Partida Rol por web

- Bien; vamos allá.

Ash se dirige hacía la entrada de la mina y empieza a buscar entre los coches aparcados, iluminando con su linterna en busca de su vehículo. Al cabo de un rato, se detiene ante un todoterreno de gran tamaño.

- ¡Venga, deprisa! Esperemos que tenga gasolina...

Ash se sube al vehículo, y lo arranca. Los potentes focos del vehículo iluminan la escena; podéis ver a Ryan y a Vanity huyendo en la moto. Y una figura que se les ha plantando justo delante

Con una serie de ágiles movimientos, Vanity consigue evitar a los fantasmas de los pueblerinos mientras avanza a toda velocidad en su moto. Avanza por la carretera del pueblo, rumbo a la salida, cuando de repente otra figura se planta ante la moto. Recortada contra la luz del foco, podéis ver al sacerdote del pueblo, que observa impasible como la moto se dirige a él. Dos focos más de luz se iluminan en la derecha, y podéis oir el rugido de un motor.

Vanity se sorprendió al ver ante ella la fría figura del Hombre de Dios. Al notar la luz de un par de focos a su derecha, sus instintos la llevaron a dirigir el vehículo hacia la izquierda. Aparentemente, la única salida.

Vanity hace un quiebro apurado y esquiva por los pelos al sacerdote. Hacia la derecha veis que los focos pertenecen a un todoterreno, que empieza a moverse a vuestro lado.

Ash pone en marcha el todoterreno y acelera. Podéis ver como Vanity esquiva la figura, que ahora veis claramente que se trata del sacerdote

- Será mejor que permanezcamos juntos

Ash gira el volante y situa el todoterreno al lado de la moto de Vanity. Ambos vehículos se dirigen ahora a la salida del pueblo, dejando atrás al sacerdote y a la horda de fantasmas

Mientras intentaba mantener una distancia prudencial respecto al todoterreno, Vanity gritó a Ryan -¿Quién demonios conduce el vehículo? ¡¡Con esta oscuridad no veo una mierda!! -

Ryan achino los ojos pero era bastante mas visible para el quien podia estar en aquel vehiculo,  busco señales de los demas para poder darle una una respuesta clara a Vanity mientras se aleljaban del lugar; quizas habain fracasado o simplemente no habian logrado el objetivo de proteger.

Arnold se sentía estúpido. De alguna forma no quería que Vanity y Ryan murieran estúpidamente, eran las únicas personas con las que se podía quedar, las únicas que comprendían su nueva existencia porque eran como él.

Así que la Criatura del Doctor Mainhem bajó la ventanilla apresuradamente y sacó su ajado rifle de caza por ella junto con medio cuerpo. La lógica le decía que no serviría de nada disparar al antiguo sacerdote, ahora monstruo de inefable poder, pero no podía quedarse de brazos cruzados. Quizás sirviese para despistarlo un poco. Temía caerse debido a la inercia, pero no por el dolor sabiendo que su cuerpo antinatural era muy resistente al daño, sino por caer en manos del sacerdote.

-¡Yipiyaiyei, hijo de puta!- Se oyó gritar antes de apretar el gatillo

El disparo atronó en la noche...

Gary estaba atento a los movimientos del espectral capellán, que bien podía suponerles un buen problema. Desgraciadamente no tenía armas suficientes para preparar un espectáculo digno, y desde su salida de la Compañía carecía de munición especial. Sencillamente le quedaba usar su ingenio y sus dones naturales para aportar su granito a la huida.

- Veamos qué te hacen las balas, espectro de los cojones - Dijo concentrando su Pyros e intentando imbuirlo en el disparo.

- ¡¡JODER, RYAN!! ... ¡¡esto parece el puñetero cuatro de julio!! - dijo Rachel (la cuál no veía un pijo con tanta oscuridad) ante los "flasazos y petardeos" en la oscuridad...

Los dos de la moto ven como las lunas del todoterreno bajan, y Gary y Andrew asoman la cabeza... y sus armas. Ambos disparan contra el sacerdote, al que han dejado atrás. A pesar de la oscuridad y el movimiento, los disparos impactan. No podéis ver si el disparo es letal; solo que el sacerdote recula hacia atrás por el impacto. Después, la oscuridad lo engulle y lo perdéis de vista.

Parece que estáis a punto de abandonar la zona, pero de repente volvéis a oir esa extraña voz en vuestras cabezas; la misma que escuchastéis en la iglesia.

- No temáis; sentid la paz del abrazo de la muerte, y entonces seréis libres de vuestro sufrimiento, oh, seres de fuego robado

Un escalofrío os recorre; los miembros os empiezan a pesar, los párpados comienzan a cerrarse, vuestra mente se nubla y se sumerge en un extraño sentimiento de paz y quietud. Vuestro cuerpo se adormece. Si no lucháis contra el embrujo del espíritu, caeréis dormidos.

Vanity empiezó a sentir como el frío velo de la muerte recorría su cuerpo. Sintió un Deja Vú. Resultaba una sensación agradable y familiar, y recordó una bañera llena de sales minerales y su propia sangre, en un lejano hotel de Las Vegas... No luchó contra ello, y se desplomó inerte mientras conducía la motocicleta a gran velocidad.

Gary escuchó las palabras de esa cosa como un eco secundario, en medio de un recuerdo de su vida humana anterior, ¿O era la del cuerpo del que procedía? Estaba de nuevo en esa zona de Oriente Medio, en la emboscada al convoy. De pronto oye una advertencia, pero no importa, es demasiado tarde para su Jeep cuando la carga vuela en pedazos todo a su alrededor. Cae fuera del Jeep, un brusco golpe al suelo, que le trae a la realidad de nuevo. No siente nada, solo dolor, sed y un ligero mareo, al tanto que le pitan los oidos y su vista se enturbia un poco. A su alrededor oye voces de gente llamándolo, tableteos automáticos y explosiones, pero poco a poco va perdiendo la vista. Negó fuertemente con la cabeza:

- Ni hablar jodido espectro de los cojones, ¡Te mandaremos a tomar por culo! - Dijo desde lo más profundo de su ser, deseando tenerlo a tiro nuevamente.