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Las Guerras de la Luz y la Oscuridad

[NOTAS] El diario de Galatea

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26/12/2021, 21:17
Galatea

 

Caras conocidas

Aliados y amigables

Yvonna Oakenstave: La Gran Madre Segadora en el templo dedicado a Khauntea que hay en Velarburgo. Es una mujer sabia que quiere mucho a Galatea y viceversa.

Aleera: La hermana de Galatea. "Vive" en el Círculo de los Cedros del bosque de Velar.

Morann: La pareja de Rya.

Pinna: Una maga que acaba de abrir una tienda de productos alquímicos y materiales mágicos (arcanos y divinos de clérigo) en Roble Muerto. Le está costando hacer despegar el negocio porque no tiene muchos clientes. Está agradecida con los Escudos por haberle comprado algunos pergaminos y por haberla rescatado de un intento de secuestro.

Lariya la Bruja: Dueña de la herboristería de Velarburgo.

Valena: La hermana de Rya. Vive en Velarburgo.

Felinal: El lobo hallado como único alma con vida en el arrasado Círculo de los Cedros. Herido de gravedad  en las Cavernas de la Catarata. No se sabe qué ha sido de él.

Zilvra: Eilistreita de la congregación de Calvero de Sombralto. Conoce a Savinian.

Jezzara: Eilistreita de la congregación de Calvero de Sombralto. Conoce a Savinian.

Azuulae Ravenpride: Eilistreita de la congregación del Calvero  de Sombralto. Acogió a los supervivientes de la Colina Aullante.

Caden: Amigo o "algo más que amigo" de Mara. Es un Jinete Gris.

Elaven: Amigo clérigo de Mara. Oculta su rostro tras una máscara de hierro.

Eldreene: Bailarina sunita de las Melenas en Llamas. Son itinerantes.

Ellarian Dawnhorn: Elfa lunar capitana de la guardia de Harrowdale.

Sheera Goldenleaf: Una de los Burgueses. Ex-aventurera criadora de caballos y dueña de los Establos Goldenleaf de la ciudad de Harrowdale. Se lleva bastante bien con Galatea, quien la visita cada dekhana para prestarle sus servicios como veterinaria.

Durana Shaleel: Una de los Burgueses. Abuela de Rya. 

Erethun Rivenstave: Uno de los Burgueses. Es un mago humano que se muestra como un abuelito amable y solícito, pero los sentidos paladinescos de Rya lo detectaron como malvado. Siempre tiene un conjuro de Recado memorizado por si es necesario comunicarse con el exterior.

Llewan Aspenwold: Sacerdotisa humana líder de la congregración en la Casa de Mystra de Harrowdale. Su labor proselitizadora está teniendo escasa suerte, y se ha volcado hasta la obsesión en descubrir el origen de lo que está pasando con la Urdimbre.

 

 

Enemigos y hostiles

Culdur y Dubrin: Dos rufianes de Harrowdale que llevan dos días siguiendo a Rya y Morann. Son unos papanatas inofensivos pero parecen haberse hecho amigos de los forasteros que han llegado a la ciudad y dan bastante mala espina.

Iraun,  Kelsar, Maerhul, Lael y Jaorge Un-Ojo: Los mentados forasteros desconocidos.

Vakennis: Hembra Alfa de la manada licántropa de la Sangre Negra. Seguidores de Malar.

Cilantro: Una dríada que se encontraba en el vergel de las Cavernas de la Catarata. Abiertamente hostil se declaró en contra de los seguidores de Sylvanus. De su cabeza brotaban unas setas que se encontraban también por toda la caverna. Muerta a manos de los Escudos.

Kazok: Druida aliado con Cilantro y responsable de haber contratado al grupo de mercenarios que atacó el Círculo de los Cedros. Parece tener un cocodrilo gigante como compañero.

Aedelwulf: Hombre lobo. Berenice afirma que en el pasado fue un buen hombre con el que incluso tuvo algo, pero en la actualidad está aliado con Kazok. Galatea ha comprobado que se trata de un licántropo infectado, no de un nacido. Ha sucumbido a la bestia.

Lurthok: Un hombre-jabalí. Esbirro de Kazok.

Mestiza y Remolacha: Arquera y su perro. Esbirros de Kazok.

 

Cuaderno de Galatea

Prólogo: Algo está pasando en Velarburgo

Galatea se dirigía a Harrowdale a echarle una mano a Sheera pero al pasar por Roble Muerto (un pueblo en la encrucijada tan pequeño que no aparece en la mayoría de los mapas) escuchó a unos viajeros hablar de que les habían atacado unas bestias ferales en su trayecto desde Velarburgo así que decidió desviarse a echar un vistazo en el pueblo.

