Partida Rol por web

Las sombras del pasado (+18)

01. El día del nombre de Lady Selyse

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14/04/2017, 19:26
Lady Selyse

Pues eso, aun si fuera verdad, no te serviría de nada muerto.

Di quien más te ayudó y la diferencia entre sentencias podría incluir el permanecer con vida. 

- Tiradas (1)
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15/04/2017, 22:56
Fuller

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Fuller se aprieta las manos con desesperación. Ante la repetición otra vez de la misma pregunta otra vez.

Estará sorda y no logra escuchar lo que le estoy diciendo todo el rato.

Mira a todos esperando que alguno le de señales de entenderlo y continua negando con la cabeza mientras se encoge sobre si mismo un poco.

Lady Selyse, nadie me ayudaba. Si acaso era yo quién una vez domadas se las cedía a alguno pero como un favor. No porque les debiera nada.

Mirándote a los ojos. – Tiene que creerme.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Lady Selyse 19 actitud mutua de rechazo. Para convencer (voluntad).

Actitud de rechazo por parte de los dos FA 5 y – 2 a convencer (17).

Lady Selyse obtiene 2 grados de éxito multiplicado por su voluntad de 3 6 – 5 del FA para 1 que resta de la compostura de Fuller dejándolo algo mas inseguro.

Actual Fuller compostura de 07 y defensa en intrigas 9.

Convencer por parte de Fuller dificultad 10.

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17/04/2017, 07:40
Lady Selyse

 

Entonces Fuller, debes darme algo valioso para cambiar por el perdón de tu vida.  Algo que sepas que está pasando que supieras que me va a ayudar a hacer mejor este lugar.  Algo que me ayude a proteger a la gente.

Yo estoy convencida de que servirás más a Poniente en la Muralla que muerto.  Defenderás estos lugares desde allá, y disfrutarás de comida, cerveza, algunas risas quizá, por un tiempo más, al menos, antes de irte a encontrar con el Dios que es 1 y 7.   

¿Eso te gustaría, o prefieres ya darte por vencido? 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Cuando quieras mover escena nos detenemos.  Mientras seguirá Lady Selyse intentando hasta convencer.

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19/04/2017, 14:05
Vanesha

Mañana del día 19 del octavo mes del año 298.

Vanesha volvió a tomar la mano del Maestre con cierta ternura, casi como si de su abuelo se tratase, para reconfortarle por aquella impotencia que parecía sentir por no tener consejo puntual sobre su situación. Pero en realidad ¿quién podría tenerlo?. Le fascinaba como tal vez, sin ser consciente, aquel hombre demostraba su sabiduría con cada uno de sus actos y palabras, pues es de sabios reconocer que no se sabe todo. Aquellos que presumían de estar en posesión de la verdad y el conocimiento absoluto no eran sabios, eran arrogantes.

Asintió a lo que dijo sobre Joana, intentando trasmitirle que así lo haría. No era necesario mojarse más allá de los tobillos para comprobar cuan fría estaba el agua. Tantearla, en principio, no debería ser peligroso.

Torció ligeramente su rostro en un gesto con aire de reproche ante las últimas palabras del Maestre, como si se dispusiese a darle una reprimenda. 

-¿Qué os dije hace unos años, Maestre Gilbert?...- Era una pregunta más retórica que una intención de respuesta. -No, se os permite faltar. No podéis bajo ningún concepto, visitar a los Siete. Tenéis que vivir para siempre.- 

Sonrió nuevamente con ternura y aunque eran pocas las ocasiones en las que Vanesha rompía el protocolo, esta vez no le importó lo más mínimo y nada iba a impedir que le diese un abrazo de agradecimiento. Agradecimiento no solo por ese momento, sino por todo. Por haberla enseñado, por haber soportado sus travesuras, por mostrarla siempre lo que es el verdadero respeto, aquel que no acarrea prejuicios.

Tras separarse, alternó su mirada entre Berta y el Maestre.

-Si no os resulta inconveniente, Maestre, me gustaría también acompañaros. De paso pediros alguna lectura. El tiempo aquí encerrada, pasa muy despacio y se hace tedioso.- Se puso en pie tomando con delicadeza al Maestre del antebrazo para ayudarle a incorporarse y restar esfuerzo a Berta en aquel cometido.

