Partida Rol por web

-Se acabó

Cansado de esta situación Peter se adelanta y le intenta dar un puñetazo a Silas, aunque falla por muy poco

Josep volvió dentro de la tienda tan rápido como los temblores de sus piernas le permitieron, cerrando la puerta detrás de el ya apartándose de la zona de apertura.

-Caballeros no quisiera ser portador de peores noticias, pero me temo que los dos caballeros de los que nuestro anfitrión nos libro hace un momento, desean unirse a la fiesta, y vienen decididos a por nosotros.-Trago saliva pues estaba hablando tan rápido que hasta esputaba sin quererlo.-Y al menos uno de ellos tiene el mismo tipo de cuchillo que el negro, dueño de esta tienda.-Dicho esto busco una zona de cobertura, detrás del perchero a ser posible, para usarlo como arma de llegar a necesitar algo mas largo que un cuchillo.

Ya me temía algo así -. Se lamentó el abogado dirigiendo su atención, con cierto alivio al dejar de prestarla al extraño suceso que estaba teniendo lugar con la alfombra, hacia la puerta, buscando algo con lo que atrancarla para evitar la entrada de más enemigos.

Tal vez esto sirva para bloquearles el paso, es muy probable que exista otra salida -.Pensó esperanzado mientras clavaba en el quicio inferior de la puerta un trozo de madera astillada que debió pertenecer a algún viejo mueble.

El misionero se queda helado ante las noticias de Paulov. Su plan de salir de allí por patas se había ido al traste y además ahora estaban rodeados.

-Amor bendito, al final sí que estaban compinchados…-susurra para sí mismo-.

Viendo la reacción de Barton decide que sí, que lo mejor será trabar la puerta de la calle y a tal efecto pone todo su empeño y todo su cuerpo contra la puerta de cristal. Mientras retira un poco la cortina para ver qué sucede a fuera llama a Paulov:

-¡Sr.Paulov ayúdeme por favor!¡Yo solo no podré!

Lionel logra trancar la puerta con exito dejandola totalmente imposible de abrir desde afuera. Del otro lado sienten como los hombres empiezan a golpearla intentando abrirla pero no logran hacerlo.

Estan rodeados, rindanse y mueran para nuestro señor.

El hombre volvió a atacar esta Peter que le había intentado dar un puñetazo, el corte da en el brazo por poco dejandole un hilo de sangre.

¡La sangre despertará a nuestro señor y el mundo tamblará!

-¡Agh! -exclamo al ser alcanzado por Silas. Le miro con odio, mientras escucho como golpean la puerta

-¡Veremos a ver quien se reune con su señor, desgraciado hijo de puta!

Peter está completamente enfadado, su rostro y sus palabras reflejan el enfado. Rápidamente se abalanza sobre Sila y le intenta dar un nuevo puñetazo, pero ya sea por la herida, o por lo precipitado del mismo, vuelve a fracasar.

Tras atrancar la puerta, viendo que parece aguantar, gracias en parte a los desvelos del señor Davies, el abogado respira hondo y se da la vuelta, sintiendo de nuevo ese escalofrío ante la extraña situación que están viviendo. Ve con preocupación como el señor Carter es herido.

Esto es demasiado. Debo encontrar algo que pueda usar como arma o no saldremos de aquí con vida.

Alentado por los nervios, las palabras sin sentido del dueño de la tienda y los constantes golpes en la puerta de sus sicarios, el señor Barton se lanza a abrir cajones, puertas de armario e incluso a mirar encima de ellos, con la vaga esperanza de hallar algo que pueda sacarlos de ese atolladero.

Will ve cómo el enloquecido tendero ataca a a Carter y de nuevo le propina otro golpe, no deseando malgastar balas salvo que la situación lo requiera desesperadamente. De nuevo otro golpe impacta en la cara de Silas, que ya comienza a perder algún diente por efecto de sus puños.

Todo empezaba a empantanarse, afuera había peligro, dentro había peligro y lo peor de todo es que la poca gente en la que él confiaba empezaban a perder la batalla contra un viejo negro con ojos de huevo.

Fue en ese momento de pensamiento critico cuando, observo como el Sr.Barton buscaba entre los objetos algo para defenderse, por su parte Paulov aria algo parecido. Buscaría algo útil pero tan útil como una puerta trasera para dejar libre una zona de escape, sinceramente él no confiaba en que dos negros con malas pulgas se quedarían bloqueados por la puerta de una simple tienda. Y salir por ella, tampoco era una buena opción, ademas estaban en el aire responder. Porque temblara bajo sus pies o sentía un ligero calentamiento en las suelas. "Espero que solo sea mi propio cuerpo quemando mas calorías de las que pueda y ser esa la sensación de calor"

Con la puerta bien atrancada y después de ver como dañaban al conocido arqueólogo, Solomon se decide. Se incorpora, se acerca por el costado izquierdo del mostrador y sin dudarlo le asesta un directo de derechas al negro.

Los golpes de Solomon y Will dan en el rostro del hombre terminando de noquearlo. Mientras del otro lado de la puerta se calma el ruido de golpes pero se puede ver que hay dos hombres en el callejón por el vidrio de la tienda.

