Partida Rol por web

Al principio no tenía ni pajolera idea de lo que estaba diciendo Edward Call, parecía nervioso y como si improvisara por el camino lo que decía, desde luego no era propio de él. Sin embargo, luego todo cobró sentido para mi, todo aquel asunto del Wendigo tenía una importante relación con una conversación que habíamos mantenido la semana anterior. Tenía prisa así que me apresuré a despedirle, no me gustaba hacer esperar a la gente.

- Vaya, vaya Doctor Call - le dije indicándole con la mano en la dirección del señor Larks - Nosotros nos quedaremos aquí confraternizando con los dos nuevos, además ellos aún no han oido hablar de nuestra investigación sobre el Wendigo y como usted bien dice quizás estén interesados en participar en mi investigación... Pero no le entretengo más, veo que está usted muy ocupado.

Edward Call se marchó por fin y volvimos a estar de nuevo todos juntos. Sin embargo, a pesar de lo ininteligible de las palabras del señor Call, algo había cambiado, algo importante. Me dirigí entonces al señor O'Conaill, que se encontraba con nosotros en aquellos momentos.

- ¡Oh! Señor O'Conaill, tengo una idea - dije con una sonrisa - ¿Qué le parece si le mostramos a nuestros dos nuevos fichajes la majestuosidad de la biblioteca de la Logia... A la mayoría no se nos permite disfrutar de ese conocimiento todavía, pero seguro que como maestro Charlie estará encantado de brindaros esa oportunidad, os aseguro que no os arrepentireis.

Herbert había mantenido el silencio durante un tiempo, escuchaba las conversaciones e intentaba enterarse de las conversaciones que había alrededor. Los hombres que se habían quedado con Nigel y con él habían sido educados e intentaban por todos medios integrarles en la Logia. Durante los primeros minutos, Herbert escucho y respondió con parcas contestaciones.
Una vez que llegaron al salón, se dio cuenta de la cantidad de gente que había en el edificio y se sorprendió, la gente parecía pasar un rato agradable y tenían todo tipo de conversaciones de diversa índole. En el momento que pudo alcanzó una copita que tenía un buen licor y varios canapés, tenía más hambre de lo que pensaba.
Sus nuevos compañeros le presentaron a un famoso doctor y erudito del que llevaban un tiempo hablando. Al conocerle le dio una extraña impresión y más al oírle hablar, todo rápido y embarullado. Hizo varias referencias a diversos temas haciendo ahínco en que Harper debía investigar por su cuenta algo relacionado con la palabra Wendigo. Wendigo, creo que es algo que he oído en alguna ocasión, pero no se ahora mismo de que se trata, pensare en ello más detenidamente después. Ante la velocidad del citado Dr. Call, Hebert solo pudo agradecérselo y no llegó a entablar una  conversación.
La verdad es que ahora mismo me siento bastante perdido en este lugar, si aún tuviera a Edward para echarme una mano, pero ha desaparecido entre toda esta gente.
Entre canapé y canapé y alguna copa más el señor Harper tuvo una gran idea. Señores estaría encantado de presenciar la biblioteca, un lugar dedicado al conocimiento debe tener una impresionante biblioteca y yo como escritor soy un enamorado de los libros, realmente estaría muy agradecido si pudiera verla. Dice mirando a O´Conaill con casi mirada suplicante.

-MMMMmmmm
Todo eso era muy extraño.La verdad que en ese momento, Edward Call me recordaba mucho a mis alumnos, cuando se inventaban excusas para no admitir que no habían estudiado o evitar entregar un trabajo. Además ¿Qué era eso de formar un equipo para buscar al Wendigo? ¿Estaría habland en serio o se trataba de una broma?
Despues Harper sugirió ver la biblioteca. Los ojos se me iluminaron. Aunque yo pertenecía a la logía desde hacía algun tiempo no podía acceder a la misma información que mis hermanos O'Conaill y Harper. Esta era una oportunidad única.

Charlie miro a Herbert y le dio una palmada en el hombro. Acto seguido cogió una copa de la mesa.