-Aún conserváis aquel libro sobre la fe de los Siete que tenía aquellos grabados e ilustraciones que tanto me gustaban?-

Notas de juego

Por mi parte, me gustaría acompañar al Maestre y hacerme con un libro sobre los Siete (el equivalente a la Biblia de aquella fe), antes de llamar a Joana o buscarla. Te lo pongo, porque no hay mayor intención en lo de ir con el Maestre, por si quieres saltarte esa parte y no rolearla (en caso de que no sea trascendental u ocurra algo importante),  y pasar directamente a lo de Joana.

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19/04/2017, 22:33
Director

Notas de juego

Puedes describir perfectamente que con la ayuda de los dos guardias que tienes en la puerta lleváis al Maestre a sus aposentos donde antes de acostarse te deja el libro y os vuelve a recordar que hagáis que lo avisen.

Puedes marcar a Joana perfectamente en tu siguiente mensaje. Una cosa que sabe Vanesha Joana es seguidora de Los Antiguos Dioses.

Pasa ya a mediodía que ha ido pasando el tiempo.

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20/04/2017, 12:52
Vanesha

Mediodía del día 19 del octavo mes del año 298.

Con las primeras luces del mediodía, una sirvienta informó a Joana que Vanesha solicitaba poder verla en sus aposentos. Trasmitió también una disculpa por no ser ella la que acudiese personalmente a verla, pues su tío y padre, habían considerado que lo mejor era que permaneciese en sus aposentos bajo la protección de los guardias mientras aún pudiese existir alguna amenaza para ella.

Notas de juego

Joana, habría continuado el post para acortar, pero como no sé si el personaje acude, o si está ocupado, o lo que sea, lo dejo ahí. Si quiere/puede, continuamos escena. :)

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21/04/2017, 11:17
Joana Ferragut

Mediodía del día 19 del octavo mes del año 298.

Joana, sobresaltada por la entrada de la sirvienta en sus aposentos, se levanta a toda prisa de su cama, alisandose las ropas mientras se ponía en marcha camino a las estancias de Vanesha.

Instantes después, la joven se acerca a la puerta, custodiada por guardias, de los aposentos de Vanesha. —Vanesha soy Joana, he venido lo antes posible.— dice ante la puerta.

Notas de juego

No parecía estar demasiado ocupada dormitando, aún vestida, sobre su cama.
 

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21/04/2017, 13:42
Vanesha

Mediodía del día 19 del octavo mes del año 298.

-¡Sí, sí. adelante!- Casi al instante de terminar la frase, ella misma abrió la puerta.

-Joana...muchas gracias por venir.- Hizo una pausa pensativa. -Espero no haberos interrumpido algún quehacer-

La verdad era que incluso cuando Vanesha trataba de mostrarse más cercana, era prácticamente incapaz de deshacerse de ese aire protocolario y respetuoso que se había convertido en un hábito totalmente interiorizado, haciéndola casi incapaz de codearse con el tuteo.

En cualquier caso parecía muy contenta de ver a Joana. Vanesha había pasado varios días en esa habitación a causa de las fiebres. Sólo un día pudo disfrutar antes de volver a caer convaleciente otro día más por abusar de la comida en el banquete. Y ahora todo lo que había ocurrido con Fuller, volvía a traerla de vuelta a su "jaula" particular. Si bien era conocida la inquietud y actividad de la chica, su gusto por el ajetreo y bullicio del mercado, aquel confinamiento debía de ser especialmente tedioso y duro para un carácter tan vivo. Sobre la mesa había un libro abierto, "Los Siete", con una ilustración que mostraba la imagen de todos ellos.

Tras ofrecer asiento, hizo lo propio. Con los ojos bastante abiertos por la expectación y sonriente como si algo emocionante se avecinase.

-Hace mucho que no nos vemos Joana, pero he oído que continuáis con las prácticas de armas. Decidme, seguro que muchos hombres que se reían al veros empuñar una espada, comienzan a veros con recelo al comprobar vuestros progresos, ¿verdad?...¿a que es así?.- Asintió repetidas veces emocionada por lo que Joana pudiese contar, sin duda más emocionante que aquel libro de obligada lectura para toda dama, que de seguro ya habría leído más de una o dos veces.