Josep es el primero en darse cuenta, pero el cuerpo de Silas se empieza a levantar y a bajar rápidamente, como si alguien estuviera intentando abrir una trampilla que está debajo de él.

El tejano vigilaba la puerta, aquellos hombre parecían haber desistido de su propósito, al menos de momento, en el interior sus compañeros habían dado una buena paliza al dueño y debían encontrar el modo de salir de allí, o, en su defecto, algo que diera sentido a aquella arriesgada aventura y por la que mereciese la pena el susto.

Lionel miraba por todas partes sin saber realmente que buscaba, aún notaba el nerviosismo, los ruidos de una especie de trampilla que parecía querer derramar más enemigos sobre ellos, no dejaba de estimular su inquietud. Dio un suspiro preocupado y siguió buscando.

Tras acabar Silas noqueado, Peter se saca un pañuelo e intenta curarse la herida que le había producido.

-¡Maldita sea, comenzamos bien!

El movimiento del cuerpo de Silas, posiblemente producido por alguien al intentar abrir una trampilla llama su atención

-Este lugar no es seguro, entre los rufianes de afuera y los que parece que intentan entrar por aquí, habría que buscar una puerta trasera, no sólo para huír, sino por si también intentan entrar. Voy a ver.

Con su revólver apuntando se dirige hacia la zona trasera

-Estaría bien que alguien más me acompañe por si las moscas- comenta antes de desaparecer en el interior de la tienda

Tras desaparecer de la vista de sus compañeros, Peter observa todo a su alrededor, atento a cualquier cosa que le llame la atención y buscando otra salida

Agito mi mano derecha para aliviar el dolor del golpe. No estoy orgulloso de haber usado la violencia, pero desde luego que ahora no es momento para tener debates morales.

Si la policía se enterase de esto, tendría un buen problema.

Me siento encima de Silas con una rodilla a cada costado, con la esperanza de que mi peso impida definitivamente la entrada por la trampilla de los supuestos compinches del loco tendero. Le aparto un poco el cuello de la camisa y de un tirón le arranco la llave que lleva colgando del cuello.

-No sé si esto nos servirá para poder salir de aquí, pero sí que creo que debe de ser algo importante en todo este embrollo.

Levanto un poco la llave para que la vean todos.

Con Silas en el suelo y los de fuera habiendo dejado de golpear la puerta, Josep suspiro aliviado por un segundo, hasta recordó en la situación que se encontraban. Una rápida observación de los hechos le hizo tener un par de teorías sobre lo que podía ocultar esa trampilla.

-El suelo que tiembla.-Comento alejándose de la puerta principal un par de pasos.-Podría ocultar al verdadero dueño de la tienda, porque sinceramente, este hombre parecía un loco fanático mas que un entendido. O bien una desagradable sorpresa mas en esta tienda de los horrores. Sea cual sea la respuesta, sinceramente no me interesa conocerla, prefiero salir de aquí cuanto antes.-Miro a su espalda.-Y por otra puerta a ser posible.-Volvió a recoger su sombrero y busco en su gabardina mientras, el arqueólogo se marchaba a la aventura.

-No se aleje demasiado Mr.Carter. En cuanto tenga un segundo le mirare esa herida y lo mismo para usted Solomon.-Se acerco al hombre que alzaba una llave entre sus manos.

-No es mala idea, registre a ese loco, ¿Tiene algo mas?-Podría no ser momento para eso, pero sin conocer los recovecos de la tienda, registrar al "dueño" no le sonaba descabellado.

-Yo me quedaré aquí, por si es necesario contener a los invitados. -Dice Will con cierta flema. Luego empuña adecuadamente el Webley- La situación parece sumamente embarazosa.

Will observa como Solomon rebusca en el cuerpo de Silas impasible, centrándose en la puerta.

Al principio no parecen encontrar ninguna otra salida y que están rodeados por enemigos por todos lados, pero justo cuando parece que se va a abrir la trampilla Peter descubre una puerta oculta tras unos tambores y lo que parece ser la cabeza disecada de un cocodrilo.

Rápidamente logran abrirla y salir a la calle, desde donde están no logran ver a nadie que los sigue, pero les da tiempo para huir y luchar otro día.

A lo lejos empiezan a ver un taxi que se aproxima a su dirección, el taxista tiene la misma cara de intriga que el primero, probablemente no espere ver un grupo de hombres blancos caminando por ese barrio a altas horas de la noche pero baja la velocidad, quizás para preguntarles algo o para verlos mejor.

Nada más ver el taxi, Peter levanta el brazo el alto y empieza a hacer señas

-¡¡¡Alto, aquí!!! -se gira hacia sus compañeros -Ir subiendo todos, yo subiré el último mientras os cubro. Dejarme sitio, ¡aunque sea en el maletero! -comenta sonriente y guiñando un ojo

El abogado no se detiene a discutir, pues lo dicho por el afamado arqueólogo le parece la mejor idea que ha escuchado en toda la noche. Con una rápida carrera se acerca al taxi con la intención de entrar en él ante la sorpresa del taxista.

No hace falta que apague el motor, amigo, salimos enseguida en cuanto suban mis amigos.