Partida Rol por web

Las Brumas

Prólogo privado Riley

Cargando editor
11/03/2016, 11:32
'Dungeon Master'

La Tierra: 2341. Aunque hace tiempo que los años se miden según las temporadas de Tormentas y las Tranquilas. Por supuesto cuando se habla de Tormentas, se refiere a tormentas de arena, de ésas que hacen casi imposible respirar, y que te pueden reunir con la muerte, cubierto de arena donde nadie te podrá encontrar.

Siglos han pasado desde que los Antiguos, que crearon una civilización que se dice que se extendía por todo el globo, lo mandaron todo a la mierda. A día de hoy los motivos se han olvidado, pero todas las versiones parecen coincidir en que se desplegó un poder destructivo que jamás se había visto. 

De vez en cuando se descubren viejos papeles o imágenes del pasado, donde se ven lugares llenos de verdor, gente saludable y feliz, y haciendo cosas que no se conoce. También esas imágenes muestran las inmensas extensiones de agua que imaginaban los Antiguos, incluso agua que caía del cielo con una cortina, de mano de colosales nubes nunca vistas en estos días, y vehículos que circulaban por el agua, enormes casas de muchos, muchos metros de altura, comida en abundancia...

Normalmente acaban en la chatarra, como todo lo demás. Tantas generaciones han pasado desde entonces, que esas imágenes son sin duda obras de fantasía, y el Pasado es motivo de muchas deliberaciones.

En el yermo y desierto mundo de hoy, existen personas, como tú, que tienen ciertos poderes que les hacen ser diferentes. Lo diferente es temido, y lo temido es odiado, de manera que esa gente se suele refugiar, si es capaz de llegar, en "Refugio USS Iowa", una extraña pero resistente estructura en la que los mutantes conviven, y que guarda un gran tesoro bajo él... un pozo de agua. 

Sacada directamente no es buena para beber, pero se puede destilar para obtener agua potable.

Es un buen lugar al que llamar hogar, desde que en tu antiguo refugio de humanos dejaste de ser aceptado, es de todos modos el único al que ir. Allí viven una docena de personas a las que puedes llamar Familia, pues todos tienen pasados parecidos, y la mayoría, poderes mentales.
El grupo es pacífico y prefiere no meterse en problemas. Es completamente necesario comerciar con señores de la guerra cercanos, a pesar de todo. Por fortuna, el miedo a lo desconocido los suele mantener alejados, pero siempre habéis tenido el miedo de que algún día uno de ellos se aventure al Refugio Iowa. No podríais contenerlos, y no tenéis a donde ir si os expulsan.

El refugio es gobernado por un consejo de tres personas elegidas entre todos por votación. No es perfecto, pero suele funcionar, ya que los compañeros que toman esa responsabilidad suelen escuchar a su gente antes de tomar una decisión de gran trascendencia.

Hay tres grandes clanes en los alrededores con los que el grupo negocia con regularidad.

Los Rockhome viven en una zona rocosa, algo menos árida hacia el Oeste. En sus parajes abundan restos de edificios, son fácilmente defendibles y suelen intercambiar caza y madera (Muy valiosa) por agua. Son los que menos reparos tienen hacia los mutantes. Son los más cercanos, a apenas tres horas de camino.

Los Highsand viven en el desierto, pero se las apañan con el ganado. Necesitan agua, pero no mucha. Sobretodo gastan útiles que en su territorio cuestan encontrar, e intercambian quesos y carne, que son prácticamente un lujo, al alcance de los Iowa una vez al mes, o cada dos.

Los Torstein fueron un gran clan de saqueadores que campaban a sus anchas de región en región, hasta que encontraron los restos de una ciudad donde asentarse y lamerse las heridas tras una dura batalla contra una coalición entre los Rockhome, los Highsand y los Lux (hoy desaparecidos). Hace siete años firmaron un tratado de paz que por ahora respetan. Disponen de muchas armas de fuego, odian a los mutantes, y de no ser porque Rockhome y Highsand son aliados de los Iowa, hace tiempo que os habrían atacado. Apenas se comercia con ellos, pero normalmente intercambian equipamento (Seguramente robado)

(Clic para agrandar)

 Annie, una niña con un metabolismo capaz de no comer ni beber casi nada en días. Empieza a poder mover objetos con la mente. Fue dejada hace tres años por sus padres, proveniente del clan Highsand

 

 Han, un hombre adulto con capacidad para cambiar el color de su piel, ser más veloz y ver en la oscuridad. No tiene poderes mentales, pero en la lucha lo compensa con agresividad. Odia a muerte al clan Torstein, de quienes tuvo que huir con doce años.

