Partida Rol por web

Martes 19 de Junio del 2012, 10 am.

Hacía menos de una semana que Infinito y Eón habían logrado refugiarse en la Fabrica abandonada de Bieckert de Lavallol. Antiguamente había funcionado como un Sanctum, poseía su propio nodo y las defensas mágicas eran, o al menos eso creían en ese momento, impenetrables. Luego de que la Tecnocracia pusiera sus manos sobre ella, el Nodo quedó completamente neutralizado, habiendo redirigido la Linea Ley hacia uno de sus propios laboratorios. El Arcano y el aislamiento mágico de la Fabrica solamente fue en crecimiento desde que fue abandonada, con algunos mitos de fantasmas y espíritus en su interior, que mantuvieron alejados a posibles compradores.

Entre Infinito y Eón habían logrado aislar el resto de la Fabrica para poder usarlo provisionalmente como base de operaciones. A pesar de todo, Infinito había dejado a su versión de Pombero guardada en el interior de un portafolios magnético sin cerradura que, para abrirse, debía crear un puente eléctrico con un micro chip implantado en el brazo derecho de Infinito. Desde entonces, se había puesto a desmantelar las viejas maquinaras de la Fábrica y a reconstruir el armamento que antiguamente había utilizado, antes de tener su propia Power Armor. Una y otra vez, solo había entrenado con sus mas recientes armas de plasma.

Gracias al poder de su voluntad había logrado aprovechar y refinar todas las viejas partes de la mayoría de las maquinarias de la Fabrica abandonada. A su vez, quemando la poca quintaesencia que le quedaba desde la última vez que había logrado visitar un Nodo, pudo crear un reactor de Plasma que, absorbiendo las partículas en el aire cargaba un centro sub-atómico de energía y disparaba una ráfaga concentrada en un as de luz focalizado.

Tenía en su mano derecha una escopeta modificada con este reactor, probando su capacidad destructiva contra un motor industrial oxidado al que no le había podido sacar ninguna pieza de utilidad. Cada vez que disparaba, el arma se tomaba unos 3 a 5 segundos en preparar el siguiente disparo, sin embargo cada disparo dejaba un boquete en el antiguo motor.

¡Mierda! Es demasiado lento, no puedo meterme en una base Tecnócrata con esta basura... Lanzó con desprecio y odio el rifle recientemente creado al piso, el cual sonó como si una parte en su interior se hubiera salido de su sitio.

Su odio hacia la tecnocracia había aumentado con cada día que pasó desde que su antigua familia había sido destruida por el invento que se hallaba ahora guardado junto al de infinito, pero, a diferencia del de la maga, utilizaba para su protección avanzadas medidas biométricas.  Así para acceder a su unidad PoMBERO era necesario pasar por un scanner de retina y otro dactilar.

Al igual que la mujer había estado trabajando en las mejoras de la planta.  Aquel sitio había sido alguna vez un sanctum importante, o eso había escuchado, sin embargo ahora sólo quedaba una obscura sombra que no reflejaba absolutamente nada del brillo que había tenido en épocas pasadas.

Infinito, al igual que él, había cambiado desde la noche del "incidente", las otrora charlas científicas habían mutado a un carácter mucho más belicoso que antes donde discutían y planeaban como devolverle el golpe a la tecnocracia.  En aquellas charlas habían llegado a la conclusión de que debían esconderse y rearmarse, una deducción por demás obvia, pero que habían tardado en aceptar.  Por eso es que las unidades PoMBERO no se hallaban sobre sus cuerpos y, por eso, ellos todavía estaban vivos.

Durante aquella semana de extenuante trabajo, Eón, había pensado en varios artilugios en los que trabajar y, como era de esperar, había puesto manos a la obra.  Había avanzado bastante con ellos y el descarte de Infinito lo acercaba más a la concreción de su invención.  Se acercó hacia el arma que había abandonado la mujer y tomó las piezas que podría necesitar para su diseño, entre ellas la estructura de la escopeta.

