Partida Rol por web

Examinas a Nigel, respira y está vivo pero tiene un balazo en el brazo izquierdo y en el pecho. La herida del pecho está taponada con paños ya rojizos y en el brazo tiene un torniquete ya aflojado, de manera que sigue sangrando profusamente. Su estado es muy grave.

Estas bien, esta bien...relájate David, sabías que esto podía ocurrir...joder ni si quiera has estado presente-se recriminó nerviosamente mientras trataba de apretar de nuevo el torniquete. Debía ir a un hospital o moriría desangrado- ¿Donde están los demás?

Mientras Nigel yacía inconsciente, David apretó el torniquete con éxito y consiguió detener la hemorragia. Eso daría a Nigel algo más de tiempo.

Al otro lado de la calle, la casa donde al parecer vivía Lostatus y al lado, el gran edificio sede de la Organización.

David se incorporó aliviado. No sabía que había ocurrido pero pese al torniquete no podían tardar mucho en llevar a Nigel al hospital. ¿Por que no le habían despertado?¿Había estado allí todo el tiempo? Un escalofrío le recorrió la espalda pero no podía dejarse llevar por el miedo. Decidió acercarse al edificio de la organización, que era el que había dicho que vigilaría y si allí no estaban sus compañeros iría a la residencia. En cualquier caso no podría tardar mucho, si no encontraba a sus compañeros tendría que marcharse con Nigel al hospital.

En el momento en el que Herbert usa una de las llaves de los moros para abrir la puerta tras la capilla, David aparece por la puerta principal. Parece muy confuso.

Resulta ser el interior muy parecido a una Iglesia , aunque con un toque especialmente lúgubre.

Dispone de largos bancos de madera a los lados y un pasillo central que llega desde la puerta hasta a un escenario sobre el que hay un atril de madera y una puerta metálica detrás del atril.

En el momento en el que entras, Lew sostiene un volumen entre sus manos junto al atril mientras Herbert abre la puerta del fondo de espaldas a ti.

-¡Lew!¡Lew! ¡¿Que ha ocurrido?!¡¿Que hacéis aquí?! ¡Niguel esta muy mal, hay que llevarlo al hospital, rápido!-dijo alarmado al entrar en el lugar. No le gustaba estar allí, ya no. No después de todo lo que había ocurrido, pero ahora era peor por que no sabía que estaba pasando.

Herbert entro en la capilla con el fusil cargado, no quería otra carnicería pero estaría más preparado aún. Su mente aún estaba turbada por los acontecimientos recientes, mientras inspeccionaba la sala que parecía una iglesia y el altar.

Que es lo que está ocurriendo con mi vida? Me fuí de Inglaterra tratando de olvidar el terror de la guerra y alzarme como un autor de prestigio y ahora me encuentro inmerso en una locura tal vez aún mayor y con un derramamiento de sangre similar a la vivida. Se que nuestra acciones no son las más eticas pero cada día que pasa, cada nuevo descubrimiento que hacemos me hace pensar que son las correctas. Aún así estamos perdiendo gente, amigos y eso no es remplazable.

Herber salió de su ensimismamiento en el momento en el que Lew le enseñaba varios libros que había encontrado detras del altar. Uno de ellos ya le habían visto y les indicaba que seguían el camino correcto en sus pesquisas, el otro Lew se lo guardo para leerlo más tarde, si es que había un más tarde.

Herbert se sobresalta ante la rápida y estruendosa entrada de David, por suerte para este último, Herbert no tenía el fusil preparado.

David, calmate y no grites. Dijo intentando tranquilizarlo y esperando que detras de la puerta no hubiera nada ni nadie que pudiera ser alertado. Sabemos lo de Nigel, es nuestro amigo, pero no podemos dejar de hacer esto, el lo hubiera comprendido, tal vez sea nuestra última oportunidad de entrar en este lugar. Solo veo dos opciones, que lo lleves tu al Hospital y luego te alcanzaremos Lew y Yo en mi coche o que, si Lew que tiene más conocimientos cree que podra resistir te quedes con nosotros nos ayudes y salgamos de aqui lo más rápido posible. Las explicaciones de lo ocurrido serán después.

Pero...-dijo bajando el tono pero moviéndose con nerviosismo- ¿Y los demás? Nigel está muriéndose... no podemos dejar que se muera. ¿Quien le ha disparado? ¿Por que?-no entendía nada, si había habido un tiroteo debía haberlo escuchado... ¿como era posible que se hubiera dormido? Aquello era una locura, no podían estar tan tranquilos mientras su amigo se desangraba en la parte de atrás de un coche...

Fue de agradecer que David apareciera en aquel preciso instante, y también que Herb le dijera que bajase la voz, no era necesario ni recomendable advertir al enemigo de nuestra posición.