 Thomas, otro hombre adulto, que apenas envejece, y tiene la capacidad de sentir a otros seres vivos, extremadamente útil para la caza. Es imposible darle un susto. Proviene del clan Highsand, y aún tiene familia allí. Es miembro del Consejo.

 

 Martin, es otro mutante capaz de lanzar cosas y mover la arena para entorpecer al enemigo, además es increíblemente resistente al cansancio. Fue dejado hace veinte años por un familiar, proveniente del clan Rockhome, y es miembro del Consejo por su buen temple y capacidad para ver las cosas de otra manera

 

Wulf, un tipo duro, criado en el clan Torstein hasta los quince años. Con la pubertad, su rostro empezó a desfigurarse y tuvo que huir. Puede ser temible en la lucha sólo con su espada, pero además, aprende deprisa otros poderes. Odia ser un mutante, por lo que esconde su frustración bajo una máscara de mala leche.

 

Linda. Otra proveniente de los Torstein. Con dieciséis años, acaban de brotarle los poderes. No los controla bien y es rebelde y follonera, provocadora y belicosa. Como toda buena Torstein recién llegada a Iowa

 

 Quing, un superviviente del clan Lux. Quing no es mutante, pero sus padres, ahora fallecidos, tenían un hijo mutante que no quisieron dejar solo (Y tampoco tenían clan al que volver). Suele ser la voz de los Iowa en algunas charlas. Su hermano mutante murió hace un par de años por enfermedad, y Quing prefirió quedarse con los Iowa.

 Sophie, es otra superviviente del clan Lux. De tez pálida evidentemente mutante, fue entregada en cuanto fue destetada, y el clan Lux fue aplastado en la guerra poco después. Posee una inteligencia superdotada y una preclaridad sobrenatural. Sus poderes mentales incluyen sobretodo premoniciones y videncias. ha sido miembro del Consejo durante los tres últimos años... la primera vez a los cuatro años

 Los mellizos Aaron y Candy llegaron del clan Highsand hace siete años. Son reservados pero muy trabajadores, y siempre van juntos a todas partes. Sus poderes son sobretodo de autocuración y resistencia.

 

 Dalila nació en el clan Iowa, y ha sido miembro del consejo intermitentemente muchas veces en los últimos años, aunque actualmente no lo es. No le importa, la responsabilidad la agobia un poco. Ella prefiere usar su escopeta contra el enemigo Torstein. Se lleva muy mal con Linda, pero los poderes de Dalila son mayores y más expertos, y suele acabar haciéndola claudicar. Perdió su ojo en una escaramuza cuando aún era una adolescente.

 Guida llegó del clan Rockhome hace unos años, y después de intentar regresar en un par de ocasiones, acabó aceptando su condición de mutante. Sus poderes incluyen la telepatía. Desgraciadamente, no tiene otros telépatas con quienes practicar.

 Alana es Rockhome de nacimiento, pero siempre se ha sentido en casa con los Iowa. Sus poderes están relacionados con descargar eléctricas, y le encanta juguetear y trastear con objetos del Pasado. Alguna vez ha conseguido arreglar o descubrir para qué servía alguno de ellos. Normalmente pide a Riley que le deje cotillear lo que ha encontrado antes de echarlo al montón de chatarra, por si alguna pieza le sirve para sus proyectos. 

Cargando editor
11/03/2016, 13:35
'Dungeon Master'

 Riley es uno de los cazadores y chatarreros más avezados, y uno de los psíquicos con mayor proyección entre los Iowa. Actualmente coordina los puestos de vigilancia y los turnos de descanso y caza

Cargando editor
11/03/2016, 13:39
'Dungeon Master'
Sólo para el director

Cargando editor
12/03/2016, 12:28
zzAlana

Riley había dejado los puestos bien defendidos, con la intención de poder pasar el día a solas escarbando en la arena. Había encontrado lo típico, además de algo bastante raro. Una especie de tubito de cristal cerrado, con una punta redondeada metálica, de unos trece centímetros de largo y apenas uno de grueso, que contenía un líquido espeso gris, y marcas de haber tenido algún tipo de dibujo en su superficie. 

Seguro que a Alana le interesaba echarle un vistazo. Cuando el sol empezaba a dejar el cénit, fue regresando a Iowa. Barco...
He. En caso de que hubiera existido el Mar, algo tan colosar y gigantesco, y encima de metal, se hubiera hundido sin remedio. La abuela Wichita te estaba trolleando. Significase lo que significase eso.

