Partida Rol por web

¡Hay una barricada en el camino! -advirtió Dieter al tiempo fue a echar mano de su maza, pero no lo hizo.

Observó la barricada y las figuras que allí parecía haber y después giró su vista hacia el difunto Sigfried Examinando su cadáver. Después, al bosque. Demasiadas incertidumbres en aquellos momentos, y el sacerdote no quería recibir una flecha.

Turno II-12

La caravana prosiguió otro trecho hasta que, al grito de "¡Hay una barricada en el camino!" se volvió a detener mientras el revuelo generado por las palabras y el inconfundible sonido de un cuerpo, inerte, cayendo al suelo se extendía por la comitiva

Aferré el arma y me dispuse a averiguar que diablos pasaba ahora; aquel bosque parecía querer tragarnos a todos antes del anochecer y todo indicaba que lo iba a conseguir... al menos podría volver a ejercitarme

Turno II-12

No conseguimos acabar con todas aquellas criaturas, huyeron antes de alcanzarlas, pero al menos una de ellas volvió al barro. Ya de vuelta al camino y una vez comprobado que no había ningún indicio de más peligros nos pusimos en marcha.

Pasadas unas horas desde mi montura oí a Dieter avisando del peligro inminente, al tiempo que uno de los vigilantes se desplomaba a su lado. Otra vez esas criaturas!!,... volvía la acción, este viaje no daba un respiro, atentos nos atacan!!.

Tras unas horas de relativa tranquilidad desde el ultimo ataque otra vez volvíamos a tener problemas, y esta vez por lo visto habían taponado el camino, incluso antes de que pudiéramos racionar alguien en primera fila caía del caballo con una flecha atravesándole la cabeza, sin tiempo que perder preparo mi ballesta acercándome al carro mas cercano, utilizándolo de parapeto mientras avanzo hacia adelante.

Turno II-13

Ante el ataque de los hombres bestia, y tras caer el líder de la caravana, el resto del grupo se movió rápidamente para hacer frente a la amenza tras la barricada.

Esta se alzaba algo lejos de donde se encontraban ellos, por ello Roderic seguido del resto de guardas de caminos se lanzaron al galope a su encuentro.

Thorsten se buscó cobertura tras el carromato, lo mismo que hizo Zacaría, mientras preparaba la ballesta para contratacar al ataque.

Dieter se acercó al cuerpo del caído, tomo su pistola y salió del camino buscando cobertura también tras un árbol.

Y el matador, por su parte, salió a la carrera hacia la barricada, enarbolando filo argento.

Turno II-13

Thorsten sacó su espada y aguardó a que  la nueva andanada de flechas fuera disparada para salir a la carrera en dirección a la nueva amenaza.

Turno II-13

Los hombres bestia descargaron sus arco y las flechas volaron en dirección a Roderic, una pasó por encima, las otras dos golpearon de lleno a su montura en el pecho y en el cuello.

La bestia se encabritó pero aguantó los impactos. Sin embargo el jinete que no se esperaba aquello sallió despedio hacia adelante fruto de la inercia del galope.

Magullado por el golpe, aunque sin mayor daño aparente, Roderic quedó tumabado en el suelo boca arriba.

Turno II-13

Nuevamente estaba alejado en demasia del combate y solo me quedaba seguir trotando cual jamelgo alocado en busca de los cobardes enemigos mientras me tenía que contentar con escuchar el sonido del combate... pese a todo no iba a dejarme ver para convertirme en alfiletero, con lo que busqué mantenerme oculto de la visión de los tiradores en mi avance tras la forma del carromato que tenía enfrente

Después de transcurrida la primera oleada de flechas salgo corriendo hacia la parte trasera del carromato que va en vanguardia, allí me parapeto al lado de Thorsten buscando algún blanco al alcance de mi ballesta.

¡Thorsten! -llamó Dieter al mago-. ¡Quédate con los carros!

Después siguió corriendo con aquella pistola en la mano hacia la barricada, esperando rodearles por un flanco antes de atacarles.

Maldita sea!! Afortunadamente mi montura se llevó la peor parte, apenas me dio tiempo de divisarles cuando comenzaron a volar las flechas hacia mi. Dolorido tras el golpe intento salir del camino y protegerme entre los árboles y maleza, al tiempo que saco la pistola.

Turno II-14

Thorsten como tenía previsto salió a la carrera de su cobertura tras la andanada de flechas que derribó a Roderic, antes incluso de que el sacerdote tuviera tiempo a decirle nada. 