 

 

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23/04/2017, 08:52
Joana Ferragut

Mediodía del día 19 del octavo mes del año 298.

—Lo siento, Vanesha. ¿La espada?— aun intenta ubicarse mentalmente en la situación, mientras observaba el libro abierto sobre la mesa. Recordaba que alguien la había obligado a leerlo, consiguiendo solo que mirara las ilustraciones y las páginas que hablaban sobre el Guerrero.

—¡Oh! La espada es demasiado corta para mis gustos, y pesa demasiado, según mis maestros, para una dama. Por eso dediqué mi entrenamiento a la lanza, perfecta para que ningún hombre te subestime o se acerque demasiado si no te interesa. Y por si eso no era suficiente, la ballesta los ha asustadado más de lo que nunca he llegado a comprender. Realmente, una mujer que sepa manejar cualquier arma asusta a un hombre, casi tanto como una gatosombra — dijo mientras acariciaba el lomo de la suya, tumbada a los pies de la silla. —Aun así, creo que lo que mas ha alejado a los hombres es mi desconocimiento sobre ellos, nuca he llegado a saber que querían, y siempre he dicho cosas impropias o inadecuadas.— su cara se enrojeció de golpe, como si hubiese hablado más de la cuenta.

—¡Perdón! Creo que estoy hablando más de lo que a nadie le interesa. ¿No os estaré aburriendo verdad?—

Notas de juego

¡Disculpas! He estado con fiebre y no me veía concentrada para contestar.

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23/04/2017, 12:01
Vanesha

Mediodía del día 19 del octavo mes del año 298.

Vanesha asintió a las aclaraciones de Joana sobre las armas. No pudo evitar sonreir cuando escucho sobre la ballesta y su efecto sobre los hombres.  Volvió a asentir ante aquel comentario sobre decir cosas inapropiadas delate del género masculino.

Negó ante su pregunta.

-En absoluto.- Respondió con aún expectación en sus ojos. Miró de soslayo el libro y un echó un rápido vistazo a las cuatro paredes de aquella estancia.

-EN ABSOLUTO- Recalcó de nuevo con tremendismo algo cómico incluso, por su forma exagerada. Obviamente el libro y la habitación no podían competir con la charla que mantenía con Joana. Dejó escapar entonces una risa espontanea, pero corta. 

-Creo que en el fondo tenemos bastantes cosas en común Joana.- Dijo aún sonriente mientras tomaba el libro y lo colocaba sobre sus rodillas abierto por la misma página, mirando la ilustración como para recordar o reafirmarse respecto a algo mientras continuaba hablando.

-Mirando esta imagen, normalmente solo veo lo que el resto; una representación de los Siete.- Dijo sin apartar la vista de la imagen. -No sé si será por las comidillas que me llegan, sobre gente que duda acerca de lo que ocurrió con Fuller, casi como si aquello fuese culpa mía, o por tener demasiado tiempo para pensar aquí encerrada. Pero hoy he visto algo distinto, algo que me revela muchas cosas y aclara otras tantas que no comprendía. Y me vinísteis al pensamiento como mi igual...una transgresora.- 

Levantó la vista con una mueca en forma de media sonrisa, consciente de que debía aclarar aquello de "transgresión" y dispuesta a hacerlo. Acercó el libro a Joana para que pudiera ver aquella imagen más de cerca, con más detalle, señalando con su índice.

- Los Siete no solo representan a los dioses, creo yo. En cierto modo también las virtudes del comportamiento, lo que se espera de hombres y mujeres. Fijaos... El Herrero, que representa el trabajo y las labores. El Guerrero, que representa el valor y las armas. El Padre, que representa la justicia, el buen juicio, el liderazgo.- Volvió a levantar, aún con el dedo sobre la hoja del libro. -Todos ellos hombres.- Volvió a bajar la mirada hacia mismo

-La Doncella, que representa la virginidad, la pureza, inocencia y juventud. La Madre, que representa la fertilidad y la maternidad. Y la anciana, que representa la sabiduría y el conocimiento...- Ladeó ligeramente la cabeza como para buscar otro ángulo de visión. -Pero en sus últimos días, casi como la encargada de perpetuar la tradición de las otras virtudes.- Ladeó ahora, la cabeza al lado contrario antes de alzar de nuevo la vista. -Todas mujeres...- Ofreció el libro a Joana para que lo observase ella misma.