 A la entrada se topó con dos Jinetes Grises que le contaron que la gente estaba un poco nerviosa con la ausencia de los druidas en Festival de Primavera. Y le confirmaron lo que había oído en Roble Muerto: habían tenido lugar ataques de lobos procedentes del bosque de Velar por toda la zona, pero sobre todo en torno a Velarburgo. Nadie sabía nada del Círculo de los Cedros desde hace unas seis semanas, y la gente le estaba echando la culpa a los druidas. El comportamiento de esos lobos no resulta normal: atacan a la gente, a plena luz del día, como si hubieran sido entrenados para ello. Los testigos dicen que atacan con una ferocidad inusitada, y que no retroceden ni siquiera cuando se les hiere.

 Al llegar a Velarburgo, Yvonne le contó que los Jinetes Grises habían abatido a alguno de esos lobos, pero no habían reportado que ninguno se hubiese transformado de vuelta a una forma humana por lo que no eran licántropos. Lo único que han observado (aparte de su inusual comportamiento agresivo) es que las tonalidades del pelaje son mucho más oscuras y apagadas, que se encuentran famélicos, y que sus dientes están manchados de una sustancia negra.

• También dijo que la gente estaba echándole la culpa a los druidas porque su ausencia ha coincidido con el inicio de los ataques, y con desapariciones de gente. Los Siete Burgueses han enviado una docena de Jinetes Grises, y ella ha puesto a los guardias del templo a disposición de la ciudad. Tanto unos como otros hacen lo que pueden pero no daban abasto. 

 

1. Los Escudos de la Rastra se reúnen

Galatea va a Harrowdale en busca de los Escudos de la Rastra para contarles lo que ha descubierto. Se reúne con ellos en La Lluvia de Estrellas  y se entera de más cosas preocupantes.

Savinian dice que los drow están causando todo tipo de problemas a lo largo del Valle. La lucha en el Cormanthor va bien y los Eilistreítas están haciendo retroceder a los Llothitas porque por algún motivo las sacerdotisas no están apoyando a los batallones en las escaramuzas. Pero estos drow no vienen del bosque de Cormanthor, vienen de abajo. Y no son las típicas incursiones en busca de rapiña y esclavos; atacan a grupos armados, a aventureros. Savinian no sabe qué están buscando pero no cree que sea nada bueno. Ha localizado uno de los puntos de la campiña desde donde organizan sus ataques.

Rya dice que ella y Morann han estado siendo molestadas por unos rufianes locales y que hay forasteros en Harrowdale que dan mala espina. También descubrió que la Urdimbre parece inestable cuando intentó crear un escudo mágico, como ha hecho miles de veces, pero el escudo no apareció. Savinian dijo que pasó por la Casa de Mystra a reponer componentes y una de las acólitas le contó que la Señora del Misterio Aspenwold estaba enfrascada en una investigación muy importante así que piensa que puede ser justo esto. Los Escudos han puesto sobre aviso a los aventureros de La Lluvia de Estrellas sobre el fenómeno.

Berenice dice haber soñado con uno de los reinos flotantes del antiguo imperio de Netheril, en el momento en que la magia se encontraba sin protector y las ciudades se precipitaron a la tierra. Su rey hacía uso de un artefacto mágico justo antes de estrellarse para abrir un acceso a las Puertas de la Luna, el reino de Selûne. El artefacto en cuestión se llama Ojo de Selûne. Berenice ha transcrito el conjuro que sirve para usarlo en su libro.

Trivia sobre Netheril: La guerra entre los netherinos y phaerimm causó daños en la Urdimbre. Un poderoso archimago llamado Karsus de Netheril quiso ocupar el lugar de Mystryl como dios de la magia para unir a los suyos y repeler la amenaza. Pero Mystryl era la única que podía hacer eso y para mantener el Tejido, se sacrificó, rompiendo el contacto con Karsus. Eso causó que durante un tiempo la magia dejara de funcionar y a su vez provocó que las ciudades flotantes se precipitasen a tierra.

• Los Escudos tienen un reservado alquilado por medio año para ellos en La Lluvia de Estrellas. Lo tienen a su disposición día y noche.

Se tarda un día y medio a pie en llegar de Harrowdale a Velarburgo, pero con monturas es menos de uno.

