Warren, todavía blanco por lo que acababa de suceder. Miró a Artie un instante, aunque tardó vario segundos en reaccionar. Podría haber sido él quien ahora estuviera acuchillado de muerte.
Tragó saliva. Debían actuar rápido y con cabeza. Si se guiaban por el corazón, acabarían muertos y el sacrificio de Brady de poco habría servido. Además, ellos no importaban. El destino de la humanidad estaba en sus manos. Concretamente en las de Artie, que era quien llevaba el "Ojo" oculto bajo su gabardina.
- ¡Si, claro! - Respondió al fin agachándose junto a su viejo amigo y cargando a sus hombros, ayudado por el bueno de Artie, a la desmayada Susan.
Ya no podían hacer nada por el pobre Brady,... desde luego era un duro golpe para su hermana, pero no podían ahora pensar en ello. Tenían aún que salir de allí.
Artie y el doctor cogieron a Susan y Anna les seguía de cerca, intentando salir de allí cuanto antes.
Vuestros camaradas de asalto cubrieron la huida desesperada a la que tuvisteis que enfrentaros. Llevar a Susan a toda velocidad para alejaros de allí y regresar a la casa del amigo de Jack, no era tan difícil como tener que explicar su muerte o soportar la mirada de Susan ante la certeza de que su hermano había muerto.
Pero ya no había otra cosa que pudierais hacer.
Al menos teníais lo que habíais venido a buscar, si bien a un alto precio, mayor para algunos que para otros.
Llegasteis a la casa de Mu Hsien casi sin aliento, pero sin dificultades. Los hombres que os habían acompañado en el asalto, no os habían alcanzado, pero al llegar a la casa, vuestro anfitrión os recibió con el semblante oscurecido.
Se había dado cuenta de que Jack no estaba y que Susan aún estaba inconsciente y en brazos de Artie.
Simplemente negó con la cabeza, mientras regresaba al interior y os dejaba paso para que entraseis.
Una vez seguros, os dejasteis caer en el primer lugar medianamente cómodo que encontrasteis, al igual que depositasteis con cuidado, en un sofá, a Susan. Estaba con los ojos abiertos, pero no había dicho nada, ni hecho nada. Encontrar a su hermano para volver a perderlo, sonaba bastante más duro que si no hubiera sabido nada de él. Ofelia se sentó a su lado, pero no había mucho que pudiera hacer para consolarla.
-Deduzco que el señor Brady no lo ha conseguido. Una lástima. Espero, no obstante, que al menos hayan conseguido lo que buscaban -os preguntó.
- Está en lo cierto. - Respondió Artie con pesar. - Estuvimos todos a punto de salir de ahí, pero en el último momento...
Gumshoe negó con la cabeza. Le dolía haber dejado el cuerpo de aquel hombre atrás. No darle un entierro como debía era casi un sacrilegio, sobre todo, después de lo que había luchado por el objetivo común, que no era otro que el de salvar la humanidad.
- Por suerte, logramos sacar de ahí lo que estábamos buscando y algo más... - Añadió.
Colocó el medallón sin desenvolverlo sobre la mesa y posteriomente el cuchillo ritual, el manto y los libros que logró rescatar de aquella terrible habitación de locura.
- Aquí está... - Intervino Bedford. - Espero que haya valido la pena...
Warren estaba cabizbajo y evidentemente preocupado. Ya tenía una edad y todo aquel asunto le estaba superando. Pese a haber vivido cosas que traumatizarían a cualquier persona y haberlas superado con evidente éxito, aquel asunto era muy diferente para él. Estaba visiblemente cansado y bastante desmejorado.
- ¿Cual es el siguiente paso? - Preguntó con urgencia.
Habían logrado tener éxito en la misión, pero a que precio. La muerte de un buen del cual su hermana no se recuperaría tan fácilmente. Pero ya estaba todo hecho y poco podrían hacer al respecto, salvo hacer que el sacrificio de Jack no fuera en vano.
Supongo que tendremos que averiguar algo más de estos objetos y ver que hacer a continuación.
Mu sien agachó la cabeza al oír la historia sobre su amigo Brady.
-Brady fue un amigo fiel, hasta el final. Me habló mucho acerca de su hermana pero sobre todo, me hablaba de sus pesadillas, los miedos que le asaltaban cada noche, que no le permitían dormir ni descansar. Ahora podrá descansar en paz.
Guardó entonces un minuto de silencio, antes de proseguir.
-Venid -os dijo.
Entonces, os mostró un mapa, señalando un diminuto punto en mitad del mismo.
-A unos 450 Km al sureste de Shangai se encuentra la Isla del Dragón Gris. Antiguamente era un volcán, pero ahora ha quedado simplemente como un atolón. Con este ojo, iremos a la Isla del Dragón Gris y acabaremos con el mal. Debemos ser rápidos, pero ahora, estoy convencido de que triunfaremos, porque el bien siempre vence al mal. La señorita Brady se quedará en mi casa, y quien quiera, mientras los demás asaltaremos la isa y esa terrible maldición llega a su final. Pero ahora... comed y descansad. Mañana al amanecer partiremos.
Pues vamos por el último.
Mu Hsien tenía claro lo que tenían que hacer. Esa era sin duda una buena noticia, pues a lo que a él respectaba, no tenía ni idea de por done debían continuar. Gracias a ese hombre sabio, la humanidad iba a tener una oportunidad de salir adelante. Sentía igual que el resto de sus compañeros la muerte de Brady, pero quizás, como bien decía Mu, ahora podría descansar al fin.
- Me parece correcto. - Comentó Gumshoe tras la explicación de Hsien. - Susan debe descansar, pero la misión no puede esperar. - Asintió.
Fuera como fuera, le había entrado hambre. Necesitaba un baño, ropa limpia y quizás, si sus compañeros también querían comer algo, podrían salir a comer a algún restaurante cercano. Estaba casi seguro de que no les habían seguido, por lo que creía que despejarse un poco era lo más oportuno. Quizás fuera su última cena... lo que iban hacer mañana sonaba peligroso y mortal.
- ¿Alguien viene a cenar algo? - Preguntó. - Quien tenga hambre, en una hora en la puerta...
Si cambiamos escenario, hacemos las subidas de habiliades?
- Si... - Murmuró el profesor. - Va a ser lo mejor...
Bedford se sentía cansado. Ya había decidido que esa sería su última misión de campo en "Tras el Telón". De hecho, hubiera declinado la oferta de Mu Hsien, de no ser porque sabía que eran muy pocos y que toda ayuda era necesaria para salvar la situación. Además, se había comprometido con Artie y el siempre cumplía con sus promesas.
- Me apunto a tomar algo. - Resopondió a Artie. - Voy a asearme un poco y bajo. - Asintió. - Necesito una copa...