Partida Rol por web

La ciudad seguía tan lúgubre como siempre, los edificios reflejaban luces casi de aspecto virtual. Todo era demasiado... artificial, aunque no era desagradable seguía siendo frío, aunque que sabrían los incorpóreos de frialdad, ellos no tenían corazón al fin y al cabo.

Algunos papeles vuelan por las calles poco transitadas, mas bien sin ninguna persona. Solo un encapuchado caminaba ese día, mirando a los alrededores como si todo fuera perfecto, sonriendo a medida que caminaba se escuchaba el tarareo de la misma persona, hasta que se paro en seco, mirando detenidamente a esa chica que estaba delante suyo, su sonrisa se amplio y se acerco dando ligeros saltos.

-No me vengas con un "que agradable por tu parte haberte dejado caer por aquí"-le previno la muchacha antes de que llegara hasta ella.

Se da media vuelta para encarar a quien se acercaba,mechones plateados caen desde el interior de la capucha, incapaz de sostener toda la melena que esconde la muchacha.

-si siempre estoy  por esta zona, pensando en nada y mirando la nada... ¿qué haces tú aquí?-pregunta con un leve tono de curiosidad, tan leve que casi podrían ser imaginaciones de quien la oyera hablar.

Llegando hasta donde estaba ella, giro en el aire mientras caía lentamente en el suelo, mirándola con una sonrisa jovial y amable.

- Y aquí tenemos a otra, sin corazón, sin sentimientos ¿o tenemos sentimientos? nunca lo he sabido- se apoyo en sus rodillas mientras intentaba mirarle a los ojos, haciendo que la capucha se le cayera levemente -Bien, dime, ¿eres Xanthe? Si no lo eres estoy perdiendo el tiempo y el jefe se enfadara, mucho mucho, no queremos eso, te lo aseguro

Dicho esto salto y nuevamente callo como una pluma delante de ella, sonriendole y haciendo una reverencia cortes.- Puedes llamarme VI, al menos de momento ¿He encontrado a la persona indicada?

Se cruza de brazos y entrecierra los ojos antes de echarse la capucha hacia atrás.

-Sea quien seas... has tardado mucho en encontrarme-responde.

El muchacho aplaude mientras da saltitos.

- ¡La encontré!Si ahora me dejaran de dar tanto la lata- la miro con la misma sonrisa amigable, mientras se acercaba a ella quitándose la capucha y dejando ver los cabellos rubio- No seas tan fría, ahora podiamos considerarnos hermanos de batalla... bueno en verdad... no es del todo cierto.

Chasqueó los dedos y dos incorpóreos aparecieron en su espalda, moviéndose de forma siseante y controcionandose, mientras VII seguía sonriendo.

- Ya sabes, nuevo jefe, nuevas normas... - con otro chasquido, los incopóreos se lanzaron a por ella.

-¿Pero qué..?-Echa la mano hacia atrás apoyándose en la barandilla de su espalda para saltar por encima de ella y al girar se descuelga el arco negro que le cuelga y lanza dos ráfagas azul eléctrico que atraviesan el cuerpo de los incorpóreos cimbreantes.

-Bien. hermanito de batalla, ve despidiéndote como sepas.-No hay proyectiles, no hay cuerda, y sin embargo hace el movimiento de tensarla y entre los dedos aparece una aguja de luz que vibra en un tono azul que empieza a volverse purpúreo en su camino al rojo.

-Ya sabes, las mujeres no nos tomamos a bien los ataques gratuitos, sea quien sea el jefe.

Aplaude contento mientras da saltitos cuando los incorpóreos son destrozados.

-¡Bien! Has pasado la pequeña prueba, pero de verdad no estas preparada para la grande-Se señala a si mismo y en ese instante, Xanthe no puede ver nada hasta que siente sus brazos bloqueados por algo, no puede apuntar, ni mover el brazo para nada y VII le susurra desde atrás. - Ademas el jefe solo quería una pequeña prueba, es todo demasiado complicado, hermanita, estamos renaciendo y no podemos tener disputas.

Cuando la suelta vuelve a ponerse delante suyo y vuelve a hacer la reverencia. 

- Xanthe, tengo el honor de proponerte para el puesto de XII de la nueva Organización trece- Su voz antes infaltil y amigable, ahora es seria y seca, como si fuera militar - Si aceptas el puesto, te daré la posibilidad de ver mundo y de buscar un significado a nuestras vidas.

Le tendió la mano mientras seguía inclinado.

Arruga la nariz en un claro gesto de desagrado. Nadie, NADIE la toca... y  mucho menos la bloquea así porque sí, volvió a colgarse el arco del hombro y tomó la mano del .... lo que sea.

-Veamos mundo-accede calándose de nuevo su capucha ocultando el rostro pero no la cascada de cabello plateado que cae.

Asintió y un portal oscuro apareció en su espalda mientras le tomaba la mano

- Espero que te acostumbres a la oscuridad, querida y no te enfades, todo se arreglara-tiró de ella mientras entraban en el portal, fue como una montaña rusa, pero en total oscuridad, solo se sentía el movimiento era casi aún peor por no poder centrarse en un punto fijo hasta que de golpe, estaban en una sala una completamente blanca donde unas especies de tronos estaban ocupadas por diferentes encapuchados.