Era sabido por la comunidad científica que lo que mantiene unidas a las moléculas que conforman la meteria, e incluso a los átomos que conforman estas moléculas, no es nada más ni nada menos que una carga eléctrica y el campo magnético que esta genera o, desde el punto de vista de Eón, la energía quintaesencial.  Algunos autores como Orson Scottcard ya habían hablado de esto, enlaces filóticos, en el caso de Scottcard, Orgón y Numen para otros, pero para él, para Eón, todos hablaban de la Quintaesencia y de cómo esta conformaba la materia.  Así, en un arrebato de ira y locura había decidido que construiría un arma desintegradora, un haz energético que alterara los enlaces intermoleculares y los rompiera destruyendo así a su objetivo a nivel molecular e incluso, quizás, atómico.

Presto tomó el descarte de Infinito, lo desarmó y comenzó a trabajar en concluir su invención.

-No te preocupes, no falta tanto.  Y si logro terminar esto, faltará menos todavía- respondió con una sonrisa macabra en el rostro

Miró con desagrado a Eón cuando desarmó el arma que había construido. Si bien para ella era chatarra, estaba de mal humor y todo lo que ocurriese a su alrededor le disgustaría. Caminó hasta la mesa que usaban para comer, agarró un vaso y una botella de whisky, se sirvió una medida y lo tomó de un solo trago.

Hay que construir una bomba... un explosivo de Plasma que se pueda relocalizar en distintos puntos de la realidad al mismo tiempo, creando una explosión en cadena a través de agujeros de gusano. Si descubrimos una base Tecnocrata grande podríamos hacerlo dinamitar en los puntos críticos estructurales para que se derrumbe.

Sus dedos tamborileaban contra la mesa sin cesar. Estaba angustiada, nerviosa, irritable. Su trabajo, el trabajo de al menos una docena de Científicos se había echado a perder. La vida de sus amigos, sus hermanos, había sido arrebatada mientras ella no estaba allí para protegerlos. No era culpa lo que sentía, sino Odio. Odio profundo y real, del que hacía que su vida no tuviera valor alguno mas que el único objetivo de ver destruidos a sus enemigos. Si causar un daño circunstancial le llevaba la vida, Infinito estaba dispuesta a hacerlo.

Llevar adelante el proceso necesario para la fabricación de su rayo disruptor sería más complicado de lo que había pensado en un primer momento.  No por la tarea en sí que insumiría tiempo, sino porque el proceso podía llamar la atención de los no durmientes.  Miró a su alrededor preocupado y algo consternado, necesitaba mejorar las defensas mágicas del lugar pero  ¿Cómo lo haría?  Meneó la cabeza preocupado y entonces por el rabillo del ojo vio el generador que había creado Infinito.

-Eso es- dijo ignorando el comentario de Alice –Si, con esto podré hacerlo- tomó la fuente de energía y comenzó a crear un circuito que sirviera como interfaz para poder conectarla a las defensas y así amplificar su poder.  Si todo salía bien crearía un campo que absorbería la energía generada en la alteración cardinal que se daría por la creación de sus artilugios y, así, volverla virtualmente invisible al exterior.
En la mesa de trabajo comenzó a marcar el circuito en una fina placa de bronce y luego extrajo cuidadosamente todo el material electrónico que necesitaría para la interfaz.  Decidió que utilizaría su propia quintaesencia para fortificar aún más aquel mecanismo.  Una vez terminara la interfaz la conectaría a la fuente de poder y, finalmente, al cableado que había creado Alice para alimentar las defensas mágicas del lugar.

