Partida Rol por web

Los disparos de Ray impactan contra uno de los soldados enemigos que machacaban la superficie del valquiria. Los proyectiles perforan la armadura en varios sitios, mientras que otros se clavan en el espacio que hay entre la armadura pectoral y el cuello. El soldado enemigo se gira hacia atrás e intenta aferrarse inútilmente a la pared de la casa, resbalando, cayendo hasta el suelo y dejando un reguero de sangre en la fachada de la vivienda.

Toma, aprobechalos, no las malgastes, son caras.

Te dice uno de los soldados llamado Feygor, lanzándote 3 cargadores de munición Mata hombres. Desde el otro lado del valquiria, los soldados de vuestro comando, disparan contra las fachadas de los edificios donde los enemigos se esconden, en un intento de que cesen su fuego contra los Guardias imperiales acorralados, que desde abajo, refugiados contra el camión, hacen señas hacia el piloto indicándole que aterrice.

- ¿Malgastar, dices? No me hagas reir. Yo le apunto a los enemigos, no como ustedes ... - Se burló el convicto al recibir los cargadores de Feygor. Pero pronto regresó su mente a la lucha que se libraba en tierra. La situación era complicada para los desgraciados imperiales en tierra, aunque por fortuna para ellos la nave estaba pronta a tocar tierra, llevando muerte a las tropas enemigas casi con seguridad.

Tratando de no distraerse, Eisen trataba de trazar un mapa con su mente, Aunque no soy estratega, se que hay que protegerse del fuego cruzado entre las casas, nos pueden emboscar desde los callejones o... Su mente corría, tratando de aprovechar los pocos momentos que tenia todavía en el aire.

Los soldados veteranos del comando reian a carcajadas, pero no podian ver lo que Eisen veia desde su posicion. La puerta de una de las casas de la aldea salio volando de sus visagras empujada por una brutal patada. El psiquico del equipo (quizas por sus sentidos mas desarrollados) ve como un soldado enemigo, peligrosamnete armado con un lanza-granadas L.A.W, sale de la choza y comienza a apuntar contra la nave, intentando calcular el desvio del misil y el movimiento del Valquiria. Al parecer, el piloto no lo ha visto debido a su angulo de vision, y esto pone en serio peligro al grupo.

CUIDADO! ESE HEREJE TIENE UN MISIL!!! - Grita desesperado Eisen al notar el nuevo enemigo. Debo hacer algo... llevando sus mano libre a su sien, trata de fijar su vista en el arma, no tanto por lo que puede ver en el mundo material, sino en el inmaterial... A LA DERECHA, GIRA A LA DERECHA, YA!

El piloto lo percibe claramente, es una imagen muy solida, que se proyecta en el interior de su mente. No sabe cómo pero "accede" a lo que él cree que son sus instintos de piloto y vira en el momento exacto en el que un cohete surca el aire en dirección a la nave dejando tras de si una estela blanca y amenazadora. Por un momento podéis percibir la boca y los dientes que esos cabrones han pintado en la punta del proyectil.

Al virar tan bruscamente hacia la derecha, vuestros compañeros de comando, los 3 guardias imperiales veteranos, se las ven y se las desean para mantenerse agarrados, pero uno de ellos, Naril, pierde apoyo y cae de la nave hacia el suelo. Su caída fue corta pero violenta, a demás su equipo (que no era poco con su rifle automático su pistola pesada y demás artículos), evitó que pudiera aferrarse a algo. Cuando llegó abajo impactó contra el tejado de una vivienda, tras lo cual rodó hasta caer a tierra. Quedó tendido, con los miembros extendidos y sin mostrar signos de vida.

- Les daré su merecido, deformes bastardos... - Dijo con enfado Stansfield mientras retomaba su balance y cargaba su arma con municiones lacerantes. Sabía que de no matar al cazacarros enemigo las cosas podían encenderse demasiado para el comando, así que pidió ayuda al psíquico para poder dar con su nuevo objetivo.

- ¡Eh, tú! ¿¡Donde demonios se esconde ese infeliz!? - Le preguntó a viva voz a Eisen, él único que había podido advertir la trayectoria del proyectil que casi les había impactado de lleno hacía instantes.

Ahí esta! dice Eisen disparandole, tanto para tratar de herirlo, como para señalizarselo a sus compañeros.

Puedes incorporarte directamente al asunto, Estas sentado junto a Ray, en uno de los laterales del Valquiria. Tira Iniciativa y te coloco entre el que vayas. ¿Ok? Ahora mismo bajamos a tierra, en cuanto digas que estas. Ray ha sacado 12, y Eisen 9, segun lo que saque ya sabes donde vas. Saludos y espero que haya ido todo bien por esas tierras tan lejanas.

