Partida Rol por web

Despertáis en un nuevo día y como cada mañana os reunís en los barracones para desayunar todos juntos. En vuestra mente empieza a estar la preocupación de que aunque está creciendo algo en el huerto de momento no os servirá para manteneros a todos.

Apenas habia pegado ojo. No podia dormir con tanta gente a mi cuidad. Suspiro y me levanto de la litera. COmo cada mañana llevo mi uniforme con todo orgullo, compruebo mi arma como si esperara que el ratoncito Perez me hubiera dejado un regalito.....vacia. Intentando poner mi mejor cara y me dirijo a los barracones. Se que el desayuno sera, como poco, lo minimo para poder recuperar las energias de la noche. Pero no sera suficiente. El huerto crece, pero no al ritmo que desearia.
-Buenos dias Saludo a la gente que se encontraba en los barracones.

Al llegar Lidia, levanto la vista de los cereales y saludo con educacion.

-Buenos dias, Lidia.

Habia estado preocupado por el racionamiento. En el anterior emplazamiento, las personas heridas, con mala salud o poco higienizadas tenian una mayor tendencia a enfermar y morir. Nosotros no podiamos acabar bien si no buscabamos algo mas de lo que teniamos. Comer cadaveres humanos ya esta descartado, pues la alta concentracion del virus hace peligroso ingerir esa carne. Debemos hablar sobre nuestro futuro, pense.

No habia visto leche desde hacia meses. El desayuno consistia en cereales de arroz inflado y agua hervida que aun estaba tibia. Me repugnaba enormemente el sabor del agua con cereales, asi que me tome los cereales y despues el agua. Al parecer, durante los proximos meses toda nuestra comida seria envasada y no perecedera. Incluso cuando cosechasemos los huertos, no habria bastante para todos sin una fuente de alimentos mayor y sostenible.

Me impacientaba. Desde que me desperte, muy temprano, habia estado algo ansioso por tratar con los compañeros el acuciante problema de la escasez de alimentos y nuestras condiciones higienicas, pero debiamos estar todos presentes y no hay razon para hacerlo antes de que todos terminen.

Tras terminar, miro a Lidia detenidamente. Parece cansada. Tampoco es que ninguno tuviese buen aspecto.

¿Has podido dormir?

Taylor intentaba siempre sentarse cerca del orondo Raúl. Era el único que había mostrado algo de humanidad por el momento; la había salvado la vida. Además, no entendía apenas las conversaciones de los que le rodeaban, haciendola sentir más vulnerable.

Hi!- saludó timidamente a los comensales, con esa horrible manía que tienen los guiris en creer que todos entienden su idioma.

Miró con tristeza su cuenco de cereales. 'Bueno, otras veces había seguido dietas más estrictas, aguantaré un poco más'- pensó, mientras hundia con desgana la cuchara.

Yo seguía distraido, sin darme cuenta de la conversación. No podía dejar de pensar en mi familia. Todas las noches tenía pesadillas de las distintas desgracias que podía sucederles. Seguía comiendo sin decir la más mínima palabra hasta que me di cuenta de que Lidia ya se había levantado.

-Buenos días. ¿Al final pudistes contactar anoche? Seguía con la esperanza de contactar con los supervivientes de A Coruña, para poder comprobar si mi familia estaba bien.

Me servi mi racion de desayuno con pocas ganas, los animos no estaban mucho mejor que ayer...y seguro que no mucho mejor que mañana. Me sente en la mesa y comence a comer.
Estoy seguro de que habia amanecido cuando me fui a dormir...Estuve toda la noche mirando las frequencias de la radio. No he escuchado nada. Lo sentia por Roberto, aunque yo tambien tenia cosas en las que preocuparme. Tambien un ser querido para mi habia desaparecido. Pero mi prioridad era mantener a este grupo a salvo.

El desayuno era lo que era pero seguramente era de los pocos momentos en los que todos estabais juntos y que parecía una especie de "pequeña familia". Masticabais los cereales intentando saborear hasta el último nutriente que este os pudiese proporcionar pues lo necesitabais y más de los que creíais.

Pasaron algunos minutos en los que compartisteis opiniones y conversaciones sin mucha trascendencia hasta que un sonido, un disparo, os alertó. Este se repitió una y otra vez, hasta que al término de contar hasta 10 de ellos cesaron. Corriendo os aproximasteis hasta las escaleras que os llevaban a lo alto de las murallas y ahí vsteis a que se debían los disparos.

Tres personas uniformadas con el traje del ejército huían de los zombis cercanos y se acercaban hacia vosotros. Uno de los espectros agarró al que parecía más corpulento y este cayó de espaldas contra el asfalto y su cuerpo se perdió entre una montaña de esos seres.

Las otras dos figuras, que parecían un varón y una mujer se acercaban más y más pero los otros muertos que rodeaban vuestras murallas comenzaron a dirigirse hacia ellos, imposibilitando que pudiesen llegar hasta vosotros. Los muertos comenzaron a rodearlos y la mujer comenzó a correr hasta una tapa de alcantarillado y con la ayuda del hombre comenzaron a retirarla. Los zombis ya estaban sobre ellos cuando comenzaron a saltar al interior. La mujer lo hizo primero, lo que le salvó la vida pues el hombre cuando se disponía a bajar fue alcanzado por una dentellada y absorbido como su compañero entre los cuerpos.