-Al- dijo utilizando el apodo cariñoso por el que siempre la había llamado, hacía ya una semana que no lo usaba y entonces se percató de cuanto los estaba cambiando el incidente, de cuanto la estaba cambiando a ella sobre todo.  Pensó que una vez las cosas estuvieran mejor hablaría con Infinito para intentar hacerla reaccionar -Al- continuó –Si esto sale bien puede que pronto tengamos con que devolver el golpe.  Dame tiempo, sólo eso, algo de tiempo y confianza- y entonces continuó trabajando en las defensas mágicas.

Casi una hora de trabajo para mejorar las defenzas y casi dos horas y media más para terminar sus nuevos artilugios.  El primero era una especie de condensador que aplicaba el mismo principio disruptor del arma que pretendía crear pero, a diferencia de este, absorbía la energía, la quintaesencia, que se liberaba el la fisión molecular y la transfería al su creación.  De esta forma la nueva arma funcionaría de forma independiente y podrían usarla tanto él cómo Infinito.
Había comenzado y recomenzado varias veces, alterando los diseños iniciales, agregando y quitando piezas, pero al final había funcionado.  La materia que usó para obtener la quintaesencia necesaria fue el propio suelo horadando en él un profundo agujero que desapareció como si nunca hubiese existido.
Una vez hubo finalizado con la creación de su nueva arma se dirigió donde Alice.

-Al vení a ver esto.  Creo que te va a gustar.  Te presento a DEI- dijo con una sonrisa de satisfacción en su rostro mientras alzaba su creación.  Cuando la mujer se acercó se aseguró de colocar al motor con el que Infinito había estado probando el arma de plasma dentro de las defensas mágicas de la planta y entonces apuntó y presionó el gatillo de su Disruptor de Enlaces Intermoleculares.

El rayo celestino zumbó al salir propulsado del cañón y golpeó el motor esparciendo su colorida luminiscencia por toda su superficie, parecía que nada había pasado y entonces pequeñas chispas parecieron manar de él y luego, como por arte de magia, comenzó a destejerse de la realidad desapareciendo para siempre.

-Siiiii- dijo Eón satisfecho con el resultado.  –Creo que esto será mejor que una bomba de plasma  ¿No te parece?  Podemos ampliarlo en potencia y crear con él una bomba disruptora. ¡Una B-DEI!- agregó excitado

Martes 19 de Junio del 2012, 10 am.

Durante las 4 horas que Eón se tomó para realizar sus trabajos, Infinito se alejó de él hacia otra sala completamente distinta, donde pudiera estar sola con su mente y sus ideas. Estaba frustrada, enojada, llena de rabia descontrolada. Su mente no podía pensar en otra cosa mas que inmolarse en una sede Tecnocrata y cargarse tantos como pueda, sin importar el costo de su vida. En soledad intentó calmarse, intentó meditar, relajar la mente, descansar. Cada vez que cerraba los ojos podía ver el laboratorio en llamas, con los cadáveres de sus amigos, compañeros y hermanos. Podía ver la matanza  que sus enemigos habían causado. Su sangre hervía de furia cada vez que intentaba relajarse. Sin éxito, se encausó de lleno al trabajo por las siguientes horas.

Cuando Eón la llamó para mostrarle en lo que había estado trabajando, ella se acercó. Su brazo derecho estaba recubierto por un guantelete de placas de metal con varios cables soldados de manera poco prolija. En los nudillos tenía 4 bastones de oro de casi 1 cm de diámetro. Debajo de cada bastón tenía una fila de leds de distintos colores, los cuales parpadeaban en un ritmo caótico. De los bastones de oro se desprendían pequeñas chispas que comunicaban un bastón con el otro.

Miró el experimento de Eón con poco interés y al verlo emocionado por lo logrado, le dedicó una mirada de escepticismo. Llevó su mano a la cintura y enarcó una ceja, con desagrado.

¿En eso gastaste 4 horas? ¿En serio? En el tiempo que te llevó hacer ese juguete, la Tecnocracia trasladó un pelotón de HIT Marks a Capital. HIT Marks con armaduras de Primium, ¿Crees que les podes hacer algo con eso?