Con la mente algo más despejada tras un día de soledad, llegó al campamento. En la puerta, los mellizos hablaban con Dalila, en una discusión que parecía más o menos importante... y subida a una de las torres de la parte superior de la estructura, Alana vigilaba, colgando y balanceando las piernas, con unos prismáticos en la mano. 

¡Eh! ¡Riley! ¿Has encontrado algo interesante o qué!?

Cargando editor
12/03/2016, 12:39
Sophie

Sophie había estado algo ausente los últimos días. Además, por su tono de piel intentaba evitar las horas de mayor sol, pues se quemaba con facilidad.

Al oír a Alana llamar a Riley, salió de la tiendecita de tela donde solía estar con sus... cosas y sus meditaciones, y miró al chatarrero. Era rarita, incluso entre los mutantes. Parecía una abuela con el cuerpo y la vitalidad de una niña, a los seis meses hablaba con claridad, pero a los tres ya lo miraba todo como si entendiese lo que se estaba hablando. Luego estaban sus presentimientos. Solía ser muy acertada con ellos, por eso cuando hablaba, la gente solía hacerle mucho caso, y cuando no hablaba en un tiempo... O bien realmente no pasaba nada y estaba tranquila, o estaba esperando a estar segura de qué decir, cómo, o esperando el momento de decirlo.

Se quedó unos largos segundos mirando a Riley caminar hacia la entrada de la estructura USS Iowa, girando la cabeza a medida que el chatarrero caminaba, con un rostro inexpresivo.

Luego cerró los ojos y se volvió a meter en su tiendecita.

Cargando editor
14/03/2016, 21:16
Riley

Los Yermos siempre producían un extraño efecto sobre mí. Eran un lugar inhóspito y terriblemente peligroso, sí, pero en los últimos años también se habían convertido en mi hogar. Casi tanto como Iowa. La primera vez que escapé a ellos lo hice para alejarme de todo el mundo, para poder llorar en silencio la muerte de mi abuela. "La anciana Wichita, que en paz descanse"... ¡Y una mierda! Nadie en todo el asentamiento la había conocido como yo, y nadie podía echarla de menos en su totalidad.

Pero los años habían pasado y de alguna forma había acabado integrado en la sociedad de Iowa. Cada vez tenía menos tiempo para escaparme a los Yermos, así que aprovechaba todo lo posible el escaso tiempo que tenía para mí. La soledad era como un bálsamo, como una droga que necesitaba para poder afrontar la vida dentro de Iowa. Tal vez tuviera un puesto de relativa importancia, y tal vez podía trabajar en él con cierta comodidad, pero no por ello iba a sentirme más a gusto rodeado de gente.

Salvo con Alana. Desde que pasamos la noche juntos cuando recuperé el vehículo de los saqueadores, nos habíamos acostado en más de una ocasión. Eso me hacía preguntarme muchas cosas. Por supuesto yo no podía competir con Aaron, ni siquiera con Martin, en un concurso de belleza o de labia, pero por algún motivo parecía que Alana me hubiera cogido cierto aprecio. Me gustaba fantasear imaginando que era por mí mismo y no únicamente por conseguirle objetos que estuveran fuera del alcance de los demás, pero seguía siendo demasiado realista como para creérmelo.

Pese a todo, ella fue en lo primero que pensé cuando encontré ese extraño vial. Luego, mi lado más racional y observador se impuso sobre mis fantasías. No era habitual encontrar objetos así en los Yermos, y muchísimo menos de un material tan frágil como el vidrio. En muy contadas ocasiones había encontrado botellas o recipientes de cerámica, pero siempre rotos. Encontrar algo así intacto era poco menos que un milagro. Con sumo cuidado, lo envolví en algo de ropa para protegerlo y lo guardé en mi mochila.

Sin dudarlo un momento, me volví al asentamiento, esperando encontrar lo antes posible alguien a quien poder enseñar mi hallazgo. Con suerte, podríamos tratar de reconocer el dibujo que había tenido grabado antes de llegar a abrirlo. O incluso identificar ese extraño líquido gris.

La vista de Iowa en perfectas condiciones, o al menos, en las mismas en las que la había dejado, me supuso un alivio al vislumbrar el barco en el horizonte. De alguna manera, desde que me invistieran coordinador de la guardia, me sentía responsable del asentamiento. Un par de horas después llegaba a sus puertas, que se abrieron a mi paso cuando los guardias que había dejado apostados me reconocieron.

Alana no tardó en venir a recibirme, lo que no pudo evitar que sonriese como un tonto bajo la máscara de gas. Pero incluso antes de que pudiera retirarla para hablar con ella mi mirada se desvió hacia Sophie. El gesto de su cabeza no me pasó desapercibido y eso despertó cierta inquietud en mí. La habilidad de precognición de la pálida superviviente del clan Lux es de sobra conocida en Iowa y pasar por alto una de sus advertencias sería una uténtica estupidez.