Aviso, el tipo del Lanza-cohetes va a tardar otros 2 turnos en recargar. Bueno... ahora le tocaría a Ray, así que este que comienza, y otro más hasta que escriba por segunda vez Eisen tras este post. Tras eso... hayan hecho lo que hayan hecho, abrirá fuego, y aviso (Os encontráis en un vehículo considerado "muy grande" +30 HP) La nave tiene 36 puntos de blindaje, puedo pegaros un cohetazo y no derribaros pero dejarla tocada o que se yo... pero si llego a los 36... Tendremos un "black hawk derribado". Jejejee. Esperemos no llegar a eso.

- ¡Derribenlo! Ese desgraciado piensa lanzar de nuevo.... - Gritó Ray a sus camaradas mientras terminaba de afinar  su rifle contra el objetivo, para luego descargar una pésimamente ubicada ráfaga de proyectiles que no alcanzaron a rozar al sujeto en lo absoluto.

Muere maldito hereje! - Eisen continua apretando el gatillo de su pistola a la mayor velocidad posible, pero sabe que poco hará, un par de balas no detendrán a ningún fanático decidido, y si se fuera asustar, ya lo habría echo...

- Fuego! ¡Si dispara estamos muertos!- Gritaba Stansfield tratando de encausar con cierta efectividad sus disparos pero evidentemente sin la destreza necesario como para acribillar debidamente al sujeto de la misilera.

Las balas volaban en todas direcciones, pero de momento el más peligroso de todos era el cabrón del bazoka, que podría derribar a la Valquiria de un momento a otro. El manejo de armas no era precisamente mi especialidad, pero en aquel momento no quedaba más remedio que intentarlo. En realidad, lo más probable era que en el futuro tuviese que disparar una y otra vez, de modo que aquel era un buen momento para empezar a hacerlo... además, si no lo hacía, tal vez no tuviesemos ningún futuro por delante.

Seleccioné el cargador de alta potencia, y recé para que el dios máquina guiase con firmeza mi rifle láser.

- No me falles ahora - murmuré al arma, con cariño.

El soldado del lanza granadas, con el arma ya casi recargada, vio como caía sobre él una brutal ráfaga de proyectiles especiales, de los que uno impactó de lleno en su pecho abriendo un fino agujero de entrada pero un brutal orificio de salida. Segundos más tarde, un laser impactó unos centímetros mas alejado del primer impacto. Este fue definitivo, debido a que alcanzó de lleno el corazón del guerrero, que cayó hacia atrás con un grito de dolo afectado por el impulso de los 2 impactos casi simultáneos. Cuando tocó el suelo, ya había muerto.

Los demás soldados enemigos habían olvidado totalmente a los guardias imperiales y se centraban ahora en el molesto vehículo aéreo que les estaba causando tantos problemas. Una lluvia de lasers y algún proyectil bolter impactaron brutalmente contra el aparato. El piloto os dijo por el comunicador:

Atención comando, voy a tener que posaros en tierra, la cantidad de fuego empieza a ser critica. Haremos lo siguiente: Realizaré una pasada a baja altura, un metro o dos, pero no me posaré. Ustedes irán saltando a tierra. ¿Queda claro? No se preocupen no será mucha altura, ni tendrán que aletear ni nada similar, jajajaja.

Su risa alegre recorre las comunicaciones, parece que todo esto le resulta por lo menos emocionante, divertido se podría decir:

Vamos allá.

En un vuelo raso el piloto pasa por el extremo opuesto a donde se encuentran los guardias imperiales, saltáis sin ningún problema y os alegráis de tener los pies en tierra firme.

Muy bien hermanos, preparémonos para eliminar a estos herejes, y recuerden que con el Emperador de nuestro lado, la derrota es imposible! - Grita Eisen, cargando nuevas balas en su pistola. La moral del grupo no es su obligación, pero nada mal puede venir de su intento...

- Vamos a ver quién rie ahora, hijos de perra ... - Dijo Stansfield antes de saltar a tierra con presteza y resolución. Ni bien tocó el suelo soltó de parado una ráfaga de balas en dirección a un enemigo que había avistado desde la nave justo antes del saltar y que se encontraba apostado en una ventan del flanco derecho. Pero su fortuna continuaba jugandole malas pasadas y su rifle se trabó justo antes de soltar la primera andanada.

Salté de la Valquiria sin mucha elegancia, pero también sin hacerme daño, que al fin y al cabo era lo que pretendía. En cuanto toqué tierra disparé al mismo enemigo que Ray, pensando que cuando este ya no estuviese, sería mucho más fácil ponernos a cubierto. Sin embargo en esta ocasión el disparo no dió en el blanco. Al ver que el haz de luz láser se perdía en el vacío, recordé que había olvidado cambiar el selector de munición y había lanzado una carga a alta potencia.

- Mierda, munición desperdiciada - pensé para mis adentros.

Eisen salto lo mas despacio que pudo, y logro caer sin mucho problema. Una vez en el suelo, este miro extrañado a sus compañeros, Que piensan hacer desde esta distancia? Peor aun, todos juntos y apretaditos como saltamos, es como invitar a una granada...

Separemosnos un poco!, A cubierto! El emperador protege más detrás de una pared de concretacero! Grito mientras el se acercaba a una casa cercana, que recordaba haber visto vacía desde el aire.