Os quedasteis helados viendo la situación intercambiando miradas unos con otros hasta que un ruido brusco a metal os alertó a unos 10 metros hacia el sur, la entrada a las alcantarillas. La tapa estaba abierta.

Rápidamente, sin pensarlo fui a coger mi fusil, comprobé la munición y con un gesto, les indique a mis compañeros que me siguieran con cuidado, dirigiéndonos hacia la tapa.

Sin ninguna emocion, otra vida se esfuma ante mi. O mas bien, otra consciencia.

Roberto, rapido en reflejos, ya estaba yendo a ayudar a la superviviente.

Llamare la atencion de los cadaveres.

Recorro la muralla tan rapido como me permite mi salud y mi instinto de conservacion para vociferar desde un angulo que aleje a la mayoria de zombies de la alcantarilla, esperando que no entrase un tropel de cadaveres en el laberinto oscuro que habia entrado la mujer. Agito un brazo a modo de saludo.

EH, AQUI. SI, MIRAD, ¡CARNE FRESCA!

Siguiendo los gestos de Roberto me pongo en la retaguardia, no me quedaban balas y no tenia modo de disparar a distancia, pero como minimo si se acercaba alguein de frente o por los lados podia intentar dejarlo KO.

No entendía muy bien qué decián, pero parecía muy claro lo que pasaba.

El guapo militar se dirigía a la alcantarilla e indicaban que le siguieran a lo que parecía la única salida. Aunque ella no quería separarse de su único amigo Raúl, lo haría si no movía su gordo trasero. Le cogió de la mano y tiró de él para que la siguiese hasta la tapa abierta.

Podría bajar ella primero, era una chica hábil y no tendría problema y así podría ayudar a los demás en bajar pero, cómo demonios se decía eso en 'hispano'? No había tiempo para intentar que la entendiesen, mejor sería que lo comprobasen. De un ágil salto se metió por la alcantarilla.

La visión la dejó helada. Nuevamente la masacre llegaba ante ellos. No dejaba de pensar en todos aquellos conocidos que vio morir de forma tan brutal. En su rostro se reflejaba un autentico terror.

Los movimientos y rápida actuación de sus compañeros le pasó desapercibido por el shock cuando… ¡Unas voces! Esa voz me es familiar… sí, es… ¿cómo? Se sentía como si su mente  hubiera estado a miles de kilómetros de ese lugar, estaba desorientada por un par de segundos. Pero al fin se centro y comenzó a reaccionar. Echo un vistazo rápido a la zona de la alcantarilla para ver si algo más se adentraba por el acceso y si hubiera algún superviviente más en las proximidades.  Aunque el vistazo no fue muy minucioso, pues esa chica necesitaba ayuda.

Bajando las escaleras a toda velocidad comenzó a elevar la voz. -Sacadla lo antes posible de ahí y cerremos los accesos de las alcantarillas, antes de que esas cosas intenten entrar aquí dentro. Ya nos preocuparemos después en limpiarlo de esas cosas.- Su voz se torno fría y decidida, como si la cordura volviera a inundarla y estuviera muy segura en sus palabras.

Comenzó a buscar algo pesado pero que me fuera medianamente fácil de mover, para colocarlo sobre el acceso de la alcantarilla una vez cerrada.

Marcelo terminó pronto de desayunar, tenía que revisar el depósito de líquido de frenos de uno de los coches, y comprobar el estado de los dos en general.

Estaba tranquilamente revisando el depósito, cuando oyó varios disparos, se asomó por la puerta del garaje y vio a la gente moviéndose hacia la alcantarilla, corriendo por la muralla y no supo en un primer momento que hacer.

Dejó el trabajo que tenía entre manos y se dirigió rápidamente a Roberto, que iba raudo y veloz hacia la alcantarilla.

Cuando estuviese al lado le diría

- ¿Qué ocurre?

Ante la pregunta de Marcelo le expliqué rápidamente la situación:

-Hemos visto 3 supervivientes desde el balcón pero dos de ellos no lo han logrado. El tercero ha huido por las alcantarillas y es posible que haya entrado aquí seguido de algún zombis. Coge algo para defenderte y mantente alerta.

Una vez se lo expliqué, seguí mi camino y llegue a la tapa abierta.

- Pero... van a entrar por ahí señala algo horrorizado la tapa de alcantarilla.

Tras ese momento, se queda mirando a Roberto, asiente y se dirige al almacén a coger el bate de beisbol. Cuando lo haga se dirigirá a la alcantarilla, sin llegar a entrar en esta.

Mi voz perdia fuelle. Antes de quedarme ronco tomo aliento un momento, apoyado contra el muro. Compruebo si he tenido algun exito atrayendo la atencion de los cadaveres antes de rendirme.

En la muralla hay menos gente ahora. Lidia y Taylor han bajado. Taylor incluso ha saltado dentro. ¿En que esta pensando para saltar ahi la primera y a oscuras? Es solo una niña. No estaba en mis manos la suerte de Taylor. En todo caso, habria que confiar en que no supiesen bajar escalerillas y en los compañeros que tambien se dirigian a la alcantarilla.