- ¡Por supuesto! - le digo sonriendo mientras me retiro la máscara. Sin embargo, no soy muy bien mentiroso y es probable que no consiga ocultar completamente mi preocupación. - ¡Ahora voy a verte, antes tengo que comentar unas cosas con Sophie! Seguridad nacional - digo con un guiño recordando algunas de las frases hechas de Wichita.

La tienda de Sophie es algo más pequeña de lo que recordaba. Después de todo, el pertenecer a una familia de Iowa me ha dado ciertos privilegios que siempre olvido, como poder vivir en uno de los camarotes del asentamiento. Nunca supe por qué el nombre de esas habitaciones metálicas, pero de alguna forma llegó hasta mí y, al ver el lugar donde vive la chica, no puedo sino sentirme ligeramente culpable por un privilegio que no creo merecer.

- Hola Sophie - le digo al entrar. - Sabías que vendría... ¿no? - Le pregunto directamente, nunca me ha gustado andar con rodeos ni me preocupo por eso que otros llaman tacto. Además, siempre es intrigante conversar con una vidente, pues no puedes estar seguro de cuándo se va a adelantar a tus palabras. Por ese motivo dejo que sea ella quien inicie la conversación. De todas formas, nunca me gustó demasiado hablar.

Cargando editor
15/03/2016, 09:10
Sophie

Sophie está en su tienda, sentada en el catre, hecho de piezas de ropa blandas que ya no sirven para el desierto, cubiertas con una lona. A Sophie le gusta intentar descifrar los textos y los Cómics del Pasado, en lugar de salir a jugar con Annie. Se entretiene con ella, pero la mente mutante de Sophie hace que rápidamente se aburra con su 'infantil' amiga. 

Tiene en sus manos unas hojas sueltas de un cómic, y en un papel reciclado que tiene al lado, está tomando notas. No mira a Riley cuando entra, pero aunque aparenta estar concentrada, el chatarrero se da cuenta de que está inquieta, más que concentrada, y trata de disimularlo, haciendo ver que mantiene su calma y autocontrol habitual.

Creo que en el Pasado también había mutantes. Dice, como si no le hubiera oído. Estoy descifrando algunas páginas con imágenes que hablan... y así lo sospecho. Suspiró y tomó un apunte, luego miró al chatarrero y dejó ir el aire.

Intentaba evitarlo... Dijo con pesar Pero íbamos a terminar hablando de todas formas. Dijo con seguridad. Cerró los ojos, ordenando un poco los pensamientos. Normalmente esto lo hace de forma tan natural como mover los ojos, Sophie no se traba al pensar. No tiene otros poderes, pero su mente es veloz como una bala. Algo debe estar rondándole la cabeza que la tiene tan preocupada.

Necesito saber... Qué planes tienes para los turnos los próximos días. Seguridad Nacional. Miró a los ojos a Riley un instante, pero enseguida le apartó la mirada con una inquietud mayor.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Los Yermos
(Clic para agrandar)

Hay cuatro puntos de vigilancia en el Yermo.

-El punto A controla principalmente la altiplanicie de los Highsand, y está a unas cinco horas y media de Iowa. Los Highsand raramente bajan de su altiplano, desde donde tienen una excelente visibilidad.
-El punto B controla el acceso a y desde los Rockhome, que están a unas tres horas. El punto en sí está a hora y media, y es habitual cruzarse y ver a los Rockhome rebuscando y cavando en las estructuras cercanas. Es donde se hacen los intercambios con los Rockhome.
-El punto C controla a los Torstein y tiene muy buena visibilidad, aunque está a cuatro horas y media. Aquí se suelen ver a los Torsteis cavando en su zona, y no sería la primera vez que los apostados allí han de ahuyentar a algunos osados a flechazos. Dispone de muros de chapa y una torre de vigilancia.
-El punto D es el más tranquilo, muchas veces está desocupado. Controla el Yermo y las ciudades que emergen de la arena. Nadie vive en esa dirección hasta muchos días de distancia. De vez en cuando llega alguna pandilla que lo cruza por algún motivo, pero o bien se los expulsa hasta los Rockhome, o tratan de conseguir comida desesperados y acaba en lucha, pero es muy raro.

Habitualmente se dedican entre 4 a 6 personas a la búsqueda de alimentos y objetos, dependiendo de la necesidad, y a Annie y Sophie no se las considera preparadas para salir aún.