-Y creo que eso es lo que tanto hombres como mujeres esperan de cada uno para ser "virtuoso". Y aunque con matices y excepciones, se diría que esta imagen en realidad es un código de buena conducta para hombres y mujeres arraigado en las creencias de los siete reinos.- Hizo una pequeña pausa.

-¿Qué se espera de una mujer?. Que sea inocente, pura y virgen en su juventud, con el propósito de ser desposada en su madurez y engendrar a los hijos e hijas de los hombres y que los cuide y crie, para en su vejez ser una luz guía que mantenga la tradición y el desempeño de cada género, generación tras generación. -

Asintió convencida.

-¿Y de los hombres?. Que trabajen y lleven el sustento a sus hogares. Que sean valientes y sepan desenvolverse con las armas, así como el deber de administrar justicia, gobernar con buen juicio y liderar.-

Explicó dando su visión sobre aquella imagen, lo que le había revelado. Señaló de nuevo con el índice al Herrero.

Yo he "usurpado" una virtud reservada a los hombres; el trabajo. No creáis que es fácil lograr que lleguen a enseñarte más allá de la lectura, la aguja y el hilo. Muchos han visto con recelo, envidia u odio, el preparar a una mujer para la administración del mercado, comercio y castillo...y no solo hombres- 

Señaló ahora al Guerrero.

-Y tú, Joana, has "usurpado" el puesto del Guerrero, mostrando valentía y aprendiendo el manejo de las armas. Seguro, que muchos y muchas, han puesto trabas, se han reído o intentado desanimarte en tu empeño, porque "eso no es cosa de mujeres". ¿No es así?.- Preguntó de forma retórica, como si en realidad no necesitase respuesta.

Finalmente se reclinó ligeramente hacia atrás apoyando con elegancia protocolaria su espalda sobre el respaldo de la silla, emitiendo un pequeño suspiro.

-A eso me refiero con lo de que tenemos en común la transgresión. Ambas rompemos el molde y las buenas formas de lo que se espera de una mujer y dama.-

 

 

 

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25/04/2017, 10:10
Joana Ferragut

Mediodía del día 19 del octavo mes del año 298.

—Nunca habría caído en algo como lo que mencionas si no me lo hubieras dicho. Transgredir. Más mujeres deberían hacerlo, más como tu, organizando, llevando cuentas y sabiendo sobre los mercados, ganándonos el respeto de los hombres por lo que sabemos. Aunque sin duda todas deberíamos saber usar un arma. ¿Quien nos protegerá si los hombres están lejos?— Joana parecía estar ahora más comoda en la conversación, centrandose como pocas veces hacía.

—Por suerte he podido aprender sin haber sido castigada o reprobada, al menos seriamente, muchas de las artes reservadas a los hombres, no los numeros ni como gestionar las cosas, pero he visto caer a más de uno de los hombres de mi familia ante mis golpes, y en su cara a veces había odio por haber sido superados por una mujer, y otras veces, las que menos, respeto. — terminó, mientras tomaba el libro para observar las ilustraciones más de cerca.

—Los hombres no son los que nos impiden aprender todo esto, muchas veces somos nosotras mismas las que miramos a otras mal por estos asuntos.—

—Al final si resultará que tenemos en común ciertas cosas, Vanesha. Quizás podríamos aprender la una de la otra. Yo te enseño a defenderte y tu me enseñas, bueno, lo que quieras. Todo lo que sabes es interesante .— la miró fijamente a los ojos, sonriendo. —Así nadie te mantendrá en una habitación como si fueses una reliquia de cristal, temiendo a que te rompas.—

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25/04/2017, 15:31
Vanesha

Mediodía del día 19 del octavo mes del año 298.

Vanesha escuchó con atención a Joana. Asintió ante su comentario sobre el impedimento que las propias mujeres se hacían, para evitar salirse de los roles asignados socialmente. Una muestra de perpetuar la tradición. Una reverencia a la Anciana.

