Partida Rol por web

Martes 19 de Junio del 2012, 10 am.

Los terrenos que conformaban la Capilla eran un paraíso en la Tierra. El agua cristalina reflejaba los rayos del sol y decenas de animales se acercaban a su orilla para beber cada mañana. Toda clase de animales, herbívoros y carnívoros, presas y cazadores, todos se reunían a beber en la orilla, descansaban bajo la sombra de algún árbol de un bosque invisible para cualquiera menos para los miembros de la Capilla. Los animales habían logrado convivir en paz gracias a la intervención de Amber, quien dado el espacio reducido con el que contaban había buscado una plácida convivencia entre las criaturas.

Ian y Amber estaban en la cocina de la Capilla, teniendo una clásica discusión entre ellos. Amber le espetaba a Ian que él no se cuidaba con las comidas, que en lugar de comer comida chatarra a la tarde después del trabajo o a la noche mientras andaba por ahí, debería llevarse una de las viandas que ella preparaba para todos los miembros de la Capilla. Él, despreocupado de las palabras de Amber, le indicaba que le gustaba viajar ligero y llevar la vianda encima mientras seguía a uno de sus múltiples clientes y objetivos, era perjudicial. Antes de que Amber retrucara la conversación, él la besó para sellarla y poder salirse con la suya entre risas.

Caronte, por su parte, estaba en el living de la Capilla, sentado en un sillón con Satia acostada hecha un bollo sobre su regazo, leyendo uno de los tantos manuscritos que él mismo había confeccionado. Satia era el espíritu de una Cambiaformas Gato que seguía a Caronte a todos lados, no solo era su espíritu acompañante, sino también su Avatar, lo que les daba una relación muy estrecha e íntima. Caronte, como buen arqueólogo, documentaba todo lo que pasaba importante en su vida en distintos diarios y, cada tanto, se sentaba a releerlos.

Jack Alma-de-Humo estaba sentado bajo la sombra de un árbol, a su lado descansaba una guitarra criolla y en sus manos tenía un pedazo de madera y un cuchillo, con el que le daba forma a la madera de una pequeña estatuilla. Algunos espíritus menores de la naturaleza revoloteaban a su alrededor observando lo que hacía.

Broro, por su parte, estaba sentado en un círculo de piedras, que en el centro contenía otro círculo de piedras mas pequeño que contenía una fogata. A pesar de ser de día, Broro observaba el fuego con detenimiento y este se reflejaba en sus ojos. Unos segundos mas tardes, Broro y el espíritu de aquel fuego estaban conversando sobre los últimos acontecimientos que habían tenido lugar en un mundo lejano.

Escapando de la cocina a toda prisa antes de que Amber continuara regañandole, se dirigió hacia el exterior en busca de uno de sus vehículos. Como era costumbre de él, llevaba unos pantalones de vestir negros, zapatos y una camisa de color claro con los primeros botones sueltos y un saco. Siempre vestía formal dado su trabajo en la ciudad. En el camino se encontró con Luz de Luna Nueva.

Jamás, pero jamás podré decirle a Amber que las hamburguesas de Mc Donalds son una debilidad... -Soltó una carcajada y continuó- Voy a la Ciudad, uno de mis clientes quiere verme antes de lo previsto. Vuelvo para el mediodía, ¿Hace falta algo en la casa?

-No, que yo sepa. Gracias por preguntar.- Siempre maravillada por como interactuaban entre si la pareja de magos, la Cuentasueños no podía hacer otra cosa que mostrarse amable con ellos. 

En una mano llevaba unos cuantos conejos en la otra un cuchillo ensangrentado. La caza era parte de sus rituales y además traía la cena a casa. Se dirigió a la cocina donde estaba Amber. La saludó con un gesto, y comenzó a desollar las presas, dejando los huesos limpios. Con la carne harían un guiso o lo que la verbena decidiera cocinar, con los huesos Luz prepararía trampas para espectros. 

Saludó a Luz cuando entró a la cocina, tomó un tupper y lo dejó sobre la mesa, para que Luz pudiera dejar la carne del conejo allí para guardarla en la heladera. Acto seguido se retiró de la cocina, aún era bastante temprano para ponerse a preparar el almuerzo.

Entró a la cocina varios minutos después de que Amber se fuera, traía en su mano la estatuilla que había estado tallando bajo el árbol y el cuchillo en su cinturón. Se paró junto a Luz, apoyandose en la mesada en la que ella estaba terminando de desollar el conejo.