PD: Enhorabuena, no era fácil XD

Tirada oculta
Motivo: Av Inte
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+6)=20

Cargando editor
15/03/2016, 11:28
Director

Notas de juego

Cargando editor
16/03/2016, 15:23
Riley

No puedo evitar sorprenderme al ver que Sophie duda a la hora de escoger las palabras. Nunca hasta ahora la había visto hacerlo. Nunca. Eso sólo consigue aumentar mi sensación de incomodidad.

- ¿Necesitas saberlo? - Le pregunto directamente repitiendo sus propias palabras. No disfruto precisamente conversando con la gente, así que suelo ir directamente al grano. - Espero que cuando te cuente mis planes me expliques por qué. Detalladamente.

Me agacho y dibujo los alrededores en la arena del suelo. Wichita me dijo que se supone que un barco no debería tener arena, pero tan cerca del Yermo es imposible librarse completamente de ella, ni siquiera en el interior de las tiendas o los camarotes.

- No lo había decidido todavía, pero bueno... - Me excuso para tomarme un tiempo para pensar. - Veamos, los mellizos estarán bien controlando la zona de los Torstein - digo señalando el punto C. - Es donde más probabilidades hay de tener problemas, así que mejor que haya dos personas. Además, si sufren algún ataque podrán recuperarse rápidamente y utilizar su velocidad para llegar aquí rápidamente.

Levanto la mirada, buscando su opinión, pero de momento sólo observa interesada. Encogiéndome de hombros, sigo hablando. - Al otro lado, hacia la tierra de los Rockhome, estará Quing. Está cerca, así que no necesitará de ninguna capacidad especial para venir aquí en caso de urgencia. Y los Rockhome son aliados, así que si se acercan por la atalaya, su habilidad como negociador podría hacer bien al clan Iowa.

Señalo el punto más al norte, hacia la altiplanicie de los Highsand. - Han estará aquí. Él es el único que puede cubrir esa distancia lo suficientemente rápido - explico contando una vez más con la velocidad del mutante. - Por último, hacia los Yermos había pensado enviar a Martin. Es el trayecto más duro - digo por experiencia - y él es bien capaz de cubrirlo. Además, si alguien viene por ahí, su control con la arena puede servir para retrasar a cualquier enemigo.

Me enderezo y me sorprende darme cuenta de que, de alguna manera, espero la aprobación de la chiquilla. Me olvido de esa idea y continúo con mi explicación. - Wulf y Linda se quedarán aquí, al cuidado de Dalilaj - los dos ex-miembros del clan Torstein aún tenían mucho que aprender, y la mujer mayor también debe limar sus diferencias con Linda. Después de todo, le guste o no, ahora todos estamos en el mismo clan. - Supongo que Thomas estará también por aquí, aunque es posible que salga a cazar por los alrededores. - Como miembro del Consejo, no podía incluirle en las guardias, pero siempre contaba con él para detectar a cualquier incluso que se colase en el asentamiento.

Omito a propósito explicar dónde voy a estar yo, y vuelvo a preguntarle directamente. - ¿Y bien? ¿Hay algún problema? ¿Por qué necesitas saber todo esto?

Cargando editor
16/03/2016, 16:48
Sophie

Sophie miró con atención el plan de Riley, aunque aparte de analizarlo, parecía esperar algo con una intensa expectación.

Cuando terminó, pareció algo decepcionada, entonces Riley habló, preguntándole si había algún problema.

La niña quedó mirando el mapa. Le faltaba justo el dato que necesitaba, pero sabía que si el chatarrero no se lo había dado a la primera, no era casualidad. En su cabeza, todo dio vueltas, hasta que tras unos largos segundos de deliberación, comenzaron a caerle lágrimas por las mejillas, y pronto tuvo que ahogar los sollozos.

Recobró pronto la compostura, pero aunque dejó de sollozar, no dejaron de brotar lágrimas. Apenas con un hilo de voz, la pequeña dijo...

Voy a morir, Riley... No sé cuando... ni cómo... pero será en los próximos días... Miró al chatarrero a los ojos y de nuevo se vino abajo. Su semblante frío y lógico se estaba desmoronando segundo a segundo, y cada vez más se parecía a Annie cuando se asustaba y lloraba.

Y tú tienes algo que ver... eres clave en el... momento de mi muerte...

Se tapó los ojos con las manos y abandonó toda pose regia para echarse a llorar y arquear su espaldita hacia adelante.

¡No quiero morir...! sniff ¡No estoy lista...! bwaaahaaahaaa....!!

Notas de juego

Pd: Los miembros del consejo también trabajan, aunque se suele quedar al menos uno en Iowa, por si hay que tomar decisiones importantes urgentes.

