Partida Rol por web

Las Apariciones de Piedra Atormentada ( Carrion Crown)

Parte I: El Testamento de Lorrimor

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16/09/2018, 21:59
Director

Hoy es un día triste, siempre se desea que nunca llegue, pero pese a los grandes esfuerzos todo el mundo, desde el más humilde de los aldeanos, hasta el más poderoso de los Archimagos han de responder tarde o temprano  ante la Jueza, y ese día ha llegado golpeándoos  en una parte muy cercana a vuestra alma, el profesor Lorrimor, aquel que os ayudó en su día y compartisteis tantas aventuras había muerto, fue un duro golpe pues pese que hacia bastante tiempo que no sabíais nada de él ( siempre andaba de un lado para otro), enjuagasteis vuestras lágrimas y pedisteis una excedencia indefinida para poder acudir al funeral de aquel que, aunque nunca se lo habíais dicho, llamabais padre.

No tuvisteis mucho tiempo para preparar vuestras pertenencias, el viaje era largo y el entierro era en menos de una semana, así que tomasteis vuestras pertenencias esenciales y corristeis hacia Ravengro, hogar del fallecido profesor, pese a todo, llegasteis justo a tiempo, la tarde del mismo día de funeral, una hora antes de que comenzase.

Sin más dilación, os dirigisteis al cementerio del lugar conocido como “Tierras del Reposo”, podéis ver que una pequeña comitiva, apenas media docena de personas* que parecen esperar a que comience el entierro, pero  es entonces cuando un pequeño encuentro ocurre, uno que quizás no se esperaba, o tal vez si, dado el vinculo que teníais en común, después de tanto tiempo, el Paladin, la Bruja y el Oráculo vuelven a estar reunidos; no son los únicos que parecen que vienen de un largo viaje, poco después llega una joven hermosa de cabellos pelirrojos que porta a su espalda un laud, aunque quizás lo más llamativo  es la semiorca que aparece poco después ya que es bastante raro encontrarse a alguien de su raza por esas regiones…

Notas de juego

* Sin contaros a vosotros

Vale, este es el post inicial, mientras voy terminando de revisar y que la gente termine de preparar sus cosas, se puede ir avanzando un poco y así ir calentando motores

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16/09/2018, 23:24
_Eir "Cuervo Dorado" Gloomstone Vanitas

"Nunca tendríais que haberte ido. Es tu culpa." Aquella frase se agolpaba en mi mente, expandiéndose y creando un eco que no dejaba paso a cualquier otro pensamiento. Lorrimor había sido como un padre para mi, cuando sufrí el accidente y mi familia y legado fueron consumidos por las llamas, solo dejando cenizas, el cuido de mi y me tomo bajo su cuidado, el me había enseñado a controlar mis poderes, el me había guiado y enseñado los secretos que aguardaban en las criptas de Ustalav y el me había dado un hogar al cual volver. Pero quería saber mas sobre mi familia, así que me marche, dejando atrás a el y el resto de mi familia, para comprender la naturaleza de la maldición de los Gloomtsone, y tiempo después, recibí noticias de perder mi segunda familia."Has perdido a tu segundo padre, y es tu culpa ¿Porque le abandonaste? Desgraciada, malnacida, desagradecida. Nunca tendrías que haber sobrevivido al fuego. Nunca tendríais que haberlos ..."

Fue entonces cuando los vi, en la comitiva, dos figuras altamente familiares en la pequeña marea de desconocidos, de inmediato, haciendo uso de una energía rara en mi, corrí a ambos y les di un abrazo. De inmediato, me aparte, siendo consciente de que el tacto de mi piel tendría que ser tan incomodo como la nieve en una fría noche de invierno.

