Partida Rol por web

A pesar de que la araña había bajado su guardia en su precipitada huída, Malickud sabía que su ataque nada podía hacer por dañarla, así que ni siquiera se molestó en hacerlo.

No obstante, haciendo caso de las palabras del guardián corrió tras ella para seguir apoyando los ataques de Gerald que parecía ser el único capaz de acabar con ella.

Thognar aún con dificultad por los restos de telaraña que tenía pegados por todo su cuerpo consiguió avanzar hasta la puerta.

- ¡Aguanta un poco amigo! ¡Ya vamos!

El hombre habia estado reteniendo a la araña. El flanqueo y la velocidad con la que Gerald y Malickud se movieron fueron suficientes para darle caza. En un rapido movimiento ascendente, la espada del clérigo rajó el abdomen de la araña que finalmente acabó muerta en el suelo.

Izhan seguia quieto, consciente de que cualquier esfuerzo gastaria las pocas fuerzas que le quedaban. Thognar seguia luchando con las telarañas y se movia realmente lento. Y Sirenia miraba la daga con cierto gesto de frustración.

Al menos ahora podrian reagruparse y coger fuerzas antes de seguir la persecución de las criaturas malignas que tenian delante.

Gerald no podía creer su suerte. Habia funcionado su estrategia y sus compañeros seguían vivos gracias a ello. El clérigo estaba feliz, tanto que no pudo mas que caer al suelo y comenzar a reir agradeciendo su victoria a su dios. Una vez se recompuso uso una curación mínima en el hechicero para que este pudiera moverse, y fue a preguntar al guardían de la cascada si tenia algo para aliviar las heridas del combate. Gerald iba a necesitar cada conjuro restante si a lo que se habian enfrentado no era mas que el perro del jardin de la casa en la que se estaban metiendo, y no queria desperdiciarlos si podía obtener curación de otra fuente.

- Te agradezco tu ayuda guardian, y siento tener que pedir mas. Pero no ha sido un combate facil, y estamos muy heridos. ¿Podrías curarnos tu por favor? Quiero reservar mis capacidades para continuar explorando esto.
 

-Tengo que buscar un arma mejor que esta.-Digo mirando la daga.-Está claro que no sirve demasiado contra esta clase de engendros... 

Con un poco de suerte le quitará algo de hierro a la situación. Casi morimos por la maldita araña. ¿Como se las habrán apañado para dejarla de lado y que no les ataque?

- ¡Grrrrr! Asquerrrosa crrriaturrra. No puedo moverrrme con esto pegado al cuerrrpo.

Thognar se apoyó su hacha en el suelo y se sentó sobre una roca a intentar despegarse las telarañas del cuerpo mientras el clérigo hablaba con el guardián.

- Esperrro que nuestrrro amigo tenga algo parrra nosotrrros, no me gusta nada lo que puede haber ahi abajo.

El hombre asintió afirmativamente. Esperó a que pasaran un par de minutos mientras se pasaba el efecto del veneno y las telarañas se volvian menos pegajosas, de tal modo que Izhan y Thognar ya se pudieran mover con normalidad, y entonces efectuó un par de sanaciones a Izhan, el más herido del grupo.

- Ahora mismo es todo de lo que dispongo. No tengo más poder mágico hasta que no me sea de nuevo otorgado por Obad-Hai. Lo siento.

Gerald había conseguido finalmente imponerse a la bestia con sudor y sangre, nunca mejor dicho, y desgraciadamente el gnomo se sentía que no había podido ayudar lo suficiente, aunque no fuera del todo cierto.

Aquél breve momento de descanso junto al guardián le sirvió para tratar de inspeccionar el lugar con detenimiento ya que él no había resultado herido. Así pues, aunque era normal tarea de Izhan, lanzó un conjuro de detectar magia y no dejó zona sin mirar. Si aquella araña se alimentaba de los incautos que pasaban por allí, quizá alguno hubiera dejado caer algo de utilidad.

El grupo, liderado ahora por el gnomo bardo, comenzó la exploración de la zona donde estaban las telarañas, limpiandolas con cuidado mientras trataban de encontrar algo mágico. No obstante, no parecieron encontrar nada que irradiara magia por ningún lado, al menos no algo que llamara la atención.

No quedaba otra que inspeccionar con detalle la sala, si el grupo al que habían perseguido habían pasado por allí, su huella tenía que notarse, o al menos eso esperaba el gnomo.

Parecía que aquellas escaleras eran la única salida de la zona, pero decidió comprobar que así fuera, en un sitio como aquél no parecía extraño de suponer que hubiera puertas ocultas en cualquier lugar, y ahora que disponían y necesitaban un poquito de tiempo para descansar era un buen momento para hacer tal comprobación.

Al ver al bardo buscando puertas secretas, decido ayudarle. No se me ocurre mucho más que hacer, con lo que ayudarle será la forma de no perder el tiempo.

Tras buscar un rato, se dieron cuenta de que no encontrarian nada en aquella sala. Lo único que llamaba la atención además de los sarcófagos, era la estatua que habia en medio de la habitación y las escaleras que subian a la balconada superior.

Mientras sus compañeros investigaban la sala Thognar se mantenía ausente en su labor de retirarse los restos que aún le quedaban de aquellas molestas telarañas.

Al terminar la sensación de libertad le invadió por completo, agarró su gran hacha, dedicándole una mirada de complicidad, y la cargó sobre su hombro. A continuación sacó un pequeño recipiente, de uno de los bolsillos de su mochila, y lo abrió para beber.

- ¡Arrrgh! ¡Malditos estafadorrres! ¡Lo han mezclado con agua! -dijo nada más terminar de beber el contenido de la ampolla-. Cuando volvamos a Kingsholm pienso hacerrr una visita a esos ladrrrones -añadió mientras lanzaba el recipiente contra la estatua haciéndolo estallar en mil pedazos-.

Thognar se acercó entonces para observar aquella imagen de piedra que había pasado desapercibida antes para él.

En vista de la curación que habia podido otorgar el señor de la cascada, Gerald se dispuso a tratar sus heridas, que parecían las mas graves del grupo. Invoco el poder de su dios y parte de sus cortes y laceraciones comenzaron a cerrarse... y por suerte para él, el poder de caballero rojo no estaba aguado. Una vez hecho esto, se dirigió a la estatua a ver si era capaz de reconocer de que o quien se trataba la representación.

- Malickud, tu que pasas mas tiempo dedicandote a los conocimientos... ¿sabrías decirnos quien o que es esto?

La estatua estaba completamente cubierta de telarañas, lo cual impedia que se distinguiera bien lo que habia debajo. Tras retirarlas con relativa facilidad, os disteis cuenta de que era la estatua de un rey sentado en un trono.

Te das cuenta de que las manos y los pies de la estatua están encadenados al trono.

No tienes ni idea de quien puede ser. Y lo que representa es a un rey encadenado al trono, no es que sean metalicas, son de piedra tb.