Partida Rol por web

Las respuestas de  los aventureros al embite de aquellos esqueletos armados no  se hizo esperar. la oscura magia de Akvahn convocó muy cerca de Lady Isabella una esfera negruzca con  brillos incandescentes que comenzó a expandirse a su alrededor hasta chocar con  el enemigo que amenazaba la vida de la humana. Este ultimo se le prendió los pútridos ropajes y las llamas dañaros su decrepita figura. 

Al mismo tiempo, el enigmático Uriel llamó una vez mas la atención del esqueleto que le hacía frente, zarandeando su espada ante el sin llegar a  hundirla en los huesos de aquella criatura. este ultimo, centro sus cuencas vacías sobre el espadachín y tomó una posición ofensiva cara el humano.

Las voces de  alerta despertaron a la atemorizada enana que levanto su vista al espectáculo que ofrecían los aventureros y se apresuró a  enarbolar su maza...

Los malditos esqueletos no solamente eran capaces de lanzar dardos mágicos, ¡si no que encima podían acercarse!.
Con una mueca de asco al ver como avanzaba hacia ella ese saco de polvo, bacterias y vete a saber qué más, Isabella se concentró rápidamente en un punto entre ellos dos y alteró la realidad del espacio, para que volviese a la normalidad violentamente y afectase al sucio muerto.
¡Si lo conseguía pondría pies en polvorosa!

A modo de repulsa, la joven Isabella concentró su poder psíquico sobre el esqueleto que amenazaba su vida y lo envió lejos. Por suerte, al  mismo tiempo que lo empujaba con el poder de su mente, el esqueleto se desmoronó ante la atenta mirada de sus compañeros. Isabella respiró aliviaba mientras reculaba para unirse al grupo de magos,que  se hacían fuertes en los restos de aquel improvisado campamento.

Entretanto, casi al mismo tiempo que Isabella reculaba, Brunilda reaccionaba con  energías renovadas y  lista para el combate. Enarbolando su fiel maza y su férreo escudo, cargó contra el esqueleto que Mahel tenia delante; dispuesta a destrozarlo de un solo golpe.

Con una profunda ira en su interior, provocada por la impotencia de sus actos ante  aquellas criaturas, la joven Brunilda  cargó con todas sus fuerzas. Aprovecho una brecha en la derecha del enemigo para acercarse con toda su rabia y asestarle aquel fatídico golpe. Por desgracia, toda esa ira y rabia contenida, hizo fallar su golpe; pero eso no la frenó.

Con la mano de su escudo, toco el hombro de Mahel y  lanzó ánimos al tiflin:

- ¡Ánimo mi señor,  no ha llegado vuestra hora aún, defendeos!.-

Una reconfortante  luz  ilumino brevemente la mano de la enana, sanando las feas heridas del tiflin. Al tiempo, Brunilda volvió asestar un nuevo golpe contra el esqueleto. Aquel nuevo embite destelleó cual estrella en la noche ,iluminando  la galería unos escasos segundos. El poder de la enana  ahondo en los corazones de Mahel y Uriel que se vieron fortalecidos con las energías que  emanaban de la paladín enana.

El esqueleto perdió gran parte de su torso, quedándose en una burda caricatura de lo que antaño había sido. Pero aun así,  agarró su espada con la mano que le quedaba y permaneció estoico ante los tres guerreros...

Parecían que aun no había llegado la hora, el grupo parecía hacerse fuerte frente a la adversidad y la hechicera no quiso ser menos.

Conjuro su hechizo purpura y lo lanzo contra el esqueleto, pero agito la vara realizando un amplio arco frente a ella y el proyectil se exploto en 3 partes que se desperdigaron buscando a los 3 esqueletos que aun seguían en pie.

-Volved a la muerte a la que pertenecéis.

Las energías mágicas de la drow chisporrotearon a lo largo de la galería, chocando contra los tres esqueletos que todavía se mantenían en pie. El primer rayo violáceo cargó sobre el esqueleto armado que había intentado terminar con la vida de  Lady Isabella, estallando parte de su anatomía e inmediatamente después salto  un nuevo rayo de un color mas claro contra el enemigo que se cernía sobre la enana, el tiflin y el humano.

Aquel rosáceo impacto apenas resbalo sobre lo que quedaba de aquella criatura que luchaba por mantenerse en pie, lo mínimo para ajustar cuentas contra los tres aventureros que se congregaban ante el. Por suerte, aquel rayo de tonos rosas saltó una vez mas con renovadas fuerzas contra el ultimo de aquellos esqueletos ocasionándole una fea herida en el cráneo, que semejo no afectarle.

