Partida Rol por web

Thognar no pudo evitar verse seducido por aquellas piedras de las profundidades de la montaña. El brillo del diamante refulgía ante sus ojos mientras el enano lo levantaba para observarlo.

- ¿Cuántos barrriles cerrrveza crrreéis que nos darrrán porrr esta piedrrra? Mmmmm... Guardemos estas cosas y continuemos -dijo mientras enganchaba las hachas arrojadizas en su equipo-. ¿Qué dirrrías que hace esto pequeño amigo? -refiriéndose esta vez al casco que tenía en su mano-.

El guerrero avanzó después hacia la puerta para ayudar con su hacha a limpiar el paso de las telarañas y poder continuar sin problema.

El enano abrió la puerta, y entró al interior. Instantáneamente, la habitación cuadrada a la que accedió se iluminó. Tuvo tiempo para discernir una serpenteante escalera que descendía en la parte sureste de la estancia, antes de que las paredes comenzaran a pintarse a si mismas con ricas imágenes. Una pintura mágica representaba un soleado dia de primavera en una alta y verde colina, haciendole parecer como si el sol naciente alcanzara no sólo la ladera de la colina sino también el interior de la estancia. Podiais, además, oler el intenso aroma de la floración de los manzanos y el despertar de las flores. Gente, vestida con finos ropajes permanecian alrededor de la colina, y sentiais como si estuvierais alli con ellos. En el centro de la escena habia un alto hombre, de pelo moreno, vestido con una armadura de placas brillante, arrodillado frente a un hombre rubio y una mujer pelirroja, cada uno de los cuales portaba una dorada corona. La imagen comenzó a desvanecerse y la luz a disminuir, aunque no llegó a apagarse.

Al gnomo no le dio buena espina que las luces se encendieran de manera automática a su entrada y dio un respingo cuando aquello sucedió. No obstante, enseguida le sedujeron las imágenes de las paredes y la situación que representaban. 

Puso un especial interés en observar a los personajes que en ella aparecían tratando de recordar si había escuchado en alguna ocasión algún relato al respecto que le permitiera identificar la escena.*

- Sigamos, ya nos hemos entretenido bastante. - apuntó.

Gerald vio la escena y no pudo mas que preguntarse si le sonaba de algo. ¿Quienes eran esas personas en el cuadro? ¿Y por que se desvanecían?

- Cuidado compañeros, evidentemente hemos activado algo al entrar aqui. Estad alerta.

Entiendes que el rey que aparece en las imágenes deberia de ser el mismo que habia atado (o no) al trono. Esta sala estaba queriendo decir algo, quizás contara la historia, pero... ¿por qué se habia apagado? Lo unico que habias sacado en claro es que habia un rey, una reina y alguien que le estaba mostrando pleitesía. ¿Sería alguien de confianza del rey? ¿Una especie de caballero?

- No es por nada compañeros, pero yo recomendaría rendir pleitesía e inclinarnos, quizá no valga de nada y podamos parecer estúpido, pero es lo que me pide el cuerpo. - dijó a la vez que hacía una reverencia y se inclinaba como lo hiciera el caballero de la pared ante la imagen del rey.

Thognar quedó prendado por la belleza de la escena, era tan real... Sólo la voz del gnomo le sacó de su sorpresa. Entonces entendió que las palabras del bardo podrían ser de ayuda para alcanzar la escalera en el suereste. Aún así no vendería fácil su orgullo.

- Nunca vi nada tan rrreal nacerrr de la piedrrra. Pero... ¡Thognarrr no rrrinde pleitesía a falsos rrreyes!

En ese momento el enano se agachó para comprobar el suelo de piedra de la estancia en busca de algún tipo de trampa, aunque no parecía encontrar nada.

- Segurrro que hay algo porrr aqui que...

-No perdemos nada por intentarlo.-Digo inclinándome.-Una idea, ¿Puede ser que el tipo de la armadura sea el guardián que hemos visto antes?

Miro a los demás a la espera de respuesta, pero como en mi cabeza tiene sentido supongo que es posible que en la de los demás también.

