Partida Rol por web

- ¡Si! Por el éxito - dije yo, alzando la copa para acompañar al señor Edwin.- Nada de separarse, Henry, eso luego sale mal, está más que comprobado... Bien, mañana haremos lo siguiente: en primer lugar iremos a la oficina de correos a enviar un telegrama a nuestros compañeros de Escocia, les preguntaremos acerca de lo que hemos estado hablando; luego preguntaremos por el pueblo, trataremos de recabar toda la información posible acerca de la visita de Stanford y cualquier cosa relacionada con el asunto que tenemos entre manos; y después de eso, y dependiendo de lo que hayamos podido averiguar, visitaremos esa mansión a ver qué nos encontramos... ¿Todos de acuerdo?

Metida de lleno en la tarea de realizar las copias de los retratos, Marion levantó la cabeza para responder a Harpaer.- Por mí de acuerdo, Lew. - Si es que eso importaba para algo, estaba de acuerdo con Lew. La última vez que Marion había sugerido que se separaran dos de sus compañeros habían fallecido asesinados brutalmente. Debían permanecer unidos mientras pudieran.

   Sin problemas por aquí tampoco- asiente Henry con la cabeza. Esperaba que a donde fueran no espantasen a quienes puedan cruzarse ya que parecían un grupo con ganas de buscar problemas aunque no fuese el caso.

Perfecto- responde el periodista. 

¡Y así se hizo!

Tras la cena y la sobremesa, un pelín mareados por el vino, cada uno fue a su habitación y pese a la insistente tormenta que parecía que no iba  a acabar nunca, todos durmieron a pierna suelta, pese a la desconfianza que despertaba Edwin en algunos extremos.

A la mañana siguiente, al bajar a desayunar, descubrieron a Edwin hablando amigablemente con una señora casi sexagenaria que preparaba el desayuno de todos, era el ama de llaves, Carla, pero desgraciadamente, no sabía nada ni había visto a Standford.

Tras un desayuno de verdaderos reyes, el grupo fue a la oficina de correos a preparar el telegrama que habían de mandar a Escocia...

Marion se puso a escribir en una hoja de papel unas notas mientras tomaba el opíparo desayuno. Estaba recompuesta de la mojadura del día anterior y de la impresión de ver a aquel hombre enfermo.

Necesitamos información sobre fantasmas (hijos de Clarence Woodie). El Crepúsculo pretende absorber su poder.Referencias literarias. Extremad precauciones a partir de ahora.

Marion les enseñó la nota con gesto poco convencido.

- ¿Qué os parece?

   Suena bien. No tengo mucho por agregar- contesta Henry haciendo ademanes con las manos; estaba claro que lo que fuera que mandaran estaría bien para él pues no era el tipo de los que se dedicaba a pensar demasiado lo que se debía escribir o no, así como evitar cualquier tipo de confrontación física -Lo que tú quieras, bonita- concluye a la vez que le guiña el ojo a Marion.

Clara, concisa y directa- dice el periodista- creo que con eso es mas que suficiente. A no ser que a alguno de los presentes se le ocurra algo mas para añadir.

- Muy bien, esperemos que no tarde mucho en llegar la respuesta - dije, confirmando que estaba de acuerdo con el contenido del telegrama.- Será mejor que empecemos con la investigación, quizás se una buena idea volver a preguntar a los marineros.

Tras transmitir el telegrama, os movísteis por el puerto preguntando prácticamente a todos con los que os cruzásteis.

Resultó que la historia de Edwin era cierta, todo lo referente a los hijos de Woodie era cierto, tal y como lo había contado el sr. Edwin. Los muchachos habían sido ajusticiados, para unos justamente y para otros en una medida un tanto estricta. Pero el caso es que todos los testimonios coincidían en que desde entonces, siempre se había pensado en la casa Woodie como encantada. Varios propietarios habían aparecido muertos como si hubiesen sido colgados e incluso se escuchaban a veces lamentos, risas y gritos provenientes de la casa. Os contaron el caso de una señora que se fue de Salk Harbor porque su casa estaba muy cerca de la casa encantada y la mujer estaba aterrada. Una tal Olimpia Wolf, al parecer.

Otro dato interesante fue que el hombre Smith era recordado en el pueblo por haber dejado abundantes propinas en las dos tabernas marineras que había y en un restaurante de medio pelo en el que casi exclusivamente se servía langosta.

Llegó el almuerzo y teníais bastante información recopilada. Durante el almuerzo os confirmaron también que Edwin había sufrido un colapso de repente, que era bastante enérgico y saludable hasta un día... sin más.

No estaba mal...

Eran las 15 30

- Bueno, creo que no hay mucho más que hacer por aquí, las versiones coinciden y eso es bueno - dije, recapitulando lo que habíamos descubierto hasta el momento.- Ha llegado la hora de ir a ver lo que hay en esa casa... aunque no entraremos hasta que hayamos registrado a fondo los alrededores. Es muy importante que nos mantengamos juntos y que tengamos las armas dispuestas, ante cualquier duda es mejor disparar primero y preguntar después.