Su propuesta última hizo que Vanesha abriese los ojos enormemente con ilusión y sorpresa, a la par que juntaba las palmas de sus manos, casi como si estuviese orando.

-¡Sería fabuloso!.- Dijo con emoción. Emoción que se fue disipando a medida que su entusiasmo se situaba en la realidad. -Pero aquí encerrada...- Dijo con cierta desilusión. -...Además, supongo que tendréis que volver a vuestro hogar dentro de muy poco- 

Algo debió detonar en su interior de nuevo aquella ilusión y posibilidad, volviendo a adquirir ese rotro esperanzado.

-Aunque podríais quedaros una temporada aquí. Mi padre y tío son soldados, guerreros veteranos, muy curtidos. Seguro que estarían encantados de ayudaros en vuestro adiestramiento. Y Alia...- Posó las palmas de las manos sobre sus mejillas, negando con incredulidad, casi como si lo estuviese viendo en aquel mismo instante. -...es increible. Esos movimientos, esa velocidad.- Volvió a hacer una pausa para situarse.

-Es una de las mejores espadas de los Siete Reinos... Ella sí que ha roto moldes- Dejó escapar una risilla ante aquel pensamiento y comentario.

-Y yo...yo me encargaría de que os sintiéseis como en casa. No os faltaría de nada. Y Anna La Mayordoma es una excelente administradora. Podríais aprender mucho de ella. Y además, el Maestre Gilbert...no encontraréis mejor maestro. No solo es sabio, sino paciente. Ha instruido a varias generaciones y no os pondrá trabas en vuestras inquietudes.-

Casi pareciera que estaba mostrando todo el abanico de ventajas que resultaban de quedarse allí, como un vendedor tratando de vender su mercancía en el mercado. Ya con un tono más calmado, menos jubiloso,un hilillo de voz como reflexionando en voz alta con cierta nostalgia o anhelo. -Sería fantástico tener a alguien de mi edad cerca.

Si bien Vanesha no era conocida por tener excesivos problemas para relacionarse con la gente, sí que era cierto, que dentro del círculo en el que se le estaba permitido entablar amistades (por estatus y labores), el único de edad similar a la suya era Zane, más centrado ahora en demostrar su madurez y capacidad que cuando eran niños y estudiaron juntos. Sin duda Vanesha anhelaba la compañía de alguien más cercano generacionalmente, una amiga.

Una inhalación profunda, como para tomar fuerza y empuje, cerraron momentaneamente sus ojos. Al abrirse , encontraron los de Joana con cierta determinación.

-Joana... Nadie diría que somos parecidas, pero en el fondo, en esencia, creo que somos muy afines.- Comenzó con un tono algo más solemne, pero cercano.

-Tengo que contaros algo porque necesito vuestra ayuda. Pero, por favor, debéis prometerme que no se lo contaréis a nadie...a nadie- Hizo especial hincapié en ello. -Podría equivocarme, pero si sois como creo que sois, entenderéis y comprenderéis el por qué vuelvo a transgredir las virtudes femeninas y usurpo un papel, que por tradición y ley no me corresponde.- Dijo señalando con su índice sobre el papel, la imagen del Padre sosteniendo la balanza; La Justicia.

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26/04/2017, 08:39
Joana Ferragut

Mediodía del día 19 del octavo mes del año 298.

La emoción había ido acumulandose en Joana, que cada vez la disimulaba menos, hasta terminar de escuchar a Vanesha, cuando casi salta de la silla. Unos momentos despues se queda en silencio, mordiéndose, en parte, el lado izquierdo del labio, pensado y disipando la emoción para no hablar antes de haber pensado dos veces en lo que iba a decir.

—Quedarme... aquí. Eso sería, increible. Podría aprender tantas cosas nuevas, ver cosas diferentes...— la emoción volvía a aumentar en su voz. —¡Sí! Por favor, me encantaría quedarme. Siempre y cuando ella se pudiese quedar también — dijo mientras señalaba con la cabeza a su gatosombra. —Además, a mi también me gustaría tener cerca a alguien de mi edad.—

Sharra era parte de ella, había estado con la gatosombra desde que tenía memoria, y le era dificil pensar en no contar con su presencia, incluso aunque fuese por un algún tiempo. Sabía que la gata pertenecía a su madre, Greta, pero pasaba más tiempo al lado de la joven.