-Por supuesto señor Lloyd, quizás uno de estos días les pueda pasar a que echen una ojeada a nuestra biblioteca. La verdad es que es una verdadera joya-afirmó dando un trago a su copa- Ah, ¿quieren ir ahora mismo? Vaya, son ustedes unos ratones de biblioteca. No se ofendan, pero pensaba que preferirían asistir a la velada. Al fin y al cabo la biblioteca puede ser abierta cualquier día-explicó sin dejar de sonrreir-Mi buen Harper, no se conmocione por las palabras del señor Call, yo tampoco me tomé en serio esas historias del Wendigo, aunque el libro que me recomendaron tenía muchisimas referencias... no se cuantas de ellas fundadas-dijo con animo de comenzar un debate sobre un tema que le encantaba.

¿Podría explicarme algo sobre el wendigo señor o'conaill? Nada demasiado académico por supuesto.-pregunto con verdadera curiosidad sobre el tema.
Mi busqueda en la biblioteca no había dado resultado en ese aspecto, así que pense que quizas alguno de mis ilustres compañeros podrían explicarme porque tanto revuelo con ese wendigo

Claro, a grandes rasgos el Wendigo es una criatura mitológica que proviene de la cultura algonquina, ya sabe, los indios-explicó sonrriendo-Se piensa que es una criatura mitad hombre mitad bestia que aparece en los bosques y las montañas de america y sobretodo en el norte, por canadá. Pero se ha estudiado la posibilidad de que todo estos fueran cuentos para explicar casos de canibalismo para sobrevivir en el invierno-esto último era lo que parecía convencer a O`Conaill mas que la parte mitológica, aunque esta a su vez lo entusiasmaba.

La velada se sucedía entre charlas y animadas conversaciones. A su alrededor, los hombres de negocios, estudiosos y eruditos exponían sus teorías y sus ideas con alegría y sin tapujos. Sí.. finalmente parecía ser cierto y en la logia se podía hablar de cualquier tipo de disciplina científica ya que era el caldo de cultivo perfecto para completar una idea con otras ramas del conocimiento. Era excepcional.

Sin embargo Nigel, atiborrándose como estaba a base de excelentes canapés de caviar, salmón, cecina y otras delicatessen que jamás antes había probado, decidió no abrir demasiado la boca. Al fin y al cabo estaba en calidad de psiquiatra y ya que nadie le había preguntado su opinión sobre éste o aquel tema lo mejor era mantener la boca ocupada únicamente en no atragantarse con una hebra de... ¿de qué estaría hecha esa deliciosa crema que coronaba algunos canapés? Mmmm.. parecía humus, o algo así.

Sin embargo al referencia al Wendigo le hizo sobresaltarse de tal modo que a punto estuvo de atragantarse. Afortunadamente el brandy era suave como el beso de una doncella y cálido como... "lo otro" de una doncella.

- ¿Cómo...? - intervino curioso. - Sinceramente no esperaba que una rama tan difusa del conocimiento tuviera cabida en este... "arbol". - Por un momento paró su discurso planteándose que hubieran entendido su analogía. De cualquier modo... - El Wendigo... la leyenda del abominable hombre de las nieves es... ¿sujeto de estudio? Bueno, sinceramente no esperaba algo así. Esa llamada pseudociencia por los círculos académicos he de confesar que siempre ha atraído mi curiosidad y... qué demonios, celebro que se pueda hablar del asunto sin tapujos.

Un nuevo trago de brandy dio por concluido el ágape. Probablemente tres o cuatro canapés menos habrían ofrecido una imagen de él menos ansiosa y más equilibrada... pero cuando ruge el apetito...

- ¿Acaso se encuentra en mitad de algún tipo de tesis sobre el folklore del norte de América?  Porque la posible explicación a la que aduce el señor... ¿O'Conaill...? es interesante, pero me temo que probablemente incompleta. Desde el punto de vista de la psicología antropológica el hombre tiene de forma instintiva una vis por explicar determinados fenómenos como desastres de la naturaleza y con ello me refiero a esa parte natural y a la vez irracional de todo hombre. El mito del hombre-bestia... como los hombres lobo en la vieja Europa o los hombres pantera en la India. Esa parte devoradora de humanidad supone una regresión del ser civilizado a su forma primitiva, depredadora y atroz... aunque, claro so existen estudios firmes sobre... er... ¿estoy divagando?

