Partida Rol por web

No, no tiene la pared rota, son adornos; tampoco hay tokkens porque el mapa es orientativo que otra cosa para que sepáis por dónde vais

Arachne miró de reojo en alguna ocasión a Diadam, como si sus labios estuvieran dispuestos a decir algo aunque en ningún momento llegó a comunicárselo. Su compañero preparó su flecha y Arachne no sacó ningún arma por miedo a que sus emociones la controlasen y disparase accidentalmente a un compañero.

La bruja se detuvo junto a los demás cuando Diadam y Eir se pararon a concentrarse para ver qué podían detectar, encontrando una única puerta que parecía desprender cierta maldad. El comentario de Eir la hizo reír, pero como estaba molesta giró la cabeza con indiferencia y se mordió el labio inferior.  Cuando Evoris dijo que se adelantaría, Arachne se quedó expectante.

-Cuidado, no vaya a pasarte algo malo. No quiero que Eir llore tu muerte- por el tono de su voz, parecía hablar con más ironía que con una preocupación real.  Pero con ella nunca se sabía. 

Si,pero las de la entrada que también son dobles, cuando despertadores habían dos puertas dobles y cogiste una que eran las que daban al exterior

Mientras Diadam y Eir utilizaban sus habilidades para detectar presencias Qorchi se volvió y se quedó mirando unas cadenas terminadas en grilletes que estaban clavadas en la pared a la derecha de la entrada por la que acaban de pasar.

- No sé cuánto tiempo me han retenido y torturado, al menos el profesor Lorrimor se evitó ese sufrimiento.

 El hombre estaba muerto, por lo que no parecía un gran consuelo. Sin embargo, el monje sintió un escalofrío al recordar las visitas de los fantasmas y espíritus que le habían estado acosando lo que parecieron semanas.

Todos observais como Evoris entra en la habitación dispuesto a enfrentarse a lo que sea que haya en la puerta.......pero esta no muestra signos de vida, la puerta sigue siendo tan  inofensiva como cualquier puerta.... 

Por un instante parece que solo ha sido una falsa alarma y suspirais aliviados, quizas simplemente sean restos de la antigua presencia de los prisioneros....

....solo que quizas....

¡BAAAM!

De pronto,todos  podeis ver como la puerta se cierra de golpe con un portazo, sí alguno estaba en  emdio la puerta os echa para atras del aprovechando la sorpresa, cuando esta se cierra podeis escuchar una risa gutural mientras escuchais el chasquido del cerrojo al cerrarse la puerta...

Tus pasos se acercan a la puerta malvada, pero esta permanece inmutable, incluso aprovechas para clavarle la punta del arma  pero nada, quizas solo sea un vestijio de la antigua maldad del lugar....

¡¡¡¡BAAAM!!!!

El sonido de un portazo casi te hace saltar el corazón del pecho y al girarte puedes ver como la puerta de entrada se a cerrado de un golpe, en ese instante oyes un chasquido y una risa gutural proveniente de todas partes de la sala, esta parece perder el la luz por un instantes mientras comienzas a escuchar gemidos y alardidos a tu espalda.

Al girarte, puedes ver como la puerta a cobrado vida y centenares de rostros y manos han aparecido en ella, casi como sí estos estuvieran atrapados en su interior y quisieran salir, tambiene scuchas centenares de susurros pero no entiendes muy bien lo que dicen

Qorchi es empujado hacia atrás de su posición de escucha cuando Evoris es encerrado: Maldición, esto no es bueno - duda unos momentos antes de forzar la puerta; ocultar su secreto le ha hecho combatir por debajo de sus posibilidades contra la guadaña y no va a permitir que Evoris sea dañado por seguir ocultándolo - No, os asustéis - y con esto su cuerpo empieza a cambiar, gana musculatura, le crece el pelo por todos lados, su cara se alarga y su nariz crece como una pequeña trompa, sus colmillos inferiores aumenta su tamaño hacia arriba y hacia atrás, como los de un mamut.

Maldita sea. Durante un fugaz instante, tras el sobresalto inicial, creí haber caído en la trampa de algún enemigo. Me puse en guardia esperando ver aparecer a alguien —o algo—, al que hacer frente; sin embargo, no ocurrió nada. O al menos, no eso. El sonido de gemidos captó en seguida mi atención, girando rápidamente sobre mis talones para ubicar la fuente de los susurros. Dadas las circunstancias, no fue difícil darme cuenta de que la puerta era la culpable de aquél lamento. ¿Y ahora qué?

Si lo que hacía falta era exorcizar aquél lugar, no era ni de lejos el indicado para ello. Había aprendido cosas, pero difícilmente unas que me sirvieran en semejante empresa, eso sin contar con que no tenía herramienta alguna para tal menester. Por si acaso, comencé a pensar en todo lo aprendido, a ver si algo podía serme de ayuda.

