Partida Rol por web

Sanyi espera a los jugadores en la posada de los acantilados. Tiene reservado una mesa en una esquina de la taberna.
Hace dias convocó a varios mercenarios a venir a esta taberna para ofrecerles una propuesta de trabajo que les cambiaria la vida.

"Pues empiezan a tardar y las jarras se estan calentando..."

Sanyi mira fijamente a la puerta de la taberna esperando que haga su entrada cualquiera de los pjs.

Antes de penetrar en la taberna, me detengo a alabar con lujuría el paso de unas dulces jovencitas y río sonoramente cuando una de ellas replica con picaresca. A continuación, agacho la cabeza para no golpearme en el umbral, aunque la espantosa hacha a dos manos que llevo sujeta con correas a mi espalda , sí lo hace.

-¡¿Esto es una taberna para enanos o qué demonios ocurre?! -rujo. Vuelvo a reír. Soy bastante propenso a la carcajada. La protección de mi mandíbula es tosca y emite un sonido escalofriante al batirla. Con poderosas zancadas me planto delante de la barra y exclamo: - Posadero, cerveza, ¡una jarra así de grande! Y dime: estoy buscando a un tipo, un tipo que me citó aquí. ¿Sabes quién puede ser?

A punto de cerrarse la puerta tras de mi, sin llamar la atención del gigante del hacha, vuelvo a abrir la puerta tras de sí. Parece el típico bruto de Lormyr, pero llevaba el hacha lormiriana a su espalda. Eso era indicativo de que había estado o recibido formación militar en el pasado. Deslizandome a una mesa a sus espaldas, escucho los alaridos que emite por palabras. Vaya, este va a ser uno de mis compañeros, espero que nuestro anfitrión no se haga esperar, estoy sediento. Pienso mientras espero a oir la respuesta del tabernero. Miro a mi alrededor, la taberna parece poco concurrida, aunque tampoco es la mejor hora para aparecer por las tabernas. Muy pronto, definitivamente. Poco a poco, disimuladamente, voy mirando a los asistentes uno a uno, con la intención de tratar de reconocer a nuestro anfitrión antes de escuchar la respuesta.

"Venir aqui, ¡amigos! Me he tomado la libertad de pedir por vosotros y guardaros unos asientos.
Confio en que los que faltan no tarden mucho en aparecer, ya que el tiempo nos apremia"

Sin hacer demasiado ruido, me acerco al hombre que nos invita a su mesa.

Buenas noches caballero. Mi nombre es ladik. Y tengo el gusto de hablar con...? Digo dejando la pregunta en el aire esperando la respuesta.

Después de estar un día intentando descansar esta especie de resaca que se me pone cuando salgo a hacer algún encarguito, me dirijo a la taberna que me dice la nota que acuda, "supongo que reconoceré al tipo ... siempre son los más raros los que me piden los encarguitos ... en fin de algo hay que vivir."

Me paro en la puerto de la taberna y busco al tipo de la nota. Veo una mesa con un tipo que parece medio normal con un par de personas un poco mas llamativas, un musculado que no para re reir a voz en grito (y con dos hachas a sus espaldas) y otro tipo más observador que tiene un buen arma apollada en la pared. Además hay más jarras de cerveza en la mesa de las que personas hay "en fin supongo que serán esos no hay mucho más donde elegir, lo único que espero es que en este trabajito no me de esta resaca cojonera"

Cuando estoy en la mesa hablo con el tipo que parece menos raro de los tres
- Buenas, soy Dar Esvhahn, eres tu quien me ha mandado la nota?

"Soy Sanyi, un respetado mercader, beber un poco mientras os comentó la razón de esta reunión"

Me siento, tranquilo, sin tener prisa, tomo la jarra y bebo "mierda esto ya esta un poco calentorro ... da igual, a ver si bebiendo se me pasa la maldita resaca"

Sanyi vestía unas ropas muy llamativas y un gorro con penachos. Era pequeño y algo regordete. Lucía varios anillos que parecían falsos.
Tenía un tono de voz muy agradable y cordial.

Me siento, tranquilo, sin tener prisa, tomo la jarra y bebo "mierda esto ya esta un poco calentorro ... da igual, a ver si bebiendo se me pasa la maldita resaca"

"Empezaré aunque no hayan llegado todos, ya que es costumbre en Ilmar llegar tarde pero la situación me urge y entendereis la razón de mi presura cuando terminé de contaros mi proposito de solicitar mercenarios..."
Espero no ofenderles llamadolos mercenarios
"Me voy a embarcar en la busqueda de un objeto singular, la concha mágica de Slotar, para ello necesito guardias que me protejan, ya que carezco de habilidades militares, y puedo estar sometido a muchos peligros.
Los servicios cubrirían las necesidades básicas de alimentos y descanso, ya que poseo credito en las principales ciudades de varios paises, y os quedariais a cambio todos los objetos que encontreis, salvo por supuesto la concha en cuestión"

Realiza una breve pausa para tomar un trago y continua:

"El número de guardias que tenga a mi disposición será variable en función de la situación y me reservo el derecho de sustituir ya sea por muerte o carencia de talentos"
"Antes de explicar el porqué os he llamado aqui a esta hora concreta, consultarme vuestras dudas sobre cualquier cosa y decidme si aceptais...."

- De algo hay que vivir y morir, mercader, nos has convocado para este trabajillo. Ya casi muero una vez y todavía no me explico como sigo con vida, asi que puedes contar con mis habilidades. Solo querio preguntarte una cosa por mi parte y es si además de los posibles tesoros que vayamos encontrando tu nos vas a dar una recompensa aparte "mmmm espero no haber parecido demasiado tacaño, pero mi cofre va un poco escaso".

"¡Joder ya no puedo mas con esta jarra!"
- ¡Tabernero! ¡una botella Ron!

Puedo haber oido yo algo sobre esa concha? Ya que soy sacerdote de Slortar.

"No os puedo prometer dar más que lo que encontremos, pues mis negocios aun no son muy productivos, pero os hare participe de los poderes que posea el objeto."

- Me parece perfecto mercader

- Tabernero este Ron esta cojonudo y sigo bebiendo mi botellita de ron, "parece que la resaca se me esta quitando je je je"

Recuerdas haber leido un libro sobre el tema, eran relatos y cuentos sobre unas extrañas conchas que te daban algo bueno o algo malo dependiendo de los dioses. No te lo llevaste porque no te llamo mucho la atención debido a su poca credibilidad en el texto, tampoco recuerdas donde lo leiste pero si recuerdas un pasaje:
"Sopló con fuerza en la concha y escuchó como el mar rugía dentro y se desataba una tormenta que envolvía al incredulo para renacer como un heroe"

Aguantas el pedo.