El asunto del Wendigo pareció animar a los nuevos y un interesante debate estaba a punto de comenzar. Pero en el salón había mucha gente y no ibamos a poder discutir con la calma necesaria.

- Vaya Guildford, veo que es usted un entendido ¿eh? - dije sorprendido - Así me gusta, la nueva sangre renueva la Logia desde dentro... Veo que estamos a punto de comenzar un interesante debate que puede durar horas, en verdad el Wendigo es un ser del que se puede hablar durante horas... ¿Qué les parece si huimos del bullicio y vamos a un lugar más íntimo? Si el señor O'Coneill lo desea podemos subir a la bilbioteca, no hay nada más tranquilo que una bilbioteca y además tendremos la posibilidad de consultar algún texto relacionado ¿no es fascinante?

Las últimas palabras no sonaron muy creíbles, pero tengo un límite de tiempo en el que puedo fingir que me interesa algo. En cualquier caso, después de haber comido y bebido a gusto la mayoría comenzaría a tratar otro tipo de temas más vulgares y menos interesantes, así que la opción de la biblioteca parecía la mejor a todas luces.

Oh, claro-dijo Charlie un poco desanimado, pues le gustaban los festejos y la biblioteca definitivamente no era el mejor sitio para tomar una copa. Dio un trago largo y la dejó en la mesa- Está bien, veo que no dejan lugar a las fiestas lo cual es sorprendente pero siendo este un tema curioso cuanto menos no me importará seguir esta charla en un lugar mas tranquilo.

Por supuesto, una agradable discusión sobre estos temas siempre es mejor en un lugar tranquilo y sosegado.

Posiblemente la biblioteca tenga varios libros que versen sobre el Wendigo. La verdad que el nombre me sonaba familiar, seguramente lo habría leido en algún libro de ocultismo de los que acostumbraraba a leer de joven. Más qe el Wendigo en si, lo que estaba era muy interesado en ver la biblioteca por dentro. Había estado alguna vez allí por supuesto, pero nunca teniendo el acceso de n maestro. Llevaba ya algún tempo como neofito y esperaba poder ascender pronto al nivel de iniciado pero el día no llegaba. Cierto es que había ascendido rangos, pero eso no me permitía ver que libros haía tras la sección de maestros e iniciados

A Herbert le estaba encantando la fiesta, los canapes y la diversidad de licores que ofrecían los diferentes camareros que pululaban por el salón. Seguía dandole vueltas a la cabeza con la historia del Wendigo, pero sus nuevos compañeros se lo aclararon, aunque desde varios puntos de vista. Es realmente sorprendente que en la Logia se hable de temas tan diversos.

Señores la verdad es que la historia del Wendigo se desconoce del lugar donde yo provengo y excepto algunos eruditos en mitologias americanas, la gente desconoce ese... ejem, podríamos llamarlo monstruo? Ciertamente me interesaría subir con ustedes a la biblioteca y seguir escuchandoles, parecen ser bastante instruidos en la materia y porque no, puede que en algún momento haga alguna referencia a dicho ser en mis novelas, siempre y cuando no les moleste por supuesto.

También podre ver la famosa biblioteca, parece que el señor O´Conaill es bastante reticente a abrirnos sus puertas, sera demasiado pronto para el sr Nigel como para mi? La verdad es que lo desconozco.

Deslizándoos entre la multitud cruzáis el comedor y tomáis las escaleras junto al recibidor derecho que conducen al primer piso, frente a las escaleras está la biblioteca y el hermano que se ocupa de guardar la biblioteca obviamente está abajo degustando las delicatessen de la hermandad.

Entráis en la biblioteca.

Me sorprendió no encontrar al tipo que normalmente estaba en la entrada controlando quién entraba y quién salía, pero por otra parte no era extraño que se uniera a la fiesta. Eso nos dejaba completamente solos, al menos hasta que se percataran de nuestra ausencia y subieran a buscarnos. Había que actuar rápido.

