Partida Rol por web

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Al salir al patio veis que vuestros soldados están conversando animadamente mientras comen pequeñas empanadillas de carne y pescado regándolas con jarras de cerveza. Todos saben que deben controlar la bebida estando en presencia de sus señores.

De camino hacía la torre de la armería Brazh llama a un sargento de las tropas de apoyo de la casa Falcon. – Sargento Nicolas, necesito que busque a algunos de sus hombres y monten una mesa para ocho en la armería. En la planta baja basta no hace falta que sea en mis aposentos. – Cuando ya se marchaba el sargento añade. – Ah y lleve también uno de esos barriles de cerveza.

Girándose hacía Peter. – Estaremos mas cómodos sentados y en mi mesa sólo cabríamos cuatro. Tomemos una jarra mientras, en un momento estará todo preparado.

Ves que se te acerca y te dice en voz baja mientras os estáis tomando unas cervezas. – ¿Ya estas recuperado? Justo te levantaste ayer después de guardar cama unas semanas por las fiebres.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Escucho a Theodor pero en vez de un conceso bromea con lo de la situación con Joana cosa que no le agrada y lo ve por un instante con cara de pocos amigos pero se le pasa de inmediato, por lo que suspira un poco desanimado pero retoma la atención cuando niega con la cabeza y le recuerda lo que dijo Lord Kevan y un poco apenado por olvidarlo se rasca la cabeza

-cierto ya lo olvidaba por completo, es que tenía otras cosas en la cabeza- y sonríe levemente -entonces a tomarse el día… iré a ver que hacen  mis primos- y bajos para salir al patio a quienes están hay

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Vanesha asintió atenta a las explicaciones de Anna. -Y sangre tendrá...- Respondió con una expresión que mezclaba determinación y frialdad a partes iguales, dejando mostrar ante su mentora una parte de ella muy alejada de la dulzura.

Había pocas personas con las que Vanesha podía mostrar aquel lado más oscuro, que se revelaba a la sumisión y a la necesidad de ser protegida por otros, o a conceptos tan parciales como la justicia, la cual adquiría significados muy distintos si lo interpretaba ella o Lord Kevan, por ejemplo. Y Anna era una de ellas. Quizás su confianza se viese un día comprometida, pero desde luego, eso no pasaba por la cabeza de la joven, la cual veía en Anna, la persona con la que no era necesario estar constantemente fingiendo y con la que podía ser ella misma, tanto con sus cosas buena, como las no tan buenas.

Tras aquella afirmación, sacó un vestido de "diario" de su vestidor y su daga, mientras se sentaba en la camca, buscando las guías de la costura de sus mangas, escote y tiro de falda, las cuales comenzó a deshilachar con la fina punta del arma. Aún inmersa en su tarea y sin levantar la vista continuó hablando con Anna.

-Si los dioses están con nosotras y todo sale bien, eso debería de "tranquilizar" a la chica.- 

Alzó entonces un instante la vista para cruzar su mirada con la de Anna.

-De no ser así, estoy convencida que tanto Sharra, como las demás chicas del servicio, conocen muchachas de bien en la villa, que estarían más que dispuestas a ocupar su puesto para servir en el castillo.-

Volvió a bajar la mirada mientras con extremo cuidado iba contanto pequeños hilos para debilirtar la costura de dichas zonas.

-Cuando indiquéis que todo está preparado, comenzaremos.-

Alzó nuevamente la vista antes de volver a bajarla y continuar.

-Pero Anna, por favor, aseguraos de que Berta tiene preparado lo necesario para la asistencia y de tener a mi padre y tío localizados.- Sonrió con cierto temor, como si todo lo ue pasaba por su cabeza, pasase por la imperativa necesidad de que ellos acudiesen una vez todo hubiese comenzado.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Al comenzar tus labores de costura ves como la expresión de Anna va pasando del temor al entendimiento comenzando a esbozar una sonrisa.

– Si, – asiente Anna, – pero no te confíes de ella si cuando estalle el caos. Todos saldremos para saber que ocurre, sería muy sospechoso intentar hacer que ella se quedara en las cocinas. Si se dirige a ti sería para algo mas que defender a Fuller de palabra.