Tenemos trabajo... enseñó la estatuilla que había estado tallando a Luz. Era un duende de abundante cabello negro, extremidades largas. Llevaba una venda sobre los ojos que Jack había hecho con una cinta de cuero. El duende tenía heridas en todas las partes de su cuerpo y en la espalda tenía un símbolo gravado.

No tengo idea de que significa, Luz, pero me da una sensación incómoda cada vez que lo veo. Vi este símbolo mientras estaba tallando la madera, no tenía un propósito, solo me estaba dejando llevar y por unos segundos entré en trance e hice esto. Pregunté a los espíritus menores que estaban a mi alrededor y se dispersaron al momento de verlo...

-Será por que tallas cosas horrendas ¿Has probado con símbolos falicos? Las cosas de la fertilidad les llaman más la atención.- se burló de él la Despertada mientras el le dirigía una mirada atónita, era raro verla de tan buen humor.- Déjame echarle un vistazo.

Esta vez se fijo en el símbolo por si lo reconocía.

Por mas que mirara y mirara el símbolo, no le significaba nada a Luz. Definitivamente no estaba relacionado con el mundo de los Espíritus, ni con los Espectros. Sin embargo tenía la sensación de que no era la primera vez que había visto ese símbolo en su vida, o al menos uno muy parecido. Le tomó algunos minutos mas hacer memoria y recordó el combate en la Umbra Profunda que había tenido hacia mas de 5 años atrás, contra uno de los Heraldos de Juwergarter, un Nefando que había causado destrozos en su paso por la Realidad. Ella y sus compañeros habían luchado contra él en la Umbra y, por lo que sabía, Emiliano del Coro Celestial junto con Ezequiel de la Capilla "El Reposo de Almorávide", ubicada en Parque Rivadavia, habían luchado contra él en la Realidad. Emiliano había utilizado su control de Cardinal para hacerle desaparecer del Libro de la Vida.

Luz estaba segura que había visto ese mismo símbolo en su combate contra el Nefando, sin embargo no sabía que podía significar.

-¡Uhmf!.-Frunció el ceño con un gesto de disgusto. Ese símbolo le traía viejos recuerdos. Había intentado dejarlo atrás pero el cuerpo inconsciente de Miranda era una prueba del pasado.- No sé exactamente que significa, pero sé dónde lo he visto anteriormente. -le tendió la mano al otro mago, solicitándole el grabado.- Pero sé de una capilla que podría decírnoslo. Tendremos que darnos un paseo por el otro lado hasta llegar al Reposo. Además me vendrá bien asegurarme que La Madriguera, sigue intacta.

Una vez se convirtió en Maestra, y viendo que necesitaba acercarse a la ciudad más de lo que le gustaría, creó una red de túneles en el plano de la umbra cercana, junto con balizas para situarse en el espacio.

-Ahora vuelvo.

Cuando retornó de su cuarto traía consigo un bastón nudoso. Para que un maestro pueda hacer sus mejores efectos, si dominaba el Cardinal, era mejor que encantase objetos a través de los que hacer la magia para evitar que la Paradoja se fijase en el Despertado.

-¿Listo para irnos?

Quedó atónito con las palabras de Luz, no se esperaba esa clase de broma viniendo de ella, mucho menos en esa situación. Cuando pudo asimilarlo, rió por lo bajo para no interrumpir la concentración de su amiga. Cuando por fin ella habló, le entregó la estatuilla para que ella la tuviera. Cuando ella volvió, Jack prestó especial atención al bastón.

Ese bastón me recuerda una historia. ¿Te conté alguna vez el cuento del Espíritu de Roble que se enamoró de una mujer que solía ir su bosque a recolectar bayas?

Hizo un gestó a Luz indicándole que la seguiría, mientras tanto, le contaría la historia de amor entre un Roble y una mujer.

A Luz siempre le habían gustado las historias de Jack, gracias a él, había sido como tener un bardo en el grupo, de forma que ni ella ni Broro echaron tanto de menos al Galliard de su tribu que les contaba historias sobre épicas batallas contra el Wyrm y la corrupción. 

Escuchó el cuento con atención. 

-Suena a la historia del día a día de un Verbena.-Comentó.- En fin ¿Preparado para cruzar o prefieres ir por la Realidad, y nos encontramos allí?