La información que habían conseguido reunir preguntando pro el pueblo era aterradora, al menos a jucio de Marion.  Esperaba que Leonard y los demás pudieran enviarles algo útil de información sobre....sobre cómo combatir fantasmas.

- ¡Oh, Lew! Pero si de verdad esas cosas que cuentan son ciertas y lo que nos dijo Edwin...¿Cómo vamos a enfrentarnos a los muertos?- No tenía claro que tener las armas preparadas les sirviera contra espectros que habían asesinado de aquella manera tan horrible a tanta gente. Al menos permanecerían juntos. Era tampoco lo que sabía sobre fantasmas.- La historia de Edwin cuadra muy bien pero hay algo en él que no acaba de gustarme. ¿Y si...- No, es una locura Maion. Mejor espera a ver que información llega de los demás.

- Señorita Malone... - interrumpió Cole. - No creo que debamos esperar esa información. No creo que exista siquiera. He oído muchas cosas sobre cómo expulsar espíritus... como hacer que crucen la línea de la vida y dejen de arrastrarse como almas en pena... pero lo único que puedo decir con seguridad es que el mejor método es no molestar a los muertos. Eso está claro...

La ignorancia del negro era casi cómica pero en su mente estaba totalmente justificada su intervención. Los muertos tenían un gran respeto en la cultura de la que procedía y provocaban un miedo atroz.

- Aunque... ya después de lo que he vivido desde que les conozco. Ya no sé si creerme que lo que hay en esa casa sean espíritus de muertos.

Cole tomó aire como si estuviera haciendo un verdadero esfuerzo por decir lo que estaba a punto de decir.

- Yo le acompaño, señor Lew.

- Por lo que a mi respecta en esa casa puede haber cualquier cosa, no precisamente fantasmas - la sola idea me hizo fruncir el ceño y escupir en el suelo.- Yo le diré como nos enfrentaremos a los muertos, señorita Malone: con un revólver cargado y un par de cojones, no hay otra manera. Venga, no perdamos más tiempo y registremos esa maldita casa.

No tenía ni una cosa ni la otra así que no supo que contestarle a Harper.

La idea de enfrentarse a no muertos era algo que descolocaba al periodista. A pesar de lo que había averiguado y lo que le habían contado, aún le costaba creerse todo aquello. En cualquier caso, sus compañeros estaban decididos a investigar aquella casa y enfrentarse a lo que hubiera en ella, y él no iba a quedarse atrás. 

Bueno, creo que si queremos seguir avanzando no queda otra que ir a la casa e investigar en ella. Y si luego hay que acabar con las criaturas que habitan en ella...- se encoge de hombros, como dando a entender un "que se le va a hacer".

   La descabellada idea de tener que lidiar con muertos vivientes era algo que no tenía atractivo para Henry pues él no creía en ello; sin embargo, dados los acontecimientos que ha vivido últimamente ha reconsiderado que podrían toparse con cualquier cosa en esa casa vacía...Vaya a saber lo que habrá estado haciendo ése tipo con los espíritus de allí, pero por seguro que no quiero aparecer muerto por ahí -era algo que daba vueltas por su mente. Si bien estaba un poco viejo y había dedicado su vida a despilfarrar un poco ciertamente Henry no quería morir ni ahí ni de una forma extravagante, ya que ni sabía lo que podrían hacer con su cuerpo...

 Como ya sabes, iré contigo, Lew. No creo que nos convenga quedarnos a vaguear por este pueblo con algunos personajes raros dando vueltas por el lugar. Esa casa me trae mala espina pero es inevitable ir e investigarla- empezaba a rezongar ante la mera idea de ir pero sabía que no podría evitarlo -Llevemos nuestras confiables armas por si algo nos sale de improvisto, y es muy probable que algo nos salga allí..

Subís por el serpenteante sendero que conduce a la casa Woodie, a unas decenas de metros de la casa la carretera se corta de sopetón, siendo sustituida por un camino de tierra.  Seguís el camino de terra hasta llegar a una destartalada casa medio ruinosa de una sola planta, mezcla de ladrillo y piedra y con agujeros y sin tejas en algunas zonas del tejado.

Un jardincillo descuidado rodea la casa  y desde cierta distancia véis que en la parte trasera  sólo parece haber un par de árboles y a un centenar de metros un bosquecillo. En la parte delantera sólo hay matorrales, hierba y arena y una desconchada puerta de color blanco de madera.

- Registremos primero los alrededores, no quiero llevarme ninguna sorpresa - dije mientras me encaminaba hacia el jardincillo, eso si, sin perder de vista la casa.

   Te acompañaré, Lew - y Henry se dirige rápidamente al lado de Lew ya que en caso de encontrarse con sorpresas, no había nadie mejor que él para enfrentarse a estos extraños contratiempos -Tendremos que buscar una entrada hacia un sótano, por si algo nos espera allí