Partida Rol por web

Los jugadores viajan a Zakar. En el camino paran para coger provisiones antes de entrar en las fronteras del desierto de los suspiros.

En el camino al desierto de los suspiros me acerco a Sanyi y le susurro al oído:

- Espero por tu bien que la cantidad de oro por matar a Melinda sea buena.

Y me alejo tranquilamente

Me paro a comprar flechas, y un par de pociones de sanacion, apra nuestro largo camino

"Hay que pillar equipo" pienso, "tengo que comprar 1 pocima de curacion una cuerda larga y un par de antorchas, espero que me llegue la pasta, si no tendre que reducir"

Los jugadores entran en la tienda del pueblo. En la tienda les atiende una joven vendedora, a su lado sentada hay una anciana mirando a los clientes que entran.
Vendedora: ¿Hola forasteros, que deseais comprar?. Tengo precios baratos, pocimas de curación a 150 GB, cuerdas 30m 1 GB, 2 antorchas 1 GB, 20 flechas 20 GB. Necesitareis una buena hoguera si haceis noche en el desierto.

Anciana: -El silbido del desierto- murmura.

- Perfecto, es lo que andamos buscando, yo me llevo la cuerda, las antorchas y la pocima.

Pago los 152GB por las cosillas que he comprado y me las meto al equipo.

Después con una sonrisa de buena persona y cara de inocente me acerco a la anciana, y le pregunto

- Buena señora, ¿que ha querido decir con eso del silbido del desierto?

"No tengo muy claro que llegue a colar, creo que mis pintas me delatan demasiado"

vaya vaya *se frota las manos viendo los productos, va cogiendo uno a uno y viendo realmente si su precio es caro o barato para el material que es, mientras empieza una charla con la ancianita*

vaya... ha murmurado algo?? no la hemos oido, puede repetirlo?? *esboza una amable sonrisa, con una afable mirada, intentando dar confianza a la buena señora para que suelte prenda*

Anciana comenta: -Jovencito, ten cuidado con el silbido del desierto, cuando lo oigas sal corriendo o te atrapará-.

La vendedore dice: Abuela, no molestes a los viajeros con tus historias.

"Hola buenos dias, desearia 2 pociones de curacion, y una cuerda" mientras digo eso me apoyo en la pared e ntento pasar inadvertida, para escuchar cada una de las conversaciones y si tiro percepcion, para ver si me percato de algo especial.

Mientras me acerco a la anciana y me arrodillo junto a su silla, le pregunto con cara de curiosidad: El silbido del Desierto? Qué es eso? Algún fenómeno meteorológico?

*va comprando 2 pocimas, 1 cuerda y 2 antorchas, total 302GB, espera a ver si contesta la ancianita*

La vendedora: No hagas caso de sus historias, solo son cuentos para asustar a los niños. De pequeña siempre nos los contaba para dormir, decía que no entraramos en el desierto, que si entrabamos y sonaba un silbido que corrieramos para casa.

Sanyi entrá en la tienda para meter prisa a los jugadores. Debemos salir ya para solo tener que hacer una noche en el desierto.

Al salir de la tienda la anciana vuelve a gritar: -El silbido os matará-

yo no cojo nada q soy pobre, solo cojo 25 flechas mas y listo, q no tengo GB para mas

- ¿Hemos comprado ya todos? ¿nos vamos ya grumetes?

Compro carne mechada, un par de cantimploras de agua, yesca y mecha para hacer fuego, una daga y una manta.

Vendedora: Un yesquero cuesta 10 GB, las cantimploras y la carne valen en total 5 GB y la manta 1 GB. A ver..., dagas me queda una, por 100 GB.

El sol calienta las dunas que atraviesan los jugadores. A su paso el incomodo clima hace mella hasta en el más fuerte de los guerreros. Por suerte, las provisiones evitan que alguno desfallezca en el camino. Un monótono viaje acompañá a la expedición que avanza en silencio durante todo el día. Al anochecer, el frio invade el desierto, el sudor que acumula el cuerpo se convierte en tu peor enemigo. Las fuerzas se tambalean como una chiquilla levantando una enorme hacha.
Sanyi decide parar y acampar, montá una hoguera y se mete en su saco a descansar.
Varios grillos y cigarras endulzan la velada con su horrible melodía.

Tenemos que montar guardia, lo mejor es por parejas, y ante todo, si pasa algo avisar rapido, este desierto y tanta trankilidad no me gusta. Como montamos las guardias, quien la empieza conmigo?

Yo la empezaré contigo Melinda.

La noche parece tranquila, solo una serpiente interrumpió la guardiá pero dieron cuenta de ello.
Antes de comenzar la segunda guardia, se oye un silbido.
Shisssssssssss, shissssssss.

¿Será solo el viento?