Partida Rol por web

En un anodino pub londinense, un grupo de americanos se reunieron en la fría noche para discutir los últimos y terribles acontecimientos ocurridos.

Disfrutando de una fría pinta de cerveza, archie sonríe alegre. Y no es para menos pues la excursión nocturna a la fundación Penhew les va a permitir averiguar más cosas de las que pensaban. Si bien aún queda trabajo por delante para catalogar y comprender que es lo que habían conseguido otra premisa era aún más importante en este momento.

- Caballeros, señoras, tenemos mucho de lo que hablar pero creo que lo primero debería ser encontrar una excusa para desaparecer de forma casual unos días. Seguiremos siendo sospechosos pero ganaremos tiempo de cara a lo que pueda pasar pues nuestros "amigos" de la fundación es posible que se enfaden. ¿Que les parece hacer una excursión a la campestre inglesa? Este país es muy grande y sería una pena desaprovechar la oportunidad de hacer turismo.

- Me parece que es una idea excelente, sobretodo teniendo en cuenta que hemos sido atacados, nada menos que en la Biblioteca de Londres, por dos individuos de mala catadura. Estamos siendo vigiados, me temo.

Nick estaba absorto en sus pensamientos... el botarate de Nathan aseguraba que nos vigilaban de cerca. Entonces, ¿por qué  habían permitido que se colasen tan descaradamente en la Fundación y que se llevasen todo aquel alijo de chismes y libros que acarreaban de un lado para otro?

El café con excelente whisky escocés aún humeaba en sus manos cuando desfrunció el ceño analizando más pausadamente las palabras de Moore.

- Er... ¿atacados? - dijo de pronto. - Brenda... ¿estás bien? ¿Cómo fue la cosa? ¿Cuántos eran? Hay que desaparecer de inmediato. Cómo ya dije antes, propongo salir del Hotel "de tapadillo" e irnos a la campiña, como dice Archivald. Así si preguntan por nosotros en la recepción estarán en un callejón sin salida. Hay que salir de Londres y ocuparnos en leer todo el material que tenemos hasta que zarpe el barco a Egipto.

Archie asintió con la cabeza ante la idea de su colega nick. Ahora que lo conocía mejor tenía más confianza en lo que hacía, era un trabajo sucio pero alguien tenía que hacerlo, así que su opinión le parecía acertada y digna de tener en cuenta.

Es evidente que resultamos molestos, así que ahora más que nunca creo necesario que cambiemos de hotel. No me gustaría tener visitas inesperadas, allí podemos poner en común todo lo que hemos averiguado. 

Archie le dio un trago a su pinta de cerveza y se relamió los labios para retirar los restos de espuma de los labios.

- Cambiar ahora de hotel sería más sospechoso todavía. Por eso creo que mejor la idea de dejar la ciudad e internarnos en la campiña británica unos días. Pero volver con tiempo para embarcar a nuestro próximo destino.

- Dos hombres. Egipcios. Todos estamos bien, gracias a Dios.

El hombre se revolvió en su asiento. Dio un sorbo a su cerveza, se limpió el mostacho y continuó.

- Creo que todos estamos de acuerdo en que lo mejor sería salir de la City. Tengo algunos familiares en Gales, no será difícil encontrar alojamiento incluso en pleno invierno. Pero lo que me sigue reconcomiendo es, ¿qué averiguó Jackson Elías respecto a la expedición Carlyle? ¿Qué habéis encontrado en la Fundación Penhew?

- Muchas cosas, Nathan... demasiadas. - asintió acordándose de la extraña estatua. - Honestamente demasiadas como para que nos hagamos una idea de cuánto hemos avanzado sin una investigación detallada. Tenemos libros que leer, hojas de cuentas que revisar, pergaminos que traducir y un largo etcétera. Ah, y la caja con el cilindro de piedra... - apostilló como quien cae de repente en algo crucial. - Lo que está claro es que Gavigan es tan mezquino como siniestro. Y que oculta muchas cosas sobre la expedición Carlyle.