Solo esperaba que su familia no pusiera travas a que ella se quedara un tiempo allí.

—Sin duda, me habéis convencido de que somos parecidas en muchos aspectos.— sentenció mientras hablaba , algo más seria y comedida que antes. —Vanesha, esto es una conversación entre las dos. ¿Quien más debería enterarse de esto? Tenéis todo el derecho a usurpar la función del Padre, la justicia no debería ser algo reservado al juicio de los hombres, y más cuando ellos no pueden entender las repercusiones del crimen cometido.—

—Además, no eres la única queriendo justicia, aunque si la que más razones tiene para ello. Podéis contar conmigo para lo que os haga falta en tal asunto.— terminó, posando el dedo índice sobre la figura del Padre, mientras asentía con la cabeza hacia la otra joven.

 

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26/04/2017, 15:39
Vanesha

Mediodía del día 19 del octavo mes del año 298.

Vanesha sonrió satisfecha e ilusionada por la reacción de Joana ante aquella propuesta. Si alguien tenía posibilidad de influenciar a su padre, tío y quizás, futura madrastra, para que pudieran adiestrar a Joana en el manejo de las armas, probablemente sería ella.

Miró un instante al animal con calma, sin miedo. Seguramente aquella tranquilidad era debida a la presencia de Joana. Quizás a solas con el felino, su rostro no fuese el mismo. Asintió ante la posibilidad de que la Gatasombra pudiera permanecer en el castillo. No debía ver mayor problema en ello, ya que si había permanecido tantos años en el hogar de Joana, con prepararlo de manera similar a como lo hacían allí, debería bastar. Y siendo Joana sobrina del Lord, una palabra de éste debería poder acallar cualquier murmullo en contra.

Pareció sosegarse y tranquilizarse ante la respuesta de Joana respecto a la petición de discreción y su actitud. Parecía un poco nerviosa. No dejaba de ser una joven de diecisiete días del nombre tratando de abarcar algo que quizás fuese demasiado grande para sus pequeñas manos.

-Fuller...- Nombró con desprecio haciendo una pausa. -Hay personas que solo se muestran como son cuando adquieren poder.- Reflexionó. -Porque el poder genera impunidad y a más poder, más impunidad y más capacidad de hacer lo que uno lleva dentro de sí, sin consecuencias.- Explicó claramente desde su punto de vista. 

-El haber adquirido ese asiento en el Consejo de vuestro tío le ha otorgado ese poder y poder mostrarse tal como es, sin riesgo a consecuencia alguna.- Sentenció.

-Y es una mente retorcida y despreciable que aprovecha su posición y cargo para abusar de jóvenes plebeyas con la amenaza de arrebatarlas el trabajo que les proporciona el jornal que pone el pan sobre la mesa.-  Seguía manteniendo aquel desprecio mientras hablaba, pero comenzaba a adquirir cierto matiz de dolor, como si aquello le resultase difícil de digerir.

-Pero así funciona el mundo ¿no?- Preguntó con cierta indignación de forma retórica.-Y queda asimilado casi como derecho adquirido de forma divina, que un noble o alto cargo, puede hacer este tipo de cosas con las personas que están por debajo de él.- Sin duda aquello era una realidad cotidiana que estaba en el subconsciente colectivo de todo el mundo. Los bastardos venían de donde venían, en el mejor de los casos.

Tomó las manos de la chica y las sacudió ligeramente como un gesto casi de desesperación.

-Pero es que tú, yo, nuestra generación, estamos en los límites de los gustos de su retorcida mente.- Explicó mientras sus ojos comenzaban a tornarse vidriosos. - Cinco, seis, siete, ocho días del nombre...Esas son sus apetencias- Dijo casi como conteniendo una arcada.

-Y Catelyn...- Tuvo que detenerse para limpiar una lágrima de su mejilla y tratar de conservar la compostura y recomponerse. -Catelyn pronto comenzará a recibir lecciones de equitación...Y tú no has visto como la mira.-  

Tuvo que sorber ligeramente antes de continuar.

