Partida Rol por web

Mei escucha las palabras de Jade que le decían que fuera a la enfermería, ella sabía que tenía que ir, pero no podía dejar el motor así, le mira y dice:

• Sera rápido… solo…

Le vuelve a dar mareo, se toca la cabeza y en ese momento ve como una visiblemente enfadada Mirage aparece, cuando le coloca la mano en la cabeza no puede evitar una mueca de dolor y cuando se aleja dice:

• Lo siento… ha sido por mi culpa… por no hacer bien mi trabajo.

Casi arrastrando los pies se deja ayudar por Parisa para ir a la enfermería, de camino le dice un poco deprimida:

• Voy… pero por favor no tardes… tengo que arreglar el estropicio que he causado

Parece que la gente se pone en marcha y continua con su trabajo, creo que es momento de hacer yo lo mismo. Sujeto a la dolorida Mei y la ayudo a caminar hasta la enfermería.

Antes de que la piloto se encierre en la sala de máquinas con Ash consigo agradecerle su apoyo. - Gracias Mirage. - Luego vuelvo a centrar mi atención en la mecánico.

 - Lo haré lo más deprisa que pueda. Pero normalmente se tiene que cuidar el cuerpo solo o con ayuda y eso tiende a llevar tiempo. Y por lo que te veo lo que te hace falta es descansar. - Con todo el cuidado del mundo la llevo hasta la enfermería.

Espero a que las dos mujeres se hayan ido, antes de dirigirme al capitán:

- Deberíamos de asegurarnos de que la zona de aterrizaje es segura y no hay elementos hostiles por lo alrededores. También creo que, si te parece bien, capitán, Mirage debería de localizar el asentamiento más cercano y, una vez que Mei esté curada y lo haya comprobado, podamos ir a buscar lo que necesitemos para las reparaciones...

Mirage los revisa, y no ve problemas en los motores en sí, solo lo que ya sabía, los rotores están hechos mierda. Poco podéis hacer con un vistazo rápido, se puede arreglar pero necesitáis herramientas... y repuestos.

Llegáis a la enfermería, parando de vez en cuando mientras Mei se pone cada vez más pálida.

Mei se deja ayudar por Parisa para llegar a la enfermería se notaba cada vez más débil y mareada, incluso en algunas ocasiones tiene que detenerse porque le cuesta caminar incluso con ayuda, cuando llega a la enfermería literalmente se deja caer en la camilla, casi no sabía dónde estaba, mira a su alrededor y sin darse cuenta habla en chino:

• Huì fāshēng shénme? Yīnwèi wǒ zài zhèlǐ...... Wǒ juédé tóuyūn...... Fùqīn? Qǐngwèn gèng dà de xiōngdì? Māmā?

Niego con la cabeza al escuchar a la mecánico echarse las culpas.

- Son cosas que pasan, Mei. No creo que nadie piense que tú tienes la culpa...

Espero a que Parisa se la lleve a la enfermería mientras Ash y Mirage van a la sala de máquinas. Vuelvo junto a Melina para mirar el ordenador de navegación y compruebo nuestra localización y la posición de los enclaves más próximos.

- No es la zona más segura del 'Verso, precisamente. El control de la Alianza aquí es, cuanto menos, endeble. Hay bastantes simpatizantes de los Independientes, pero en general manda quien tiene la fuerza para mantener el poder... - Comento mientras miro los mapas, añadiendo algo de información a lo que les dije antes. - Probablemente conozca a alguien en los bajos fondos de estas ciudades, aunque igual Jamin puede ponernos en contacto con alguien más... legal.

Cuando los que han salido se alejan lo suficiente, me vuelvo un momento hacia Sebastian. - Cap, ¿qué demonios ha pasado ahí fuera? - No he querido inmiscuirme durante la crisis, porque si no puedes ayudar lo más sensato es mantenerte a un lado sin molestar a nadie, pero no me hace ninguna gracia haber estado a punto de morir estrellándonos en la nave. - ¿Qué ha fallado en la Libélula?

Por último me vuelvo hacia Beowulf, algo cansada de que dé sugerencias sin tomar la iniciativa de llevarlas a cabo.

- Beowulf, ahora Ash está con el motor, así que si quieres asegurar la zona puedes hacerlo o esperar a que alguno tengamos un momento para salir juntos - digo golpeando la culata de mi pistola. Si hay que asegurar la nave, sería conveniente que lo hicieran al menos dos personas, pero ahora mismo es cosa suya.

