Partida Rol por web

-Me... confundieron.- Termina de decir Dave mientras se levanta. -Creo que era algún tipo de magia o así. Cuando recuperé la voluntad estaba aquí dentro y me hacían preguntas acerca de mis compañeros furtivos, de cuál sería nuestro próximo encargo y de que ellos los impedirían. No pude creerme nada de lo que dijo.- Dave hizo un gesto de desdén, aunque su cara resultaba imperturbable. Todavía le costaba conjuntar expresiones y gestos.-¿Te lo imaginas?¿unos goblins salvando el planeta?.

Dave salió de la celda y extendió las manos. -No tengo equipo, pero eso no me impide luchar. Deberíamos buscar a los demás. Ya me apañaré mientras tú barres con la ametralladora.-   

Escucho lo que dice Dave y la verdad no me extrañan mucho ninguna de sus palabras. El elfo demostró saber de magia y esa clase de confusión que menciona el androide es posible considerando eso. Por otro lado, aquello de que los goblins salvarían el planeta, me imagino que puede ser reaccional a mis serias sospechas de que los mercenarios realizan cacería ilegal, pues he investigado también eso y estoy cerca de meterme en ese círculo también.

 - "Los que nos contrataron realizan cacería furtiva, eso está claro para mí. Probablemente ese elfo y los goblins piensan acabar con ellos y quizás están detrás de los ataques."

Guardo mi cuchillo táctico y saco mi pistola avanzada, la que le tiendo a mi amigo para que pueda defenderse:

 - "Toma, te será mejor que disparar miradas y malas palabras."

Afirmo con fuerza la ametralladora, pues planeo con ella acabar con los malditos goblins. Tuvieron su oportunidad y definitivamente la desperdiciaron cuando decidieron atacarme después de hablar.

Wayvar había perdido totalmente el juicio y no había vuelta atrás.
El derramamiento de sangre o dejarlo inconsciente era su única opción.
Por ahora se alegró de ver llegar a Stuart, pero no hizo nada para evitar que Wayvar se percatara de su presencia.
Lo primero era salir de esas enredaderas.

Edariel tras unos momentos de lucha consigue liberarse de las enredaderas que lo aprisionaban dando un par de volteretas hacia uno de los estantes.

-¡No podrás huir de mi, hijo de la casa Telfalas!.- El fuego inunda la habitación en dirección a Edariel, pero otra vez su armadura le previene del daño y las dolorosas quemaduras.

-JAJAJAJA.....- La risa demente de aquel elfo parece evaporarse con el crepitar de las raíces y enredaderas que arden ocupando toda la habitación.

-No se pueden disparar las miradas ni las malas palabras. Esta pistola solo admite proyectiles.- El androide te miró extrañado mientras cogía la pistola de tu mano. 
Gendo se acordó que a veces... muchas veces Dave no comprendía los juegos de palabras. 

La respuesta de Dave me saca un poco de mi concentración y le miro extrañado mientras balbuceo:

 - "Ahh... Sí... yo... cierto. Solo olvídalo."

"A veces se me olvida que Dave es... bueno... Dave."

Pero al girarme, una sonrisa aparece en mi rostro pues extrañaba a mi amigo. La verdad es que al elfo lo respeto pero tenemos muchas diferencias sociales para llevarnos del todo bien mientras que a Stuart apenas lo tolero, pues es como una espina en el trasero cuando se pone a hablar y hablar como si tuviera un ataque cerebral, además de ser entrometido y porfiado, entre muchos otros "dones" que le caracterizan y que hacen que más y más extrañe al resto de la banda... a los que hemos ido perdiendo en el camino.

Ahora es tiempo de encontrar a ese par y para ello, debemos estar listos. Bueno, eso y que tengo unos pendientes.

Afirmo con fuerza la ametralladora, listo para utilizarla pues es lo que planeo hacer. Avanzo guiando a Dave por el pasillo que nos separa del túnel al que huyó el elfo enemigo, listo para dispararle a cualquier goblin que vea, lo que incluye entrar en la caverna de donde salieron los últimos que me atacaron a traición.

Stuart vio como aquel elfo se entregaba a la histeria, con lo cual parecía ignorar las sujerencias mentales que trataba de meterle en la cabeza. Entonces se dispuso a aproximarse a donde estaban dispuestas las armas más cercanas ya que parecían ser más potentes que las que pudiera tener consigo y el combate no podría evitarse. Pero esa idea se quedó solo en la intención ya que vio como Edariel, con acrobaticos movimientos de fino control corporal que Stuart no sabía que su elfo compañero poseía a tal nivel, se acercó a quel lugar primero habiendo pensado lo mismo que él. Entonces Stuart pensó en mejorar un poco más las condiciones del enfrentamiento tomando, de uno de los bolsillos de sus jeans, otra de sus granadas y lanzandosela a Wayvar.

Avanzáis a paso rápido hasta la intersección de galerías por donde Edariel y Stuart persiguieron al elfo. Al otro lado la caverna se alza oscura pudiendo distinguir vagamente las siluetas entre las sombras. Las hogueras que antes iluminaban la caverna y los túneles ahora ya no están o solo son unas cuantas brasas que desprenden algo de humo.

La luz del día no llega tan lejos y tu visión no es tan buena como la del elfo​​​​ o el androide, aunque si distingues el resplandor del fuego más allá de una ligera curva que hace el túnel por donde fue el elfo. 

-Parece que los guerreros se han ido. Tan solo quedan algunos goblins demasiado pequeños para ser adultos y sus hembras, las cuales poseen armas rudimentarias.- Dice Dave. 

-¿Qué quieres hacer? 

La granada atraviesa el fuego estallando en un destello intenso de luz mitigado gracias al propio fuego que os cubrió de la explosión.

Wayvar grita y maldice cegado por la granada de Stuart, pero su locura le lleva a disparar el lanzallamas a ciegas, incinerando con él las armas y municiones que hay en los estantes... una situación muy peligrosa.

Siendo exitosa su idea, Stuart trota bordeando la cámara en donde estaban para llegar al expositor que estaba en el lado opuesto de aquel al que Edariel se había dirigido. Una vez allí lanzó un vistazo rápido e intentó tomar un arma grande que encontró, pero esta le resultó demasiado pesada, se cansaría de solo cargarla, así que la soltó y en su logar tomó una pistola negra con lineas amarillas de aspecto bastante más estandar, tras lo cual se giró y apuntó con ella a Wayvar.

Edariel pudo alejarse lo suficiente como para quedar a salvo de las enredaderas.
Vio cómo Stuart le lanzaba algo a Wayvar que provocaba un fuerte destello y probablemente habría cegado al elfo, ya que disparó en una dirección equivocada.

Edariel aprovechó ese momento para coger una de las pistolas que había en el armero, le sonaba haberla visto antes en un catálogo.
Apuntó al elfo traidor y disparó con la intención de desarmarle; había enloquecido pero Edariel creía que en el fondo no era el monstruo que ahora tenían frente a ellos.

El disparo de Edariel atraviesa el fuego pero erra el blanco. Demasiado movimiento y poca visibilidad con ese fuego ocupando gran parte de la habitación.

De pronto un chorro de llamas salió despedido hacia Edariel envolviéndolo y prendiendo fuego a sus ropajes.