 

2. Una parada en Roble Muerto

Los Escudos hacen parada en Roble Muerto y conocen a Pinna: una maga que ha abierto una tienda de productos alquímicos así como pociones y pergaminos arcanos y divinos (de clérigo) Todo lo que vende lo ha fabricado ella misma. Está en un aprieto económico puesto que nadie le compra nada, los Escudos le compraron algunos pergaminos y se sintió tremendamente agradecida. 

• Pinna les contó que escuchó a unos viajeros decir que habían encontrado el cuerpo destrozado de una prostituta de Velarburgo con marcas de garras y de mordiscos, y la boca llena de muérdago. De nuevo la gente dice que son los druidas los responsables de los ataques, que están castigando a Velarburgo por alguna afrenta, pero nadie sabe cuál es.

• Los Escudos se ofrecieron a darle los objetos mágicos que encuentren para que ella los pueda vender y se lleve un porcentaje. Por Pinna está bien intentarlo pero como no tiene muchos clientes lo ve difícil. 

• Una docena de orcos secuestraron a Pinna en medio de la noche, su tienda se incendió pero Galatea la apagó con un hechizo con lo que no se perdió todo. Les persiguieron y les derrotaron logrando rescatar a la maga. Al interrogar a uno de ellos, éste les dijo que eran mercenarios contratados para raptar magos. Cualquier mago. Aunque la mujer que lo hizo les dijo que pagaría más por magos poderosos que por aprendices. Los contrató hace una dekhana y tenían que llevar las "capturas" a un viejo molino a las afueras de Lanfroe; si había un candil encendido por la noche, es que podían  pasar a hacer la entrega y recibir el dinero. De esta mujer no conocen el nombre, sólo que era una humana calva, tenía la cara llena de pendientes y vestía de forma extraña.

Los Escudos decidieron advertir a Lariya la Bruja en Velarburgo de esto y Rya le pidió a Savinian que enviase a Oswald con una carta para Morann diciéndole que se fuera al templo o con la familia de la paladina. Que no se quedase sola.

 

3. La llegada a Velarburgo

Los Escudos llegan a Velarburgo en pleno Festival de Primavera y se encuentran con Kora tocando en una de las carpas. Galatea quiere ir al puesto de servicios de Khauntea, Rya al puesto de pasteles de su hermana y Berenice al de peletería, así que deciden quedar para reunirse en la posada El Viejo Tocón cuando acaben

Galatea llega a la posada y se encuentra a Kora y a Savinian ya esperando. Kora le dice que viene del pueblo élfico de la Maraña (bosque de Cormanthor) Allí la avisaron de que Vakennis, la hembra Alfa de la manada de licántropos de la Sangre Negra de allí, se había llevado a su gente hacia estas tierras. Galatea cree que esa manada seguidora de Malar puede estar relacionada con los ataques de los lobos de dientes negros, y tiene la sensación de que les hubiesen dado a ingerir algo que les hace enloquecer. Tras esto, Savinian piensa además que lo más probable es que lo del muérdago que les contó Pinna sea un montaje para incriminar a los druidas y provocar la animadversión contra ellos.

Rya y Berenice llegan y todos se ponen al día. Berenice  cuenta que hay un agorero en la plaza del mercado que está loco, trastocado, hablando sobre aliados de la naturaleza, desastres inminentes y una cueva por la que pasa un río. Tiene los dientes negros. No podridos o en mal estado. Negros. Como los de los lobos. Hace un par de semanas que anda por allí diciendo esas cosas y no es del pueblo. 

Rya cuenta que al parecer están desapareciendo prostitutas de la ciudad. Cosa que cuadra con lo que dijo Yvonna.

 

4. El Círculo de los Cedros

El Bosque de Velar se siente extraño y funesto. Siempre ha sido un bosque ominoso, tupido y plagado de monstruos pero en esta ocasión parece especialmente oscuro y letal. Al llegar al Círculo de los Cedros, lo hallan desierto y con claras señales de haber sido atacado.

Los Escudos se dirigen al altar de Sylvanus para descubrir que han lanzado un conjuro de desacralizar sobre él, convirtiendo en profana toda la zona. Kora dice que para restaurarlo se necesitarían unos diez frascos de agua bendita para limpiarlo bien, y después dos conjuros de sacralizar.

Junto al altar hay un lobo llorando. Galatea habla con él y el lobo le cuenta que se llama Felinal. Que su amigo Dravin se enteró de que varios druidas habían muerto, asesinados de uno en uno, y se dirigía con él al Círculo cuando fueron atacados por "hombres con colmillos largos y fríos en las manos pero uno de ellos olía a depredador". Dravin no logró escapar pero él sí y cuando llegó al Círculo encontró a todos "muertos pero no".