Cargando editor
20/03/2016, 13:13
Riley

Me quedo pasmado mirando a Sophie. Yo no sé cómo reaccionar en estas circunstancias, pues la empatía no es algo que haya desarrollado precisamente en el Iowa, así que no tengo muy claro qué hacer para tranquilizarla. El incómodo pensamiento me hace plantearme una vez más si realmente estoy preparado para formar una familia y mantener el legado de mi abuela.

- A ver, ¡cálmate! - digo con voz seca cuando veo que empieza a llorar. - Cuéntame exactamente lo que has visto - le pido en un tono que pretende, sin conseguirlo, ser más tranquilizador. - Si yo estoy cerca, haré todo lo posible por que no te pase nada, ¿de acuerdo? Pero si sabemos qué va a ocurrir por adelantado, seguramente podamos hacer algo para prevenirlo...

No tengo ni idea de si es así como funciona la presciencia. Pero, ¿qué sentido tiene saber que algo malo va a ocurrir si no puedes evitarlo? Al menos podremos hacer todo lo posible por cambiar el destino de Sophie. Ciertamente es demasiado joven para morir, además de ser una de las pocas supervivientes del clan Lux, lo que también la convierte en demasiado valiosa como para no hacer nada al respecto.

Notas de juego

¡Qué diferencia con Katia!

Cargando editor
20/03/2016, 15:58
Sophie

A Sophie se le atragantan las palabras al responder a Riley, que no es capaz de entenderla. La pequeña piensa demasiado deprisa para lo que es capaz de pronunciar entre gemidos y sollozos, así que finalmente cierra los ojos y se pone en una posición de meditación. 

Aunque a Riley se le puede llegar a hacer largo, y más después del "notición", son unos segundos los que tarda en recuperar una respiración normal, y mirar a Riley de nuevo, más calmada, pero no tranquila.

No se trata de ver imágenes como en una secuencia de libros con dibujos Dice señalando al maltrecho cómic Son sensaciones, certezas, olores... En este caso, yo estoy... asustada, entonces, repentinamente siento pena, mucho miedo, y muchísimo dolor. Después abro los ojos y te miro. Nos miramos... y luego todo se vuelve negro, y sé que he muerto. Cierra los ojos y traga saliva. 

Intento concentrarme, pero no consigo saber más. No consigo averiguar más que eso, y conforme pasan los días y las noches, sé que está más cerca, y más nerviosa me pongo. Al menos ahora te he visto a ti, hasta ayer sólo sabía que iba a morir pronto.

Miró a los ojos al chatarrero. Los ojos de la pequeña Lux estaban rojos de lágrimas, y realmente parecía asustada. Se coge los brazos y se encoge un poco.

Intenté salvar al hermano de Quing, pero enfermó igualmente. Estuve almacenando medicamentos y ungüentos durante semanas, estaba lista para atenderle... pero ninguno sirvió. En aquél entonces Sophie tenía unos cinco años, y efectivamente estuvieron despareciendo medicamentos. Nada me hace pensar que vaya a poder salvarme a mí misma, y menos con este.... Se golpea la cabeza repetidamente con el puño y frunce el ceño, molesta Estúpido miedo que me nubla el juicio. ¡Lo odio! ¡Lo odio! ¡Quiero volver a tener mi mente ordenada y a pleno rendimiento! ¡No soporto desvariar y corretear en círculos pensamientos fatalistas, pero no puedo evitarlo! 

Le miró y se puso de pie, cogiendo al chatarrero por la chupa. Tú eres mayor, has enfrentado a la muerte antes. ¿¡Cómo lo haces cuando luchas!? Lo único que tengo está entre mis orejas, ahora sé voy a morir y no puedo utilizarlo para salvarme, me siento indefensa, Riley! Sacudió un poco al chatarrero y de nuevo sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas ¡¡Tengo la certeza que haga lo que haga y vaya donde vaya me alcanzará la muerte, es horrible!!

Cargando editor
22/03/2016, 12:08
Riley

Me encojo de hombros cuando me pregunta cómo me he enfrentado a la muerte en cada combate.

- Todos morimos - le digo sencillamente. - Sólo tenemos que hacer lo que podamos para retrasar ese momento todo lo posible... Es inevitable tener miedo Sophie, si alguien te dice que no lo tiene o bien miente o es suficientemente estúpido o desgraciado como para no tener nada que perder - digo recordando las palabras que me dirigió mi abuela mientras me preparaba para mi primera batalla contra unos incursores. - Pero hay dos formas de enfrentarse a ese miedo, quedándose paralizado como la presa de una serpiente o enfrentándose a él. Sólo una de ellas te permite escapar de la muerte, Sophie. Y hablar conmigo ha sido el primer paso, pero no tendrías que haber tardado tanto en hacerlo.