- Voy yo delante, si pasa algo os avisaré por mi comunicador. Iré un momento a la enfermería a inocularme, antes de salir... - Informé, antes de salir de la cabina, con tono neutro.

 - Nada que Mei no pueda arreglar - responde Sebastian a Jade mientras mira cariñosamente a la mecánica - ve a mirar eso que te has hecho, tienes mucho trabajo por delante.

Cierra los ojos un segundo, asumiendo la situación. Pone las manos en la cadera mientras baja la cabeza, reflexivo. 

- Los rotores se han ido a la mierda, al menos uno... no nos dio tiempo a mirar más - un reflejo de frustración recorre su rostro. - Creo recordar que aquí había un buen sitio para reparar, no timan en exceso - sonríe misteriosamente - si sabes con quien hablar. Jade, Jamin, a ver qué conseguís de Mercy y su taller 'El crucero fénix' - responde alzando las manos, mofándose de un nombre tan espectacular. - Voy a ver cómo está Mei.

Antes de que Beowulf salga de la sala, se acerca Sebastian corriendo.

- Beowulf, tienes razón, cuando termines lo que sea que tengas que hacer en la enfermería date una vuelta por los alrededores, nunca se es demasiado precavido - dice cogiéndole el hombro, casi en susurro. - Llévate a alguien si lo necesitas.

Lo que sabéis previamente de ese taller que os ha mencionado el capitán es que lo lleva actualmente Mercy Keenly, y que hicieron una pequeña fortuna con la guerra. Aunque ha visto tiempos mejores, se les considera uno de los mejores talleres de la zona.

Asentí en silencio ante la petición del capitán, antes de seguir mi camino hacia la enfermería. Mientras caminaba, pensaba si sería mejor ir solo o acompañado y, en caso de lo segundo, quien sería la mejor opción de entre toda la tripulación para este tipo de tarea.

- Creo que deberías ordenar a Ash que fuera a la enfermería para inocularse, como yo, y luego que me acompañara fuera. Creo que sería el apoyo ideal para este tipo de tarea.

Tan cabreada estoy conmigo misma que ni siquiera escucho sus pasos seguirme, noto el empujón y la puerta que se cierra. Mi cuerpo, tenso, cabreado, acalorado, henchido en acusaciones, en preguntas, en hachazos hacia mí misma, se vuelve solo, preparado para arrearle un gancho de derecha a quien cojones sea que me empuja así. Pero lo encuentro a él. Ash. No llego a darle, lo sujeto por la casaca y decido besarlo violentamente, exhalando un leve gruñidito.

Mi lengua entre, mis labios muerden con furia, mi respiración, que ya estaba acelerada por el enfado, se vuelve acalorada, la fogosidad del beso es tal que termino soltándolo con la misma brusquedad, y empujándolo contra el motor. Resoplo, aún con el ceño que se ha mantenido fruncido todo el rato. Y me doy la vuelta para revisar el motor.

- El corazón de Libélula está hecho carbón. Los rotores están jodidos, necesitamos recambios y algunas herramientas para Mei. De momento no creo que levante el vuelo, ni que ella pueda hacer nada más hasta no tener las piezas que necesita. ¡Joder!

Me doy una patada a cualquier objeto que encuentro por el suelo. Menuda inútil estoy hecha.

La mala leche que lleva encima valquiria es mas que obvia, se nota a la legua. Mi golpe sirve como detonante, veo su brazo alzarse para estamparme un derechazo brutal, mas cuando sus ojos se encuentran con los mios eso cambia. El derechazo se convierte en un agarre lo suficientemente bruto como para al tirar de mi hacerme perder ligeramente pie. Momento en el cual nuestros labios se encuentran.

Su lengua no tarda en invadirme, la fuerza, la necesidad y el impetu del beso no me desarman, sino al reves, me envalentonan aun mas, sevolviendo el beso con la misma intensidad que ella, casi con furia y sin duda con necesidad. Adoraba esos labios suyos, esa forma de besarme que parecia querer tragarme por entero. El instante pasa, su mala leche sigue presente y se aparta ,e mpujandome contra el motor, mientras enumera los multiples daños del mismo. Me doy la vuelta y miro lo que dice, asintiendo. Yo mis golpeo con la palma una plancha de metal. Ni siquiera Mei puede reparar esto, no sin unas piezas nuevas.