- Caballeros - dije capmtando la atención de todos y mirando por todas partes para asegurarme de que no hubiera nadie allí - evidentemente no les he traído aquí para hablar del Wendigo... eso es algo que francamente no me interesa un pimiento, Edward Call estaba hablando en clave, se refería a algo mucho más importante. Seguramente el señor O'Conaill y el señor Crowley recordarán la conversación que mantuvimos la semana pasada con el doctor Call, pues bien aunque al principio no me creí nada he estado indagando por mi cuenta y lo he confirmado: hay algo que huele a podrido aquí dentro - me estaba poniendo un poco nervioso ¿pero qué hacía yo contándoles todo aquello a aquellas personas? - Nuestro amado y venerado líder esconde algo extraño... en la biblioteca de Boston encontré un artículo relacionado con un tal John Scott con fecha de 1721, ya sé que pensareis que no es posible, que será otra persona con el mismo nombre... puede, pero el hecho es que yo creo que hablamos del mismo John Scott que está ahora mismo poniéndose ciego de canapés.

Recuerdo haber charlado sobre el relativismo Moral y sobre el wendigo- comento- Tal vez hablaron se refiera usted a cuando subieron el señor O'Conaill y usted junto al doctor. No obstante, John Scot es un nombre muy común en América. ¿Tiene usted alguna prueba, algún retrato de la época? ¿qué ha encontrado usted que relacione a los dos Scot? Y disculpe por este interrogatorio per...¿porque nos cuenta esto precisamente a nosotros?

Vamos, basicamente lo que quería decir era ¿QUe demonios es lo que pasa aqui? pero tratando de ser educado o de ser capaz de discernir si lo que decia Harper era fruto de alguna locura

Mirando nervioso en todas direcciones

- Yo también estaba presente en esa conversación, no así el Señor Crowley,  y estoy de acuerdo con Harper, aquí hay algo que me huele muy mal. En cuanto a lo de 1721 estoy seguro de que Scott tomó el nombre de ese otro hombre. Obviamente no puede ser el mismo hombre...en cualquier caso debemos investigar aquí en la mansión. Esta biblioteca para vuestra información sólo es accesible a los que ostentan el rango de Maestro como es mi caso y a vosotros siempre que estéis acompañados de mí o de otro Maestro, ya he estado aquí antes y os digo que en estas estanterías sólo hay libros de Ciencias Ocultas y una copia de los rituales de investidura de Neófitos, Iniciados y Maestros. Aún así hay que buscar aquí pero no sólo aquí sino en toda la mansión, pero escuchad una cosa: hoy no es el mejor día con todos aquí abajo. Pronto descubrirán nuestra ausencia y nos buscarán. ¿ No se han fijado en lo distante que parece el Señor Call? apuesto Harper a que tiene miedo de volver a decirnos nada. No podemos contar con él para nada, debemos hacerlo solos... gracias a mi rango puedo entrar aquí cualquier día que se me antoje e incluso puedo quedarme por la noche hasta tarde. Pero vosotros no... Deberíamos buscar una manera para que pudiéseis entrar conmigo en otro momento. Quizás colándoos?

Crowley tenía razón, le dejamos en el piso de abajo y no estuvo presente en la conversación, pero por un momento estuve convencido de lo contrario... Estaba corriendo un gran riesgo compartiendo esa información con aquellas personas, era lógico que aquello se manifestara de alguna forma.

- Tiene razón, señor Crowley - le dije asintiendo - discúlpeme, es cierto que usted no estaba presente... el caso es que el Doctor Call tiene o tenía sospechas sobre nuestro líder y la Logia en general y nos lo hizo saber como el máximo de los secretos... ya han visto ustedes como se ha compartado hace un rato, es evidente que tiene miedo, seguro que ha seguido indagando y ha encontrado lo que buscaba - recordé un dato importate - Señor O'Conaill, seguro que usted recuerda que el doctor Call prometió llamarme por teléfono, pues mire usted por donde no recibí esa llamada y además esta noche me encuentro con esta reacción por parte de Ewdard... demasiadas coincidencias, aquí pasa algo y algo muy malo me temo.

Di unos rápidos pasos en círculos, como esos padres que esperar ansiosos el parto de su mujer, dando vueltas como tontos por el pasillo del hospital. Después me paré en seco.

