Vika no pudo sacar mucha información acerca del rastro de sangre. Únicamente que se dirigía al sur tras bordear la entrada del templo. Ella no era una buena rastreadora, pero quizás Tobías pudiera sacar algo más de información.
Decidir si seguir aquel rastro o asentarse en aquel templo era lo he tenían que hacer en ese nombre. Saber si la sangre era fresca o por contra llevaba mucho tiempo allí era lo primero que debían averiguar para decidir el curso de acción a seguir. Por ello, la sacerdotisa se agachó para averiguarlo.
Motivo: Sanar
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+5)=19 [14]
Supongo que son del que casi partes por la mitad, dijo Tobías.
El explorador estaba en cuclillas junto a Vika, observando el rastrode sangre que se dirigía hacia las cavernas del sur. Si había escapado en esa dirección, debía de ser porque allí encontraría un lugar donde esconderse o perderlos. O, más bien, refuerzos numerosos y bien preparados.
¿Seguimos la sangre o exploramos el templo? Debía estar menos protegido que el destino del gnoll, pero corrían el riesgo de que, después de reunir a más guerreros, salieran a buscarlos y los atraparan en el interior, donde no tendrían una ruta de huida sencilla. Eran mejores luchadores que los gnolls, pero no confiaba en sus opciones si tenían que enfrentarse a más de dos de ellos por cada uno de los suyos.
—No podemos estar seguros de que todos los gnolls se dirigieron al sur —razonó Mayra—. Fijaos, las manchas de sangre ascienden unos peldaños las escaleras del templo, pero es como si hubiera vuelto sobre sus pasos y se hubieran dirigido después al sur.
Mayra levantó la vista hasta Tobías.
—Pienso que podrían haber llamado a gritos a alguien en el templo, o haberse separado para alertar a dos grupos distintos de hombres bestia. Vayamos hacia donde vayamos, un segundo grupo podría flanquearnos por la retaguardia.
Y entonces cayó en la cuenta de que estaba corrigiendo a un explorador subterráneo en aquello en lo que él era experto. Enrojeció.
—P-pero tú eres el experto.
¿Cuántos han huido? preguntó Tobías. Mayra era la que mejor vista había tenido de la celada de los gnolls. Desde las escaleras no pude ver a todos.
El explorador miró a un lado y a otro. La arcana tenía razón y sin embargo, cada minuto que dejaran pasar, era un minuto que estaban regalando a los vigilantes a reorganizar su defensa. Debían actuar con cautela, pero con premura.
Puedo entrar al templo sin que me vean y comprobar si hay una emboscada esperándonos, dijo. Si consiguen verme una vez esté dentro, puedo arreglármelas para salir ileso.
—Tres —respondió Mayra—, el grande y otros dos, pero uno se cayó al pozo.
Mayra se mordió el labio, con indecisión. No le gustaba ser ella la que tomase las decisiones del grupo.
—Está bien, adelántate al templo a ver si descubres algo, pero por favor ¡ten cuidado!
Estad prestos, advirtió a sus compañeros, por si hubiera que pelear o correr.
Sin decir más, Tobías pareció ser tragado por el suelo, como si la sombra bajo sus pies fuese un pozo sin fondo conocido, como el que se había abierto bajo los pies del más desafortunado de los gnolls de las cavernas. Un instante después, el joven emergió en el peristilo del templo, agazapado tras una de las imponentes columnas. Hizo un gesto tranquilizador hacia sus compañeros al fondo de las escaleras y volvió a desaparecer.
Invisible, se adentró en el templo con cuidado. Se ocultaba en las sombras, y tras las columnas, desaparecía y, para cuando volvía a hacerse visible, se encontraba de nuevo oculto de la vista.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+9)=13 [4]
Motivo: Sigilo
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+11)=26 [15]
Tobías sube al templo.
Activa la postura "hijo de las sombas" por si le pillan (20% ocultación cuando se desplaza). Se desplaza haciendo uso de "capa del engaño", que le permite hacerse invisible durante su asalto, de cobertura en cobertura (la recarga cada vez que está a cubierto), buscando indicios de defensores en el templo.
- Ves con cuidado, Tobías. - Vika se acercó al joven y posó ambas manos sobre sus hombros. Entonces ele besó en la frente. - ¡Que Lucifer te proteja! Estaré cerca por lo que pueda pasar. No te adentres demasiado. ¿Entendido? - Y le soltó.
Tobías se adentró en el templo, escondido entre las sombras y las columnas. La estructura estaba en buenas condiciones, pero el paso del tiempo había erosionado el mármol y el polvo era una gruesa capa que oscurecía el blanco que una vez fue. El exterior estaba compuesto por columnas, tanto decorativas como para sostener el enorme techo de frisos esculpidos. Tanto los muros como las columnas estaban decorados con relieves.