Sonríe al ver con que detenimiento estas cuidando los detalles permaneciendo en silenció hasta que vuelves a preguntarle. – Peter, mi marido, los ha convocado junto a Normand Ferragut y Karl el capitán de su guardia a los aposentos de tu tío para tratar las últimas noticias. Creo que era realmente Lord Kevan pero este a simulado no enterarse de nada. Cuando a pedido a Raleg que también fuera temia que también se lo diría a Fuller pero no le ha dicho nada. Debe estar encendido con lo orgulloso que es.

Al referirte a Berta te responde con total aplomo. – Confió plenamente en ella seguro que ya esta acabando de prepararlo todo y ha abierto bien las ventanas para oír los gritos. Por si acaso Sharra enviará el primer sirviente o soldado que se encuentra a alertar a Berta por si hubiera algún herido.

Se acerca a la puerta y antes de salir añade. – Cuando entre con los mozos de Fuller te enviaré una criada con un poco de queso, pan y una jarra de cerveza ya que apenas has comido nada. Sera la señal pero no le preguntes nada a ella.

Se te queda mirando y si no añades nada sale para ir a los establos.

La noche había sido extraña, quizá porque seguía un poco débil después de pasar tantos días en cama. Al menos había salido vivo de esta. Y es que pasar esta enfermedad a mi edad era casi una sentencia de muerte. No me cabe la menor duda de que haberla pasado me ha acercado algo más a mi hija y es por eso por lo qie me levanto de buen temple. Me visto con ropa normal, de entrenamiento, no quiero dar impresión de debilidad bajo ningún concepto. Es momento de estar en plenas facultades y,sobretodo, aparentarlo. Desayune fuerte, necesitaba energía y al salir limpié mi cara con agua fresca para empezar a recuperar el color. Ya en el patio mi hermano me abordó, preocupado por mi salud. -Te agradezco el bajo tono, no quiero ver a la gente preocupada. Reconozco que he visto días mejores, pero nadie tiene por qué saberlo. Dejémoslo en un bien y ya está. Termino sonriendo a Brazh. Como buen hermano me conocía bien, o al menos yo creo que me conoce. Sabe que no me gusta mostrarme indispuesto bajo ningún cpncepto y el haber pasado este periodo en cama me ha servido más como una losa que como un reparo... pero es lo que nos ha tocado... -¿Qué me he perdido estos días? -Añado mientras camino juntona Brazh. -Despertar el día del nombre de Lady Selyne no es bueno para estar al día. Apoyo mi mano en su hombro a modo de camadería mientras se lo digo. No piedo dejar de estar preocupado por Vanesha, pero el hecho de que se haya levantado y desayunado bien, me dice que Berta ha hecho un gran trabajo con ella.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298

Salgo de la torre de los cazadores y paso por la cocina para recortar camino y dirigirme hacia la sala de oficiales donde están mis primos, pero mientras paso por la cocina cojo una manzana ya que la tripa me lo pidió apenas las veo, continúo hacia la sala principal y saludo a mis abuelos mientas paso y continuo al salón de los oficiales

Al entrar observo por un instante quienes están -hey chicos como les va?- y antes de que me digan algo -no les salude en el desayuno porque tenía algo que preguntarle a  Theodor- 

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Tu hermano sonríe ligeramente contento de volver a verte por el patio. – No te has perdido nada. La única novedad es la que os conté anoche antes de cenar a ti y a tú hija.

Mira un momento a vuestro alrededor hasta que encuentra lo que buscaba saludando al mismo tiempo que le indica que no lo necesita. – El sargento Luther que hace años que te ayuda con los nuevos reclutas se ha hecho cargo. Creo que le debes una buena cena en el pueblo.

Puede que hubiera dicho algo mas pero se presenta el sargento Nicolas haciéndole una salutación que sólo puede ser debida a los Ferragut que os acompañan. Sabes que tu hermano exige mas eficiencia que modales cortesanos. – Mi señor, esta todo dispuesto.

Os aproximáis a Peter para informarle y os acomodáis en la torre de la armería aunque hace décadas que no disponéis de un armero artesano sigue siendo donde se guardan las armas, armaduras y flechas de la guarnición.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Al cabo de un rato que se te ha hecho larguísimo oyes que llaman a la puerta y una sirvienta muy joven que dirías que no habías visto entra en tus aposentos después de haberte pedido permiso llamando a la puerta. Notas como sus ojos observan tu vestido y todo lo que hay en la habitación con admiración.

