Partida Rol por web

-Si me dais un par de minutos creo que puedoir delante y buscar trampas y esas cosas por la ruta que sigamos.-Digo señalando alrededor con un movimiento de mano.-Supongo que no queremos sorpresas, ¿No?

Izhan estaba callado. No quería hablar. Miraba alrededor de una forma extraña.

La verdad es que más de una vez había estado inconsciente. Le habían pegado padres, novios, hermanos, y algún borracho en un bar. Y la verdad es que su consitución nunca había sido nada del otro mundo para resistir semejantes tratos.

Pero era la primera vez que había estado tan cerca de la muerte.

Lo había sentido. Había vibrado en su interior la certeza de que no volvería a introducir la cabeza entre los muslos de una mujer, y eso casi le hacía perder la razón.

Sin embargo, una parte de él le incitaba a seguir, a continuar esa aventura infernal que le daría fama, reconocimiento, y camas calientes.

Sería más fácil si la única mujer que hay en el grupo no fuese una jodida amante de las ratas...

Miró al enano, y trató de quitarse también el resto de las telarañas que cubrían sus ropajes de seda.

Tendré que comprarme unas nuevas cuando volvamos... Que fastidio, ni que fuesen tan baratas como los andrajos que llevan estos tipejos...

En fin. Agitó la cabeza a los lados y trató de quitarse los malos pensamientos de la cabeza. Agradeció al "Guardián de vete tú a saber qué" que le hubiese curado y miró sin atención la estatua que todos los demás miraban.

No le interesaba lo más mínimo y por tanto sencillamente pasó la mirada por encima, sin tratar de descubrir de quién se trataba.

- ¿Se va a poner a interpretar una obra para todos o qué? Podríamos continuar hacia la oscuridad de esta infecta cripta, ¿qué os parece?

La verdad es que necesitaba un descanso y lo necesitaba ya. Pero con un bardo delante se negaba a ser él el primero en decirlo.

- Antes de continuar, me sigue intrigando esta estatua. Es mejor conocer la zona antes de seguir, y si se alza una estatua en un sitio es porke este sitio tiene algo que ver con esa estatua... vamos, normalmente. Malickud, ¿sabes algo de este rey encadenado a su trono?

Tras las palabras de Gerald Malickud examinó el trono y al rey con ojo crítico tratando de recordar alguna historia sobre aquello. Se quedó pensativo un momento y luego le respondió*

Tras dar respuesta a la pregunta del sacerdote y sin que aparentemente hubiera nada más que hacer allí, siguió a Sirenia, aunque a cierta distancia, dejandola que se encargara que inspeccionar que no hubiera trampas en el camino.

Thognar se había quedado embelesado con el trabajo de la piedra cuando vio como sus compañeros avanzaban.

- ¿Nadie piensa echarrr un vistazo a las tumbas antes de continuarrr? ¡Adelante entonces compañerrros! -dijo mientras avanzaba detrás del bardo.

-No soy muy de saquear tumbas...-Digo sonriendo.-Aunque si queréis se puede hacer una excepción. 

No recuerdas ninguna historia sobre ningun rey encadenado. Nada relevante.

*- Son varias las historias que conozco sobre las desventuras de determinados reyes que acabaron en cadenas, e incluso hay escudos heráldicos de paises lejanos e incluso de otros planos que recogen este hecho, reyes encadenados a sus tronos, pero me temo que nada sé de este Gerald. -

Gerald se lamento al oir eso del Bardo. El valor tactico de conocer el terreno o a tu enemigo es inigualable en la batalla, pero tampoco podían pararse ahora. Y menos despues de todo lo que habian vivido.

- Una lastima... conocer el terreno y a sus habitantes siempre es una gran ventaja. En fin, avancemos por este sitio de locura. Por lo menos todos estamos bien.

Al subir las escaleras, después de haber descansado y mirado con un poco más de atención el piso inferior pudieron ver el piso superior. Una cobertura de redes y telarañas, fuertes y gruesas, parecidas a cordones sedosos plateados, tapaban toda la balconada. Al mirar con algo más de calma pudieron ver que algunos eran frescos como los que habian tenido atados al enano y al hechicero un rato antes. 