Solo había un acceso, la entrada principal, aunque tras un vistazo, el explorador encontró grietas por las que podía colarse algún que otro gnoll, si quisiera. Una vez en el interior, siempre oculto bajo la protección de la oscuridad, observó si había o no actividad. La luz, escasa o casi nula, provenía de unos pebeteros encendidos en la parte posterior del templo, donde una enorme escultura muy similar a la que había en el exterior, representaba a una diosa alada con una lanza en la mano, seis alas extendidas y espuma de mar en los pies. No había ningún trasgo a la vista. Cuando pensaba que no había nadie dentro, lo vio.
Un rastro oscuro, probablemente sangre, se dirigía hacia la estatua. Cuando se aproximó para comprobarlo, escuchó un murmullo y se parapetó tras una columna. Había dos gnolls apostados tras las alas de la estatua. Dos más, un en cada columna que flanqueaba el templo. Contó otro más justo en la columna que tenía enfrente.
En ese momento, algo comenzó a brillar en el suelo frente a la escultura. Al momento, tres gnolls enormes, acorazados y monstruosos aparecieron de la nada. Se apartaron un momento y el suelo volvió a brillar, de donde apareció un gnoll portando un bastón y un gnoll delgado y alto, comenzó a repartir órdenes en silencio, disponiendo a los guerreros por el interior del templo.
Tobías contempló los acontecimientos con preocupación. Sabiendo dónde estaban apostados, esos cinco vigilantes no les hubiesen supuesto más que un contratiempo. Los recién llegados, sin embargo, parecían de otra pasta. Tres de ellos eran más corpulentos que sus congéneres y portaban equipo de mejor calidad. Los otros dos podían ser, si cabe, más peligrosos. Uno, posiblemente lanzador de conjuros. El otro, un oficial. Su incursión en las Cavernas había sido notificada a esferas más elevadas de lo que era conveniente.
No fue excesiva la sorpresa por la aparición repentina. La primera parte del viaje a Thracia lo habían hecho a través de un dispositivo que, en su limitada experiencia, debía ser similar al que habían empleado los gnolls. Algún tipo de portal para recorrer largas distancias de forma instantánea. La incógnita era a dónde conducía. Podía ser otro lugar de las Cavernas, o encontrarse en la otra punta del mundo.
Resistiendo el impulso de desaparecer de nuevo y salir, se apretó aún más contra la pared de la grieta desde la que observaba, aguardando el devenir inmediato de los acontecimientos.
Tobías se queda escondido en una grieta. Si hace falta volver a tirar sigilo y se puede, tomo 10 (total 21). Si no, puedes tirar por mí por adelantar.
Los gnolls apostados tras las columnas se reunieron con el que Tobías había identificado como un oficial. El gnoll delgado habló con los suyos en una lengua que el explorador no podía entender y ordenó algo a uno de los ballesteros. Éste se dirigió hacia el lado del templo en el que él se encontraba y salió por una grieta. Los tres guerreros acorazados eran grandes y toscos, portaban espadones y un hacha enorme. Se acercaron a la entrada del templo y allí esperaron.
El gnoll que portaba el bastón echó mano de una bolsa que llevaba en el cinto y mientras recitaba unas palabras arcanas, echó sobre el oficial gnoll unos polvos. El oficial desapareció de la vista. Después, el del bastón se acercó a los tres guerreros y los ballesteros se colocaron tras él, en clara formación.
Esperaron en la entrada del templo.
No es necesario nuevo sigilo, puedes seguir escondido
Tobías se quedó unos instantes más en su refugio, observando cómo los gnolls preparaban la emboscada con entrenada eficiencia. Si decidían entrar al templo, no podían hacerlo por la entrada principal. Tal vez, pensó, con la ventaja de conocer lo que les aguardaba, podían convertir una pelea desfavorable en una victoria.
La entrada estaba demasiado protegida, así que, aprovechando que la atención de los gnolls estaba en otra parte, el explorador volvió a fundirse con las sombras y se escabulló por la grieta por la que se había marchado el gnoll ballestero.
Motivo: Sigilo
Tirada: 1d20
Resultado: 8(+11)=19 [8]
Cuando el gnoll se vuelve invisible, Tobías cambia a la pose "Sentidos del Cazador", para obtener olfato (ya que no puede verlo, al menos podrá olerlo). Después, vuelve a usar "hijo de la sombra" para seguir al gnoll ballestero.
Oculto tras el abrigo de las sombras y guiándose por el único sentido que podía serle de ayuda en estas circunstancias, Tobías encontró el rastro del gnoll que se había separado del grupo y lo siguió. No estaba demasiado lejos, lo encontró dirigiéndose hacia el sur hasta llegar al extremo de la caverna y una vez allí, con el mayor sigilo posible, dirigirse hacia la entrada que habían descartado cuando encontraron el rastro de sangre.