Deciden seguir explorando y en el círculo de piedras druídicas hallan un montón de cadáveres andantes; los druidas muertos y sus compañeros han sido alzados por una planta enredadera de almizcle amarillo. Acaban con todos y con la planta y siguen explorando hasta encontrar el cuerpo de un tipo con armadura asesinado al parecer por alguna bestia salvaje. Berenice dice de emplear un conjuro para hablar con los muertos a la noche para intentar conseguir información, mientras, Galatea le pide a Rya que la ayude a enterrar a los muertos. No ha encontrado rastro ni de su hermana ni del compañero animal de su hermana.

A la noche le hacen preguntas al cuerpo:
-"¿Quién te envió a matar a los druidas?". El jefe, pero nos contrató un druida llamado Kazok.
-"¿Cómo podemos llegar hasta donde está el jefe?". Sigue el río, hasta la catarata. Después gira hacia la derecha y pronto verás una abertura en la roca oculta con maleza. El jefe está en esa caverna. ¡Cuidado con el dragón! 

Galatea recuerda que Aleera le habló una vez a de un río que cruza el bosque donde había la misma arcilla de color raro que hay en las botas del cadáver, así que ya saben dónde tienen que ir. Felinal dice que conoce el territorio de caza de un dragón, en el corazón del bosque, pero que él y su compañero lo eludían y Kora confirma haber oído historias sobre un dragón verde en Velar. Berenice intenta pedir consejo a Selûne sobre si deberían enfrentarse a él con un conjuro pero falla. Deciden que lo mejor es evitar al dragón a toda costa.

 

5. Las Cavernas de la Catarata

Los Escudos pasan la noche en un Truco de la Cuerda y al día siguiente llegan a la cueva y descubren que ésta parece tener tres accesos: Al noroeste una entrada a una caverna amplia llena de huesos y carcasas de animales. Al sur un agujero en el techo por donde cae el agua de una catarata (una criatura voladora tiene espacio de sobra para descender por ahí mientras que una terrestre podría tener una azarosa y potencialmente peligrosa caída) La tercera entrada es una abertura en la roca cubierta de maleza y es la que utilizan, presuntamente, los atacantes del Círculo.

Los escudos ven aparecer y dirigirse a la caverna de los huesos, con una presa entre las patas, al dragón. Tiene el tamaño de un oso.

Deciden evitar a la criatura y la azarosa subida por la catarata, escogiendo la abertura cubierta de maleza para entrar. Savinian descubre una trampa de foso en la entrada y Galatea la hace saltar convocando una rata terrible. En ese momento aparece a hablar con los guardias que vigilan un hombre que Berenice reconoce por el nombre de Aedelwulf. Es un licántropo.

Los Escudos aprovechan la distracción creada por la rata para entrar y sorprender a los guardias. Se inicia una pelea entre los ellos, mercenarios drow, mercenarios humanos y unos sabuesos de las profundidades que éstos sacan de sus jaulas y que tienen los dientes negros. Durante todo esto, Berenice se adelanta para descubrir la zona de la catarata que resulta ser un vergel. Allí se encuentra una dríada llamada Cilantro que se muestra hostil y afirma abiertamente estar en contra de los seguidores del Padre Roble (Sylvanus) Llama a gritos a Kazok e invoca dos criaturas arbóreas.

Kazok aparece transformado en un enorme murciélago, seguido de una miríada de esbirros y un cocodrilo gigante. La batalla se recrudece y en determinado momento Aedelwulf se va de la caverna seguido de un puñado de mercenarios. Los Escudos logran matar a Cilantro pero se ven obligados a batirse en retirada por la excesiva cantidad de enemigos. Felinal resulta gravemente herido en el proceso y para horror de Galatea se ven obligados a dejarlo allí pues no pueden detenerse a recogerlo.

 

6. Tras escapar de las Cavernas

Una vez fuera, Berenice explica que conoció a Aedelwulf cuando estuvo con él en Cormanthor. Cayeron en unas ruinas y quedaron atrapados allí durante meses, en una ciudad subterránea dentro de una especie de demi-plano. Algo en el susodicho bloqueó los recuerdos y el pasado de ambos, de modo que ninguno sabía que provenía de fuera. Durante ese tiempo se amaron y en determinado momento Berenice encontró allí adentro a su madre, quien los trajo de vuelta al Plano Material. A Berenice le salieron alas y Aedelwulf reveló su parte animal y la atacó. Ella no recuerda nada después de ese suceso pero despertó a salvo en el templo.