Al cabo de unos segundos reacciona y se aproxima a la mesa. – La señora Anna me ha ordenado traerle un poco de comida. – Te dice mientras deposita una bandeja con pan recién horneado, queso y una jarra de cerveza.

Una vez deja la bandeja notas que se queda algo desconcertada como si no supiera que hacer ahora.

Sonrío al escuchar las palabras de mi hermano. Seguro que el viejo Luther ha sido mucho más permisivo de lo que debería ser con los nuevos reclutas. No me cabe la menor duda. Al menos mucho más permisivo que yo, por supuesto. -No te quepa la menor duda que se la pagaré, pero tendré que trabajar duro tras cpnvertirles en los vagos que seguro que son ahora. Caminamos hasta la torre de la armería, aunque no tenemos un artesano que las trabaje, se sigue manteniendo el arsenal aquí dentro. Mientras espero no puedo evitar pensar en qué puede estar pasando por la mente de la viuda de Arryn. Porque mantener una dotación en nuestras cercanías es síntoma, inequívoco, de que nos está tanteando. -Deberíamos atraer a un buen armero a nuestras tierras, uno que engendre hijos aquí y de continuidad a su profesión. No iba a negarlo, la incógnita me sacaba de quicio, pero al menos de momento seguíamos con la cabeza sobre nuestros hombros. Algo era algo.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Vanesha aspiró por encima del pan para inundarse de su olor -Hummnnn..qué bien huele. Mejor sabrá.- Sonrió.

-Dadle las gracias a la señora Anna y decidla que no dejaré ni migas en el plato.- Volvió a reir.

-Gracias, podéis retiraros.- Dijo dirijiéndose a la docenlla aún soriente. Seguramente la muchacha tendría más cosas que hacer...ella, sin duda sí.

Tras la marcha de la sirvienta, se dispuso a marchar , tras esperar un rato pertinente, hacia los establos, pero las palabras de Anna resonaron en su mente casi como una advertencia. Si Fanny tratase algo inusual, no quería estar desprevenida, aunque si su padre o su tío llegaban antes, dudaba mucho que la chica fuese tan osada o loca de intentar algo, pues Vanesha era de las que pensaban que no había nadie que no apreciase la cabeza sobre sus hombros. En cualquier caso, lo mejor era llevar oculta bajo su faldón la daga, por si las cosas se torcían.

Volvió a revisar que las costuras de su vestido estuviesen debilitadas, antes de ponerse en marcha. Antes de salir de la habitación respiró profundamente.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Nada mas entráis Peter cierra la puerta detrás de vosotros y aguarda que todos toméis asiento. Una vez todos lo habéis hecho toma la palabra sin mas preámbulos depositando su jarra en la mesa para dejar claro que no será una charla intrascendente entre amigos.

– Siento que Lord Kevan no presida esta reunión pero los sucesos no pueden esperar.

Saluda con una leve inclinación a Normand Ferragut y Karl el capitán de la guardia de su casa. – Supongo que todos a estas horas ya sabréis que viniendo de camino hacía aquí se encontraron con un ejército de caballería de la Casa Arryn que se dirigía hacía Puerto Gaviota a escoltar a la viuda de Lord Jon Arryn, Lady Lysa, y su hijo Robert el nuevo Lord del Valle.

Después de estas palabras os mira a todos. – Opinar que creéis que puede significar para nuestras casas. Puede que antes de que pase un año tengamos que tomar importantes decisiones y mejor estar preparados para dar las mismas respuestas si nos preguntarán al mismo tiempo enviados de Lady Lysa.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Al ver a la pequeña Catelyn jugar con Sharra se me nota una leve sonrisa -tu sí que le agradas a sharra-

Y continúo hacia donde están mis primos y los demás -la pequeña Catelyn nunca desaprovecha una oportunidad para divertirse-  

En eso escucho a algunos charlando en el patio y solo volteo a ver quienes andan por ahí, para luego fijar la atención en mis primos otra vez -oye Stuart no te terminaste pasando de tragos anoche o sí??-

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Fuller esta maldiciendo en silencio a Anna. Como cada año desde que se conocen lo ha vuelto a humillar dando ordenes a sus mozos para que ayuden a Martha. Malditas sean las dos, el bueno de Gustav echado a la calle por culpa de Anna por emplear a las sirvientas de las cocinas para lo que sirven. ¿No cumplía acaso con su deber ocupándose de prepara la comida? ¿Porque tenían que meterse con la forma que mantenía la disciplina en las cocinas y las tareas que encomendaba a cada uno?

