Partida Rol por web

-No, yo... no tengo el busto y no sé en dónde está. Cuando escapé de la matanza, lo hice solo y sin nada en mis manos. Fue un auténtico milagro -respondió Jack, llevándose una mano a la pierna, como si de repente se hubiera acordado de alguna vieja herida ya casi olvidada.

En cuanto nombró Artie el mapa, un escalofrío le recorrió.

-Yo... no lo sé. Era un mapa extraño, que apenas pude ver durante unos momentos, porque Roger no permitía que nadie lo viese. Tenía los continentes como distorsionados y se podían distinguir las cordilleras y algunos ríos, pero no se mostraban ciudades ni naciones. Sí que me dio tiempo a leer una frase que se me marcó a fuego, que estaba en los bordes: "Los Primigenios volverán y todos temblarán ante su terrible poder". Nunca supe a dónde quería ir realmente.

Pero el profesor dio con la clave.

Destruirlo. Eso había que hacer.

Entonces apareció el compañero de Brady, aquel chino, Mu Hsien.

-Debemos ir a la Isla del Dragón Gris y abortar el Gran Portal de Nyarlathotep. Al hacerlo, impediremos la entrada de este ser a nuestro mundo -explicó -. Debemos usar los ojos de luz y de oscuridad. Con uno de ellos lo conseguiremos. He traducido la parte que nos interesa de estos libros, y dicen lo siguiente:

“De los signos que evitan la expansión del Dios Oscuro, el más
potente es el Ojo de Luz y de Oscuridad. Inscrito en la sustancia
de un lugar elevado cerca de donde anida el mal, y no más lejos
de 30 li (unos 16 Km) de allí, repele a las fuerzas maléficas mien-
tras el signo exista. El Ojo debe ser creado en la tarde anterior a
una noche de luna llena, y al salir ésta hay que utilizar sangre de
un inocente para llenar la pupila del Ojo una vez cada golpe de
tambor (un antiguo intervalo de tiempo chino utilizado en las
ciudades y equivalente a una hora) hasta que se ponga la luna.
Es también preciso que un cierto número de participantes
canten juntos desde que se vierta la primera sangre, repitiendo en
voz alta: 'sa-ma, sa-ma, te-yo, sa-ma' , hasta que se ponga la luna. A
la noche siguiente, la pupila del Ojo queda activada y empieza a
brillar. Para realizar este encantamiento hay que reunir un gran
número de amigos del bien porque unos pocos seguro que no
tendrán éxito.”

-Creo que sé en dónde podemos encontrar uno -sonrió Mu Hsien -. En casa de Ho Fong.

- ¿Un... ojo? - Preguntó entonces Artie. - Si sabe dónde encontrarlo, sabrá que es... - Dejó caer. - ¿Es una escultura, un objeto mecánico... de qué estamos hablando? 

Preguntó Artie realmente interesado por aquello. Aquel chino parecía saber bastante más que cualquiera de ellos y además, parecía poder sobrellevar el asunto con mayor calma que el pobre y desquiciado Brady. 

- ¿Dónde lo encontramos? - Preguntó. - Y... ¿que necesitamos para hacernos con él? No creo que sea llegar a un sitio y que nos lo entreguen sin más...

- Ha dicho que necesitamos muchos... - Carraspeó. - ¿Como dijo...? - Se mantuvo pensativo unos instantes. - ¿Amigos del bien? - Creyó recordar. - ¿Somos suficientemente buenos nosotros? - Le preguntó. - ¿Somos suficientes? - Dejó caer.

Dr. Warren, creo que tenemos que ir paso a paso- dice Anna con firmeza- al menos ya tenemos un objetivo a conseguir que es ese "ojo". Cuando lo tengamos ya nos preocuparemos si somos lo suficientemente buenos o suficientes a secas para enfrentarnos a esta amenaza- sus palabras, a pesar de decirlas con firmeza, no terminaba de creérselas del todo. Al fin y al cabo, ¿cómo iban a poder hacer a una amenaza como aquella?