- David, acabo de matar a cuatro personas, estoy un poco nervioso ¿sabes? - dije tratando de sonreir, pero me salió una mueca un tanto desquiciada.- Nigel aguantará, no te preocupes, y si no... bueno, ya sabía en lo que se estaba metiendo... Acabamos de descubrir la prueba que relaciona esta organización con la que destruimos en Boston, puede que haya llegado el momento de decidir, David... Puedes llevarte a Nigel al hospital o simplemente largarte, no te lo vamos a impedir, pero ten por seguro que será la última vez que nos veamos, y seguramente dentro de unas semanas, unos meses quizás, ellos volverán a por ti y entonces estarás solo. La otra opción es que saques tu arma y bajes ahí con nosotros, derroquemos esta organización y persigamos a esos hijos de puta allá donde vayan - hice una pausa para dejarle pensar.- Tú decides.

Están locos...han perdido la cabeza con todo esto...

-¡No voy a dejar que ese hombre se muera desangrado como un cerdo en la parte de atrás del coche!-dijo enfadado- pero no pienso largarme. No se que coño me ha pasado esta noche pero quiero saber de que va todo esto y hundir esta organización. Llevaré a Nigel al hospital y luego vendré aquí de nuevo a por vosotros-dijo dándose media vuelta tratando de no pensar- procurad que no os disparen antes de que vuelva-dijo en el marco de la puerta antes de salir.

- Nigel no se va a morir, yo mismo le he tratado las heridas, aguantará - le dije a David sin mucho entusiasmo.- Pero puedes hacer lo que quieras, auque es posible que cuando vuelvas nosotros ya no estemos aquí... a lo mejor nos hemos ido ya o quizás nos hayan matado - me encogí de hombros.- Es imposible saberlo... en cualquier caso, que tengas suerte David.

Sin prestarle más atención me moví hacia la puerta que acabábamos de abrir, siempre con mi revólver listo para disparar.

- Vamos, Herb - le hice un gesto para que me siguiera.- Estos tios no saben con quién se la juegan.

Que tu le...-David no dijo nada, se mordió la lengua y no quiso decirle que le había tenido que poner el mismo el torniquete bien o Nigel ya estaría muerto. Aquella situación les estaba sobrepasando, pero ellos no se daban cuenta. Salió de allí de prisa para llevar a Nigel al hospital, quizás aun estuviera a tiempo.

La puerta da paso a una pequeña sala rectangular con el suelo y paredes enlosadas con losas de un blanco hospital en el que una bombilla da luz a la estancia, ésta está totalmente diáfana a excepción de unas escalerillas que descienden hasta un sótano o planta inferior.

Herbert miró con cierta tristeza la marcha de David. Habían sido duros con el pobre hombre, pero no sabía en donde se estaban metiendo, no era el momento para hablandarse y aunque entendía a ese buen hombre no podía hacerle verle la realidad de la situación.

Meneando la cabeza se giró y probó con las llaves hasta dar con la adecuada para abrir la puerta. Con más determinación se adentró en la sala con el fusil en las manos. La sala estaba completamente vacia a excepción de unas escaleras que como no descendían como había ocurrido en Boston hacía las profundidades de la tierra. Herbert volvió a mirar a Lew, con gesto de incertidumbre pese a que sabía que tenían que hacer.

Lew continuamos no? Tienes alguna linterna?-Dijo mientras avanzaba hacia la escalera.

- De momento hay luz - respondí.- no creo que nos haga falta... además, si no hay luz tampoco podrán vernos a nosotros. Esto es como en la Logia, Herb, en silencio y con las armas preparadas... vamos.

Y tratando de no hacer ruido, bajamos despacio las escaleras.

Descendéis a un sótano de piedra vista (parecido al de la mansión de la Logia) perfectamente iluminado, con instalación eléctrica (muy extraño) y lámparas de gusto dudoso en la parte alta del muro de piedra del lado derecho, ante vosotros hay un largo pasillo que tuerce en su final a la izquierda de forma abrupta.

Ambos podéis escuchar susurros que provienen de algún punto a la izquierda del pasillo. Hay alguien al doblar el recodo... seguro.

Mediante gestos Herbert indica a su compañero que ha oido algo y que deben ir en completo silencio para poder sorprenderles. Antes de avanzar comprueba por tercera o cuarta vez, ya no recuerda las veces que lo ha hecho que su fusil esta en condiciones de efectuar varios tiros.

Herbert mediante señas que aprendió en la guerra, indica a Lew que el será el primero ya que tiene más potencia de fuego y este se quedara unos metros detras para darle fuego de cobertura, todo esto con el máximo sigilo, confiando que Lew sea capaz de entenderlo.

Moviendose muy pero muy lentamente, casi arrastrando los pies para no hacer ruido y mirando donde pisar para no tropezarse con nada, Herbert se acerca al recodo, esperando poder ver lo que hay al dar la vuelta sin llamar la atención.