- No puedo darles pruebas, pero les diré que Carl Stanford es el que me parece más extraño de todos... siempre ocupado, resolviendo asuntos de dudosa índole. Créanme cuando les digo que se está tramando algo grande en este lugar, pues precisamente Carl Stanford fue quién me inició a mi en esta Logia, y le estoy muy agradecido pero admito que las circunstancias de tal admisión fueron del todo inesperadas y extrañas.

bajando mucho la voz- ¿ Standford? tampoco me fío de él, de hecho no me fío de ningún maestro salvo de Call, pero él no es el líder y se dedica a vayan ustedes a saber qué por encargo de Scott , según dice a traer libros raros y antigüedades pero si les doy mi opinión creo que trae algo sucio pero es Scott el que lo recibe y lo almacena... puede que en esta misma mansión. -mirando sin cesar a la puerta cerrada de la biblioteca - me da mala espina seguir aquí. Y además si sube alguien no lo oímos. ¿ Qué proponéis ?

En mi opinión, convendría que nos reuniesemos fuera de la logía. En un sitio tranquilo y que no levantemos sospechas. Hablé con el doctor Call para que fuese a dar una conferencia a la universidad donde trabajo. Puedo conseguir una sala para la reunion del doctor Call con los alumnos y creanme cuando les digo, que cuando llegue el turno de ruegos y preguntas huiran todos despavoridos  dejandonos a nosotros la sala vacia.

En mi interior empiezo a preguntarme si todo esto no será algún tipo de prueba de confianza en la logía ya que la forma de abordarme de Harper fue muy extraña, pero mi instinto me dice que hay algo de verdad tras sus palabras.

Tambien podemos reunirnos en alguna cafeteria o en algún lugar donde no llamemos demasido la atención y puedan darnos alguna habitación privada

No llevaba ni 20 minutos como neófito en la Logia y ya había conseguido entrar en la mismísima biblioteca, pero cual fue su sorpresa cuando sus compañeros empezaron ha hablar sobre la Logia en si.
Que lugar es este, acabo de llegar y ya estoy involucrado en asuntos turbios, conspiraciones, intrigas, secretos, parece que no todo es tan sencillo y bonito como lo pintaban.
Señores, si me permiten un inciso, primero comentarles que el maestro Edward, me ha ayudado en todo momento ya no solo a nivel profesional sino que a nivel social, mi estancia en USA a sido excelente y rematarlo ha movido todos los hilos para que yo ingresara aquí. Por lo que no me gustaría hacer nada en su contra.
Siguiendo un poco con la rocambolesca historia que están relatando y de la cual no tengo ni idea, solo he de decirles, que busqué movido por la curiosidad algún tipo de información sobre La Logia, su historia, miembros posesiones, de hecho pase varios días entre bibliotecas y periódicos, para no conseguir nada de información lo que me resulto muy sospechoso, sabiendo como sabía que muchos de los integrantes eran personas de buena posición social. Nada ni un breve apunte ni nada. Al final con la emoción del ingreso y todo lo demás, se me había olvidado, pero ahora ustedes reavivan mis dudas y temores de que sea una tapadera.

Nigel se quedó petrificado ante la reacción de sus nuevos hermanos. De camino a la biblioteca había pescado de esta o aquella bandeja algunos canapés más que había apresurado a introducir en la boca y una copa más de aquel exquisito brandy que sostenía en la mano derecha. Sin embargo las viandas, ni siquiera con la ayuda del preciado licor, conseguía que pasase por su garganta abajo tras aquellas extrañas declaraciones que se estaban vertiendo sobre el Gran Maestre de la Logia.

- Mmmppfrr... mfurffmmm ... grrmthhmm... uphmmmt... - por fin, no sin esfuerzo consiguió tragar. - Perdón... ya... uf, ese salmón era... rebelde. Je, je, je... - Evidentemente nadie rió su gracia. - No entiendo qué es lo que dicen... ¿John Scott en el siglo XVIII? Eso es ridículo... es un nombre muy común y, bueno, la verdad es que... por lo que respecta a la logia es normal ese halo de misterio. Le otorga exclusividad... ya saben. Según tengo entendido el nombre viene de una sociedad masónica sujeta a prácticas relacionadas con la demonología y la necromancia.. quizá el propio señor Scott tomó el nombre de alguien relacionado con esa pretérita hermandad con la intención de dotar de mayor hermetismo y oscuridad a esta organización. Pero no seamos ridículos...

Las palabras murieron en la boca de Nigel quien, casi como de repente, comenzó a considerar las posibilidades que todas aquellas revelaciones suponían.

- Demonios... - exclamó contrariado.