Partida Rol por web

Las montañas se hacen duras en la escalada, y al llegar al posible emplazamiento de nuestro campamento procuro sentarme y descansar un poco observando los alrededores. Los magníficos uncas corretean como si nada, y mis amigos parecen igualmente agotados. La curiosidad me lleva a preguntarme si el elfo Naowën se siente también afectado en la subida. Su naturaleza mágica y Noldor me sugieren lo contrario. 

-Aquí hay buenos lugares de acampada, a todos nos vendrá bien descansar un poco tras el esfuerzo, y recuperar fuerzas con una buena cena. Creo que la cueva puede ser buena opción, ya que algún posible ataque estaría limitado, ¿qué os parece? Naowën, me sigue asombrando la entereza física de los de tu raza, ¡he de admitirlo! -añadí con una sonrisa de franca admiración.

Naowên sonrió levemente al comentario de Axe... Yo admiro la alegría de nuestro compañero mediano, sin duda es algo común a todas las culturas que siempre anhelan lo que desean y no tienen.

Como elfo podéis imaginar que me siento más cómodo entre los árboles, aunque si esa cueva esta en lo alto nos permitirá tener una visión más amplia.

dijo el elfo mientras asentía a Axe

La cueva parecía la mejor opción, pero no tener hoguera podría resultar peligroso si nos enfrentamos a bestias salvajes.

- Creo que deberíamos ver si en la cueva podemos mantener unas brasas que podamos avivar rápidamente...apagarla del todo me parece poco cauto...si hay piedras o ramas podemos construir un parapeto para ocultar la luz...veremos que podemos hacer cuando estemos en la cueva...

Escucho la conversación de Anxe y Naowën y me sumo a ella:

- A mí me gustaría a veces tener vuestra zancada... - digo mientras subo sonriendo - ...las cuestas se harían más livianas.

Mientras nos decidimos a elegir un lugar en el que montar campamento, escucho el interés de mis compañeros por guarecernos en una cueva cercana. La idea no me termina de convencer, pues una cueva desconocida podría significar tranquilamente un espacio sin otro escape que la misma entrada y eso nos pondría en peligro. Sin embargo, una zona muy alta o lo frondoso del bosque tampoco ayudaría a poder observar con comodidad las luces que aparecieron anoche.

Finalmente, el comentario sobre la posibilidad de descansar de Axe termina por atraparme y decido sumarme al grupo sin pensarlo más. "¿Qué será del muchacho? ¿Las luces que observamos tendrán alguna relación con su desaparición?", pienso mientras, de tanto en tanto, mis ojos se pierden a la distancia para intentar ver algo que llame la atención.

Finalmente se decide que la cueva será el lugar más apropiado en el que pasar la noche, como suele ocurrir con casi todo, existen pros y contras.

Mut se resiste a la idea de no poder usar un fuego. Mantener unas brasas es algo que parece imposible sin disponer de carbón o más brasas previamente creadas, y para ello haría falta un fuego. Lo de parapeto podría funcionar, pero la luz de una hoguera parece caprichosa y aunque no haga luz directamente, podría verse la luz reflejada en las rocas en la más absoluta oscuridad.

Hay que decidir si se asume el riesgo de hacer fuego o de no hacerlo. También los turnos de guardias y que hacer si se ve la luz de la noche anterior, teniendo en cuenta de que alguno de vosotros ya arrastra consigo una mala noche y sus músculos están cansados.

- Si os parece bien yo haré la primera guardia con uno de vosotros, intentaré si es posible tener preparado para encender un fuego rápidamente por si la situación se volviera tensa. De todas formas con un poco de madera seca y con una yesca rápida que apenas ilumine podríamos encender una antorcha en cuestión de poco tiempo t de ahí una hoguera so hay madera preparada. - comento a mis compañeros.

-Poemos dividirnos como en la noche anterior, pero esta vez a pares, en eso tienes razón, Mut. Los de moejor visión con los que vemos peor, así estará todo equilibrado. Que Angainor o Naowën, de mejor visión nocturna, te acompañen, y el que descanse ahora me acompañará a mí más tarde. Así tendremos más frentes cubiertos.

Esperaba que la noche fuese calmada, pero después del encuentro de las luces anterior, no me fiaba mucho. La curiosidad es un arma potente que puede volverse en nuestra contra. Que los dioses nos protegiesen de malas presencias.

Mantenernos con la luz de la luna y tener a mano los elementos para armar una hoguera rápida resulta una buena idea ya que en caso de necesitar movernos rápido fuera de la cueva, por lo menos lo haríamos con mayor comodidad. Me acerco un momento hacia la boca de la caverna y miro en los alrededores antes de volver donde el grupo.

