Partida Rol por web

Rápidamente saco una flecha y la disparo hacia uno Petros, poniendo en esa flecha todas las enseñanzas

La flecha de Diadam imbuida por el poder de la luz, silva y atraviesa el cuerpo del difunto profesor que ruge mientras la flecha parece quemarlo por dentro, furioso por el ataque, se lanza sobre Evoris que es el más cercano y  trata de pegarle un puñetazo  , afortunadamente, el entrenamiento que habia tenido el inquisidor surte efecto y logra esquivar el golpe mientras atraviesa al monstruo con cara de su maestro , este ruge de dolor pero se desploma en el suelo quedando inmovil, ahora solo quedaban dos enemigos...

Qorchi vio caer el cuerpo convertido de del profesor y asintió a Diadam agradeciendo que hubiera acabado con ese horror, pero no perdió el tiempo y descargó ambos puños contra el rostro del esqueleto que tenía delante. Ambos ataques acertaron y se escuchó claramente como el hueso crujía.

El monje pese a su estado "cansado"  logra asentar sendos puñetazos obre el esqueleto enemigo y esta vez no puede resistirlo y los puñetazos del cambiante  destrozan la caja torafica del enemigo haciendo que se desplome  en un montón de huesos , pero este ataque no pasa desapercibido para el otro enemigo que aprovecha la guardia baja para  producir un corte en la piel de Qorchi

Con el cuerpo del Profesor de nuevo en paz, solo quedaba acabar con los otros enemigos; uno, después de que Qorchi lograra acabar con el otro rápidamente. Evoris mantuvo la distancia, empuñó su arma y golpeó; su afilada hoja no era tan útil contra esqueletos como contra seres con carne, pero aún así llevaba suficiente potencia como para astillar y romper huesos a su paso.

El golpe de Evoris rompe la columna vertebral  del esqueleto que queda con facilidad haciendo que al igual que su compañero caiga en un montón de huesos inofensivos dando por acabado el combate y haciendo que reine el silencio durante un segundo en la sala roto solamente por las inclimencias del tiempo, hasta que finalmente podeis escuchar una voz que os hace helar la sangre...una voz que proviene de la boca destrozada del profesor...

---Habeis ganado este asalto....-pese al tono  susurrante y bajo de esta, la voz se cuela por todos los rincones de la sala en una cacofonía espectral-....pero el tiempo corre en vuestra contra....pronto mataremos a la mujer del guardián....y seremos libres.... este es el último aviso.....alejaros de la prisión  y os prometemos una muerte rápida....no podeis detenernos....- la boca deja de menearse y el cuerpo vuelve a quedar quieto, como una marioneta a la que han cortado los hilos haciendo que el silencio se adueñe de nuevo de la sala...

Así que detrás de aquél ataque estaba uno de los espíritus de la prisión. Al final, iban a ser más peligrosos, y estar más libres, de lo que se pensaban en un primer momento.

—Será mejor que acabemos cuanto antes con ellos —sentenció—. No nos quedan muchos días, a juzgar por el poder que están demostrando. De momento, hoy tenemos que parar a quien esté escribiendo con sangre.

Miró el cuerpo destrozado de Lorrimor y su rostro se crispó en una mueca enfadada.

—Esto ha ido demasiado lejos. Ocupémonos de preparar el cuerpo para volver a enterrarlo como corresponde, y después vamos.

El profanar los cuerpos era ilegal y una falta de respecto hacia el fallecido y sus familiares, se adelantó para tapar la puerta con su propio cuerpo y que Kendra no tuviera visión de su padre.

- Me parece bien, pero no deberíamos entretenernos si queremos pillar al que pinta las letras en la estatua de la plaza.

Sacando la flecha del cuerpo sin vida del profesor, otra vez asiento a las palabras de Evoris y Qoorchi si, tenemos que darnos prisa. No sabemos de cuánto tiempo disponemos, pero parece que no demasiado