-¡Lo siento, yo ...!- Intente disculparme, pero hoy mi mente era un caos, y mi lengua no parecía querer trabajar conmigo. Tuve que tomar aire y bajar la vista, para poder formar unas palabras que tuviesen sentido.- Arachne, Diadam, es bueno veros.- Dije por lo bajo, esperando que notaran mi mas que habitual desarreglado aspecto, teniendo mis joyas y mi pelo hecho un caos, y mi mascara descorrida alrededor de mis ojos de haberme pasado toda la noche llorando.

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17/09/2018, 15:48
Diadam Eda “Ojo de Halcón”

Aunque siempre había estado cerca del profesor, en los últimos meses habíamos perdido un poco el contacto, pero no era algo de lo que me hubiera preocupado, sabiendo de sus idas y venidas. La noticia de su muerte me llegó con un mazo aplastando una nuez, imparable y destructiva.

Había pasado muchos años junto al profesor, y no podía olvidar que gracias a él estaba ahora caminando y buscando el camino marcado, que no era otro que el erradicar las depravaciones creadas, esos muertos vivientes que caminaban negándose al descanso eterno, buscando la sangre y la carne de personas inocentes. Ese dolor me acompañaría durante el resto de mi vida, pues había sido como un padre para mí, ocupando el hueco dejado por mi verdadero padre.

Cuando bajé hasta el cementerio, bruñi la armadura y, a pesar de que mi aspecto siempre era impoluto, en esa ocasión intenté ponerme mis mejores ropas e ir acorde a lo que se merecía el profesor.

La llegar, vi a esas otras personas, cosa no extraña ante la naturaleza bondadosa del profesor, pero mi mirada buscaba otra cosa; busqué con la mirada, rezando, anhelando en mi corazón encontrarme de nuevo con aquellas amigas que dejé atrás, o mejor dicho, nos dejaron ellas en busca de sus propios demonios. Al ver esa figura que se acercó, rápidamente la reconocí; Era Eir, la muchacha que, aunque fuera extraño, sentía una afinidad, no bien en la forma de pensar, pero sí en el fondo de sus actos. Correspondí con el abrazo, apoyando al cabeza sobre sus cabellos y dejando escapar alguna lágrima por la emoción y tristeza del momento, por la alegría y tristeza que se agolpaba en mi corazón.

A pesar de estar junto con Arachne, acabábamos de encontrarnos, sin darnos tiempo si quiera a darnos un abrazo antes de recibir el de Eri.

Eri, Eri, que alegría volver a verte. comencé rechazando la disculpa de la que otrora fuera mi amiga He rezado por tí, igual que por Arachne y doy gracias a Abadar de veros nuevamente. A pesar de las circunstancias, en esta última acción del profesor, ha hecho que nos volvamos a encontrar, como seguro era su deseo. comento alejándome al notar la reacción de Eir, dándola el espacio que demandaba.

Pero contadme, ¿cómo os fue? ¿lograsteis hallar eso que perseguíais? 

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17/09/2018, 20:05
_Lucy "Gorrión" Dayridge_

Me incorporo en la parte de atrás del carromato, echando un vistazo por encima del hombro para ver surgir tras un recodo del camino la pequeña población de Ravengro. El lugar nunca ha sido el epítome de la felicidad, pero en este día se ve especialmente triste y sombrío, como si el mismo paisaje hubiera decidido sumarse al duelo. El atardecer está siendo de un rojizo sangriento, y la noche amenaza con frío y una ligera brisa helada.

Cubriéndome algo mejor con mi capa, dedico una sonrisa cansada al campesino que conduce el carromato.

"Gracias por llevarme hasta aquí. Siento no haber sido una compañía especialmente alegre. Prometo una balada emocionante si volvemos a coincidir en el camino."

El hombre asiente un poco parco, quizá comprendiendo para qué he acudido a Ravengro, o tal vez simplemente contagiado de mi ánimo melancólico. Comprendiendo que no hay más palabras que compartir, tomo mi laúd y bajo de un salto, aterrizando con agilidad sobre el polvo del camino. El carro sigue su camino, mientras mi mirada se vuelve hacia el pequeño templo que destaca en el linde de la población, y que con bastante seguridad marca la ubicación del cementerio. Mis labios se mueven casi por instinto, recitando el poema en un susurro al tiempo que me sacudo las últimas briznas de paja de los cabellos.