Bufó, resopló con disgusto y se dio la vuelta, dándole la espalda a Eón y dirigiéndose una vez mas a la sala en la que había estado sola las últimas horas.

Cuando dejes de jugar podrías empezar a pensar como vamos a meternos en una de las bases. No voy a explotar la puerta del frente para que me acribillen al entrar. Voy a hacerlos desaparecer del mapa desde sus cimientos.

Harto como estaba de todo lo que estaba pasando Eón no pudo más que explotar ante el comentario de Alice.

-Pensé que tenías una mente más abierta. Pero parece que te estas volviendo más estúpida con el correr de los días.-

Enojado se alejó, volvió a su laboratorio y se dedicó a idear una forma en la que poder transformar su invención en una bomba disruptora que abarcase un radio lo suficientemente grande como para eliminar una base tecnocráta de la realidad y, que además, fuese lo suficientemente pequeña y liviana como para poder transportarla. No importaba cuanto tiempo le llevase, a eso dedicaría sus días de aquí en más.

Lo primero que hizo fue construir cinco baterías capaces de almacenar quintaesencia, las conectó al dispositivo que había ideado con anterioridad y una a una fue cargándolas. Le llevó su tiempo, pero al fin había almacenado la energía que creía necesitaría para fabricar su artefacto B-DEI.
Ahora tenía que modificar lo ya construido, sería más fácil eso que comenzar de cero, por lo que tomó su R-DEI y comenzó a trabajar en él

Las modificaciones estaban hechas, ahora quedaba la parte más difícil y la que le llevaría más tiempo, crear el dispositivo B-DEI. Lo primero que debía hacer era armar la estructura contenedora, esa parte era fácil, pero requería de precisión para evitar filtraciones de energía. El núcleo estaría protegido por una capa de plomo tratado mágicamente, esta capa aislante sería recorrida por pequeños filamentos de cobre que se encargaría de conducir la corriente que disolvería le plomo para liberar de forma simultánea la energía cardinal que sería la encargada de romper los enlaces intermoleculares. Por sobre esta capa aislante colocaría una esfera de lentes que se encargarían de dispersar la energía y a la vez de ajustar la longitud de onda para que sólo destruyera la materia orgánica, lo pensó un momento y luego decidió hacer dos versiones de esta capa de lentes, una que destruyera sólo la materia orgánica y otra que eliminase todo cuanto tocase, dejaría la decisión sobre cual implementar para más adelante. Poco a poco fue ajustando las piezas, soldando y desoldando, apretando tuercas para volverlas a aflojar, quien lo viera pensaría que estaba loco, pero era la primera vez que hacía algo así, algo tan destructivo y quería estar seguro de que se ajustara a los parámetros definidos. Decidió colocar un teclado numérico que permitiría especificar el radio entre un mínimo y un máximo que las propias capacidades del aparato impedían superar.

Los resultados no estaban siendo los que Eón había previsto desde un principio. Su objetivo parecía cada vez más y más difícil, al punto de que se había dado mas de un tropezón al empezar a armar la B-DEI. Sabía que estaba jugando con una bomba de destrucción masiva que, de fallar, no solo lo borraría a él del mapa, sino también a Alice, su única aliada. Destruiría también los únicos dos ejemplares de PoMBERO existentes y todo habría acabado del peor modo. Sin embargo, sentía el impulso irracional de continuar, en parte por el dolor de lo que la Tecnocracia había hecho contra sus hermanos, en parte por su propio orgullo herido y en otra parte, mas pequeña pero molesta como sentarse sobre un clavo, por las palabras hirientes de Infinito.