- Hermanos, os presento a Xanthe, la elegida para ser nuestro numero XII. Su habilidad es mejor que la de cualquier incorpóreo menor y con entrenamiento, sera una buena candidata.

Dicho esto se acercó a ella y sonrió como la primera vez mientras le susurraba "Ahora te toca convencerlos" y de un salto mayor de lo normal se coloco en uno de los tronos, donde claramente en ese circulo faltaban dos de los mas bajos.

-Esto es una perdida de tiempo-masculla, nada que pudiera hacer serviría para convencerles, y sus gestos de aburrimiento y escepticismo eran más que obvios-¡A MI NO ME IGNOREIS!

Antes de darse cuenta ha lanzado varias flechas de energía más, estallidos de energía de color carmesí que se clavan al pie de las plataformas, como intentando atravesarlas para llegar a su ocupante.

-Soy yo quien os ignora-dice con un chasquido de la lengua, sujetando una nueva tanda de flechas, es una chica irascible con poca paciencia, se ve, pero también se ve que esa nueva tanda no iba a ser tan "casual" como la anterior.

-Si no queréis nada, me largo y si hace falta me llevaré la cabeza de quien se me ponga en medio.

Cuando Xanthe se quiere dar cuenta uno de ellos ya ha bajado y se queda delante suyo, sin hacer nada, solo con un movimiento de mano, su cuerpo parece nuevamente en la oscuridad, pero ve, solo esta flotando, casi sin aire, para caer al suelo.

- No puedes ignorarnos, pues ese sentimiento no puede estar en ti, agresividad, frialdad es lo que conlleva no tener un corazón que ayude a comprender los muchos sentimientos que hay, VII te ha traído por que te he llamado, pero no por eso romperás la cadena de mando, Xanthe, seras la numero XII y eso significa que tienes a once por encima tuyo, no solo por su veteranía, sino por su poder.-Su voz grave e intensa casi parecía completamente difuminada, o algo hacía que no pareciera real, mientras le volvía a su posición en el mas alto de los tronos en el que ponía claramente un I- No debes obedecer mas que a mi, el resto son compañeros y maestros, que te enseñaran como ser miembro de esta organización ¿estas dispuesta a eso? ¿a dejar de mirar por ti misma y a dejar que otros miren contigo? ¿a viajar por los mundos para descubrir por qué existimos?

Después de sus palabras se produjo un silencio, esperando la respuesta de Xanthe.

Ella tenía sentimientos, claro que los tenía. ¿qué era la ira sino un sentimiento?

-Permitiré que otros miren conmigo y obedeceré tus órdenes, I-dijo alzando la barbilla.

Al menos antes de largarme de aquí con viento fresco si no encuentro lo que busco.

I asintió mientras la observaba, después de eso, su voz grave se volvió a alzarse.

- En ese caso, eres bienvenida XII a nuestra organización XIII, todos podeis iros a vuestros respectivos lugares, VII deberás enseñarle a XII como ser uno de los nuestros, enséñale lo necesario.

Después de eso, la sala quedo vacía solo con VII mirando a Xentha nuevamente con esa sonrisa.

-¿Te divierte?-inquiere apoyando una mano en las caderas, examinando a su compañero.

- Yo me habría evitado el disparo, sinceramente, pero bueno, I no se ha enfadado demasiado- Dijo mientras indicaba a Xanthe que la siguiera, por unos pasillos del mismo color blanco que la sala anterior, todo parecía igual y de una forma extrañamente caótica, mientras avanzaban de pasillo en pasillo hasta llega a una habitación- Ahora me toca enseñarte ciertas cosas, pero seguro que lo pillas rápido ¿quieres descansar y comenzamos mañana?

Dijo invitándola a entrar en una de las habitaciones de ese mismo pasillo. Si podía pedirse algo reconfortante en el mundo esa habitación lo era, una cama con sabanas rojas que parecía que solo con mirarla el sueño te entrase solo, un escritotio de madera blanca que casi parecía parte de la pared y una ventana que daba a la ciudad oscura.

-¿Esto es mi cuarto?- le mira asombrada y se mete mirando las paredes con curiosidad.

- Todo tuyo, cada uno tenemos el nuestro propio cuarto, algún día te llevare a ver el mio-Sonrió nuevamente mientras las apredes parecian tomar aspecto segun la necesidad de Xanthe, en ese momento se volvían de colores tranquilos al menos los que eran tranquilos para ella.-Creo que es mejor que descanses, XII, mañana podemos empezar tu... adiestramiento.

Tomo la mano de ella y le dio un beso muy gentil, mientras volvía a sonrerile.

Enarca las cejas, y se encoje de hombros.

-Buenas noches, chico-dice dándole la espalda quitándose parte por parte lo que parece una armadura ligera que ocultaba la túnica cuando la tenía puesta.

La noche había pasado plácidamente, parecía como si la habitación se acomodara a todos los caprichos de Xanthe, todo era perfecto, hasta que el sonido de la puerta la despertó... era de día... bueno lo de día que podía ser en ese mundo, siempre oscuro y tenebroso.

Volvió a sonar la puerta, y esta vez se hizo el silencio, dos toques y un silencio, esperando a que todo se adaptara a ella, tal como habría deseado la misma Xanthe.

Se arrastra fuera de la cama, con el pelo contrastando con el tono bronce de su piel, cubriendose con una sabana.

-mmmmh?-pregunta entreabriendo la puerta.