Nick se quedó unos instantes con la mirada perdida. A través del ventanal del pub se veía una noche londinense realmente propicia para salir de la ciudad bajo aquel puré de guisantes. Gales podría servir y estarían preparadas para abandonar Gran Bretaña en el próximo barco que partiese rumbo a Egipto. De nuevo volvió a recordar su paso por el país del Nilo años atrás y un escalofría recorrió su espinazo.

- Hay que volver al Hotel, recoger todo (maletas, ropa, etc.) y dar una pista falsa en recepción. Podemos dejar caer que vamos a Escocia o a Francia en el Ferry del canal de la Mancha. Eso nos daría algo de tiempo. ¿Quién viene conmigo? Igualmente necesitaremos un segundo coche para viajar más cómodos*. Gales no está aquí al lado, precisamente.

Archie observa la pinta de cerveza con ganas de darle otro trago pero la conversación es importante y no quiere perder la cabeza.

- Si vamos a gales podemos decir que vamos a escocia, es una media verdad y siempre podemos añadir después que cambiamos de idea de camino para evitar mentir diciendo que íbamos a Francia cuando fuimos en dirección contraria. Una mentira es más creíble cuando tiene algo de verdad, o al menos eso dicen.
Y podemos viajar en tren, no hace falta usar un automóvil. Pero no salgamos precipitadamente, eso sería sospechoso. Mejor si nos vamos unos días al campo.

Archie disfruta de la pinta de cerveza, una cerveza negra muy diferente a lo que se puede encontrar en los EEUU.

- Tenemos varios libros y objetos que hemos "sustraído" de la fundación penhew pero hará falta algo de trabajo extra para reconocerlos y documentar los contenidos interesantes de los mismos.

- Me parece que en Gales no tendremos otra cosa que hacer. Ya habrá tiempo...

Nick seguía preocupado por el comentario de Nathan... bueno, por el comentario y por la parte que afectaba a Brenda.

- Lo que aún no nos habéis explicado es eso del asalto en la Biblioteca. ¿Encontrasteis algo interesante?

Brenda se estremeció, aún demasiado nerviosa por lo sucedido en la Biblioteca. Parecía algo ausente, pero de pronto negó vigorosamente.

-No, no... nada interesante... si exceptuamos a esos dos sectarios. Porque eso es lo que eran, no me cabe duda. ¡Los muy cerdos iban a por nosotros! Nos esperaban, seguro. Nos atacaron, con bastones acabados en punzones de acero. Pelearon, incluso cuando les amenacé con mi pistola. ¡No quería dispararles! Pero tuve que hacerlo, cuando agredieron a Nathan, y Mina se golpeó... En fin...

Volvió a estremecerse.

-Hablaban en árabe, y parecían serlo. Por lo demás, sólo encontramos uno de los libros, y sin buscar demasiado. La Historia Cultural de Egipto. Enla magna obra se detalla la historia Egipcia, sus periodos y sus centros de poder, relacionándolos con las diferentes expediciones, estudios y trabajos de los diferentes centros de estudio de toda Europa. El capítulo referente al final de la Tercera Dinastía es acerca de un periodo convulso donde la mayoría de la información proviene, curiosamente, de la Fundación Penhew. La información es escasa, carente de todo sensacionalismo y de toda especulación. Sin embargo, los murales dibujados y las escasas estatuíllas y fotografías que ilustraban ese periodo de la historia egipcia tienen un innegable aspecto amenazador: Abundan las escenas de sacrificios, carruajes cargando sobre cuerpos desmembrados, y extraños dioses de aspecto desagradable y ojos negros. Y entre sus páginas, una fotografía en blanco y negro mostraba una expedición junto a un templo o pirámide escalonada, hombres sonrientes rodeados de árabes con chilabas. Entre ellos, un joven Edward Gavigan. El pie de foto reza un escueto "Expedición Penhew. Meidun, IV Dinastía". - Volvió a negar, tras una pequeña pausa. -Del "Sectas Oscuras del África" no hallamos rastro alguno en toda la Biblioteca Británica...

Archivald deja su jarra sobre la mesa mientras escucha atentamente la crónica de los sucedido por mediación de Brenda, aunque una sonrisa se dibuja en su rostro cuando relata como se defendieron.

- Muy bien brenda, ¡Somos americanos y sabemos defendernos! Podremos buscar ese libro que no han localizado en Egipto o tal vez recurrir a alguna librería importante de Londres mediante una carta para recogerlo cuando volvamos aquí.

