Partida Rol por web

Moviéndome a toda mi capacidad cruzo la habitación para reunirme, con el resto de compañeros.

Las pisadas de Ungrim resonaban por los pasillos vacios, pero, sus cortas piernas no le permitian seguir el ritmo de los demas, asi que poco a poco fue quedandose atras.

Al abrir el cofre encuentro un pequeño tubo con un aguijón dentro que no se muy bien que hace, pero me suena haber visto algo parecido alguna vez. Vaya, el brazalete de Durgin parece más interesante. Pienso mientras me guardo en el tubo cuidadosamente.

Una vez he terminado con el cofre sigo a Durgin por la puerta que había abierto Jandrus encontrando un mecanismo oculto. Te sigo Durgin. Le comento al enano escuetamente.

Durgin y Agamenon se colaron por la pequeña opertura para ser descubiertos por dos fimir que los esperaban y acto seguido se lanzaron al ataque. Ambos compañeros sufrieron terribles golpes que les causo un intenso dolor  (los dos perdeis 1 cuerpo)

Justo tras ellos se veia una sencilla puerta de madera, reforzada con hierros.

Mientras, el resto de aventureros corria hacia la sala, sin perder de vista los pasillos, por si encontraban algo oculto en ellos.

Jandrus, se acerco al cofre y guiado por alguna fuerza magica, encontro en el fondo un anillo con una gema brillante (cancela un ataque, sea cual sea, luego pierde su poder)

Ya se encontraban cerca de su destino, cerca de encontrar a Sir Ragnar...

Arramus entra a la carrera pero encuentra el paso bloqueado (en realidad es que no me llega el movimiento), asi que aprovecha para echar mano al cofre en busca de algun objeto que lo ayude en su tarea.

Ungrim! Aqui hay combate!

- Agamenon, parece que Morcar no nos lo va a poner fácil.

Y balanceando su hacha asestó un golpe a su enemigo que fue hábilmente bloqueado.

Moviendome a la maxíma velocidad que mis piernas me permiten me dirijo hacia la pared cercana desde la que se oyen los apagados, ecos del combate, para en cuanto pueda lanzar el sortilegio que me permita pasar a través de muros y piedra y a,si prestar ayuda a mis compañeros.   

El grito de Arramus le da nuevos animos al enano, que entra jadeante en la habitación

- Arf, arf... Ya llego... -

Al llegar a donde esta el humano, mira a su alrederor, y ve que no hay ningun combate en esta habitacion, y que el camino a la siguiente esta bloqueado por sus compañeros.

- ¿Para que tantas prisas si no podemos hacer nada aparte de mirar como pelean? ¿Has revisado ya los cofres a ver si hay algo de valor?

por si acaso, estando trabados en combate no podeis ceder el paso xD.

Nada más pasar dos feos fimires nos esperaban armas en mano. La sorpresa fue tal que uno de ellos me asesto un gran golpe al que no pude reaccionar.

Eso parece enano. Contesto a Durgin mientras intento clavarle mis armas al fimir.

Consigo rajarle con mi espada y justo cuando voy a clavarle el cuchillo su hacha aparece desviando el golpe. Parece que mi espadazo lo ha debilitado pero no ha conseguido acabar con él.

Deslizo el anillo en uno de mis dedos, a la espera de poder utilizar sus poderes.

Se está comenzando a formar cola por entrar en combate y yo me acerco a la puerta para observar desde ahí la pelea entre Durgin y Agamenón y los dos fimires.

Los guerreros orcos de elite estaban complicando la cosa, por cada herida que recibian una herida causaban. Mientras en el exterior el resto de compañeros que no habian podido cruzar la entrada sin el riesgo de ser decapitados, decidieron echar una ultima ojeada en los cofres.
Jandrus encontro uno de los Anillos de Mentor, capaz de resistir la magia de los brujos del caos y Arramus, vio algo de luz detras del cofre, lo aparto y el brillo del metal le descubrio un valioso yelmo de un material exquisito capaz de absorber los mas duros golpes.
Mientras Aenur casi llegaba a la escena, preparando su hechizo guiado por una intuicion y el sonido del metal.

Convoco el poder de mi sangre y mientras corro hacia el muro ejecuto el sortilegio, al traspasar la pared no puedo continuar recto porque tanto Agamenón como Durgin se hallan enzarzados en un terrible combate, así que me desplazo hacia la derecha hasta encontrar un hueco donde poder unirme a la batalla atacando al fimir que se halla frente al humano.

 Pero el maldito piel verde no parece sorprendido ante mi aparición y para la tormenta de golpes que desato contra él.

La batalla estaba siendo dura e intensa, pero yo sigo insistiendo y sigo lanzando golpes contra el feo fimir.

En un primer instante fallo mi golpe con la espada por un despiste debido a la repentina aparición por arte de magia de Aenur, pero me repongo rápido y aprovecho la oportunidad de la sorpresa para clavarle el cuchillo en el costado y acabar así con su vida.

Aplaudo cuando veo a Agamenon derribar al Fimir.

Compañeros, cuando acabeis con ese último monstruo no dejeis la habitación. Usaré mis poderes para devolveros algo de salud a todos a la vez.

Conjuro un hechizo de niebla que me permite escurrirme como el humo entre los cuerpos de los luchadores que entorpecen el paso a la sala contigua.

En mi etéreo estado, llego junto a la puerta norte de esa habitación, vuelvo a materializarme y pego el oído a ella, tratando de adivinar qué debe haber al otro lado.

Ungrim vio impotente como el combate continuaba sin que él pudiese participar de ninguna formas, asi que se quedó observando mientras su impaciencia aumentaba.

- ¡Venga, acabad con ellos pronto o apartaros de ahi!

Un terrible hachazo derribo al suelo al enano que con la frente ensangrentada se levanto maldiciendo en su ancestral lengua. (pierde 2 cuerpo)
Jandrus escucho el gemido de alguien tras la puerta, quien seria?... tambien le llego el eco de la pared al vibrar, muchos pasos recorrian la galeria, que sucedia?...

El duro golpe hizo que Durgin se tambaleara. Sin embargo, en un momento de lucidez, el enano lanzó un furibundo ataque a la bestia que cerceró limipamente su cabeza. Hecho esto, se apartó para dejar paso a sus compañeros.