El tanque para las balas de los bazookas. Las ruedas se rompen y se abomba. El ruido dentro debe ser terrible.
El cañón del tanque se rompe del eje apuntado hacía el cielo y dispara hundiendo el cañón en las entrañas del tanque.
El cañón del tanque se rompe del eje apuntado hacía el cielo y dispara hundiendo el cañón en las entrañas del tanque.
El Zeppelin va perdiendo altura.
-Los paracaidas! todos fuera! Al tocar suelo corred, no podemos vencerle
Con el bazooka y las armas interesantes del tanque aprovecho el fuego en el cielo para recoger las piezas de mi brazo.
El monstruo recoge cosas del suelo. No parece perseguir a nadie.
Los ruidos me sobresaltan, pero no parece que se dirija ni hacia aquí ni hacia casa de mis padres. Así que me quedo en el agua, aunque prestando atención hacia dónde se dirige.
Vyktor decide seguir el camino de la destrucción, pero procura mantenerse oculto en callejones por tal de evitar sorpresas.
Me limpio las manos (otra vez) y al terminar ofrezco el pañuelo a Victoria, aunque está ya bastante manchado.
Mientras tanto, sigo también a Aedalus.
En el aire se ve un Zeppelin que al cabo de un rato se precipita contra el suelo. No se escuchan más explosiones después de eso. El Zeppelin cae cerca de las universidades, de donde venía todo el ruido.
Tus informantes te dicen que no hay nada raro en casa de Von Die ni en la de Goulliard and sons.
Vyktor se queda atónito viendo caer el zeppelin. ¿Estaría relacionado con la criatura? Desde luego no la creía capaz de algo así, pero aún no había visto nada revelador. Lo mirará como lo mirará, cerca de allí se estaba organizando una gran fiesta a la que no había sido invitado, y si tenían la potencia de ataque como para derribar a un zeppelin, lo mejor sería no pasarse a curiosear. Además, entre las explosiones y los restos del zepelling, la universidad debía de ser en ese momento un espectáculo en llamas.
Vyktor decide que lo más sensato en el estado en el que estaba era dar media vuelta y marcharse de allí. Si había alguien de confianza que pudiera saber que era lo que estaba pasando ese debía ser Aedalus. Confiando en que la señora Amber no se tomará la molestia de seguir sus pasos (Y dando varios rodeos para ello), Vyktor se encamina hacia la mansión.
Nos vamos tranquilamente por la puerta. Acompañados de Deimos y Phobos que nos escoltan como si fueran los guardias muertos.
Me disculpo ante los guardias pero digo que mi ayudante me ha traído malas noticias y tengo que marcharme rápido. Les doy unas pocas monedas de oro como propina y si no hacen nada raro desaparecemos entre la gente.
Vamos directos a casa, saco las armas de Phobos y me preparo para enfrentar lo que haya en la mansión. Durante el viaje le pido más detalles a Charlotte.
La casa parece desierta. La biblioteca está totalmente revuelta, la ventana, rota, pero aparte de los destrozos todo está en la más absoluta calma.
Me saco el disfraz y envio a Deimos a guardar la cabeza de Von Die en un refrigerador.
- Parece que todo está en calma. - Miro a Charlotte. - ¿Puedes esperarme en el comedor? No te preocupes por nada, puedo notar en las defensas que no hay nada a parte de mis marionetas y las acabo de poner en guardia a todas.
- Me gustaría hablar con Victoria un momento. -
La situación no lo ha permitido y he esperado a tener un momento a solas con Victoria para preguntarle. Notándose que estoy un poco preocupado por la respuesta.
- ¿Cómo te encuentras? -
Asiento sin decir palabra y voy hacia el comedor.
Llegas a la mansión y ves que la ventana de la biblioteca está rota. Ves que hay luces dentro y que hay voces dentro, entre ellas la de Aedalus.
Vyktor mira algo preocupado el agujero de la biblioteca.
"Desde luego aquí no se ha mantenido una tranquila reunión..."
Las sospechas de que la criatura tuviera algo que ver con Aedalus iban en aumento.
Vyktor decide no darle más rodeos de los necesarios a la situación, quizás si hubiera decidido subir al comedor esa mañana las cosas hubieran sido distintas, pero ya no había vuelta a atrás y tendría afrontar las represalias. Aunque por el momento sería adecuado no mencionar muy alto el tema de la señora de Amber, era evidente que Aedalus ya tenía sus propios problemas.
Vyktor se acerca a la puerta de la casa y toca con naturalidad.