Se dirige a la flechita sur del templo (la roja)
Tobías desconocía qué misión habían encomendado al gnoll, pero fuera cual fuere, para ellos había de ser mejor evitar que la llevara a cabo. Así que, careciendo de mucho tiempo para deliberar, optó por la acción, y se abalanzó sobre el hombre bestia.
Motivo: Carga
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+13)=32 [19]
Motivo: ¿Crítico?
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+13)=17 [4]
Motivo: Daño espadón
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+17)=23 [3, 3]
Motivo: Daño fuego
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+4)=6 [2]
Motivo: ¿Daño crítico?
Tirada: 2d6
Resultado: 8(+7)=15 [4, 4]
Tobías usa "filo ardiente" (acción rápida) y carga con "carga del líder militar" (acción de asalto completo). Ataque 32. Daño 23+6.
Confirmación de crítico 17 (el ataque es contra CA desprevenida). Daño 15 (solo del arma; no estoy seguro de si el daño de las maniobras se multiplica).
El gnoll ni siquiera supo qué fue lo que acabó con su vida, un montón de sombras se abalanzaron sobre él y al instante estaba desangrándose en el suelo, a medio camino de su objetivo. Desde donde se encontraba, Tobías comprobó que nadie lo había visto. Hora de pensar en el siguiente paso.
Tengo entendido que solo se aplica crítico a la base del daño, no a cualquier extra que añade dados (por ejemplo sé que al furtivo no se aplica y si tu maniobra suma 1d6 creo que no suma). En cualquier caso, lo matas, confirmas el crítico.
Tobías enfundó la espada, agarró el cuerpo exánime por las axilas y lo arrastró fuera de la vista, detrás de unas rocas. Lo encontrarían tarde o temprano, pero prefería que fuera tarde. Ya estaban advertidos de la presencia de intrusos en las cavernas, y habían dejado unos cuantos cadáveres tras su paso. Uno más no iba a cambiar nada.
Se quedó mirando, un momento, la entrada del sur. Vika había encontrado un rastro de sangre que se dirigía hacia allí, así que los vigilantes que hubiese en esa parte de las cavernas también debían estar preparados para recibirles. Consideró entrar, empleando el mismo método con el que se había colado en el templo sin ser visto, pero decidió optar por la prudencia. Si lo descubrían, el ruido podía atraer a los gnolls del templo. Si escapaba hacia sus compañeros y los hombres bestia le perseguían, la posibilidad se volvía certeza.
Registró al gnoll rápidamente y regresó con sus compañeros, avanzando concautela, para contarles lo que había descubierto.
El gnoll poseía lo que todos los demás que habían visto hasta ahora, una ballesta, una cota de mallas y una espada, nada realmente de valor. Excepto un vial que quizá podía ser de utilidad. Una vez revisado, Tobías regresó con sus compañeros.
Encuentras 1 poción de curar heridas leves.
El grupo esperó a Tobías durante un rato en la puerta del templo. Llevaban ya un par de horas explorando las cavernas y con tanto ajetreo, a Eldrid le entró hambre. La mujer felina estaba tan acostumbrada a no comer, que decidió no comentarlo y se sentó junto a Dámasor para verle rezar. Estudió la estatua con interés, luego se acercó a ella y la inspeccionó, porque no tenía nada mejor que hacer. Aburrida, empezó a rondar las paredes de la caverna, tocando los muros tallados con las manos.
-Bestias -señaló, más divertida por el hallazgo que un comentario sobre lo raro que podía ser encontrar Hombres Bestia en frisos dedicados a los Primeros. Tocó uno de los muros y se puso a olisquear y a tocarlo de arriba abajo, algo inquieta-. Uhm, algo por aquí.
Levantó la cabeza en dirección al templo, con el pelaje erizado de repente, y se quedó muy callada.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+9)=27 [18]
Percepción todos, por fi
—¿Qué ocurre? ¿Tobías? —preguntó Mayra, que no había visto nada.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+9)=15 [6]
Estoy tan entregado a la oración, que apenas presto atención a la inocente Eldrid cuando se pone a curiosear a mi alrededor. Supongo que la pobre no estará acostumbrada a ver una actitud semejante ni entre los suyos, ni entre aquellos que la convirtieron en esclava.
Sin embargo, cuando nos alerta que ha descubierto algo, no puedo evitar alzar la vista del suelo esperando que nos diga algo más. ¿Otro pasadizo secreto? ¿El rastro de los fugitivos hombres-hiena? ¿Tobías en apuros?
Aguzo el oído con la esperanza de escuchar algo que indique que mi participación es requerida.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+6)=18 [12]
Algo llamó portentosa mente la atención de Vika. Agarró el mando de su mandoble y lo desenfundó. Por si acaso... Una mujer debía estar preparada.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+3)=21 [18]