Dibujó un círculo frente a ella con la vara, y el tejido de la celosía se reblandeció y cambió, convirtiéndose el aire en una puerta al pedacito de umbra del que se había hecho ama y señora. Cruzó sin mirar atrás, el paso duraría unos segundos, suficientes para que Jack decidiera.

Por supuesto que parece la vida de una Verbena... meditó un segundo aquellas palabras y levantó su mano derecha con el dedo índice hacia el cielo en símbolo de exclamación ¡Pero no lo era! Era una durmiente que nada sabía del mundo espiritual y menos se esperaba lo que estaba por ocurrirle.

Dijiste que vamos a Reposo, ¿No? Vamos a tener que anunciarnos de algún modo antes de llegar, por lo que sé es la Capilla mas protegida de accesos por la Umbra. Sería mas prudente viajar por la Realidad pero si Ian se fue a la ciudad probablemente se llevó consigo la camioneta.

Mientras Jack exteriorizaba en voz alta cada uno de sus pensamientos, caminó cruzando el portal que había realizado Luz, parandose a su lado.

Pero mas importante que eso es que de viajar separados, ¡No podría contarte la historia! Rió y caminó junto a su amiga.

Había caminado por los túneles de su pseudoreino gruñendo y maldiciendo al Hermes. ¿Como se atrevía? ¿Paranoica? ¿solo había interrumpido una meditación? Ojalá fueran sus pupilos los que sufriesen de esas interrupciones, veríamos si entonces se preocupaba. 

Cuando salió del portal a la cocina aún soltaba pestes de los Hermes y sobre la gente que se había acomodado en su biblioteca. Si por ella fuera, les mandaría al Reino de Wendigo, para que aprendieran a sobrevivir. Miro a su alrededor, por si estaba asustando a Jack o a quién hubiera sorprendido en la cocina al llegar. Respiró profundamente, y decidió esperar a que el irlandés volviera de la ciudad para plantearles sus dudas a los demás miembros de la cábala. Hasta entonces tenía un conejo cuyos huesos utilizar para preparar una Maravilla.

Permaneció callado durante todo el viaje, normalmente era mucho mas comunicativo y en otras circunstancias podría haber participado mucho mas de la conversación en la capilla de los herméticos, sin embargo cuando se trataba de relaciones políticas o de situaciones de combate, él no sabía bien como desenvolverse, mucho menos cuando un Demonio-Nefando-Milenario había aparecido en su meditación. En cuanto llegaron a la Capilla, Jack Alma de Humo se relajó, estar en casa le tranquilizaba. Se sentía mas seguro allí que en cualquier otro lugar.

Parece que eso arruinó tu buen humor de esta mañana...

Había pasado mas de una hora desde que Jack había traído la estatuilla a Luz, pronto Amber aparecería en la cocina para preparar el almuerzo.

¿Que vamos a hacer, Luz? No sabemos que puede pasar si no hacemos algo.

-Ese es el problema Jack, quieren no hacer nada. No se dan cuenta que cuanto antes nos organicemos menos daños sufriremos al combatirlo. En fin, solo podemos extender nuestras redes y alarmas por el mundo espiritual. Nos tendremos que preparar, cuando llegue Caronte, tendremos que aprovechar los tres juntos para realizar un ritual y así poder espiar a esa cosa con seguridad.

Comenzó a separar la carne del hueso y a gravar los frágiles huesos del conejo, después los entrelazó, formando una especie de pirámide coronada por el cráneo. Estaba preparando un vigia.

Martes 19 de Junio del 2012, 1:30 pm.

Amber había preparado un guisado de conejo que incluía verduras y hierbas que ella misma cultivaba, Ian llegó a la Capilla justo a tiempo para reunirse a comer con los demás y así dejar contenta a Amber con el cuidado de su alimentación. Caronte ayudó a poner la mesa, Jack servía los platos con la comida de Amber y, el último en llegar fue Broro, quien llegó a la mesa con la mirada perdida, como si en su interior estuvieran ocurriendo cosas mas interesantes que en el mundo real.

Estaban todos reunidos, compartiendo una comida que había sido cazada temprano por Luz y cocinada por Amber. Era el momento oportuno que Luz había estado buscando para hablar con sus compañeros.

