Partida Rol por web

El combate parece que va prolongarse hasta que ambos orcos consigan combinar sus ataques y acabar conmigo. pero permanezco inflexible ante la tormenta de golpes que se me avecina.

- Muy bien muchachos, le dieron para el pelo al fimir ese, felicito a mis compañeros por su brava lucha.

Me acerco hacia el cuerpo del fimir, me agacho y limpio mi cuchillo en sus ropajes. Podría aprovechar para saquear el cadáver pero no estaría bien adelantarme a su ejecutor, así que vuelvo a retirarme.

¿Por qué estará esta habitación tan vigilada? me pregunto ¿tendrá algo que esconder?

Con sumo cuidado examino cualquier cosa sospechosa susceptible de ser una trampa. Mi conclusión es que la habitación es segura.

Tras la victoria de Durgin sobre el orco me doy prisa en continuar, pero uno de los caminos está cortado y no queda otra que ir hacia el otro lado. Al girar la esquina veo como el elfo combate contra un orco y me apresuro para ir en su ayuda.

Los tres aventureros, respiraban un momento de paz despues de la intensa lucha mantenida. Jandrus, que habia estado en la retaguardia, observaba la sala en busca de trampas, pero no encontro ninguna (recuerda que ya no tienes que tirar para encontrarla, solo para desactivarlas)

Aenur, sin embargo no lo tenia tan facil, ya que su lucha contra los dos pielesverdes, le empezaba a superar (pierde 1 de cuerpo) en un amago de golpe rompieron su defensa y la cimitarra rasgo la carne del elfo haciendole sangrar por un costado del brazo.
Por fortuna los ruidos llegaron a los oidos de Agamenon, que corria a auxiliarle.

Los ruidos del combate también llegaron a oidos del enano.

- Ya voy, ya voy!!

 Y corrió tanto como se lo permitieron sus cortas piernas.

Aenur estaba combatiendo como un jabato contra dos pieles verdes, pero se le veía con problemas, así que me lance contra uno de los orcos y entre en el combate.

El  orco estaba completamente concentrado en el elfo y un nuevo contrincante le cogió demasiado de sorpresa, tanto es así que mis dos primeros golpes son totalmente certeros, quedando tanto mi espada como mi cuchillo incrustados en el orco.

Gran combate, compañeros! Registremos ahora los cuerpos en busca de objetos de utilidad.

Procedo a examinar al orco.

Gracias, digo mientras atravieso la guardia del orco restante y le traspaso el corazón, entre los dos casi consiguen superarme.

- Por fin una idea razonable. Estoy seguro de que este fimir tiene algo de valor escondido por aqui...

Mientras mis compañeros saquean los cadáveres, me dedico a buscar si hay algo de valor en la habitación.

El grupo de tres comenzaron a rebuscar entre los muertos, entre sus cosas, encontraron una pocion de velocidad  (dobla movimiento de un turno) que se la quedo el mago. Tambien tenia, en un pequeño saco con (25 mo) que se lo quedo Ungrim y al orco le habian caido unas cuantas monedas (10) que a saber a quien se las habria robado.

Angamenon y Aenur acabaron con los dos orcos, estos al ver que llegaban mas enemigos bajaron la guardia y eso les costo la vida.

Por ultimo Durgin que vio que estaba en un rincon sin salida, dio media vuelta y cruzando el pasillo y viendo como los orcos caian, se dirigio a la puerta que habia ignorado rato atras.

Ciertamente, al ver que el combate había terminado, Durgin dio media vuelta y se dirigió a la zona que habían dejado por explorar.

- Venga chicos, vamos para la sección que nos queda! El tiempo apremia.

Ungrim se guardó las monedas entre sus ropas, y se volvio a poner en pie.

- Aqui parece que ya no queda nada mas de valor, asi que, mejor sera que sigamos adelante, pero estad atentos porque esta zona parece muy vigilada.

Asi pues, se dirigió hacia la siguiente puerta, y la atravesó sin miedo, con el hacha preparada para enfrentarse a cualquier enemigo que hubiese al otro lado.

Si, es cierto. Se nota que vamos adentrandonos en los dominios de Morcar. Solo espero encontrar a Sir Ragnar aun con vida.

dicho esto entro tras el enano y me desplazo a un lado de la puerta

Después de ayudar a Aenur con esos orcos Durgin va hacia una zona que no habíamos explorado aún. Le sigo sin pensarlo ni un segundo.

Te sigo Durgin. Vamos Aenur, sigamos al enano.

Paso al a habitación y busco tesoros

Ve adelante, le digo a Agamenon.

Entro en la habitación contigua pero al hacerlo me parece escuchar un ruido que proviene de la siguiente estancia. Atraído por la curiosidad cruzo la nueva puerta sólo para darme cuenta que es el elfo el que producía el sonido.

Sí que tengo el oído fino -pienso- para oir los pasos de un elfo ...

-Hola Aenur, se te saluda, valeroso elfo. Aenur está ocupado revolviendo la habitación, así que yo hago lo mismo, a ver si encuentro otro regalito.

Durgin, movido por una intuicion corria hasta la siguiente puerta, seguro de que Sir Ragnar estaba cerca. Tras el, seguia Angamenon, que habia aconsejado a Aenur que les siguiera, pero este, decidio quedarse en la sala y buscar cosas de valor. Pero la mala suerte guiaba a este heroe, que tras das dos pasos en el interior, piso una baldosa que acciono el mecanimos, que hacia que una flecha saliera dispara impactandole en un brazo (Pierde 1 de cuerpo) Jandrus, que llego a ver la herida de la trampa, se quedo quieto, atento a los rincones, buscando mas cosas y entonces lo vio, un saquito con oro en su interior (50mo)

En la otra sala, Arramus y Ungrim, se habian trabado en combate con dos orcos, algo que habia permitido que Jandrus cruzara la estancia sin problema alguno.

Nada más cruzar la puerta, Ungrim tuvo que agacharse de repente para esquivar el golpe de una cimitarra dirigida a su cabeza. Cuando pudo levantar la vista vio que de nuevo estaban en combate contra dos orcos.

Con la sorpresa de encontrarse nuevos enemigos, los primeros ataques de Ungrim no fueron lo suficientemente efectivos como para atravesar las defensas de su contrincante, asi que tras un breve intercambio de golpes, ambos seguian ilesos.

Nada mas irrumpir en la nueva sala, dos nuevos orcos se ablanzan sobre nosotros. Yo me quito al mio de encima rápidamente. La bestia se habia abalanzado hacia mi pero un certero golpe de mi martillos en el centro de su frente lo frena en seco y la criatura se desloma al suelo.

 A mi lado, veo a Ungrim entablando feroz combate con su compañero. Parece que el orco se las apaña para defenderse del terrible enano.