Arachne escuchó las palabras de la última incorporación y asintió ligeramente, alegrándose de que quien consideraba su padre no hubiera sufrido en exceso, aunque ella no había estado ahí para saber qué ocurrió en realidad.

Al ver avanzar a Evoris, la bruja se quedó quieta esperando a que nada ocurriese. No obstante, cuando cruzó, el hombre quedó encerrado y alejado del resto. Oh, vaya-dijo sin ningún tipo de preocupación en su voz.

Lo que sí llamó su atención fue el aspecto que comenzó a adquirir Qorchi, mutando su cuerpo y volviéndose mucho más desagradable a la vista. La hija de la noche enarcó la ceja ligeramente en un gesto entre la sorpresa y el asco, y se quedó esperando a que tirase la puerta. Ella ni tenía poder ni ganas de hacer nada en ese momento.

-Desde luego el profesor tenía preferencia por los seres…extraordinarios- comentó mientras se acariciaba los dedos, que parecieron volverse garras por un instante antes de volver a la normalidad.

Haciendo memoria de tus clases recuerdas que existen distintos métodos para exorcitar, siempre es depende de la naturaleza de la criatura/lugar, generalmente algunas apariciones ( como la que parece que tienes delante) con agua bendita se puede solucionar facilmente, aunque tambien se puede acabar a la fuerza bruta, otras son más a la vieja usanza puesto que el agua bendita no les afecta; por último esta el exorcismo de un lugar...eso es quizas de los más complicados de todos los exorcismos puesto que cuando un lugar está encantado suele ser por algo que a ocurrido y para poder realizar el exorcismo hay que encontrar la raiz del problema y solucionarlo, puede ser cualquier cosa, desde asuntos pendientes hasta justicia por algo del pasado, cuando es extremadamente poderoso puede ramificarse en centenares de apariciones que actuan como "manos" del problema principal.

Al ver que puerta se cerraba de repente, dividiendo al grupo y dejando a Évoris solo, a merced de lo que sea que hubiera al otro lado.

Mierdaaaaaa. La puta puertaaaaaaa digo estirando la mano hacia la puerta, justo en el mismo momento en que Qoorchi se agachaba levemente y su cuerpo comenzaba a transformarse, volviéndose en........¿una bestia? 

Sin mucho tiempo a pensar, veo como embiste a la puerta, iniciando yo también un carrera para ayudarle. BOOooom mi hombro casi se hace añicos al chocar contra la puerta, poniendo una cara de dolor

Extraordinarios, y únicos digo guiñándola un ojo mientras me alejaba de la puerta por si hubiera que volver a embestir, aunque esperaba que no fuera necesario.

El amplio espectro de posibilidades me dejaba una sola: la fuerza bruta. No solía llevar agua bendita encima —algo que iba a tener que solucionar cuanto antes viendo el panorama—, así que mi única opción era tirar esas puertas abajo; con suerte, eso desbloquearía el resto y me liberaría.

Guardé el fauchard, que no me iba a servir demasiado en esa situación, y saqué la maza de armas, así como el escudo, por si acaso. Avancé hacia la puerta hechizada, y empecé a golpearla.

Los golpes de Qorchi   arranca la puerta de sus bisagras permitiendo ver el interior, allí podeis ver como Evoris se encuentra frente a la puerta de la cara norte, esta ya no presenta el aspecto de una puerta normal y corriente,sino que toda su superficie se a convertido en un mar de rostros que parece que tratan de salir de ella.

Evoris por su parte permanece impasible ante aquella situación y con un golpe rompe la puerta, todos podeis  escuchar claramente el aullido de dolor  antes de escuchar el chasquido de apertura de las puertas volviendo a quedar en clama, aunque los aullidos todavia resuenan en vuestros oidos...

Tras derribar la puerta, maza y escudo en mano, suspiré. No tuve que darme la vuelta para saber quienes estaba detrás.

—Vamos a tener que aprovisionarnos de agua bendita —dije girándome de todas formas hacia mis compañeros—. Algo me dice que ésta no va a ser la única posesión que nos encontremos.

Sin duda, los espíritus de los difuntos durante el incendio —puede que incluso de años anteriores, muertos en el manicomio— seguían allí, acechantes, sin descanso, impregnando con su tormento las habitaciones de aquellas ruinas. Algunos no habrían sido lo suficientemente fuertes como para materializarse, como los que debían haber acabado atrapados en la puerta, pero encotnrarían otros que si, almas que no hubieran pasado el umbral y vagaran por allí de manera más peligrosa.

Solo mi entrenamiento, así como mi propia condición —con lo que era, no me sorprendía fácilmente—, evitaron que temblara solo de pensarlo; en su lugar, estaba dispuesto a continuar.

—Aun así, creo que podemos seguir un poco más.