Pudo sentir como la realidad se torcía de modo desagradable a su alrededor y como esa torcedura afectaba no solo a sus materiales, sino también a él. No le importó, continuó trabajando tan duro como pudo para conseguir su objetivo, un dispositivo que sería su Vale Cuatro y ancho de espada contra la Tecnocracia, sin embargo, cuando creía que estaba a punto de lograr su objetivo, la voz de infinito sonó ruda y fuerte desde el otro extremo de la, que antes de que él la destruyera para canalizar la Quintasencia necesaria, fábrica.

¿Que estas haciendo? ¡Eón! ¡Por todos los santos! ¿Que estas haciendo?

Los ojos de Infinito se abrieron de par en par cuando un haz de luz proveniente del B-DEI la atravesó por el estomago. Eón quedó abrumado por la visión y dirigió su vista a la B-DEI, la cual se había activado antes de tiempo, antes de que él pudiera terminarla, antes de estar lista. Otros haces de luz se dispararon en todas direcciones, lo último que pudo ver Eón fue el rostro de Alice con la mirada completamente perdida.

Brisa Nocturna, Atropos y Rugido de la Montaña viajaban a toda velocidad rumbo a la Fabrica Bieckert de Lavallol. El viaje había sido en silencio, Rugido apretaba los puños en el volante, concentrado en esquivar automóviles y ganar posición en la ruta. Cuando estaban a menos de un 1km de la Fabrica ya podían ver el enorme edificio y las fábricas aledañas. De pronto un pilar de Luz blanca se extendió desde el centro de la Fabrica hasta el cielo. Inmediatamente Rugido lanzó un insulto al aire y aceleró la velocidad. Una decena de pilares mas aparecieron, en todas direcciones desde el centro de la Fábrica y, en pocos segundos, surgieron tantos pilares de luz que se formó una enorme esfera de energía. Rugido frenó de golpe en una maniobra que sacudió la camioneta violentamente. La esfera de luz tenía un diámetro de 400 metros y el brillo duró unos cuantos segundos. La tierra tembló durante los instantes que la esfera de luz permaneció en la realidad, para calmarse de un segundo a otro, en cuanto la esfera desapareció por completo.

Donde antes había estado la Fábrica de Bieckert de Lavallol y en un diámetro de 400 metros ahora no había absolutamente nada. Todo cuanto existía había sido desintegrado.

¡Mierda! ... ¡MIERDA!

Rugido golpeó el volante con furia y luego apretó los puños con mas bronca aún que antes. La temperatura en auto comenzó a subir, el cuerpo de Rugido emanaba calor como si de fuego vivo se tratase. No podía despegar sus ojos de la catástrofe que acababa de ocurrir delante de ellos. Una esfera de luz de 400 metros de diámetro había borrado todo cuanto había en ella de la misma realidad.

Llegamos tarde, demasiado tarde. Esos hijos de puta se dieron cuenta de lo mismo que Elena y se dieron cuenta que veníamos para acá. Los hicieron desaparecer del mapa para que no causen mas problemas. ¡MIERDA!

La expresión de Rugido le acercaba mas a una bestia salvaje que a un ser humano...