"- Haré el primer turno junto a Mutt... con suerte las cosas andan tranquilas y podremos descansar un poco que mal no nos vendrá- comenta sonriendo-. Veremos si las luces aparecen de nuevo por aquí y, de ser así, las estaremos esperando- agrego, sentándome y acurrucando conmigo a los uncas".

Se decide hacer dos guardias. La primera compuesta por Angainor y Mut, la segunda por Axe y Naowen. Asimismo, Mut lo deja todo dispuesto para poder encender un fuego con rapidez.

El segundo grupo se dispone a dormir y el primero a hacer la guardia.

Empezáis la guardia, mientras Axe y Naowen tratan de descansar. El cielo está cada vez más oscuro, revisáis que la cueva es corta y no alberga criaturas. Se abren algunos claros entre las nubes, y la luna se deja ver.

De fondo escucháis el sonido del agua, debe haber algún riachuelo. Pero es Angainor el que parece tener el oído más afinado de lo normal y escucha un murmullo lejano. Que casi no se distingue por culpa del sonido del agua. Parecen ecos de voces, pero lejanas, deben de estar mínimo a un kilómetro, máximo a dos, se escuchan gracias a que es una noche calmada y sin viento. Angainor se concentra en el sonido, no se acerca, tampoco se aleja. Proviene de un cortado que hay al norte. La forma de cañón explica que las voces se perciban pues en la roca el sonido rebota y se proyecta.

Pero tendréis que decidir: Investigar por vuestra cuenta, despertar a vuestros compañeros y hacer algo juntos, lo que para algunos sería la segunda mala noche y más fatiga acumulada en el cuerpo. Otra opción es señalar la dirección e investigar al día siguiente estando bien descansados… o cualquier otra cosa que se os ocurra.

En el medio de la noche, mis oídos llegan a percibir el murmullo de unas voces a la distancia, lo que me sobresalta inicialmente y me invita a intentar saber qué es. Me acerco a la boca de la cueva con cuidado, desconcertado aún por lo sonidos, y trato de agudizar la audición. No pasa mucho tiempo antes que me percate de la posición aproximada de las voces y de inmediato me acerco a Mut para ponerle sobre aviso.

"- Parece que esta vez en lugar de luces la noche nos trae murmullos- digo al mediano en voz baja mientras me acerco-. Hay una suerte de cañón al norte, a una distancia de entre uno y dos kilómetros de aquí. Los ecos de unas voces han llamado mi atención y acabo de confirmar que no era mi imaginación- continúo informándole mientras mis ojos observan hacia afuera de la cueva-. Pareciera que no están moviéndose en este momento y ello podría darnos la posibilidad de investigar quiénes son... sin embargo, si no descansamos nuestros cuerpos comenzarán a acusar cansancio mañana, de eso no cabe duda".

Me detengo un momento, jugando un poco con mi boca y entrelazando los dedos en la barba antes de seguir.

"- Quien sea no está solo. Podría ser una oportunidad para descubrir el paradero del muchacho, aunque claramente no sabemos qué podemos encontrarnos y qué tan peligrosa puede resultar una avanzada dadas las condiciones del terreno y el día, sea para nosotros, sea para Dervorin- expreso mirando al suelo, disgustado al ver la situación y al saber lo que propondré a mi compañero-. No es lo que más me agrada pero si lo que creo correcto en este momento... tal vez debamos intentar ubicarnos con los sonidos para dirigirnos mañana al punto en el que se escuchan los murmullos y seguir los rastros que encontremos- concluyo".

Escucho las palabras de Angainor. Yo apenas escucho el silbar del viento y el sonido del agua bajando por un riachuelo, pero confío en sus sentidos tanto como en los míos. 

- Estoy de acuerdo, poco podemos hacer ahora. Se lo indicaremos a nuestros compañeros para que lo tengan en cuenta y así ellos podrán vigilar sé si mueven. Ojalá fuera más cerca porque una flecha de mi arco llevando oaja ardiendo alrededor podréis iluminar esa zona y ver quiñones son. Pero a esa distancia ni Toro Bramador Tuk podría llegar con un arco hobbit. 

Intento agudizar mis sentidos para escuchar a esas personas y así no perder detalle de hacia dónde se mueven. 

Llega la hora de relevar la guardia. Angainor cuenta a Axe y Naowen que escuchó murmullos de voces lejanas, a uno o dos kilómetros. Se ha fijado bien en la dirección. Como ya hay gente que ha pasado mala noche, han pensado que lo más sensato es investigar de buena mañana y al cien por cien de las capacidades de todos.