...no miraré ni el oro que la tarde derrumba
ni las velas que al puerto van con lejano amor.
Y cuando haya llegado pondré sobre tu tumba
ramos verdes de acebo y de brezos en flor...

Mis pasos me llevan poco a poco hasta el cementerio, donde la comitiva fúnebre ya se ha reunido. Poco más de una docena de personas; no tengo claro si esperaba más o menos. Me acerco con cierta cautela, sintiéndome como una extraña entre los gestos de apoyo y afecto que comparten los demás; especialmente tres individuos pintorescos, un hombre y dos mujeres, con aspecto de haber hecho también un largo viaje hasta llegar. No puedo evitar preguntarme qué historias podrían contar, pero no es momento para ello, y mi pensamiento vuela hacia otra parte.

Creía haber gastado todas las lágrimas la noche anterior, pero, ¡demonios del Abismo!, está claro que aún me quedan unas cuantas por derramar. Me mantengo un poco rezagada, insegura, en la creencia de que será conveniente esperar un poco más antes de acercarme a presentar mis respetos.

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18/09/2018, 13:59
_Arachne "Hija de la noche"

Mi salvador ha muerto- el pensamiento rondaba a una apática Arachne mientras aguardaba a que el entierro tuviese lugar. Se encontraba rodeada de un pequeño grupo de personas personas y, sin embargo, se encontraba más sola que nunca. ¿Por qué no volví a visitarlo en los últimos meses? Tenía tanto miedo de regresar y que ellos estuvieran…- la bruja se abrazó a sí misma mientras la capa de color trataba de devolverle la temperatura a su frío cuerpo.

Tras leer la carta había recogido las pocas pertenencias que poseía y había marchado velozmente hacia Ravengro. Retroceder sobre sus pasos había sido tan duro como imaginaba y en el viaje había pensado de forma paranoica una y otra vez que el circo estaría aguardando en cualquier lugar para recuperar lo que era suyo por lo que no había descansado ninguna noche. Eso, unido al dolor de haber perdido al profesor se manifestaba en un rostro ojeroso y apagado, teniendo únicamente un tono rojizo en su nariz por el tiempo que había pasado sonándose ante el continuo llanto.

En cualquier otra circunstancia, Arachne habría sido capaz de darse cuenta de que sus viejos amigos y salvadores se encontraban en el mismo lugar que ella, pero la mujer se encontraba mirando al suelo intentando no llamar la atención cuando unos brazos fríos la agarraron en un abrazo sentido a la vez que esperado. Al alzar la vista se encontró entonces con Eir y Diadam, como si el destino hubiera querido unirlos una vez más.  Las voces de sus compañeros rompieron los susurros que protagonizaban la escena por parte de los otros asistentes.

¡Eir, Diadam!- la bruja los miró con los ojos llenos de lágrimas. A pesar de lo mucho que odiaba cualquier tipo de contacto físico con otras personas, los dos a los que tenía delante eran algo especial y el momento podía permitir una circunstancia extraordinaria como que ella tolerase un acercamiento. 

Ante la pregunta del varón, la joven negó con la cabeza. Sigo huyendo, no he hecho mucho más en todo este tiempo. Quería empezar a vivir por mi cuenta, pero…- apretó ligeramente los dientes- la soledad no es tan buena compañera como esperaba. Cuando una está sola las sombras parecen más amenazadoras que nunca.  Deja de pensar en dramas, Arachne. Te prometiste ser una mujer dura a partir de comenzar tu camino- sonrió tristemente.  Me alegro mucho de veros, aunque sea en un momento tan duro como este. Esperaba encontraros en otras circunstancias.

