, sin intervenir. Todas las suposiciones podian ser acertadas o no acercarse ni un ápice a la realidad. Era increíble lo que podía hacer el alcohol a esas horas tan tardias.

-Plus lentement, s'il vous plaît! Por favor, si hablan todos tan rápido !esta fille se pierde intentando seguirles! A mí en ese símbolo lo que más me llamó la atención fueron le flammes. Me recuerda a le feu de la passion y si decimos que describe en algo al ejecutor de esos robos, yo lo describiría como alguien pasional, con mucho ardor en su trabajo, celoso de el hasta la muerte... En cuanto a la rueda dentada, no lo habia pensado, siento decirlo y no haberlo hecho antes. Pero no creo que debamos montar una conspiration mondiale a raíz de solo un símbolo. ¿No puede ser solo que ese ladrón persiga el enriquecimiento personal, sin segundas intenciones? -dijo levantándose del sofa y acercándose al Mayor que, aún agarraba fuertemente los brazon del sillón en el que se encontraba - No exageremos, ni vivaguemos en exceso hasta llegar a un punto en el que no nos sintamos cómodos. Mayor, me esta preocupando. Nada de lo que esta diciendo va a pasar !Je promets! - y con sus dos manos agarró tiernamente la cara del Mayor y le posó un beso sobre su frente-!Je promets! !Seguirá teniendo sus plantas, su aire limpio y sus frutas miurjenses y saprosas!

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09/03/2010, 07:39
Jacques Saujènier

Jacques miraba a unos y otros, saltando entre sus rostros como saltaría una bola que ha partido impulsada por una patada celestial.

- Pero, monsieur Anaëron, ¿se da cuenta usted de las implicaciones de su visión? - comentó, con los ojos muy abiertos - ¡Un mundo así sólo podría darse si desapareciera por entero aquello que llaman magia !

Hizo una pausa dramática, donde el silencio se dejó caer a cuenta gotas, y avanzó a sacudidas de Muffy que parecía ahogarse.

- Como ya le he dicho, máquina es un medio. Un mundo por completo mecanizado es un mundo que no necesita de otro remedio para sus necesidades. ¿Cómo puede usted pensar en eso sin considerar la desaparición de su raza? - Jacques levantó las manos y negó una y otra vez - Non, non, non, mon ami. No importa cuánto más esté yo a favor de las máquinas que de la magia, que por cierto es a proporciones muy claras y muy desparejas, y faltaría más que no fuera notoria mi inclinación. ¡Yo le puedo asegurar que su visión jamás se llevará a cabo, pues jamás se extinguirán las fuerzas que se le oponen y que lo han impedido hasta ahora! ¡Oh, sainte machine, nunca crea usted lo contrario! - y por lo bajo, casi en un susurro, agregó agria y vehementemente - ¡Hay algunos verdaderos cobardes y ruines!

Pareció agotarse y se recargó en su respaldo. Cerró los ojos y comenzó a acariciarse la barba de nuevo, rápidamente.

- Aplaudo sus conocimientos, monsieur Van Klumming. ¡Los aplaudo en verdad! - pero no hizo gesto alguno de aplaudirlos, como si estuviera demasiado cansado para hacerlo - La mención a los orígenes de la rueda dentada es precisa, muy precisa, diría yo digna de documentarse. ¡Pocos podrían haberlo dicho mejor! No olviden, mes amis, ninguna de sus palabras pues por su boca prusiana emerge el conocimiento. ¡Si alguien tiene alguna duda sobre la rueda dentada, no hay más que acudir al recuerdo de sus palabras! - Jacques abrió los ojos - ¡Pero por su mismo argumento, puedo yo sostener el contrario! ¡Podríamos sostener la idea de la purificación interpretando que lo que busca decir es que destruirá todas las máquinas y volverá a un edén de naturaleza pura como el que sueña monsieur Anaëron! Pues al fin, yo les pregunto, mes amis, ¿por qué ninguno de nosotros ha pensado en lo que ha sido sustraido? Oh, sí, eso también lleva a dos interpretaciones: dinero para financiar máquinas, o sustracción de dinero para impedir la financiación de máquinas. Nada mal, nada claro, nada obvio. Oh, en verdad que nada es obvio aquí.

Negó y se inclinó para buscar algo más de beber. No había ya nada en su copa. Miró a su alrededor buscando un sorbo.

- Al fin de cuentas - comentó, mientras su búsqueda continuaba impávida - Arquímedes también dijo: Denme un punto de apoyo y moveré al mundo¿Una conspiración mundial? Sacre bleu!

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09/03/2010, 15:10
Lady Eleanor, duquesa de Malborough

-¡Dios no quiera que eso ocurra, Mayor!-exclamó Lady Eleanor llevándose la mano a la frente en el característico gesto de toda dama conmocionada. Con un gesto dramático la dama buscó con la mirada una butaca y se sentó pesada abanicándose ostentosamente con la mano que no sujetaba a Muffy.-Sólo de pensar en la destrucción de todo lo que es bello y natural en el este mundo me falta el aliento, ¡por la Reina!-añadió alterado. Luego como si su malestar hubiera sido dejado atrás instantáneamente se irguió en el asiento-A mi su dibujo me recuerda a algo diabólico Herr Klumming y, como dice mi buen monsieur Sajènieur su explicación sobre el significado de la rueda dentada no podría ser más exacto. Asimismo, como dice monsieur-llegado este punto inclinó la cabeza en dirección al inventor en actitud de reconocimiento-opuestas interpretaciones podría tener el asunto: dinero para financiar maquinas, o para evitar que se construyan, destruir el mundo conocido, convertirlo en algo mecanizado...todo, mis queridos damas y caballeros son nada más que suposiciones, apuntes en el aire sin más fundamento que el propio conocimiento...necesitamos pruebas, hechos, investigar más en el tema si queremos llegar al fondo del asunto. Si es éso lo que pretenden...por supuesto-agregó sonriendo ampliamente a todos y durante unos segundos, a pesar de su edad, la jovialidad de su rostro y el brillo de sus ojos dejó entrever la belleza que había sido. ¡Ay mi querida Jo...cómo hubieras disfrutado con ésto!...a ti si que se te daba bien investigar estas cosas...Como subyugado por su ama Muffy se acomodó en su regazo contemplándola extasiado, como si no hubiera nada más importante en el mundo que ella.