Me paro un momento a pensar en sus palabras.

- Vale, si se trata de sensaciones, siempre es posible que las hayas interpretado mal, ¿no? - pregunto. - Pena, miedo... no tiene por qué tratarse de tu muerte, y el dolor y la oscuridad tampoco tienen por qué implicar el final. De todas formas, cuanto más me puedas contar sobre ese momento, mejor. Dices que sabes que cada vez está más cerca, ¿por qué? ¿Podrías centrar el día? ¿Y el lugar, tal vez por esos olores?  Si algo va a ocurrir que pueda amenazar tu vida, es probable que todos los demás también estén en peligro.

Recuerdo al hermano de Quing y las palabras de Sophie me hacen plantearme la inevitabilidad de su destino. Pero es algo en lo que no puedo creer: esa es la trampa de la premonición, si crees que no se puede cambiar no te molestas en hacer nada por evitarla. Pero soy un luchador, todos en este maldito Yermo lo somos, así que, sea lo que sea a lo que vayamos a enfrentarnos, lo haremos de una forma u otra, ya sea con nuestras armas o nuestro ingenio.

Notas de juego

Una pregunta, ¿hay algún tatuador en Iowa capaz de hacer tatuajes psiónicos (que almacenan un poder para un solo uso)?

Cargando editor
22/03/2016, 12:47
Sophie

Sophie escuchó a Riley con atención, y fue asintiendo conforme lo entendía (Tampoco se esperaba menos de ella)

Cuando Riley terminó de hablar, Sophie se quedó pensando y parpadeó un par de veces, súbitamente seria y centrada.

Es cierto. Dijo tajante. No veo nada más allá de ese día, pero eso no significa la muerte, podría haberme equivocado, tendría que pensarlo más fríamente Se levantó con una súbita integridad y miró al chatarrero. Dame unas horas, intentaré descansar y volver a meditarlo, tal vez consiga más información... Me has aclarado mucho las ideas, Riley.

Puso la mano en la espalda de Riley con calidez, invitándole a salir

- Tiradas (2)

Notas de juego

¡Nop! Aprende a hacerlo en Faerun y te traes el negocio a la Tierra XD

Cargando editor
22/03/2016, 16:25
Riley

Frunzo el ceño, preocupado, pensando en sus palabras, pues normalmente Sophie las escoge con cuidado.

- Está bien... - digo mientras me levanto. - Hablaré de esto con Thomas y el resto del Consejo. Si hay alguna amenaza de seguridad, preferiría tenerles informados - le digo como información, pues no le estoy pidiendo permiso.

Según me dirijo hacia la puerta, meto la mano en el bolsillo de la túnica y toco el frasco de cristal. ¿Por qué no?, me digo.

- Una cosa más, Sophie - digo cogiendo el pequeño vial. - He encontrado esto en los Yermos... - digo enseñándole el recipiente con el denso líquido gris. - ?Puedes distinguir el símbolo que estaba dibujado aquí? - pregunto. - ¿Sabrías qué es?

Cargando editor
22/03/2016, 16:37
Sophie

Sophie frunce el ceño.
Dame un poco de tiempo. Como dije, podría estar equivocada. El error es una posibilidad que no había valorado. Tan solo unas horas, no demos información incompleta, no es necesario alterar a nadie aún. La conversación contigo me ha servido para ordenar la cabeza, que es justo lo que necesitaba. 

Tampoco quiero que vengan a atosigarme, esto es muy pequeño, los rumores corren como el viento y cuando la gente está nerviosa vienen a darme la vara a mi.

Coge el vial y lo mira con detenimiento, usando una parte rota de una botella que utiliza como lupa.

Hmmm... son números, creo, una columna con números. Lo vuelve a mirar. Están muy gastados, pero estoy bastante segura de que son números medio borrados... desde el treinta y... dos? cinco? o seis, no se ve bien, pero por la longitud debe ser cinco, hasta el cuarenta y... Ladea un poco la cabeza Dos, creo. Es raro, desde luego.

Cargando editor
22/03/2016, 16:57
Riley

Asiento recogiendo el extraño vial cuando me lo tiende.

- Gracias, le preguntaré a Alana, por si ella sabe algo... - le digo observando el objeto, que me da la sensación de tener menos líquido que cuando lo cogí en el Yermo. Preocupado, compruebo los amplios bolsillos de la túnica por si se ha derramado algo y observo con cuidado el vial para comprobar que no hay ninguna fuga.