Galatea ha comprobado que Aedelwulf no es un licántropo nacido, sino infectado. Pero no es lo mismo un licántropo de Sêlune que uno de Malar; la primera respeta el libre albedrío mientras el segundo ejerce una influencia maligna sobre quienes son mordidos por sus siervos; si estos sucumben a la bestia como Aedelwulf, serán malvados para siempre.

Berenice vio la dirección en la que escaparon Aedelwulf y su séquito, pero pese a seguirla, los Escudos no dan con él. Lo que sí hallan son unos trolls chatarreros quienes parecen coleccionar todo lo que se encuentran por Velar y están dispuestos a intercambiarlos por otra cosa. Se han encaprichado de la maza mágica de Rya pero como e lenguaje es una barrera, Galatea les comunica a base de gestos que se vieran al día siguiente en el mismo sitio. Necesitan un conjuro si quieren entenderse. 

Los trolls poseen: 

» Varita eterna de invisiblidad (2/día)
» Brazales de rechazo (3/día) Acción Rápida. Los enemigos a 10' de distancia o menos deben superar una TS Fort CD 19 o retroceder 5' de la posición del lanzador. No afecta a criaturas enormes o superior, pero sí a las incorporales.
» Cuerno de resistencia (2/día) Acción Estándar. Los aliados a 30' de distancia obtienen RD 5/- durante 5 asaltos. Si se tiene la aptitud de Inspirar Grandeza, se puede usar el cuerno para otorgar 50 PG temporales durante la duración de la canción de bardo.
» Prendedor Salvaje: Al engancharlo a un objeto mágico, éste no deja de funcionar cuando el druida que lo lleva usa una forma salvaje.

 

7. De camino al Calvero...

Berenice les pregunta a los trolls mediante un dibujo por licántropos y drows. Éstos señalan que lo primero está al oeste y lo segundo al norte. Al ir en la "dirección licántropa" terminan en un lugar llamado La Colina Aullante. Savinian dice que allí vive una manada de licántropos adoradores de la luna.

Se topan allí un montón de calaveras ensartadas en una estaca. Galatea dice que son trofeos pero no hay nada raro o malvado en ellos. Puede que simplemente tengan un significado religioso, o que incluso sirvan como aviso para criaturas malvadas o alguna cosa así.

Los Escudos son sorprendidos por un grupo de licántropos de la manada de Malar quienes van acompañados de más lobos de dientes negros. Dicen no conocer a Aedelwulf y creen que los Escudos han sido enviados por los druidas por lo que no parecen saber lo sucedido con el Círculo. Dicen que la manada de la luna tiene una nueva Alfa que ha establecido el culto a la Pantera de Dientes Negros (Malar)

Tras derrotarlos, Galatea olfatea la sustancia negra que mancha los dientes de los lobos y ésta parece oler como un hongo una seta. Recuerdas haber advertido que las setas que Cilantro tenía sobre su cabeza estaban por toda la Caverna de la Catarata.

Galatea dice que por lo que ha  entendido que ha sucedido, la manada de Malar es más grande y se trasladó al territorio de la manada de la luna que es más reducida, así que se lo reclamó retando a la Alfa. Aun siendo ella otra licántropa no tiene una manada, no tiene números para reclamar la supremacía del territorio así que simplemente derrotarla a la nueva Alfa no bastaría para arreglarlo todo.

Savinian sugiere visitar el Calvero de Sombralto, donde se encuentra una congregación de elfos eilistreitas (lo que parecieron señalar los trolls por "drow") No sólo ya porque son aliados dentro del bosque, sino para comprobar si están bien.

 

8. El Calvero de Sombralto

Los Escudos pasan la noche de nuevo en el Truco de  la Cuerda. Galatea ya está despierta cuando Berenice se levanta de golpe diciendo que ha tenido un sueño: Un grupo de licántropos atacaba Roble Muerto y ella lo veía todo desde los ojos de uno. Vio el cadáver de Pinna ahorcado en un árbol y luego un grupo de lugareños le salía al paso. Habían abandonado Roble Muerto, pero quedaban aldeanos armados con herramientas para luchar contra la invasión. La luna estaba en cuarto menguante, cosa que sucederá dentro de cuatro o cinco noches. No sabe si es algo que pasará o no.

• Galatea le dice que si acaban con la manada de Malar eso no se podrá cumplir, pero después de terminar sus asuntos en el bosque irán igualmente a Roble Muerto para curarse en salud. Cuando los demás se despiertan se ponen al día y están de acuerdo con la idea pues les da tiempo.