Alguien habia cortado un agujero en el velo pringoso en la parte alta de las escaleras. El polvo en el aire que surgía bajo la densa capa era sofocante, podria decirse que bastante insoportable. Podiais notar las particulas que flotaban en el ambiente con facilidad. En la parte sureste de la estancia  habia un bulto del tamaño de un hombre, seguramente una víctima de la araña que os habia atacado en el piso inferior. Cerca del mismo, bajo la capa de telarañas, restos de equipamiento descartado. Justo al lado del cuerpo, una puerta permitia el acceso hacia el este. La puerta parecia abierta pero cubierta con telarañas, que impedian su paso con libertad.

Malickud siguió a los demás con cuidado de no quedar enganchado en ninguna de aquellas telarañas frescas. La única buena noticia es que parecía que por allí había pasado alguien, posiblemente el grupo al que perseguían, lo cuál ya era algo.

Todavía seguía con el conjuro de detectar magia activo, así que barrió la sala en busca de algún objeto mágico que se pudiera encontrar en la sala.

Viendo que Malickud estaba mirando los objetos, Gerald se dispuso a abrir el capullo con el hombre dentro. Primero lo miro minuciosamente, pues temia que otro enjambre pudiera estar dentro. Una vez se cercioro de que era seguro rajo el capullo con la espada para observar el cadaver y obtener alguna pista sobre sus enemigos.

- ¿Encuentras algo util Malickud?

Si que parecía haber magia, pero para acceder a los objetos tendrian que quemar o quitar de algun modo las telarañas. Si perdian mucho tiempo podian arriesgarse a que los enemigos a los que perseguian se les escaparan del todo.

Al mismo tiempo, Gerald rajó el capullo para encontrare dentro con un osgo, el cual parecía llevar una armadura de un metal no demasiado corriente, aunque aun no sabría decir cual era, puesto que no alcanzaba a verlo bien.

Gerald no se quería complicar demasiado, y a pesar de tener prisa, perder 5 o 10 minutos cambiandose no iba a retrasarlos demasiado, pero podía marcar la diferencia en el combate.

- No nos entretengamos demasiado, coged lo que veais que podemos usar, el resto lo metemos en las mochilas y ya lo examinaremos mas detenidamente. Maximo 10 minutos por favor. Malickud, indicame donde hay objetos para llegar hasta ellos rajando las telarañas con la espada. Si usamos fuego podríamos estropearlos y perderiamos el tiempo para nada.

El gnomo fue indicando a Gerald los objetos mágicos que iba detectando. Él no era tan necio como para usar inguno de ellos sin haberlo estudiado previamente, pero incorporarlo a su inventario era algo que sí que podían hacer, aparte de que aquella acción apenas si les llevaría unos minutos.

Por otro lado con todo el tiempo que llevaban allí dentro, no parecía que el detenerse a aquello fuera a cambiar las cosas, y menos ahora que habían encontrado por primera vez un rastro que seguir.

-Yo vigilo, daos prisa.-Digo mirando alrededor por si aparecen más cosas.-Si veis virotes de ballesta cogedlos, por favor.

Thognar se acercó al cadaver envuelto en telarañas, aunque aún el recuerdo de aquellos pegajosos hilos eran muy recientes para él, la posibilidad de encontrar algún objeto de valor le empujó hacia el osgo. Sin embargo, no era capaz de distinguir aquel metal con claridad.

- Estoy de acuerrrdo amigo, cojamos todo lo que sea útil y continuemos, este sitio no me gusta.

Tardais unos 5-8 minutos en cortar las cuerdas. Pero finalmente, y dejando aparte las del lado de las escaleras que parecían mas frescas aun, conseguis encontrar varias cosas tiradas por el suelo o en esqueletos ya devorados por la araña.

Guardados los objetos interesantes, Malickud urgió a sus compañeros a ponerse en marcha y seguir con su camino. Si querían encontrar al grupo que les precedía y resolver el misterio de las desapariciones todavía les quedaba mucho que investigar o al menos así lo creía el gnomo. 

La puerta entreabierta y medio bloqueada por telarañas parecía ser su único camino, así que con cuidado se encaminó hacia allí rompiendo a su paso las telas de araña para evitar verse atrapado.