Partida Rol por web

• Consejo: esa misma tarde, el jarl reúne a sus allegados para escuchar lo que opinan sobre la situación. La mayoría no quiere menospreciar el peligro que podría tener lugar, pero también consideran peligrosas las palabras de la völva, ya que ha recomendado que visiten a la legendaria Dama de Escarcha, una bruja de siniestra reputación. Todos cuentan alguna historia y los relatos que conocen son abominables, aunque parece que solo sirven para asustar a los niños en vez de mostrar la verdad de la situación. Hrolf Knudsson es consciente de ello y finalmente golpea su puño contra la mesa. Ordena que se flete un barco para este viaje y luego designa a los miembros del grupo que partirán hacia allí. Elige con sabiduría a unos jóvenes que ya han demostrado su valor en el seno del clan, pero que deberán ponerse a prueba a los ojos de los dioses. Así, el jarl encontrará las respuestas que necesita saber sobre este sueño que continúa atormentándolo, de tal manera que incluso, a veces, siente una especie de horrible escalofrío que recorre su espalda.

• Preparativos: la ciudad no aprueba este proyecto. Sin lugar a dudas una empresa de esta envergadura os conducirá a una muerte segura. Además, los recursos que se necesitan serían más útiles si fueran empleados para otros fines...

Pero Hrolf Knudsson no es un cobarde y continúa con los preparativos. Alrededor de una buena mesa, en compañía de Osvif, que se encargará de dirigir el navío.

Sobre todo por los relatos que cuentan los scaldas es lo que realmente se sabe acerca de la Dama de Escarcha:

Tanto una völva como un thulr confirmarán que a esta mujer se la considera la maga más poderosa de Midgardr y que es capaz de entender todas las tramas que tejen las nornas. También se dice que el precio de sus servicios es suficiente como para traer la desgracia a aquellos que lo preguntan. El rumor asegura que encarcela a los hombre que vienen a verla, los convierte en sus amantes y luego, cuando se cansan de ellos, los apresa en hielo para así decorar su morada. Finalmente nadie sabe dónde vive realmente, ni siquiera se sabe si el oeste de Noruega es un buen punto de partida para encontrarla. Según Osvif: "de repente, el mar se cubrirá de un fino hielo y vuestro barco se llenará de escarcha. Al final, la niebla se disipará y os encontraréis frente a una costa desconocida. Un fiordo escarpado con las laderas cubiertas de nieve se mostrará ante vosotros. Hace tanto frío...sabéis que habéis llegado finalmente al lugar de destino. Un marinero de Haven que había perdido sus pies a causa del frío sobrenatural me contó esta historia. ¡Quiero creer que decía la verdad!"

Preparáis vuestro equipaje tras escuchar esto.

• Despedida: amanece en la ciudad. Estáis de pie desde hace mucho tiempo. Antes de despediros de vuestros vecinos, familiares y amigos pasáis un tiempo desayunando y después os dirigís lentamente al puerto.

El sekkjar se desliza suavemente por un mar tranquilo y las costas que les eran familiares desaparecen rápidamente en la lejanía. Una bandada de gaviotas os acompaña durante bastante tiempo, como si os escoltara por última vez. 

Miraba a Osvif a los mandos del navío, pensativa en toda la tarea apenas emprendida y tan ensimismada en mis pensamientos estaba que tarde en darme cuenta de la pregunta hecha por Ivarsson.

Lo medite durante unos momentos más, luego de mirarle a los ojos con sereno aplomo.

Responder a su pregunta era en verdad difícil ya que conocía tanto sobre la Dama Escarcha, como la mayoría de los que me acompañaban.

Solo cuentos para niños.

Nada se dé eso Sigurdr Ivarsson le respondo al fin, pero no temas pues Osvif conoce el rumbo que debemos seguir.

Tan solo descansa ahora.

Descansemos todos mientras podamos hacerlo.

El consejo no llegaba a mí, y algo en mi interior me advertía que los Dioses no tenían sus ojos puestos en este viaje.

Al menos no de momento.

Un tanto desilusionado deje mi lugar junto al velamen y alejándome hacia el extremo del navío, de cara al horizonte, me cubrí con mi pesado manto hasta la cabeza sentándome a continuación sobre los tablones de madera que formaban el esqueleto del navío.

Cerré los ojos dejando mi vista descansar mientras susurraba una cancioncilla que había aprendido alguna vez.

señora Jorunn cuales son sus planes una vez desembarquemos?klemet, que tal vas con tus conocimientos en curar heridas?mientras espero la respuesta repaso mi equipo,para que este en buenas condiciones de uso y combate,espero que el viaje sea rapido y tengamos buen viento.

Unos tambores suenan, 
cuernos de guerra se oyen. 
Los vikingos a tu tierra llegan... 
Por Odín, ¡por tu vida teme! 

Desde las lejanas tierras, 
desde la misteriosa Asgard, 
los dioses nos espolean... 
¡Lucharemos y al Valhala iremos! 