Antes de que pudiese responder al ataque de Nhyria, el esqueleto mas cercano  aulló en silencio al sentir como la cercanía del  conjuro del shadar-kai que todavía se  formaba ante el. Así pues, el astuto pellejo sin vida se deslizo unos pasos hacia atrás para evitar el dolor una vez mas y tensó su desvencijado arco , centrando su ataque sobre los tres magos que se agrupaban en la improvisada taberna de enanos.

Ambos impactos invisibles fueron a caer sobre la débil lady Isabella, aunque por suerte le primero  no le causó daño el segundo atravesó el brazo  a la mujer  del cual manó abundante liquido rojizo...

El resto de esqueletos  se unieron al ataque de su compañero con las mismas energías d de antaño. La espada del esqueleto que hacía frente a los tres aventureros cargó sobre la enana que había sido la ultima en acudir en ayuda de  Mahel y Uriel. Pero la paladín enana estaba mas que preparada para el embite de la criatura y levantó su escudo  dejando que el acero del esqueleto se estrellase sobre el.

El mas alejado aprovechó para tensar su arco y dejar caer una nueva lluvia de proyectiles sobre los aventureros mas cercanos. Esta vez en su punto de mira se hallaba el enigmático espadachin humano el cual zigzagueó para  esquivar ambos proyectiles invisibles con  buenos resultados. - editado-

La caricia de la enana si sobre la ardiente piel del tiefling se sintiò como un bálsamo refescante. Y lanzando una característica risotada que se vio interrumpida por una tos sanguiolenta, trató de insuflar ánimos en los corazones de los compañeros...

¡¡Qué el infierno se lleve a mi madre (si es que no está ya allí) si no vuelvo a poner estos huesos en la tumba de donda saliero!! ¡Arriba, compañeros, que no son más que unos trapos sobre perchas!

Y para demostrar su punto, Mahel puso la espada de lado, y apunto a la rodilla del esqueleto que le hacía frente, con la esperanza de hacerlo caer y dejar a la vista de todos que este no era un un enemigo tan duro como era de feo...

La llegada de Brunilda no había sido mas propicia para el socarrón tiflin. Resurgiendo como un ave Fenix, Mahel  levantó su espada y lanzando palabras de aliento, dibujo un semi circulo que hizo  vaporizarse de un golpe al esqueleto que se sostenía malamente ante los tres  aventureros.

Aquellas palabras alimentaron las fuerzas de Uriel y Brunilda, mas cercanos al tiflin que el resto de compañeros; y estaban dispuestos a encararse contra sus enemigos  para terminar con ellos. Pero las palabras de Mahel también resonaron en los oídos de  Akvahn que todavía controlaba su  esfera llameante. Los dientes del diabólico shadar-kai rechinaron triunfantes cuando   por su mente  se cruzaban un millar de ideas para terminar con sus enemigos...

Sin inmutarse por la reciente agresión a su compañera, el mago mantiene su posición y el control de la esfera de fuego negro.

-Parece ser que ese cráneo hueco aun conserva el miedo a la muerte... Comprobemos cuan "vivos" son esos recuerdos.

Con un gesto de sus brazos alzados, dirige la esfera contra su enemigo, negando la huida.
 

Uriel había sido salvado por el momento gracias a sus compañeros. Intentando devolverles el favor se lanzo al ataqué de nuevo contra el esqueleto mas alejado, pero este parecía estar prevenido de mas, pues esquivo su ataque a pesar de su intentó.

Se notaba que sus fuerzas estaban mermadas.

Concentrado en acabar con la criatura no muerta, Akvahn realizo un simple gesto mágico para que la esfera incandescente avanzase mortalmente sobre su enemigo. Por el rabillo del ojo  se percató del desfallecimiento del Isabella, mas le resto importancia,ya que su magia  volvía a serle fiel.

Mientras el esqueleto armado el cual era objetivo de la pérfida magia del shadar-kai, sufría  el embite mágico; el enigmático espadachín Uriel, envalentonado por las palabras del tiflin; cargaba sin piedad contra el ultimo de los esqueletos. Su espada silbó en el rancio aire de la galería sin llegar a hundirse en la estructura osea del no muerto.

Se encontraba con Akvahn y Nhyria en la terraza que daba al jardín trasero de su hacienda. El sol estaba radiante y los sonidos de los insectos acompañaban a la tertulia.
El shadar-kai le servía pippermint mientras comentaba con aire despreocupado sus teorías sobre el miedo de los muertos. Rayne asentía llevando una infusión en su diestra y su varita en la siniestra.

En el jardín se encontraban Mahel, Uriel y Brunilda. Estaban entretenidos practicando un curioso juego de pasarse un viejo cráneo, golpeándolo con un bastón. Las risas interrumpían a Akvahn y este refunfuñaba.