Mirage decide emplearse a golpes con lo primero que pilla por el suelo. La cojo del brazo tirando hacia mi y dejandola justo pegada contra mi torso, mientras mi otra mano se coloca sobre su cuello. - Dejalo ya. - Mis palabras no son dichas en voz muy alta pero la intensidad de las mismas proviene de mis ojos. - Estamos vivos gracias a ti, podre volver a montarte duro y fuerte, exactamente como te gusta, gracias a tu pilotaje y te invitare a esa botella de antes por el trabajo que has hecho. Asi que dejalo ya, lo que tenemos que hacer es encontrar a quien tenga las piezas y a tomar por culo. - Bajo mi rostro hasta dejarlo justo a escasos centimetros del suyo. - Pero si te vas a liar a golpes con la puta nave sin ningun sentido, te juro que te doy yo ahora mismo de ostias para que entiendas lo inutil que es eso. - Esperare a su reaccion, para ver si la suelto o no.

Frunzo el ceño cuando me sujeta por el brazo con fuerza, devolviéndole la mirada, sus ojos verdes, cómo no podía ser otro modo, terminan destensando mi cuerpo. Que este capullo diga algo agradable, y escupa algún cumplido, es tan extraño que no puedo más que creerlo.

Termino sonriendo de medio lado, contemplándolo, no sé cómo cojones lo hace, pero adoro a este tio, y estoy segura de que sería capaz de empezar a hostias conmigo con tal de hacérmelo entender.

Subo mi mano hasta la que me sujeta por el cuello, y cuelo mis dedos para que me suelte de una vez, ya está, me he relajado, hay que centrarse en el curro, punto, mi puta manera de aparcar la nave ya la discutiré yo conmigo misma en otro momento, ahora es hora de ser resolutivos.

- Está bien, veamos si el deslizador sigue de una pieza, lo necesitaremos para cargar algunas cosas cuando salgamos. A ver qué dice el resto, aquí no hay nada que hacer ya.

Y si no hay más, quiero salir de la sala de máquinas y dirigirme a la bodega de carga, no sin parar bruscamente antes de salir, lo suficiente para que Ash estampe su cadera contra mi retaguardia sin esperarlo.

- ¿Y a tomar por culo? Yo prefiero que me des a mí… - río, divertida, mirándolo de reojo, no importa por dónde monte, siempre es brutal. Y sí, vuelvo a ser yo misma.

Ahora sí, salgo por la puerta.

Su ceño sigue fruncido hasta que nuestros ojos se encuentran, puedo notar la breve sorpresa por mis palabras. Esa era la idea, mientras no piense que voy a ir soltando por ahi lo buena que es en esto o aquello, cada dos por tres. Su sonrisa me alegra, no es que yo aumente la sonrisa que ya de por si tengo en la cara, pero sin duda me gusta que parezca estar volviendo a ser ella misma.

Su mano sube por entre nuestros cuerpos, colando sus dedos entre los mios, que atenazan su garganta, hasta librarse de un cepo que nunca habia llegado a cerrar como tanto le gusta. Veo como esta mas tranquila, como su respiracion parece mas relajada, incluyendo que no me haya intentado ahostiar o romper la mano. Una pena, asi tendria un motivo para estamparla contra la pared y quitarle esa mala ostia de otra manera... aunque tampoco es que necesite realmente un motivo para eso.

Mas ella esta a lo suyo. El deslizador y a buscar las piezas, a saber cuanto nos piden por ellas. Echo una mirada de reojo al motor. Esta hecho una verdadera mierda, minimo nos piden un par de polvos con la valquiria aparte de un par de riñones y algun corazon. Se da la vuelta, la sigo sin problemas hasta que se detiene, haciendo que sus duras y jugosas nalgas atrapen mi paquete sin ningun tipo de problema. Gruño ligeramente por el gusto del impacto, mientras mi mano le da un azote con ganas. Tal y como a ella le gustan, secos y fuertes.

Rio ante sus palabras antes de hablarle. - Donde quieras, cuando quieras y como quieras. - Aprieto mi mano contra su nalga, la misma que le habia azotado y se habia quedado pegada a la misma. Tras eso ella sale por la puerta y yo la sigo, con una sonrisa mas que divertida en la cara.