Las preguntas de Artie son pertinentes, ¿que es o como es ese ojo? Espero que no sea un ojo de verdad... aunque, visto a lo que nos enfrentamos, no me sorprendería en absoluto.

El amigo de Jack sonreía, no sabíais si por vuestras preguntas o a causa de cualquier otra cosa. Jack parecía cansado o, más bien, agotado, y sus ojos se cerraban a ratos, descansando la cabeza en el hombro de su hermana.

-Yo no puedo inmiscuirme demasiado pero tengo un grupo de hombres preparados para ir a la Isla del Dragón Gris, en donde está su objetivo. Sin embargo, deberán conseguir el Ojo antes. El Ojo detendrá todo. Es... un símbolo muy poderoso, pero dependerá de todos que conserve toda su energía. Pero no es un ojo de verdad. Es un símbolo muy poderoso -aclaró Mu Hsien.

Al ver a Brady, el rostro de Mu Hsien pareció ensombrecerse.

-Deberían descansar. Quizás mañana, puedan recuperar el ojo. Será difícil... pero solamente con él podrán lograrlo y hay que hacerlo pronto, porque en la luna llena, el portal se abrirá... y será el final para todos. Si lo recuperan... mis hombres estarán esperando para ir a la Isla. 

- Bien... - Pronunció Artie no muy seguro. 

Ya tenían la clave del asunto. Asunto que por otra parte, parecía una chaladura. No obstante, él personalmente creía en que sus nuevos amigos decían la verdad y es más, creía que estaban en lo cierto. Fuera como fuera, iban a tener que recuperar el ojo, el símbolo de poder... Aunque iban a necesitar cierta ayuda. 

- Haré lo que sea necesario. - Indicó entonces Gumshoe. - Aunque voy a necesitar cierta información. ¿Donde lo encuentro y cómo lo reconozco? 

Mientras los demás hablaban de detener a aquel culto y la llegada de su dios, yo seguía sosteniendo a mi hermano de la mano. No podía creerme que le hubiese encontrado vivo... y cuerdo. Después de tanto tiempo, de tantas locuras vistas y vividas... su relato sobre su huida me heló la sangre, pero cuando dijo que sentía que vivía de prestado, las lágrimas saltaron a mis ojos y me abracé a su brazo.

- Hermano... no digas eso... ahora que nos hemos reencontrado, todo irá bien... acabaremos con esto y volveremos a casa... sanos y salvos... creo que lo mejor es que te quedes aquí, con tu amigo, mientras nosotros nos encargamos de lo demás. Ya has pasado por mucho y necesitas descansar... y estar a salvo. No quiero volver a perderte.

Le susurraba con miedo y preocupación y es que no era para menos. Si le buscaban, acabarían dando con él y si venía con nosotros sería el primer blanco en caer. Lo mejor era que se quedase escondido hasta que todo terminase. Pero claro, no recordaba que aquel mundo era de hombres, no de mujeres y que al final, aún siendo familia, solo él tendría la palabra final ante mi petición, casi ruego, porque se quedase al margen de todo aquello.

- Creo que Jack podría sernos de mucha utilidad allí donde vamos... - Intervino Warren tratando de medir sus palabras para no importunar a Susan. - Es quien más ha visto, quien más sabe del culto con perdón de Mu Hsien... - Se recolocó las gafas con dos dedos esperando la reacción de Susan. - No se que querrá hacer, señor Brady, pero como he dicho, su experiencia nos puede resultar muy valiosa, aún si permanece en un segundo plano. - Carraspeó. - No obstante, aceptaremos su decisión.

- Como dice del doctor Bedford, le necesitaremos allí a donde nos dirigimos. - Añadió Artie. - Pero usted haga lo que quiera, aunque llegados a este punto, no se si estará más seguro escondido o con nosotros. Piense que puede estar siendo vigilado. Puede que en este momento lo estemos siendo. ¡A saber que extraños artilugios están en posesión de la Secta y sus acólitos! - Exclamó entonces con cierta indignación. Jugaban en clara desventaja. - Usted decide.