Encogiéndome de hombros, guardo de nuevo el extraño objeto y salgo al exterior. No me gusta mentir, así que no le he dicho a Sophie que estoy de acuerdo en no avisar de momento a nadie. Aunque no me guste reconocerlo, la premonición de la chica no pinta bien, no ya para ella o para mí (después de todo, antes de la oscuridad siente una pena terrible), sino para todo Iowa.

Entro en el camarote de Alana tras llamar a la puerta.

- Perdona, necesitaba hablar con Sophie... - le digo encogiéndome de hombros. - Pero claro que te he traido algo. Es casi un milagro que no se haya roto en todo este tiempo, porque pocas veces encuentro algo de vidrio en perfectas condiciones.

Saco el extraño vial y se lo doy. - No he visto que esté roto, pero debe tener alguna fuga, porque cuando lo recogí estaba más lleno... - le explico señalando el líquido gris. - Esto de ahí son números, pero no tengo ni idea de qué significan.

Observo un momento a la chica con una sonrisa. Desgraciadamente, no voy a poder quedarme con ella demasiado tiempo. - Por cierto, ¿has visto a Thomas? Tengo que hablar con él...

Cargando editor
23/03/2016, 17:49
zzAlana

¡WoW! Dice Alana al ver el frágil instrumento de cristal. Le encantaba inventar y reparar, pero si algo le encantaba más, eso era averiguar para qué servían las cosas de los Antiguos. Normalmente no se averiguaba lo que eran, pero solo por el subidón que le daba averiguar las escasas veces que lo lograba, ya le merecía la pena intentarlo.

Lo cogió con cuidado y se lo miró bien. Las marcas escamosas de su cuello que subían hasta su oreja no le mermaban demasiado la belleza.

Juraría que he visto algo como esto en alguna parte. Como en un manual, o algo así. Dibujado, quiero decir. Parece muy espeso... Debe ser valioso, las cosas valiosas las solían guardar en recipientes o cantidades pequeñas...

Rápidamente preguntó por Thomas, y como estaba tratando de recordar dónde lo había visto, no prestó demasiada atención a la seriedad con la que lo decía.

Está en el pozo, creo. 

Cargando editor
23/03/2016, 17:54
Thomas

Riley bajó al pozo, tras atravesar medio Iowa, y llegar al último suelo metálico, donde la enorme grieta dejaba ver el suelo de tierra seca. Hacía falta la linterna para bajar ahí sin romperse algo o darse con alguna cosa. Desde la cubierta inmediatamente superior se estiraba el cubo, pero tenía que haber alguien abajo para asegurarse que no se atascaba con ninguna viga, a menudo había que darle con un palo al cubo para que no se golpease. A pesar de todo era más sencillo que subir el cubo por las escaleras a oscuras.

¡Buenaaas! Dijo Thomas, mientras hundía el cubo en el agujero del suelo. Siempre se estaba fresquito ahí abajo, era agradable. Le miró llegar y saludó con la cabeza. ¿Sediento, colega?

Cargando editor
25/03/2016, 11:19
Riley

- ¡Ya me dirás lo que descubres! - le digo a Alana mientras salgo en busca de Thomas.

Cruzo el barco de lado a lado, observando una vez más las extrañas estructuras que fabricaron los antiguos. Es imposible que esta cosa flotase, estando completamente hecha de metal, pero trabajar todas estas piezas y lograr que encajen unas con otras parece algo completamente increible. O gran parte de sus conocimientos se han perdido o cientos de personas estarían remachando unas placas con otras durante años para crear algo de este tamaño.

Por fin veo a Thomas junto al pozo y no puedo sino preguntarme quién estaría abajo.

- Siempre... - respondo con sinceridad a su pregunta. Doy un pequeño sorbo a la escudilla que me tiende, bebiendo a penas suficiente agua como para humedecer toda la boca. Viviendo en un lugar donde este líquido vale tanto como una vida, uno se acostumbra a utilizar sólo lo imprescindible para sobrevivir.

- Te estaba buscando, puede que tengamos un problema... - le digo. - He estado hablando con Sophie y está realmente turbada. Cree haber tenido una premonición de su propia muerte - explico rápidamente. Poca agua y pocas palabras. - No quiere que nadie vaya aún a preguntarle - añado, tratando de dejarlo muy claro. Una cosa es no respetar su deseo de no hablar con nadie cuando creo que puede ser necesario y otra inmiscuirme en las decisiones de otra persona - pero temo que, si ella está en peligro, el resto de Iowa también lo pueda estar.

Después de que me conteste le explico mis planes para la defensa del asentamiento, diciéndole que mi intención es que todo el mundo que no sea indispensable se quede en las proximidades para poder reaccionar a tiempo en caso de peligro.