Otra vez tiene la sensación de que Anna le ha creído leer sus pensamientos pero seguro que no completamente. Si un día sueña con domarla como a todas las yeguas pero antes de tomarla el le cedería ese honor a Gustav. Seguro que lo recordaría nada mas lo viera a pesar de los años que han pasado.

Va revisando la comida de los caballos añadiéndoles así como agua pero ni eso lo relaja.

Miro a todos los presentes esperando a que alguien tome la iniciativa y hable. Pero al ver que nadie lo jace doy un pequeño golpe en la mesa para captar la atención de todos mientras mantengo un aire despreocupado. -Su marido ha muerto. Querrá protegerse a sí misma encaramándose a la más alta torre que tenga. Supongo que para ella todos somos enemigos en estos momentos. Lo mejor para nuestras casas sería enviar un representante con un regalo, condolencias y la promesa de vasallaje a su casa cuando sea necesario. Jon Arryn ya no está, quizá con un poco de suerte podamos sacar algo positivo de todo esto antes de que Desembarco explote. Hay que mirar hacia el futuro. Levanro la.mirada y la paseo entre los que estamos reunidos, aunque muestro seriedad, para darle viveza a mis palabras, por dentro tengo una media sonrisa en mi rostro.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Se acerca un poco mas a ti para susurrarte. – Y quien no, sólo tenemos esta ocasión al año.

Señalando a los soldados en la parte central. – Ellos pueden ir cunado no tienen servicio el día que cobran a la posada y nadie se queja. Ahora nosotros tenemos que guardar las formas.

En esos momentos sale de la torre en la que tiene sus aposentos el Maestre Stuart que casi es arrollado por Sharra volviendo al lado de Catelyn con la rama en la boca y no podéis contener la risa la mayoría.

El mismo acaba riendo ante la cara de la gatosombra de apenada como disculpándose y acaba de cruzar entrando al ala de los oficiales.

Stuart te vuelve a susurrar. – Esas salidas de caza, seguro que no os dedicáis algunas veces a buscar presas mas apetecibles. – Mientras con la mirada sigue a una de las sirvientas ofreciendo pequeñas empanadas entre los soldados.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Normand toma la palabra después de esperar si alguno de los representantes de los Falcon lo hacía bebió un trago de su cerveza, mas por ganar tiempo que por otra cosa.

– Un representante podría ser si es lo que piden pero lo mas seguro es que esperen que se presenten los diversos Lord para reiterar los juramentos de lealtad a la Casa Arryn.

Mirando a todos los reunidos. – No creo que nos podamos permitir que se considere insultada si alguien que no pueda hacer ese juramento se presenta ante ella para realizarlo.

Cuando acaba os mira a todos como esperando que opinéis también.

Me quedo pensarivo durante unos segundos mientras contemplo las posibilidades. No se hasta que punto es buena idea hablar con Lord Kevan y explicarle que lo mejor seria ir a presentar sus respetos a la viuda de Arryn. Pero mejor que un simple mensajero está claro que es. De todas formas, la decisión final sera suya.

-En todo caso esto es decision de Lord Kevan. Tanto si va como si envía un representante o decide esperar a ver qué pasa. Deberíamos hacerle partícipe de esta conversación y actuar según disponga. De lomento no son más que palabras que se las lleva el viento.

Me encojo de hombros y espero a ver la reacción de los presentes.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Peter se queda mirando a Cedric aunque le responde con toda su calma. – He intentado que Lord Kevan estuviera presente. Tu mismo has visto que ha hecho ver que no se enteraba que la convocaba. Ayer intente convencerlo antes y despues de la cena pero es evidente mi nulo éxito.

Al nombrar que Lord Kevan tendrá la última palabra Peter se ve forzado a intervenir de nuevo. – Como bien dices no podemos decir a Lord Kevan lo que tiene que hacer. Pero somos sus consejeros. – Mirando primero donde os habéis situado tu hermano y tu junto a Raleg acompañado de su hijo. – Y sus vasallos, – acabando de cara a Normand Ferragut y sus hombres. – Nuestro deber para con él y para la Casa Falcon, – enfatizando Casa Falcon, – es aconsejarlo sobre las decisiones importantes.