Me voy acomodando el artilugio que nos dio Elena a cada uno de nosotros, blu-tu o algo semejante, al parecer es la forma de poder comunicarse por teléfono sin usar las manos. No entiendo la necesidad de usar estas cosas cuando podemos hablar directamente a nuestras mentes… pero no voy a despreciar la ayuda de Elena y si estos son los métodos que le funcionan el darhma sabe que confío en ella. La manera de manejar de rugido es perfecta para este tipo de misiones, maneja como un loco, pero todo sabemos que la locura solo es una de las facetas del entendimiento. Después de algunos minutos podemos ver la fábrica a la que nos dirigimos, respiro profundo y cierro los ojos como parte de mi ritual personal de antes de emplearme a fondo, es muy seguro que los tecnócratas estén siguiendo la misma pista. Abro los ojos para presenciar el inicio de una extraña luz, poco a poco comienza a parecer haces de luz que se forman en el centro de la fábrica. ¿Qué está pasando? Pero no tengo tiempo de pensar en nada más ya que la luz nos ciega repentinamente. Rugido da un volantazo que de no ser por el cinturón de seguridad habría salido despedida. Poco a poco la luz desapareció y con ella la fábrica y un montón de cosas a varios centenares de metros a la redonda. Me llevo instintivamente la mano derecha a la boca, esto es… es… ¿qué clase de guerreros son? Pero no tengo mucho tiempo de pensar. Rugido está cediendo a su ira, su ser más visceral esta ganado el control generando un desequilibrio en su interior. Sin contar que aumento la temperatura del vehículo de forma considerable. ¡Cálmate Rugido! Mi voz aunque firme y sin ambigüedades no es hostil. Sabemos que esos tecnócratas son seres sin honor, esa es una de las muchas razones por las que nos levantamos en su contra. Pero justo ahora necesitamos saber que paso con ese edificio, con los magos y más importante con los tesoros. Presiono el artilugio de mi oído. Elena, ¿me oyes? ¿Qué sabes de lo que acaba de pasar? Trata de ubicar a los magos y sus tesoros, es posible que esto sea una pantalla para escapar. Luego miro a Atropos, necesitamos un lugar seguro. ¿Dime puedes sentir al enemigo? Luego pongo una mano en el hombro caliente de Rugido. Nuestra misión no ha terminado, vinimos con un objetivo hasta no tener constancia que está listo no nos daremos por vencidos. Me quito el cinturón de seguridad. Sobrevolare la zona, tal vez desde el cielo pueda ver algo que no vemos desde esta posición. Salgo del vehículo y me cercioro bien que no hallan durmientes cerca. Ejecuto un par de movimientos de manos de DO y dejo que mi cuerpo cambie por la forma de un pequeño halcón, acto seguido elevo el vuelo y uso la potente visión de mi nueva forma para tratar de entender que ha pasado.

Listo.

Segunda tirada CHEKED.

Brisa Nocturna, luego de dar las indicaciones a su equipo, se convirtió en ave para poder sobrevolar la zona. La realidad aún sufría por la explosión que había tenido lugar hacía apenas unos segundos, podía sentirse la resonancia dinámica en el aire como si de una carga estática se tratara. Al tomar altura y poder ver con su visón aguda, Cheng pudo determinar que la explosión había arrasado con todo lo que había a su paso. Una enorme esfera de absolutamente nada se había formado en la tierra, las cañerías estaban cortadas con perfección quirúrgica, al igual que el tendido eléctrico. Pudo sentir sin inconvenientes que el efecto mágico había destejido el patrón de todo lo que los haces de luz lograron alcanzar hasta un diámetro de 400 metros. La destrucción había sido tal que ni siquiera la quintaesencia resultante del efecto se liberó, al contrario, explotó aumentando el nivel destructivo del efecto.

Antes de poder escuchar las respuestas de sus compañeros, Cheng sintió un insoportable zumbido en su cabeza, agudo y penetrante. Algo o alguien estaba intentando entrar a su mente de manera violenta. Con un movimiento audaz logró ver que sus compañeros estaban teniendo el mismo problema. La protección que había hecho a su mente al momento de transformarse en Halcón le había dado una protección adicional al repentino efecto que buscaba hacerla olvidar de lo que acababa de ver. Podía sentir como ese agudo zumbido intentaba hacer que le restara importancia a lo sucedido. Por suerte para ella, era mas fuerte que el efecto que estaban intentando imponerle.

Mientras el zumbido aún perturbaba su mente, pudo ver como poco a poco empezó a materializarse tierra sobre el hueco que había generado la explosión, sobre la tierra aparecieron escombros y restos de una fábrica de tamaño y proporciones similares a la que había existido allí unos segundos atrás. La Tecnocracia estaba armando la tapadera de la destrucción que acababan de ocasionar.