• Al llegar al Calvero se topan con que la congregación eilistreita sigue en pie. Conocen a Zilvra y Jezzara, dos sacerdotisas que les cuentan que han estado sufriendo ataques constantes, han perdido a muchos de los suyos y se encuentran al límite. Saben el destino sufrido por sus aliados de Colina Aullante y del Círculo de los Cedros y han acogido en su congregación a los que han podido escapar de ambos lugares, luchando junto a ellos todo este tiempo. Contra el Pueblo de la Sangre Negra y contra los drow de una casa huida de Maerimydra. No están seguras de que los licántropos que queden en Colina Aullante sigan siendo aliados, pues creen que les están dando lo que sea que mancha de negro los dientes de los lobos y les hace volverse ferales.

Galatea piensa que las setas que brotaban en la cabeza de Cilantro están relacionadas con la sustancia negra que huele como a seta/hongo; los perros que había en la Caverna tenían los dientes negros al igual que los lobos que se encontraban con los malaritas y los que han estado atacando Velarburgo. Incluso el agorero que en el Festival de Primavera andaba soltando locuras también los tenía.

El padre de Savinian está desaparecido.

Las eilistreitas cuentan que han tenido noticias de que Maerimydra fue arrasada por un ejército de demonios y gigantes de fuego porque Lloth no contestaba las plegarias de sus sacerdotisas y que las Casas que vivían allí se desperdigaron en todas direcciones. Savinian dice que ese debe ser el motivo de que las sacerdotisas de Lloth no daban la cara en el Cormanthor.

También dicen que los drow a los que se están enfrentando no son llothitas pues tienen magia arcana y divina. Si adoran a Vhaeraun, Ghaunadaur o a algún otro dios no han podido determinarlo. Pero les resulta extraño que dirigiesen sus plegarias a Malar. Parece más bien algún tipo de alianza cuyo hilo conductor aún no han discernido.

Rya pregunta si hay túneles de la Infraoscuridad bajo el Bosque. Jezzara dice que todo el Valle está atravesado por ellos de modo que apostaría que sería posible llegar a las Cavernas de la Catarata por una ruta inferior si lograsen encontrar el pasadizo adecuado. No obstante, es muy posible que lo tengan vigilado; son ellos los que controlan la Infraoscuridad y de intentar ir por ahí sería necesario abrirse camino a través de las patrullas de la Casa Varana y sus esclavos trasgos, kobolds y sauriones. E incluso si los Escudos lograran hacerlo, Kazok estaría informado kilómetros antes de que llegaran por lo que piensa que las Cavernas de la Catarata siguen siendo más fácilmente accesible desde la superficie que desde abajo.

La Casa Varana tiene los mayores micólogos expertos en el cultivo de setas. Zilvra piensa que eso podría cuadrar con la teoría de Galatea sobre la sustancia negra.

Aleera se encuentra con las elistreitas; sobrevivió al ataque a costa de que su lobo perdiera una pata y éstas la curaron. Al parecer envió un mensaje a Galatea pero éste nunca llegó. Ha prometido ayudar a los Escudos a vengarse de la manada de Malar cuando vayan a ajustar cuentas con ellos. A ojo estiman que son varias docenas y el doble de esa cantidad de lobos pero los exploradores eilistreitas han visto que se han movido fuera del Bosque de Velar hacia el sur por lo que cree que pueden estar infiltrándose en poblaciones humanas (lo que también significa que los Escudos no se toparán con la manada entera) Jezzara por su parte ha jurado encabezar una operación subterránea para presionar a la Casa Vrana y dar paso franco hacia los dominios de Kazok si los Escudos logran desbandar a los licántropos.

Zilvra dice que en la congregación hay una persona que podría hacer de intérprete entre los Escudos y los trolls.

Kora decide quedarse en la congregación a ayudar en lugar de ir con los Escudos, pero dice que enviará una carta para alertar de todo esto a los Arpistas.

 

9. La Colina Aullante

Los Escudos se infiltran en la Colina Aullante y encuentran una misteriosa puerta tras un foso que parece estar siendo utilizado como pozo de deshechos por los malaritas. Hay un pedestal y varios cadáveres desparramados delante de la puerta. Está, además, está custodiada por dos grandes constructos extraplanares legales y alados que al parecer representan las "Lágrimas de Selûne", según Berenice.

• Galatea lee unos grabados en la pared, escritos en espruar, que relatan una victoria sobre un campeón de Malar y la conquista de la Colina Aullante en una batalla ganada con muchas pérdidas. Ese campeón tenía un yelmo, un cráneo de pantera tallado que era la fuente de su poder. Los selunitas fueron incapaces de destruirlo o utilizarlo de forma segura así que lo sellaron tras las puertas. Los constructos atacarán a cualquier malarita que intente robarlo, así como a cualquiera que intente transponer las puertas sin conocer al detalle el manto de la Dama de Plata que al parecer es el cielo nocturno.