A pesar de la idea del gnomo, que podia haber sido buena. Nada pasó en la estancia, continuó igual que estaba antes. Quizás averiguarian algo más adelante. O quizás se les escapaba algo.

Thognar continuaba revisando el suelo de la habitación mientras avanzaba hacia la escalera con cuidado de no activar ninguna trampa, ya que toda aquella situación no dejaba de resultarle especialmente extraña.

- Prrrefierrro combatirrr contrrra un ejerrrcito que encontrrrarrrme esta extrrraña magia.

Tras ver que la reverencía no daba resultado alguno Gerald penso en la magia de la estancia. Quiza si averiguaban algo mas de ella... asique se dispuso a comentarlo con sus compañeros.

- Yo tengo un conjuro que me permite observar auras magicas. Es posible que eso nos revele algo de la situación en la que estamos. Aunque tampoco soy un especialista en estos temas, mis estudios no suelen ir dirigidos a este tipo de materias. ¿Quereís que lo intente? O... Igual el hechicero o el bardo podrían hacerlo tambien con mejor resultado...

- Por mi puedes procede Gerald, yo echaré también un vistazo, parece tener cierto toque ilusorio que quiá me sea familiar si lo estudio con un poco más de calma. -

Toda la sala emana magia, pero no eres capaz de distinguir que tipo de escuela es.

Aquello superaba con mucho las habilidades del gnomo. que resopló impotente. - En fin, sigamos, sea lo que sea que hay aquí escapa a mi compresión. - 

- Quizá escriba una historia sobre las cosas que nos superan ahora que Sirenia no se va a convertir en rata. - dijo más para sí a la vez que se ponía a andar.

-Muy gracioso.-Respondo avanzando.-Entonces creo que va siendo hora de que nos movamos. Con suerte habrá otro licántropo delante que no lleve el mal corriendo por sus venas.-Una sonrisa acompaña a estas palabras haciendo ver que es una broma.

-¿Creéis que deberíamos saludar o llamar algún nombre?-Pregunto.-Venimos con buena intención, pero no sé si será suficiente. Si algo o alguien muestra esta historia es porque probablemente quiera decirnos algo. ¿Y si volvemos atrás y buscamos al guardián? Estamos a un paso y el quizás nos diga algo.

El grupo, después de darle vueltas, decidió avanzar por las escaleras y entraron en una nueva estancia. Al noreste y al suroeste habia resplandecientes puertas de piedra, cada una gravada con una sonriente e intensa calavera. En la esquina sureste, una nueva y ancha escalera descendía. Pero la habitación pronto se llenó con la imagen de las colinas que habiais visto anteriormente, ahora cubiertas de una hierba marronácea, y llamaradas ascendiendo hacia los cielos atrás en la distancia. El hombre de pelo moreno que portaba la armadura brillante portaba ahora dos espadas curvas, luchando contra vociferantes goblinoides y lobos aulladores. A su lado, luchaba el rey rubio que portaba una espada de color negruzca. La luz emanaba de la hoja y del casco-corona del rey.

La mujer pelirroja se mantenia firme entre ambos dos, su cayado disparaba numerosos haces de luz que impactaban contra sus enemigs. Vuestro pelo se levantaba ligeramente y vuestro vello se erizaba ligramente como si realmente hubiera electricidad en el aire. A medida que la imagen va desapareciendo, tomais nota de que las puertas y las escaleras medio iluminan magicamente la habitacion.

- ¡Aarrrgh! Esto cada vez me gusta menos. ¿Qué significan estas visiones?

Cuando todo volvió a la normalidad, Thognar, sin moverse de su sitio, no pudo apartar la vista de aquellas resplandecientes puertas de piedra. ¿Qué significaban aquellas extrañas calaveras?

Gerald, despreocupado, se puso a pensar acerca de lo que estaba presenciando.

- Pues a mi cada vez me gusta mas. Nos estan contando la historia de una batalla, a pesar de que no entendamos el porque. Algo tendra que ver con el sitio en el que estamos, asique cuanto mas sepamos de la historia mejor.

- Sigamos pues- dijo el gnomo tras quedarse con la historia que narraba. Quizá cuando la visualizara por completo sería capaz de reproducirla.