Mina se había mantenido callada. Parecía reflexionar sobre lo que había sucedido, aunque no tenía apariencia de estar asustada ni herida, ni haberse llevado un susto de muerte. Pero las tornas habían cambiado, y Mina lo sabía muy bien. Desde Estados Unidos que les había señalado la presencia de los sectarios, y lo que aquellos estaban dispuestos a hacer incluso por una idea de una fe convulsa. Ahora las opciones tenían que ser más inteligentes que el solo hecho de correr, pero la británica pensaba más allá de eso.

Cuando Brenda habló de lo que había sucedido, esbozó una sonrisa cálida, y luego, una sonrisa de disculpa.

- Estoy segura que eran árabes. Apenas logré entender lo que decían, pero definitivamente sabían quiénes éramos, aunque no sé si imaginaban a qué íbamos. No deseo pensar que nos han seguido en nuestro viaje, pero de no haber sido así... probablemente eso signifique que la Fundación está metida detrás de esto, de verdad.

Lo dijo sin miedo, y con una seriedad que iba mucho más allá de su rostro siempre sonriente y amable. Giró hacia Nick.

- Yo iré contigo. Sospecharán menos si vas acompañado de una mujer que si vas solo, e incluso es posible que, como ya nos tienen vistas a Brenda y a mí, y por supuesto a Nathan, sea una buena idea separarnos por lo pronto. No son los mismos recursos para seguir a un grupo que para seguir a dos.

Permaneció pensativa un momento, y miró a Archivald.

- Dudo que ese libro esté en una biblioteca de Londres, si no lo tiene la que fuimos a ver ahora. Y menos una... grande. Quizás las más pequeñas y especializadas, en las cuales Nathan podría tener más éxito. Pero... si nos están siguiendo, estarán en alerta por cualquier cosa que intentemos conseguir relacionada con el tema. Y si pedimos que nos envíen un libro a algún sitio, créeme que cuando vengamos a buscarlo estarán esperándonos junto a él.

Mina se barrió el cabello rojizo hacia atrás y finalmente, como si no pudiera ser de otra manera, sonrió.

- Debemos ponernos en marcha cuanto antes. Cuanto menos tiempo les demos para cercarnos, mejor nos irá. Si sospechaban que teníamos algo que ver, con lo del ataque a la biblioteca ya estarán informados de que sí lo estamos, dado cómo estábamos preparados para defendernos... - miró a Brenda, con afecto - Y no tardarán en darse cuenta de lo de la Fundación. Así, pues, no perdamos tiempo.

La americana escuchó a Mina atentamente, ahora que había roto su silencio por fin. Le tomó la mano con cariño, y se la apretó afable cuando su amiga del alma le dirigió una cálida mirada cargada de afecto.

Sin embargo negó, y añadió enseguida:

-No, querida Mina, yo no creo que sea buena idea que nos separemos. Nick, - clavó sus ojos en él, con ánimo de buscar su conformidad- amén a ir al Hotel y salir de Londres como centellas, pero hagámoslo todos juntos y ahora mismo. Nada de entretenernos más con libros, o lo que sea. ¿Gales? Bien, pero brevemente. Partamos ahora mismo, y permanezcamos en la Gran Albión lo justo para salir hacia nuestro siguiente punto de investigación, que creo que todos coincidiréis en que sigue siendo Egipto.

Miró al resto uno por uno, a Archie en primer lugar, luego a Henric, Louis y finalmente a Nathan, al que sonrió como esperando que la apoyara incondicionalmente.

Si archie estaba preocupado intentaba no dar muestras de ello. Hasta ahora todo había ido bastante bien, el atentado sufrido en Nueva York por el que fue herido harry había sido grave pero no mortal. Ahora, la amenaza estaba siendo muy concreta y ya tocaba preocuparse.

- Bien, nuestra seguridad debe ser la primera prioridad, eso ante todo. Prefería abandonar el hotel mañana por la mañana pero si están todos de acuerdo en partir inmediatamente hacía gales podemos irnos ya mismo.
Por cierto, ¿Distéis parte del ataque sufrido en la biblioteca a la policía?