Todo el grupo avanzó en dirección a la barricada, aunque algunos más rápidos que otros para frustración del enano, al que todavía le quedaba un largo camino por recorrer. Dieter también se dio cuenta de que el bosque era demasiado tupido como para mantener una buena velocidad, de todos modos también quedaba bien protegido de las flechas de sus enemigos.

Los guardas del camino, al galope llegaron hasta donde se encontraba el enemigo y trataron de saltar con sus monturas el obstáculo del camino con suerte dispar. Uno de ellos, a duras penas si consiguió mantenerse encima del caballo cuando este se detuvo en seco, mientras que el otro, consiguió colocarse en la retaguardia del enemigo y abrir fuego con su pistola aunque sin demasiado éxito.

- ¡SOLO SON TRES! - avisó de todos modos tras la detonación de su pistola.

Roderic tras conseguir levantarse encontró algo de resguardo cerca de las proximidades del bosque, por suerte, los guardas de la caravana ya se habían echado encima de los hombres bestia y estos se verían forzados a emplear armas cuerpo a cuerpo.

Turno II-14

Thorsten escuchó las palabras del sacerdote, de todos modos su sangre hervía sobremanera y le era imposible detener su avance. 

También escuchó las palabras del guarda de caminos, pero la experiencia le había enseñado que no podían confiarse, y que aunque moribundo, no se podía subestimar a ningún enemigo. Ya habían sufrido una baja y no podían permitirse el lujo de sufrir más, así que acudió a apoyar el ataque corriendo todo lo que pudo.

Turno II-14

Los hombres bestia dejaron caer sus arcos y casi al unísono embrazaron un escudo y tomaron una lanza. Kurdrim, Róderic y Thorsten ya habían visto combatir a sus enemigos de esta manera y no eran fáciles de abatir.

Con la vista puesta en el enemigo de delante, desde la última carreta se escuchó el angustioso grito de sus ocupantes. - ¡AHHHHH!, ¡NOS ATACAN!... - 

Turno II-14

Viendo que las flechas ya no caían, y enojado ante la perspectiva de perderme aquel nuevo combate con únicamente tres enemigos por abatir, me dispongo a redoblar mis esfuerzos por llegar, cuando el grito de los ocupantes de la carvana llama mi atención, deteniéndome en seco buscando la nueva amenaza y, en caso de detectarla, dirigirme raudo hacia ella... parecía que después de todo aun tendría mi merecido baño de sangre

Turno II-14

Al escuchar los gritos de mujeres y niños, giraste la cabeza en busca de la nueva amenaza, sin embargo, no viste nada¹.

Lo que fuera que estaba atacando aquella gente o se encontraba fuera de tu ángulo de visión o lo que era peor, era invisible, pues por ningún momento se te pasó por la cabeza pensar que no estuvieran siendo atacados realmente.

Turno II-14

Al escuchar los gritos de mujeres y niños, giraste la cabeza en busca de la nueva amenaza, sin embargo, no viste nada¹. 

Lo que fuera que estaba atacando aquella gente o se encontraba fuera de tu ángulo de visión o lo que era peor, era invisible, pues por ningún momento se te pasó por la cabeza pensar que no estuvieran siendo atacados realmente.

Estaba a punto de salir corriendo detrás de Thorsten cuando se empiezan a escuchar gritos a nuestras espaldas, me giro aunque en un primer momento no consigo ver de donde viene el peligro, maldita sea nos atacan por detrás,consigo ver a Kurdrim que venia corriendo y al oír los gritos se da la vuelta en busca de la nueva amenaza, Kurdrim los gritos vienen de la ultima carreta aunque no he conseguido ver al enemigo, ve tu por la derecha y yo iré por la izquierda, el que vea algo que se lo grite al otro, sin mas empiezo a correr hacia la carreta de donde provenían los gritos...

Busco y miro por todos lados mientras los gritos me llegan alto y claro, pero sin lograr ver nada mas que las dichosas carretas, los estupidos caballos y los malditos árboles hasta que Zacarías me indica que ha logrado identificar de donde vienen los gritos, haciendo que como un resorte reinicie una alocada carrera hacia la última carreta 

- No hará falta que vengas humano, unas cuantas bestias raquíticas no son desafío para mi hacha- le contesto molesto por pensar que un matador necesita de mas ayuda que sus armas para repeler a chusma mutante

Apartando las ramas con su brazos el sacerdote fue reduciendo la velocidad con la intención de sorprender a las bestias por el flanco...