-Y preferiría que mil bárbaros de más allá del Muro me golpeasen, violasen, torturasen y quemaran viva, antes que permitir que ese malnacido pusiese un solo dedo sobre ella.- Dijo con determinación y cierto fuego en la mirada mientras dos nuevas lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas. Tuvo que volver a detenerse y tomar aire profundamente para sosegarse.

-Yo incité para que se produjese esta situación, Joana. - Confesó finalmente, con cierto temblor en sus labios. -No podía hacer nada sin pruebas, solo con mi certeza, ante alguien de la posición y poder de Fuller. Y sabéis también como yo que el que se haya aprovechado de unas cuantas plebeyas no acabaría en ninguna parte. En el mejor de los casos una mirada de desaprovación y poco más. Sin contar la humillación a la que serían sometidas  las chicas al hacerse público y las posibles represalias de Fuller y su séquito de malnacidos-

Finalmente un sollozo amargo se apoderó de la joven que llevó las manos a su rostro para taparlo. Un sollozo que servía de escape a la presión que estaba sufriendo y temeroso de la posible reacción de Joana ante su confesión. No hacía falta tener un don especial de gentes ni haber recorrido medio mundo para darse cuenta de que estaba asustada.

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26/04/2017, 20:21
Joana Ferragut

Mediodía, 19 del octavo mes del año 298.

Joana habían vivio en su propio mundo hasta los eventos de hoy, los cuales aun seguían frescos en su mente, la crueldad que los hombres podían llegar a generar hacía cualquier persona inferior a ellos, la codicia y el caos. Aun no parecía haber acabado de asimilar todo lo sucedido durante la mañana, y el oir lo que Vanesha le acababa de contar no la ayudaba a comprenderlo por completo.

Agarraba los reposabrazos de la silla con fuerza, mientras cerraba los ojos y respiraba profundamente, interiorizando lo que la otra joven acababa de decir. A la gatosombra se le erizó el vello del lomo, como hacía siempre que veía a su protegida dudar sobre que hacer, como si ella estuviese pensandolo también, levantó la cabeza observado a ambas jovenes, sin signo de agresividad o peligro, curiosa por la situación.

—No esperaba que dijéseis algo así. De verdad, no era lo que tenía en mente. No diré que no me asombre ni me preocupe, pero lo comprendo, al menos en parte. — la voz de Joana sonaba lenta, pausad, controlando la ira que esa confesión le había devuelto. —Antes de poder decir que lo comprendo me gustaría conocer la historia completa, no puedo entender a Fuller ni sus acciones sin saberlo todo. ¿Me contareis la historia completa?—

Algo más sosegada, Joana soltó los reposabrazos, sus manos, normalmente blancas, ahora estaban rojas por la fuerza con la que había sujetado la silla, la cual mostraba unas pequeñas marcas donde había clavado las uñas.

—Bien, abntes dije que podíais contar conmigo para lo que fuese, más si es hacer justicia, y por encima de eso, si es para que un deshecho humano no ponga sus manos sobre una inocente niña.— echó mano al cinto para desenvainar la pequeña daga, el unico arma que le permitían llevar dentro del castillo. La hoja de simple y buen metal, contrastaba con la vaina, de decoración algo más profusa. La dejó sobre sus piernas y puso ambas manos encima. —Si hoy no hay justicia, nos encargaremos las dos de que así sea. ¿No?. —

Retiró su mano derecha para posarla con seguridad sobre las manos de Vanesha, mientras acercaba su silla algo más a la de la otra joven.

—Tranquila, haremos que esto salga bien, y ninguna mujer en este castillo tendrá que volver a preocuparse por estos asuntos.—

Arriesgandose a pasarse de la linea en esa situación, Joana abrazó a su nueva amiga, intentando reconfortarla tras todo lo hablado.

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27/04/2017, 18:52
Vanesha

Mediodía, 19 del octavo mes del año 298.

Vanesha recibió el abrazo tratando de inundarse de su efecto balsámico y reconfortante. A pesar de su riguroso protocolo,aprendido desde niña, no pudo ni quiso evitar aquel momento, mostrando que aún teniendo un carácter más maduro e institucional que el esperado por su edad, aún era joven y emocional por dentro.