Se realiza el relevo. Esta vez la guardia transcurre sin novedades. La mañana es fresca y alguna nube baja se queda enganchada en los picos más altos, pero no llueve. Justo ahora está asomando el sol por el horizonte. Es hora de poner las cosas en común. En el aire flotan los nervios de que podría ser un día intenso, habrá que centrarse en hacer las cosas bien.

Naowën huibera preferido echar un vistazo in situ a aquellas voces, ya era agua pasada así que era mejor no darle más vueltas aunque no podía quitarse la sensación de haber perdido otra buena oportunidad.

Echemos vistazo en dirección a las voces que escuchasteis, quizá encontremos alguna senda que nos permita enderezar el rastro.

La noche transcurrió tranquila en nuestra guardia, pero no dejé de darle vueltas a las palabras de Angainor. Los hablantes no debieron de percatarse de nuestra presencia, o hubieran bajado la voz. El viento fue generoso al traernos sus palabras, y debíamos aprovecharlo.

-Gracias al buen hacer de Angainor, tenemos una dirección a la que dirigirnos. Como este lugar parece estar más transitado de noche que de día, también concuerdo en ir a ver qué ocurre con esos hablantes nocturnos. Quizás no sea nada, o quizás nos sea útil. Pero no perdamos mucho más tiempo, que bastantes vueltas hemos dado ya, por desgracia.

Medito sobre lo ocurrido la noche anterior. Dejé de oír las voces es un momento dado y no se movieron, ¿se desvanecieron? Esa es una buena pregunta para la que no tengo respuesta. En ese momento recuerdo los agujeros de topo que teníamos en el jardín. Se comunican entre ellos y podría ser una buena forma de desaparecer. 

- El buen oído de Angainor nos ha venido bien. Cuando lleguemos al sitio comprobemos si hay cuevas u hoyos en el suelo...si desaparecen sin dejar huella unas voces es porque vuelan o se las tragó la tierra y empiezo a creer probable la segunda porque tras escuchar las voces no detecté que se movieran antes de desaparecer...

Con las fuerzas renovadas, de inmediato preparo las cosas y me alisto para salir enseguida hacia la dirección en la que las voces se oían anoche. Era más de una persona, de eso estoy seguro, y me intriga el saber qué hacían por aquella zona en la noche.

"- Esta caverna encuentra su fin cerca de la entrada pero eso no significa que no haya otras por la zona o incluso alguna galería- comento-. Como bien dicen, lo mejor será que vayamos lo antes posible y veamos qué podemos encontrar en el lugar".

Tomo la correa de Samman y Viento y comienzo a llevarlos conmigo. Después de todo este tiempo ya han crecido lo suficiente como para que empiecen a cuidarse por sí mismos, por lo que llegado el caso quitaré las ataduras para que se muevan libremente... me preocupan, pero no puedo estar ocultándoles por siempre.

Diferentes sentimientos tenía cada uno con respecto al episodio de anoche, pero había que aprovechar la oportunidad que había ahora y al menos partiendo de que todos estáis al cien por cien de vuestras facultades.

Así pues, en cuanto hay suficiente luz partís en la dirección que el enano indica. Al poco parece un poco extraño pues os dirigís en dirección a la base de un cortado. Una elevación de roca de granito de unos doscientos metros de altura. Al mismo tiempo el sonido de agua se hace cada vez más intenso. Pronto llegáis cerca de la base de esa elevación.

A priori parece un camino sin salida, pero veis que existen hasta siete cuevas distintas y desde varias de ellas sale un pequeño riachuelo que cae al exterior de las cuevas y se juntan.

A pesar de la altura no es necesario escalar para llegar a ellas pero la cuesta es empinada, con una inclinación entre un 50 y un 100%. Hay que plantearse que hacer a continuación.

- Cuevas... - digo al verlas aunque sé que es obvio ya que el resto también puede verlas - ...eso explicaría que sin moverse las voces desaparecieran...

Examino la zona con cautela, hay agua y cuevas...eso significa que es un buen sitio para la caza. Seguramente haya animales cerca.

- Habrá que andar con cuidado, agua y refugio...perfecto para los depredadores. Seguramente los animales vengan a beber al río... -  hago una pausa para pensar unos segundos y digo - ...yo buscaría un sitio para montar un campamento y luego inspeccionaría las cuevas, al menos las más grandes...¿Qué os parece compañeros?