Tras decir aquello, la mujer de cabellos negros hizo un barrido para examinar a las personas que asistían al funeral, llamándole la atención la presencia de una joven pelirroja de bellas facciones y más aún que estuviera allí una semiorca en un lugar tan anticuado. Solo esperaba que su presencia no pusiera un broche aún más amargo al entierro. Espero que el profesor te ayudara a ti también- no podía imaginarse sino porque alguien se arriesgaría a estar en Ravengro siendo de otra raza diferente.

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23/09/2018, 01:44
_Patricia IV Serrana Danone y Ambev_

Había sido un viaje terriblemente extenuante, el impulso que le daba su situación que no pocos llamarían desesperada no era suficiente para mitigar la fatiga que significaba recorrer casi mil quinientos kilometros a lomos de un caballo... fueron días muy difíciles, siempre apremiado por el paso de los días, dejando todo lo que una vez tuvo para dormir a la intemperie solo acompañado por tu fiel y recia montura el tiempo que podía permitirse antes de tener que reemprender la marcha si deseaba llegar a tiempo.
Llegó finalmente a Ravengro y apenas tuvo el tiempo suficiente para arreglarse minimamente con una rasurada rápida, buscó el lugar donde se estaba llevando a cabo el entierro y dejó su bello caballo blanco a manos de un peón encargado de los carruajes a la vez que le encargó que colocase su fino bastón de madera de roble en donde las damas y caballeros elegantes estaban dejando pertenencias prescindibles.

Avanzó por el lugar mientras iba acomodándose sus ropas para arreglarse tanto como pudiera, se sentía bastante fuera de lugar con su aspecto de viajero. Parecía que había llegado a tiempo pero no tenía idea de cual sería el procedimiento que se realizaría, si habría alguna ceremonia... lo cual era lo más probable debido a la categoría y fama del profesor.
Fue entonces que vio cerca de él un grupo de concurrentes en aparente pleno reencuentro. Vio que el aspecto que mostraban no era especialmente elegante o aristocrático así que decidió que sería buena opción para intervenir. Inconvenientemente una semiorca más alta que muchos hombres, incluso que el mismo aun con su nada despreciable metro ochenta, y tan musculosa como el mejor de los soldados impedía su paso interponiendo su impresionante espalda.

— Desculpe... senneorita — Dijo, tocando con un dedo el hombro de la verde mujer, en un muy marcado acento extranjero. Esta se giró apenas dirigiendole una mirada por encima del hombro sin decir una palabra y se limitó a hacer un gesto de falta de interés con la mano. Y sin más se retiró de allí. — He... Boeno... — Dijo dirigiendole una última mirada a la mujer antes de volverse hacia los demás — Saludos, me nimbre es Patricia. ¿Poeden dechirme si llegou tardis?

Por su aspecto uno podría decir que era un joven de algo más de veinte años aunque de bien desarrollados rasgos; usaba una chaqueta de cuero encima de una camisa junto con unos pantalones y botas resistentes, hechas para viajar. Por lo demás, se veía bastante poco arreglado como para asistir a una ceremonia, además de que sus ropas se veían algo sucias de tierra; al hombro llevaba colgando un bolso de cuero y su cabello negro se veía como si lo hubiera llevado largo en cola de caballo hasta hacia no mucho siendo que ahora estaba mal cortado como si simplemente él mismo lo hubiera hecho con una daga.

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23/09/2018, 03:25
_Patricia IV Serrana Danone y Ambev_

Gracias a los 900 extra compraré un caballo con todo el equipamiento necesario:

Caballo de Guerra Pesado: 300 po
Alforjas: 4 po (8 libras)
Bocado y Brida: 2 po (1 libra)
Silla de Montar: 10 po (si quedas inconciente al estar encima del caballo tienes 50% de posibilidades de no caerte de la silla).
Barda (De mallas): 400 po (Bono AC: +4, Bonificador maximo a Destreza: +4, Penalizador Armadura: -2, Peso: 50 libras (22 kilos)).