Una vez que el combate se inclina a favor de los aventureros, Lady Isabella siente como pierde completamente el sentido.  Cuando su cuerpo cae ligeramente al suelo , la magia de Akvahn ha surtido efecto y los tañidos del acero de Uriel resuenan levemente en los oídos de los presentes.

Como una exhalación la joven enana, giró sobre sus talones y cruzo la galería con grandes zancadas para intentar  hacer reaccionar a la humana que se había desvanecido ante los insistentes ataques de sus esqueléticos enemigos.

Desde el rabillo de su ojo observó como la humana Lady Isabella se derrumbaba de dolor e ,inmediatamente;  de un par de saltos llego a su lado. Sabía de buena tinta,que  ella era una de las pocas que podía despertarle de su inconsciencia. Así que, cuando sus pies alcanzaron la posición del cuerpo  de la humana, Brunilda alcanzo con  la mano del escudo el hombro de Isabella:

- Oh, Moradin, permítele volver...- susurró la paladin enana al mismo tiempo que su palma se ilumino brevemente insuflando una calidez y vigor al cuerpo sin vida de la mujer.

-Ya los tenemos... -Susurro, la hechicera para si misma, y al parecer decir esas palabras en voz alta la emociono.- ¡Ya los tenemos!

La alegria inundo a la drow, habia sido un encuentro duro pero los enemigos parecian estar realmente contra las cuerdas por fin. La vara vibro una vez mas con los tonos violaceos y disparo sendos proyectiles contra los únicos enemigos que aun seguian en pie y que segun las previsiones de Nhyria no por mucho tiempo.

Una vez mas la  salvaje magia de la drow hace acto de presencia, chocando contra los esqueletos restantes. Aunque por desgracia el primer proyectil apenas llega a rozar a su objetivo, el segundo de ellos, resultante de la errática energía violácea de la que hacía gala la hechicera; impacta con  fuerza sobre el esqueleto mas alejado. Este ultimo no soportó la tensión y se desmoronó ante la mirada de Uriel.

Mientras tanto, el ultimo enemigo sentía (si es que aun podía sentir) los efectos de la incandescente esfera que aún controlaba el oscuro mago shadar-kai. Ante aquellas energías mágicas,el pobre no muerto no podía desembarazarse de su radio de acción y de golpe y porrazo, sus restos se transformaron en ceniza...

Como si fuese un animal derrotado, la niebla verde se retiró  suavemente , casi sin que nadie se percatase de su ausencia, dejando a los aventureros ciertamente tocados ante  este ultimo enfrentamiento. Con la respiración  acelerada, como quien recorre una larga distancia en poco tiempo; los aventureros  giran inconscientemente su vista al  extraño montacargas enano. Todos ellos  se dan cuenta de que el misterio de estas apariciones ha de estar  en la ultima galería, bajo sus pies...

La situación se había tranquilizado. El combate había terminado y a pesar de todos los riesgos seguían vivos.

Recuperando el aliento que había perdido durante el combate, Uriel se acerco discretamente a sus compañeros y miro hacia adelante, hacia el origen de la niebla y de todos los problemas que llevaban teniendo los enanos en aquel lugar.

- Parece claro que el origen esta mas adelante, reponed fuerzas y continuemos. - Comento el Espadachín mientras miraba fijamente hacía sus compañeros.

La esfera había cumplido con su función, y aunque producía "lumbre" resultaba agotador mantenerlo a largo plazo, por lo que con un gesto de sus manos, como quien estrangula o aprieta un objeto, lo fue reduciendo y obligando a que volviera a la nada.

Aunque al final lograron vencer a los esqueletos el sentimiento de Akvahn no era de alegría ni tampoco se sintió aliviado. Ahora estaba herido y ya no podría recurrir a ninguno de sus hechizos diarios.

-Tengo que admitir que su dueño lo hizo bien, agotándonos para antes de nuestro encuentro. Si dispusiera del mismo poder y recursos habría hecho lo mismo.

Con este pensamiento el mago se ocupó de sus herida. No moriría sin completar con la misión, pero no aquella, sino la que su maestro y tutor le había encomendado en secreto.

"reponed fuerzas y continuemos" repite Mahel como un burlón eco de las palabras de Uriel. Y entre toses ahogadas agrega:

- Malditos niñatos con su energía inagotable. ¡¿Que nadie piensa descansar en este condenado grupo?! He luchado con las arañas, con las cosas esas que cagaban rayos, y ahora con estos montones de huesos ¡Y POR LOS NUEVE INFERNOS QUE NO PIENSO DAR UN PASO MÁS HASTA QUE NO ME DEJEN TOMAR UN BUEN BOCADO Y DESCANSAR COMO UN SEMI-DEMONIO DE MI EDAD SE MERECE!