Mu Hsien parecía estar bastante seguro acerca de todo cuanto decía.

-Lo sabrán cuando lo vean -decretó -. El ojo es un poderoso guardián, lo único que puede detener el horror que amenaza con llegar hasta nosotros. Debe haber dos símbolos unidos, aunque lo más seguro es que los mantengan separados para evitar confluencias místicas.

Jack parecía agotado, y sus ojos se cerraban. Las palabras de su hermana no hacían sino calmar su espíritu por vez primera desde hacía años. Ahora solo quería descansar. Quizás sabía en su interior que no podía hacerlo, pero eso no hacía desaparecer aquella urgente necesidad por hundirse en el olvido. 

Lentamente, se puso en pie y se encaminó sin responder a nadie, hacia su dormitorio, acompañada de Susan. Los demás, tendríais tiempo para descansar, antes de lanzaros a por lo que necesitabais. El destino de la humanidad, y del planeta entero, podía estar en vuestras manos.

-Deberán ir mañana al amanecer. No pueden esperar. Hasta entonces... descansen -informó Mu Hsien.

- Bien. - Arite se puso en pie de un salto. 

El detective estaba rebosando adrenalina. De ser por él, partiría en ese preciso momento en busca deo desconocido. Por fin había aclarado todas sus dudas. Todas menos una, la apariencia del "Ojo", aunque confiaba en lo que le había dicho aquel chino. 

- Lo sabrán cuando lo vean... - Aquellas palabras resonaron de nuevo en su mente. 

Sin más, Artie se despidió y se encaminó a la habitación donde le habían dicho que podía descansar. Aunque hubiera partido en ese preciso instante, entendía que era mejor descansar y estar fresco para lo que estaba por venir. 

Al amanecer partirían hacia lo desconocido y si fracasaban sería su final. Vivir o morir, ese era su sino. 

- ¡Diablos! - Pensó. - Me hubiera gustado besar a Ofelia antes de... - Sonrió sin decir nada, ni hacer ningún comentario. Era como si se hubiera sorprendido a si mismo al tener aquel pensamiento. - ¿Pero que piensas Gumshoe? - Se preguntó a si mismo sin borrar su sonrisa.

- Descansen. - Les deseó Warren a sus compartidos de aventura. - Mañana puede ser un dia muy largo... - Suspiró. - Y también muy peligroso.

Dicho aquello, se dirigió a su habitación con ganas de descansar lo suficiente como para que su viejo cuerpo estuviera a tono para lo que les esperaba al día siguiente.

Habían terminado la conversación y Anna notaba ahora un enorme cansancio por los acontecimientos ocurridos hasta ahora. Un sueño reparador le vendría que ni pintado...

Durante toda la conversación, Ofelia había permanecido en silencio. 

Demasiada información. Demonios, han ocurrido tantas cosas que no entiendo nada de nada, pensó.

Lo único que sacó en claro fue que tenían que ir en busca de aquel Ojo o lo que fuera. Eso sí que podía entenderlo. Quizás por la mañana, cuando descansara, se sintiese con fuerzas para comprenderlo mejor todo, pero tenía la sensación de que antes de mejorar, todo iba a empeorar.

No me gustó nada la presión que ejercieron tanto el profesor como el detective hacia mi hermano. De Artie me lo esperaba, pero del doctor Bedford no. A parte de reconocerle aquel atractivo que conservaba a pesar de su edad y ese halo de misterio en torno a su propia figura por ser bastante reservado, le tenía por un tipo de hombre más sosegado y temeroso del peligro. Uno con suficiente empatía como para dejar marchar a quien no se encuentra bien.

Pero estaba claro que me había equivocado con él.

- Descansen. - Acompañé al doctor con sus mismas palabras, despidiéndome de todos mientras me iba con mi hermano.

- No te sientas presionado, hermano. No les hagas caso, ya has pasado por mucho... deja que esta vez sea yo quien cuide de ti.