Dinero total restante: 184 po

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23/09/2018, 04:13
_Patricia IV Serrana Danone y Ambev_

Notas de juego

Patricia proviene de otro reino relativamente cercano aunque no limítrofe, por lo tanto creo que lo más correcto es que él no los conozca y viceversa. Pero hay algo muy curioso respecto a su nombre así que puede ser que en algún momento en uno de los viajes del Profesor al extranjero pudo haber nombrado ese nombre debido a que iba a visitar a esa familia y hasta si alguno le preguntó pudo haber mencionado los apellidos de esa familia y que son de Brevoy.

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23/09/2018, 18:44
Director

Llevais unos minutos en un incómodo silencio solo interrimpuso por las pocas palabras que se trasmitian entre los pueblerinos ,cuando podeis escuchar al pruncipio el sonido de cascos y más tarde, en la lejania surgido de las brumas, una gran carroza negra tirada por dos corceles negros y lustrosos, las pocas  conversaciones que quedan son interrumpidas de manera inmediata y se centran en la nueva "novedad" del dia.

En la parte delantera del carro hay una pareja, un hombre de aspecto hosco que es el que parece dirigir a los cabellos y una joven que apenas pasará los treinta años, esbelta y con un traje de luto.

 El hombre ayuda a bajar a la mujer mientras algunos lugareños se dirigen a la parte de atras y comienzan a bajar el féretro, el más anciano de todos se acerca a Kendra y le de un abrazo.

---Siento mucho tú perdida, hija mia, sí necesitas algo de tiempo esperaremos lo que haga falta- dice el hombre con voz ronca debido a la carga de los años.

---Gracias Padre Grimburrow- musita la mujer- pero tengo que ser fuerte y seguro que mi padre no le hubiera gustado que demorase en mis deberes.

El hombre asiente satisfecho por la respuesta y  le pone la mano en el hombro.

---Ya sabes como van los ritos, espera 10 minutos y empieza al procesión, te estaré esperando al final del camino.

Tras un último asentimiento, el anciano se aleja penetrando en el cementerio y perdiendose entra las lápidas, la mujer mira a su alrededor y al veros, veis como una fugaz sonrisa aparece en su rostro marcado por el dolor mientras se acerca a vosotros.

---Hola a todos, creo que no nos hemos llegado a conocer en persona pero mi padre hablaba tanto de todos vosotros que es practicamente como sí os conociera-dice Kendra Lorrimor mirando al grupo, por supuesto, nunca habiais tenido un contacto directo con la hija del profesor, pero este habia hablado lo suficiente de ella para saber su nombre y que no os resultase una desconocida.

Notas de juego

 

 

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24/09/2018, 00:32
_Patricia IV Serrana Danone y Ambev_

La presentación y la pregunta quedaron suspendidos en el aire cuando la elegante carroza que con su negro color también parecía estar de luto. De ella desciende una joven damisela y enseguida unos hombres curtidos se ponen manos a la obra para sacar el ataúd que la carroza cargaba. Aquella escena fue un trago amargo que tomar, ese era el momento en el que cualquiera que aun no lo había hecho ya tomara conciencia de que no estaban en una reunión social cualquiera, sino en un funeral. La mujer entonces dirige su mirada hacia donde estaba Patricia y se dispone a acercarse hacia allí.

— Hola a todos, creo que no nos hemos llegado a conocer en persona pero mi padre hablaba tanto de todos vosotros que es practicamente como sí os conociera — Patricia en ese momento se volteó para mirar de nuevo a aquellas personas a las que se había dirigido con una mirada un tanto sorprendido, no había imaginado que fueran invitados tan importantes, entonces volvió a dirigirse hacia la mujer frente a él.

— ¿Kendra Lorrimor? ¿Le senneorita Kendra? Ohhh... — Patricia entonces se inclinó en una reverencia hacia esta. — Pretos tembién hablou mucho deu-sted. Me Alegre ver que, pesé a les circunstencies, vos se vea ben. Verlé hacé quel viaje desde Brevoy valga la pene.