• Tras un detectar magia, los Escudos descubren que la puerta tiene un aura de abjuración, el pedestal una de evocación, y un cristal que tenía uno de los cadáveres junto al pedestal también tiene otra de evocación. Deducen que el cristal y el pedestal interactúan entre sí pero deciden no tocar nada por el momento. Hasta que no sepan algo más sobre lo que supuestamente deben descubrir sobre el manto de la Dama de Plata al menos.

• Los Escudos investigan más por las cavernas y terminan encontrándose con un grupo de malaritas liderados por un chamán que saca la bandera blanca puesto que allí al parecer sólo quedan los tullidos, los demasiado viejos y los demasiado jóvenes. Ofrece a los prisioneros y los Escudos les advierten que pueden conservar sus vidas ahora si a cambio se largan de allí, o la próxima vez no dejarán títere con cabeza, y que ellos verán lo que hacen.

•  Descubren que la docena de prisioneros ofrecida, se encuentra toda en estado catatónico y desnutrida, al parecer fruto de los experimentos" con el hongo. Mara encuentra entre ellos a su amigo Caden.

•  El chamán les confirma que están aliados con Kazok y que fue por él que se desplazaron de su territorio, el cual sigue también a Malar (pese a que en opinión del chamán, sus métodos no le complacen) Kazok encontró a Cilantro, la cual había seguido al Señor de las Bestias durante siglos, el Círculo sospechaba de ella pero mantuvo el perfil bajo hasta que dio con Kazok y juntos crearon la pasta negra a raíz del hongo que crecía del árbol corrupto de la dríada. La pasta vuelve ferales a los animales y utilizaron a estos para atacar las granjas cercanas a Velarburgo y así menoscabar la autoridad los de gobernantes y de los druidas del Velar para que los lugareños hicieran sacrificios tradicionales a Malar buscando aplacar su furia. Vakennis se interesó por esto pero sólo decidió mover a su manada para ayudarlos cuando apareció una misteriosa aliada con un ritual mágico que alteraba el efecto del hongo de diente negro: cuando lo consumía un licántropo nacido y éste muerde a alguien, la transformación en licántropo que normalmente tarda días se completa en apenas unos segundos. Ahora la alfa, junto a los mejores guerreros de la Sangre Negra y los hombres lobo natos, pretende dirigir en persona un ataque contra Harrowdale para tener un ejército en una sola noche con el que marchar sobre los Valles.

•  Los Escudos deciden rápidamente poner sobre aviso a la ciudad, aunque no pueden dejar a los prisioneros allí por lo que se dividen: Berenice, Aleera y Rya llevarán a los prisioneros a buen recaudo con los aliados del Calvero y de paso les avisarán de lo que se avecina, mientras Mara, Galatea y Savinian irán a alertar a Velarburgo. Finalmente se reunirían todos en Harrowdale.

 

10. La calma antes de la tempestad

•  Galatea, Savinian y Mara llegan a Velarburgo donde ésta última decide informar de la situación a Elaven, un clérigo amigo que lleva una máscara de hierro, y de paso pedirle su caballo. Mientras Galatea va a avisar a la Madre Segadora. Ésta promete hacer todo lo que esté en su mano para proteger Velarburgo, así como enviar un conjuro de Recado a la burguesa Durana Shaleel para poner sobre aviso a Harrowdale cuanto antes.

•  Al reunrise de nuevo, Savinian dice haber visto a Aedelwulf con sus esbirros en el Pixie por lo que Mara, desconocida aún para el licántropo, decide entrar a ver si es capaz de captar alguna conversación sobre qué puede estar haciendo ahí.

•  Al salir informa que había visto a una de las bailarinas de las Melenas en Llamas coquetear con Aedelwulf así que le pasó una nota a la susodicha para avisarla de lo peligroso que podía ser el líder de los mercenarios. Su plan, aclaró, era que lo atrajese a un callejón cercano con el pretexto de intimar. Po en lugar de a la sunita los encontraría a ellos. A Galatea no le hace mucha gracia que pueda hacer cundir el pánico pero está hecho así que deciden pedirle a Elaven que avise a Yvonna de la presencia del hombre lobo para que los Jinetes (aunque sin pruebas contra él más allá de la palabra de los Escudos no lo pueden encarcelar) sí puedan al menos tener un ojo sobre él.