La última parte de sus palabras te las dirige directamente a ti. – Es el Lord de la Casa Falcon, eso aquí ninguno de nosotros lo pone en duda. Pero si recibe un mensaje de sus señores, sea Ser Gerold Grafton de Puerto Gaviota, Lady Lysa Arryn la madre del futuro Lord Robert Arryn o del Rey Robert Baratheon el I de su nombre tiene que acudir si desea seguir siendo Lord. No es una cosa que puedas elegir. Igual que si un nuevo recluta se niega a seguir los entrenamientos que diriges. Sino te obedece deja de ser recluta.

Es ahí a donde quería llegar, de momento no sabemos nada más lejos de que hay un contingente a las afueras, nada más, al menos hasta donde yo se. Todo lo demás es adelantarnos a algo que no sabemos con certeza. -La idea está clara, si el lord es convocado, obviamente el cpnsejo unánime que va a recibir es el de acudir a la convocatoria. Si no es cpnvocado, creo qie enviar un representante vale. Porque así nadoe lo verá como oportunismo, si no como una renovackón de los votos y los juramentos que se hicieron. Y si lo enviamos es sólo por ver la reacción de Lady Arryn tras lo acontecido y porque supongo, que ahora mismo verá enemigos por todas partes. Pero mover a un señor sin verdadera necesidad es peligroso, no sólo por lo que pueda pasar, si no porque otras casas pueden verlo como si aprovecháramos la oportunidad. Eso sin contar la reacción de Lady Lyssa. Los miro uno a uno mientras hablo, pues hablo para todos. Creo que lo que digo es lógico hasta el punto en el que estamos. Es mejor pensar los movimientos que actuar por cobardía antes de lo necesario. Si no es así, no tendremos ninguna ventaja.

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Vanesha se dirigió a los establos. Por su mente, extrañamente no pasaba pensamiento alguno. Era como un cubo de agua vacío esperando a ser llenado con los acontecimientos que estaban por llegar. Tan solo había una especie de tensión, tal vez temor. Un instinto que la impulsaba a darse media vuelta y seguir con su vida ajena a todo aquello. Algo primario desde su interior que tiraba de ella en dirección contraria como advertencia de que, aquello, iba en contra de su supervivencia.

Cada paso que daba en aquella dirección, por el contrario, era debido a otro impulso, otro sentimiento, otra sensación. Una vida en la que había visto, como los juicios los hacían, no siempre los justos. Cómo su género era juzgado inferior y despreciado por lo que había entre sus piernas, y no por pensamiento o acción. Vivir con el dogma de que aquellos que decidirán tu destino y vida, han de provenir de un derecho de sangre y no de mérito.

Un marco donde lo que había ocurrido con Sharra y las otras, no tenía mayor importancia, pues su sangre no dormía en sábanas de fina seda, ni tenían algo colgando entre las piernas. Y eso la indignaba, incluso enfurecía.

Cuántas cosas había meditado y aprendido desde sus inocentes charlas con el Maestre Gilbert... ¿La chispa que provocó el incendio?...

A medida que se aproximaba a los establos, su gesto se fue tornando en lo habitual en ella. Una media sonrisa, como si lo que el día deparase, fuese por definición, positivo. Una visión optimista.

Traspasó el umbral de la entrada echando un disimulado vistazo a su alrededor. Aunque sabía dónde estarían los mozos y la "pasional" Fany, prefirió asegurarse. Una de las lecciones aprendidas con el Maestre era el de repasar las tareas antes de entregarlas. A veces se nos pasaba algo por alto. Esto al fin y al cabo era parecido a una tarea. Nunca estaba de más "repasar".

-¿Señor Fuller...?- Dijo con cierta duda, como el que cláramente espera encontrar a alguien pero no tiene certeza de su presencia, mientras encajaba ligeramente la puerta de entrada al recito , sin llegar a cerrarla. Una mezcla de gesto de educación, mezclado con la intención de que los posibles ojos ajenos, llegasen solo a ver el resultado final al abrirla de par en par, y no su proceso.