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24/09/2018, 00:53
_Patricia IV Serrana Danone y Ambev_

Notas de juego

Master... aviso que cometí un error en mi hoja de personaje. Creí que usar el bastón tomando cada extremo con cada mano hacía que golpear con cada extremo sea considerado como que el bastón en arma ligera... pero no es así. Aprovechó que apenas estamos empezando para quitarle la Dote de Sutileza con las Armas (ya que esa es la razón por la que se la había colocado), y en su lugar colocarle Soltura con un Arma (Bastón). Además ya arreglaré datos el bono de ataque con el bastón que por mi confusión le había puesto que era +4 cuando no era así.

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24/09/2018, 23:55
_Lucy "Gorrión" Dayridge_

El sonido del carruaje me saca de mis melancólicos pensamientos y me hace fijarme en la recién llegada. Por la actitud del resto de presentes (y en parte también por los rasgos de la mujer) me resulta fácil intuir de quién se trata. Movida por la curiosidad, no puedo evitar prestar cierta atención a la conversación de Kendra con el sacerdote; al fin y al cabo, nunca está de más tener algo de información sobre tradiciones locales y ritos religiosos.

En cuanto el anciano se aleja, la mujer se vuelve y dedica una sonrisa a algunos de los presentes. Tanto los tres compañeros que se saludaban hace poco como el misterioso y alto extranjero parecen ser el blanco de su mirada, y por un instante sus ojos se cruzan también con los míos.

"Querida Kendra, si me hubieran dado una pieza de cobre cada vez que el profesor hablaba maravillas de ti, ahora viajaría a lomos de un dragón de oro...", respondo sonriendo a mi vez con tristeza. "Siento mucho tu pérdida. Tu padre era un hombre increíble, bondadoso y sabio, y un gran amigo. Es todo un honor estar aquí para su última despedida."

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25/09/2018, 19:13
Diadam Eda “Ojo de Halcón”

A pesar del tiempo que había transcurrrido, me alegraba enormemente comprobar que mis compañeras, mis amigas, estaban bien y, a pesar de no haber encontrado lo que buscaban, se las veía más enteras, más maduras, más fuertes para acarrear las cargas que otrora hicieran que se alejaran de aquí.

Estaba claro que el profesor había conocido a muchas gente durante todos estos años, y que todos ellos le apreciaban y querían. La muestra estaba en aquellas personas tan dispares que se habían reunido, ese tal Patricia, o esa joven trovadora.

Las palabras y celebraciones deberían de esperar, pues llegaba un carruaje y de él bajó la hija del profesor. Palabras sinceras salieron de su boca, y aquellas personas que habían venido las correspondieron. Sin embargo, pocas palabras de consuelo tenía yo, pues sabia lo que era perder a familiares y seres queridos tras los años que llevaba habitando esta tierra.

Así, solo pude dar la mano, una a cada una de mis amigas, y apretarla fuerte, entrecerrando los ojos, combatiendo por las lágrimas que luchaban por salir y que yo retenía con fuerza de voluntad. Con un leve asentimiento de cabeza, saludé a la hija de mi amigo.

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26/09/2018, 15:03
_Arachne "Hija de la noche"

El dolor por la pérdida del profesor menguó momentáneamente al reunirse con sus amigos a los que ahora prestaba más atención que a nadie. La mujer oyó la pregunta de uno de los invitados al funeral y se giró para comprobar que era un hombre el que les hablaba, por lo que arrugó el rostro. –No, no llega tarde- se limitó a responder secamente. Había cosas que nunca cambiaban y su relación con los hombres seguía prácticamente igual a excepción del difundo profesor y de Diadam.