Usando las alas recientemente otorgadas voy ganando altura lentamente, mi objetivo esta mucho mas arriba en las corrientes de aire donde podré planear como si de un velero en el mar se tratase.

El cuerpo del halcón esta diseñado para estas travesías con lo que sin apenas esfuerzo logro llegar a ese río invisible que surca los cielos, las corrientes de aire. Al lograrlo puedo concentrarme en mi tarea, observar que es lo que ha pasado en este lugar. Ningún entrenamiento es suficiente para entender el nivel de destrucción que se ha formado en este sitio. Es tan horrible que me cuesta trabajo aceptar que alguien posea un poder de destrucción tan atroz. ¿Cuantas personas fueron forzadas a reencarnar en este lugar?

Un sonido molesto que comienza como un murmullo se comienza a amplificar lentamente hasta que me empieza a hacer enloquecer. Trato de mantener las alas en posición para no salir despedida contra el suelo. Busco entre mis recuerdos las enseñansas de río-rebelde y logro amplificar el escudo mental que tenia momentos antes. Es entonces cuando lo noto, alguien trataba de violar mi mente y hacerme olvidar... ¿Pero olvidar el que? Casi como una respuesta a mis preguntas veo como comienza a llenarse el hueco con materia recientemente creada y en el lugar donde estaba el vacío aparece una fabrica destruida. La tecnocracia esta tapando lo sucedido. ¿por qué?

Trato de ubicar a mis hermanos de cábala y por la forma como se retuercen puedo constatar que el ataque psíquico lo están sufriendo en este momento.

Elena, la tecnocracia está remplazando la zona de la explosión con los escombros de una fabrica. ¿puedes tomar imágenes de como estaba antes?

Atropos, Rugido, traten de resistir, es la tecnocracia la que ataca a sus conciencias para borrar este incidente. Por favor sean fuertes, recuerden que el camino está para transitarlo no para verlo. 

Estoy en ese, Cheng. Hay una cámara de seguridad de una fábrica cercana que grabó todo lo que pasó, estoy retrocediendo la grabación para verla.... Elena hizo silencio en la mente de todos justo en el momento en que comenzó el zumbido. ¿Que? No, no... nadie invade la mente de mis aliados en mi guardia, amigo. Tranquilos chicos, nada va a afectar sus mentes mientras yo esté aquí.

Inmediatamente el zumbido ceso en la cabeza de Cheng, Atropos y Rugido. Elena había logrado bloquear la señal antes de que perforara la desprotegida mente de Rugido.

¡Rayos! Cheng, tenemos problemas. La Tecnocracia esta evitando que alguien se entere de lo que pasó en Lavallol, no solo están intentando hacer que lo olviden, sino también están bloqueando los accesos digitales, ni cámaras de seguridad, ni satélites. Va a tomarme unos minutos acceder a la información histórica, pero voy a tenerla, no te preocupes. Por las dudas estoy analizando las zonas aledañas, si algo se acerca o se aleja de ahí, me voy a enterar.

Bueno... salvo que se materialice dentro de Lavallol directamente. En ese caso están solos.
 

No puedo sentir NADA. El enojo de Atropos era palpable. Minutos atrás sentía la emoción de acercarse a una batalla, ahora se encontraba en un área que a nadie le importaba y sin nadie contra quien luchar. Para peores, no había NADA. Literalmente, NADA había quedado después de la explosión. Miró incluso a través del velo, hacia la Umbra, y nada parecía haber allí tampoco. Pasó menos de un minuto después del Zumbido cuando la sonrisa de placer había retornado al rostro de Atropos. Su voz se escuchó en la mente de todos sus compañeros gracias al enlace que Elena sostenía.

No estamos solos. Alguien acaba de... 'Aparecer' y se dirige hacia acá. Es uno solo y parece humano. Cheng, ¿Puedo ocuparme de él? Su voz parecía brillar de placer.