-Bueno, me alegro de que hayamos podido reunirnos. Hay algo importante que tengo que comentaros a todos, y tal vez podamos aportar algo al respecto. Veréis, Jack se ha visto influido durante su meditación, y ha tallado el símbolo de un ser destructivo, mucho. Un sujeto peligroso del que no se sabe a ciencia cierta si su naturaleza es la de un Despertado o es un arcángel caído. En ambos casos, es un individuo corrupto y poderoso. Al parecer hace un tiempo fue expulsado de la Realidad, su situación es incierta aunque en la Capilla Hermes especulan que se encuentra en un Reino de la Umbra del que se ha hecho amo y señor y que no puede acceder o acercarse a la Realidad. Su firma se hallaba también en el Nefando que ha dejado a La Observadora en estado de sueño eterno. Los miembros de la capilla dirigida por Ezequiel, se han negado a prestarnos una ayuda directa, consideran que actuar ya sea de forma directa o cualquier sistema de espionaje le permitiría a ese ser a acceder a los magos que lo intenten. El nombre de la amenaza es Ananel. Su poder requirió el sacrificio de muchos magos y dos Nodos para expulsarlo de la Realidad. 

Miró a su alrededor por si alguien tiene algo que preguntar.

-Creo que como mínimo deberíamos confirmar que tal entidad sigue existiendo y si es así, observar sus movimientos y tenerle vigilado. Si vemos que mueve sus piezas hacia la Realidad, tendremos que levantar defensas efectivas. ¿Os parece un buen plan? ¿Tenéis alguna idea mejor al respecto?

Si una entidad de esa talla intenta atacar nuestra realidad, ¿Que podemos hacer? Podemos poner algunas guardas en la ciudad o alarmas por la Umbra. El tema es, ¿Vamos a poder hacer algo si esas alarmas se activan? No creo que con solo eso alcance, hay que planear algo. Se que no soy una especialista de la Umbra ni como funciona todo de aquel lado, sin embargo deberíamos poder hacer algo para que, si esta entidad quiere acercarse a nuestra realidad, estar minimamente preparados, ¿No?

Tenemos que analizar la situación con cuidado, recaudar información de lo que este Ananel hizo en el pasado, ¿De donde salio? ¿Porque ataco esos Manantiales? ¿Quien o quienes lo expulsaron de la Realidad? ¿Como? Quizá si averiguamos el viejo mecanismo podamos implementarlo de nuevo y así estar mejor preparados. Yo... no tengo la mejor relación con otros magos de mi Tradición pero quizá pueda averiguar algo.

Jack, ¿Solamente viste el símbolo de Ananel? Si habita en un Reino de la Umbra Profunda encontrarlo puede tomar meses o años, no es fácil navegar aquellas aguas turbulentas. Va a ser más fácil recorrer la Umbra cercana y poner algún tipo de guardia que pueda espiar por nosotros. ¿Tenemos algo de él que podamos usar para rastrearlo si está cerca?

Creo que antes de actuar deberíamos recopilar mas información al respecto, no podemos confirmar que existe si ni siquiera sabemos como es, como es su resonancia, su patrón, nada. 
 

Hermana... La miró a los ojos con decisión en la mirada, tenían una amenaza real delante de ellos y no podían dejarla pasar. Si ellos no la evitaban, que eran los únicos que parecían creer en su importancia, nadie mas lo haría. Esta noche partiré a nuestra Manada, allí hablaré con los espíritus y veré que puedo averiguar. Me aseguraré de que nuestros hermanos y hermanas apoyen nuestra causa. Con ellos luchando a nuestro lado podremos hacerle frente a Ananel.

Me llama la atención que El Reposo de Almoravide no tome cartas en este asunto. Conozco a Ezequiel y a su Capilla, no es propio de ellos hacerse a un lado ante esta clase de peligros. De hecho, si ellos que son los que mas experiencia con Nefandos y Demonios hay en esta ciudad no actúan, tendremos que curtirnos muy rápido de experiencias que no nos son propias.

¿Tenemos un plan, Luz?

Creo que lo mejor que puedo hacer por el momento es ver si consigo la información que responda a las dudas de Ian. Viajaré a la Capilla de Ezequiel y los convenceré de que nos brinden su ayuda. Debemos confirmar que esta sea una Amenaza real y no una Paranoia. Si el peligro toca a nuestra puerta esta noche, debemos trabajar en conjunto.