Las bellas Valkirias nos guían, 
cuando en batalla muramos, 
y en espera pasaremos los días... 
¡Hasta que en el Ragnarok luchemos! 

Unos tambores suenan, 
cuernos de guerra se oyen. 
Los vikingos a tu tierra llegan... 
Por Odín, ¡por tu vida teme! 

Porque somos los vikingos, 
feroces y ardientes en la guerra, 
temibles y poderosos guerreros... 
Por Thor y Odín: ¡que nadie nos venza! 

Entre brumas y aguas embravecidas, 
nuestros poderosos barcos tierra tocan. 
Hermanos vikingos, ¡que se sienta vuestra ira! 
Hoy, ¡los enemigos a la muerte se avocan! 

Unos tambores suenan, 
cuernos de guerra se oyen. 
Los vikingos a tu tierra llegan... 
Por Odín, ¡por tu vida teme!

¿Conocimientos en curar heridas? dije sin volverme y aun con los ojos cerrados.

De cara al horizonte.

Soy un thulr, un iniciado en el saber de los antiguos y puedo sacar el mejor partido de lo que me rodea. Adopto el papel de médico después de los combates o cuando la enfermedad amenaza a nuestra comunidad. Sé dónde encontrar comida en las vastas extensiones inexploradas cuando el hambre amenaza. Puedo guiar a las tropas del rey a través de tierras desconocidas o seguir los rastros de un monstruo que haya puesto en peligro la supervivencia del pueblo. También estoy muy próximo a los muertos, pues presido los ritos mortuorios, y mi magia curativa me puede servir también para echar el mal de ojo a los enemigos. Por eso me temen. Y con mucha razón. Bajan la cabeza delante de la joven völva, se inclinan ante sus palabras consagradas, pues ella es la portavoz de los dioses. En cambio yo soy el emisario de Midgardr y de los caminos de Yggdrasill. Conozco las rutas hacia los otros mundos que anidan en las ramas del gran árbol del mundo, a cuyas leyes también se someten los AEsir y los Vanir. ¿Es mi simple presencia, las runas que pesan sobre mi carácter, o acaso los cráneos que adornan mi choza lo que les recuerda que todo, incluso los dioses, está destinado a desaparecer llegado el momento? Yo así lo entiendo y sigo esta ley,

Pues ese es mi papel. 

Noches frías, el horrible viento golpea mi piel y mis huesos anhelan el caminar sobre tierra firme. Nadie espera que este viaje llegue a su fín con un buen regreso, esperemos que se equivoquen.

Nora estaba sentada contra el borde de la embarcación, recolocandose unas pieles a modo de manta sobre ella y observandoles hablar sin abrir la boca. Parecía entretenida con la conversación.

El mar, aunque calmado, hacia un pequeño vaivén como si de una madre meciese a su recién nacido en una cuna...con delicadeza y cariño. Me dirijo hacia la proa de nuestra embarcación y coloco el pie derecho en su barandilla mientras observo esa gran masa de agua que llega hasta donde mis ojos pueden ver.

Sigurdr : señora Jorunn cuales son sus planes una vez desembarquemos?

 -Lo principal es llegar a tierra. Solo los dioses saben lo que nos espera allí- dije mientras me arropaba con mis pieles- Tal vez nos manden una señal o...tal vez no. Por ahora esperemos a desembarcar y luego trazaremos un plan, no hay que adelantar los acontecimientos -Dije convencida- Alguno de vosotros ha estado en Noruega antes?-  Comento mientras sigo observando la inmensidad del mar

Han pasado varios días desde que vuestro barco bordeó las costas de Noruega para dirigirse hacia el norte. Durante la travesía en el estrecho de Skagerrak divisaron algunas velas en el horizonte, pero esos barcos parecían seguir otras rutas y no mostraron ninguna intención de querer acercarse a vosotros. Sin duda, eran comerciantes o pescadores.

Las tierras que se divisan se vuelven cada vez más salvajes según van ascendiendo hacia el norte. Casi todas las escasas playas han ido desapareciendo reemplazadas por acantilados cada vez más altos y abruptos. Los densos bosques recubren las laderas de las colinas y las montañas bajas que se elevan más allá. Las noches son frías, pero no resultan insoportables y un espléndido sol brilla durante el día.

La noche desaparece lentamente y aparece una bruma espesa. Un frío afilado os despierta tumbados sobre los bancos. No hay viento ni se escucha ningún ruido salvo el del mar. La escarcha empalidece el barco. Se han formado unas delgadas placas de hielo alrededor del casco. De repente, se escucha un gran estrépito y el snekkjar se escora peligrosamente hacia la derecha y acaba chocando con un arrecife, mientras veis pasar otros que van surgiendo a su alrededor. Los marineros vigilan el mar y otros ayudan en la maniobra. No veis las rocas hasta el último momento y el casco cruje de forma siniestra cuando emerge una roca del agua. Un marinero que se inclina demasiado cae por la borda e inmediatamente desaparece en las heladas aguas. De repente, dos enormes columnas de piedra surgen de la niebla y el barco se dirige directamente hacia allí.