Mientras estaban diciéndose unas palabras, llegó una preciosa mujer a la que pudieron identificar por las palabras que escuchó como la hija del profesor. Oh, ¡es ella! El buen hombre siempre nos hablaba de ella. Se nota que debía quererla mucho, aunque no tuve la oportunidad de conocerla.  Cuando se acercó hasta ellos sintió una mezcla de nervios y malestar: los primeros por presentarse ante alguien tan importante para el profesor y lo segundo porque era el peor momento para conocer a alguien.

El hombre que había preguntado y la preciosa mujer de cabellos rojizos fueron los primeros en saludarla, y ella miró a sus compañeros sin saber bien qué decirle. Cualquiera que la conociera bien sabía que no era demasiado buena con las relaciones sociales, más allá de saber interpretar el papel de una bruja de un circo. Notó que la mano de Diadam se unía a la suya y trató de consolarlo sonriéndole amablemente.

-Es un placer conocerla, señorita Lorrimor- sonrió con tristeza mientras fijaba la vista en el suelo, un lugar tan bueno como cualquier otro para observarlo. Lamento que nos conozcamos en un momento tan triste como este, pero su padre me dijo maravillas de usted cuando me salvó la vida. Estoy en deuda con usted y con su familia- hizo una pequeña reverencia y se quedó en silencio. No había nada que diera peor suerte que estar en deuda y no querer pagarla.

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26/09/2018, 20:49
Kendra Lorrimor

---Gracias por vuestras palabras, me quitan un peso de encima- murmura la mujer mientras os sigue mirando- Veamos, tú debes de ser Patricia por el acento, la verdad es que por el nombre esperaba a una mujer- comenta mirando al joven haciendo una pequeña pausa para corregirla por si se equivoca y luego pasa a la peliroja- Tú eres Lucy, una artista itinerante que va con su laud a todas partes- finalmente se para en el trio de amigos- Y vosotros debeis ser el grupo que ha vivido bastantes aventuras con el profesor, según me contó habia una mujer con ojos de distinto color, Arachne, así que debes ser tú y entonces tú debes de ser Eir y Diadam ¿correcto?- dice mirando respectivamente a cada uno conforme dice vuestros nombres, finalmente sonrie- Bueno, parece que su última voluntad de que nos conocieramos se ha cumplido, espero que Pharasma lo vea con buenos ojos cuando le toque la hora de emitir su veredicto...- la mujer levanta la mirada a la entrada del cementerio- Creo que deberiamos empezar la ceremonia, no creo que venga nadie más...

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27/09/2018, 10:46
_Eir "Cuervo Dorado" Gloomstone Vanitas

Me quede un poco atónita al ver tanta gente cercana al profesor, la mujer de mirada audaz y cabellos de fuego, el caballero de acento extranjero, y por ultimo, la hija de Lorrimor.

-Tu padre hablaba siempre de ti y de lo orgulloso que estaba.- Fueron las palabras que dije, o mejor dicho solté, sintiendo que tenia que decirlo ahora o callarme por siempre, una vez perdiera la voluntad para ello.- Así es, soy Eir, y le juro en nombre del apellido Gloomstone, que me encargare de que Pharasma le de el destino y descanso que se merece.- Era un juramento orgulloso y quizás herético, y no me extrañaría que mas de uno me viera con malos ojos, pero me daba igual, a diferencia de otros que trataban con la muerte y la vida, yo no respondía a Pharasma, al igual que un caballero errante sin rey no responde a ninguna autoridad salvo la justicia y el bien del reino sobre el que sus pies pisan.

Cuando Diadam me cogió la mano, por un momento estuve por retirarla y dar un respingo cual felina espeluznada, pero en cambio mantuve el porte y deje que me la cogiera, dando un suspiro, e incluso posando una mano sobre sobre el dorso de este. Odiaba que me tocaran y tocar otra gente, pero hoy podría hacer una excepción por un buen amigo.

-Vamos, es hora de despedirnos del profesor, esta vez, todos juntos.- Dije, mirando tanto a Diadam como Arachne, viejos amigos que habíamos compartido mas de una experiencia, así como los extraños, fragmentos de la vida del profesor que desconocíamos pero no por ello menos importantes.