Eldreene (la bailarina) llega sola al callejón diciendo que ha citado a Aedelwulf en el carromato de las Melenas para poder preguntar a Mara qué rayos ocurre. Galatea trata de calmarla alegando que al líder mercenario le interesa mantener perfil bajo en los lugares públicos porque si provoca algún lío les dará la excusa perfecta para hacerle papilla. Y también hay Jinetes en la ciudad que estarán sobre aviso. Luego la envían a esperar en el templo de Kauntea para que no pueda asociarla a ellos.

Los tres llegan al carromato y logran evitar que Aedelwulf se intente escapar. Le ofrecen dejarle ir si a cambio les responde sobre lo sucedido en el Círculo y las Cavernas de la Catarata. Aedelwulf dice que se le da bien matar y mata. No sabe ni le importa lo que tenía Kazok contra los druidas pero le contrató para matarlos y lo hizo. Está dispuesto a matar por oro sin hacer más preguntas de las necesarias para poder cobrar pero no a morir por oro. Por ello, no sabe quien es Vakennis y por ello, al ver un problema en las Cavernas, se largó a otra parte y dejó a Kazok con lo puesto. Los Escudos deciden cumplir su parte y dejarle en paz, no sin que antes Galatea le subraye que le dejan en paz por ahora. Pues lo que ha hecho contra los habitantes de los Valles no va a salirle gratis.

Viajan finalmente a Harrowdale y se encuentran la ciudad en toque de queda. Se reúnen con Berenice y Rya en La Lluvia de Estrellas y les explican lo sucedido en Velarburgo. Rya cuenta que dejaron a los supervivientes de Colina Aullante con las eilistreitas, quienes los mantendrán a salvo y restaurarían con magia si está en su poder hacerlo. Aunque les informaron también de que las hostilidades con los drows de la casa Vrana se habían recrudecido, y que todavía había grupos de licántropos hostigando las posiciones en los alrededores del santuario. No obstante, prometieron establecer una última defensa alrededor de la Colina Aullante si Harrowdale caía, para dar tiempo a los Valles, Cormyr y Sembia de prepararse antes de que Vakennis y su nuevo ejército de licántropos consiguiera recuperar el Tótem de la Pantera.

Por otra parte, los Burgueses recibieron el Recado de la Madre Segadora por lo que la ciudad ya se encontraba en toque de queda cuando Rya y Berenice llegaron. Están al tanto de las desapariciones de aventureros y la burguesa Goldenleaf dijo sospechar que habían acabado con la Compañía del Hombre Murciélago y las Mantícoras de Arabel (en ese asunto sí contaban con indicios: uno de los supervivientes de los ataques había rastreado uno de sus objetos robados hasta la granja abandonada de Morgath; y un tipo que frecuentaba La Lluvia de Estrellas había despertado las sospechas de su dueña, ofreciendo a los aventureros comprar cualquier objeto mágico pagado en gemas) Así como que alguien había atacado a Elminster en su torre. No habían podido con él, por supuesto, pero los amigos de Morann en el Valle de la Sombra les contaron que la torre está en ruinas.

Berenice añade que preguntaron al Arpa Cantora sobre el inminente ataque de Vakennis y ésta respondió con una canción:

Si te dijera amor mío,
que temo a la madrugada.
No sé qué estrellas son éstas
que hieren como amenazas
ni sé qué sangra la luna
al filo de su guadaña.

Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga.
Quiero que no me abandones
amor mío, al alba.

Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas.
Comen las últimas flores
Parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasada.

Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas.
¿No te destroza, amor mío
esta silenciosa danza?
Maldito baile de muertos
polvo de la mañana.

• Los Burgueses no pueden ayudarlos con respecto al tema licántropo pues no descubrieron nada aparte de lo que los propios Escudos les han contado. Han cerrado la ciudad, establecido toque de queda por precaución, y extendido un documento que da vía libre a los Escudos para investigar. Éstos recuerdan a los forasteros que iban con Culdur y Dubrin el otro día y le daban mala espina a Savinian, así que deciden que es un sitio tan bueno como cualquier otro para empezar y van a hacerle una visita a Culdur.

Culdur se asusta al ver, entre otras cosas, a Rya en su puerta así que les dice a los Escudos que "Iraun y Kelsar tenían una habitación en la Taza Manchada. Maerhul, Lael y Jaorge Un-Ojo, duermen en un barco anclado en el puerto, llamado La Anguila. Quizá Dubrin sepa por dónde se mueven los demás". Los Escudos deciden tomar a Durbin como la siguiente parada.

 

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