"Amanece" un nuevo día cuando sin previo aviso un crujido me saca de mis ensoñaciones tras el cual el snekkjar se inclina peligrosamente, tanto que manda a uno de los marineros por la borda.

- Joder. - maldigo. Abrid los malditos ojos y tened más cuidado. - añado agarrando una cuerda para a continuación asomarme por la borda en busca del desdichado marinero que ha caido.

En cuanto lo localice le lanzaré la cuerda para que se agarre a ella y poder izarle nuevamente a bordo.

tumbado en el barco tranquilamente cuando de repente chocamos contra algo y salgo volando hacia arriba,mierda, me voy al agua, a los del barco ayudaa, que me ahogo y el agua esta friaaa intento nadar, para acercarme otra vez al barco

Niebla...aquel manto pálido que cubria todo lo que a su antojo quería, rodeandonos con su bello abrazo, mistico, enigmático...

El mar empezaba  hacer una fina capa de hielo, sin embargo era tan fina que unicamente nos provocaria un leve retraso a nuestra navegación. El frío era implacable, pero por suerte, eramos vikingos, eramos norteños, y estabamos acostumbrados a esos climas 

-Estad alerta, nos vamos acercando- dije a mis compañeros y a los marineros con voz firme. Pocos minutos despues, el barco zozobró violentamente en dirección a un arrecife -Cuidado Maldita sea! nos dirigimos hacia...- Mis palabras se vieron cortadas por el golpe que nos dimos contra dicho arrecife, y pese a que estaba bien agarrada a las barandillas del barco, gracias a los dioses, caí de espalda en cubierta. Bjorn fué el primero que reaccionó, pues uno de los marineros cayó hacia el mar y él estaba intentando encontrarlo. -Maldita sea!! Björn! salva a ese hombre! no abandonamos a nadie!! Que Thorgrim te ayude!!- La tensión del momento y la subida de adrenalina hizo que tomara ciertas decisiones que, esperaramos que fuesen las correctas -Sigurdr! Sigurdr también ha caído!- dije mientras corría y me dirigía hacia el timón para echar una mano a Osvif, pues el barco seguía en peligro y no queria que todo el mundo cayese al agua

Thorgrim se había dispuesto un buen lugar en el barco para dormitar un poco durante la travesía, la noche había sido larga y a si había dormido un par de horas, lo avisarían cuando estuvieran llegando a su destino...

" El sueño era digno de los dioses, comiendo y bebiendo en una habitación amplia y decorada con buen gusto, repleta de mujeres que le servían como el quería, besando a una y a otra, mientras otras bailaban al son de una agradable melodía referente a Odiín, estaba disfrutando, yacía con un par de mujeres, para después continuar comiendo y bebiendo, no podía pedir más, los dioses se portaban bien con él...

Un portazo en la puerta, se giró y unos seres que parecían estar echos de agua habían entrado en tropel con espadas de hielo, las mujeres gritaban y caían después de ser atravesadas por esas armas, buscó en vano su preciada hacha, así que se abalanzó con sus puños, pero esos seres se movían de forma extraña y rápida y enseguida era balanceado y atravesado por aquellas agujas de hielo que le penetraban hasta su ser...."

Despertó de repente escupiendo agua, que estaba pasando, estaban cerca de un arrecife, se había caído por la borda "Desgraciado torpe", algunos hombres habían tenido una suerte similar que intentaban nadar en las frías aguas, que parecía como si mil agujas penetrasen en su piel... Tenía que volver al barco como fuera, así que dejó a un lado ese dolor agudo en su piel, he intentó nadar en aquellas malditas aguas hacia el barco...

gluuuuppp gluuuppp me ahogo

La noche anterior al accidente no hubo sueños para mí.

Me sumí en las profundas oscuridades del país de los inconscientes con rapidez y pronto las sombras del olvido me cubrieron.

Desperté temprano, como de costumbre, mas mi cuerpo se encontraba carente de energía, apesadumbrado por tan mal augurio, me mantuve una buena parte de la mañana sumido en profundas meditaciones buscando en ello llevar mi alma a las tierras de los Dioses, buscaba un augurio beneficioso, una respuesta grata, hasta me hubiese conformado con un simple gesto positivo.

Pero no obtuve nada.

Maldiciendo mi actual suerte me pare desde donde estuviese hasta ese momento sentado y me encamine hacia el extremo del navío sin percatarme de la resbaladiza capa de hielo que ya comenzaba a formarse sobre el mascaron.

Entonces llego el violento bandazo y aunque inútilmente intente asirme de unos de los escudos que colgaban sobre el flanco de nuestro dragón de madera, mis dedos resbalaron sobre el hielo frío y finalmente caí al agua.

Caí desparramado como un muñeco de relleno de paja y con ninguna gracia entre el bravo oleaje.

Caí cerca del navío, de cabeza y con la boca abierta en un silente grito.

¡Que poco noble!, ¡cuan indigno fue!

Esto sin duda, era obra de Loki.

- ¡¡Necesito ayuda!! - grito. ¡¡Han caido 4 hombres al agua!!