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27/09/2018, 12:30
_Patricia IV Serrana Danone y Ambev_

— Es correcto, senneorita. — Confirma sonriendo, aquella particularidad le acarrearía burlas casi que en donde fuera — Desde me besabuelo se ha-nstalado le tradición de nimbrar "Patricia" a les premogénitos y cabezas de famelia. Yo ya sel le cuarté. — Luego Kendra prosiguió reconociendo a cada uno de aquel grupo y él guardó silencio. No había pasado inadvertida aquella reacción de la tal Arachne, se preguntaba si había sido por su aspecto o quizás por ser extranjero o solo por molestarle la interferencia de su parte en la reunión que estaban teniendo. Una vez ella hubo finalizado, la hija de Pretos se dispuso a seguir adelante para dar comienzo a la ceremonia. Una vez comenzaron a dirigirse hacia la entrada del cementerio Patricia se aproximó a su lado y le preguntó — Senneorita Kendra, le carté de le cita no dechía muchos detalles. ¿Poede dechírme si le prefesor murió de naturales causas... o un accidenté? ¿Partié en paz?

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27/09/2018, 23:28
Kendra Lorrimor

- Pues a pesar de su avanzada edad ... la verdad es que hacía gala de buena salud...- se apresuró a decir la joven mientras miraba con cierto tinte de amargura y tristeza. - Todo fue bastante repentino... un... un maldito accidente...- prosiguió apenada - Una mañana fue a Harrowstone. Las historias que se narran de dicho lugar ciertamente le apasionaban... - una tímida sonrisa volvió a asomar en el demacrado y cansado rostro de la muchacha, cuando parecía recordar a su intrépido padre - ... Pero algo debió salir mal. Aquel lugar se encuentra repleto de ruinas y lugares poco seguros. Al parecer cayó desde una de las balconadas y se golpeó la cara contra una de las gárgolas salientes de los muros... la muerte fue en el acto... - explicó Kendra con una cara nuevamente crispada por el dolor.

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28/09/2018, 03:26
_Patricia IV Serrana Danone y Ambev_

— Que terrible. — Dijo él cuando la hija del profesor hubo acabado. Dejó que se instalara un silencio respetuoso antes de decir algo más y entonces, dirigiendo una mirada a la que parecía ser una clérigo de Pharasma, dijo — Entences partié sin ser aún su hora destinada. — Luego, volviendo a dirigir su atención a Kendra, continuó — Pero... no entiendo. ¿Le sabio e prestigioso prefesor viajó solo? ¿Nadié pudó salvarlé? ¿Nadié pudó ayudarlé?

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28/09/2018, 09:15
Kendra Lorrimor

- Pueees... ya sabéis cómo era mi padre- volviendo a dibujar una sincera sonrisa al evocar el recuerdo de su padre. - Clases en la Universidad de Lepidstadt, viajes a Absolom, conferencias en Magnimar... una vida de lo más ajetreada- argumentó la joven, mientras dejó pasar un lacónico impás de tiempo para ordenar sus pensamientos - Aunque debo decir que en estos últimos años en Ravengro, su salud se había visto afectada... Había perdido bastante visión y comenzaba a quejarse como un anciano- sonrió Kendra mientras las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos - Últimamente pasaba el tiempo hojeando multitud de manuales. La gran mayoría de ellos sobre esoterismo. - Enumeraba la chica sin darle mayor importancia, pues desde pequeña sabía que su padre era un enamorado de esos temas, y si en algo era rico Ustalav, era en historias sobrenaturales. - Muchas noches salía a dar una vuelta por los campos de maíz... - su rostro se enturbia debido a la tristeza - Siempre argumentaba que la artrosis no le debaja conciliar el sueño y que necesitaba un paseo... debería haberlo acompañado...- finaliza Kendra sintiéndose culpable del destino de su difunto padre.- Y cuando lo encontraron ya era demasiado tarde...