Tras retirarse limpiando nuevamente sus lágrimas, observo unos segundos la daga que Joana había puesto sobre la mesa.

-De verdad que confío en que el buen juicio de vuestro tío evite cualquier otra alternativa.- Dijo con cierto halo de esperanza.

Negó entonces como si no supiera bien a qué se refería Joana.

-No entiendo muy bien a qué os referís concretamente con lo de la historia completa. ¿Lo de incitar?- No esperó respuesta, como si diese por sentado que era eso a lo que se refería.

Con eso me refiero a que en realidad no acudí a ver a Fuller para reservar un corcel con el que pasear al alba, sino buscando que esto...- Dijo señalando las heridas y hematomas de su rostro -...sucediese- Explicó.

- Porque como os he dicho, creo que la justicia tiene rasero, y lo que Fuller pueda hacer con una campesina no se considerará crimen alguno. No así si la chica está en su mismo círculo de estatus. La hija de Maestro de armas, sobrina del Capitán de la guardia y futura Mayordoma del castillo.-Trató de aclarar.

Pero sí que es cierto que lo primero que hizo Fuller nada más verme fue lanzar aquella insinuación asquerosa de "darme clases de monta que nadie tenía por qué saber, y de las que nuca nadie había tenido quejas".- rememoró con asco y desprecio.

- Decidme, Joana. Con alguien que es un monstruo y que cree que sólo Lord Kevan está por encima suyo... ¿creéis que me resultó excesivamente difícil provocar esto?.- Preguntó de nuevo señalando su rostro.

Mi mayor incertidumbre era si estaría preparada para soportar los golpes o algo peor...- Reconoció.  -Y sí que puedo Joana...puedo. Si es por evitar que más muchachas sufran bajo la amenaza de Fuller, puedo. Si es para asegurarme que vuestra prima Cat, a la que quiero como si fuera mi hermana pequeña, crezca sin esa amenaza..puedo.-

Se encogió ligeramente de hombros pensativa, como si estuviese rebuscando algo que se hubiese dejado en el tintero hasta parecer caer en algo.

-Respecto a las muchachas...- Hizo una pausa.- No quiero que consideréis esto una falta de confianza, Joana. Pero di mi palabra de no decir jamás sus nombres a nadie. Y quisiera pensar que mi palabra vale, ya sea dada a un plebeyo o a un rey. Como os he comentado, nadie va a considerar un crimen lo que hizo Fuller desde su cargo y posición a una pocas plebeyas y más cuando ni una daga en el cuello las obligó a yacer con él. Pero ¿no es la pérdida del sustento y conducirlas a la hambruna, la mendicidad o la prostitución, una daga más cortante?- Sin duda, ella así lo pensaba.

-Que sus nombres y lo que sucedió con ellas saliese a la luz, sólo les acarrearía dolor y vergüenza, pero nunca justicia. Puede que incluso peligro ante posibles represalias de las personas afines a Fuller. Algunos con cargos importantes como el Maestre Stuart.-

Volvió entonces a tomar las manos de Joana, en claro gesto de cercanía y amistad.

-Fuera de estas cuatro paredes y de esta conversación, Fuller no ha hecho nada a ninguna muchacha, Joana.- Bajó la mirada con cierto gesto de lamento, para volver a subirla instantes después.

-De verdad que desearía que la justicia fuera servida a esas chicas por lo que las hicieron, pero lo será por el resultado de este juicio.- Dijo con cierta esperanza.

Volvió a negar pensativa, mirando al aire, como rebuscando si había algo que hubiese olvidado contarla, confirmándose así misma que no había nada.

-El resto es lo que ya sabéis. Humnn...no sé Joana. No sé qué más contaros. Preguntadme algo concreto o lo que dudéis. Esto es todo en realidad.-  Dijo mirándola, esperando poder aclarar cualquier duda si no se había explicado bien

 

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27/04/2017, 22:51
Joana Ferragut

Mediodía, 19 del octavo mes del año 298.

Viendo que ya le había contado todo lo que había que saber sobre el asunto antes incluso de que ella preguntara Joana se sintió algo estupida por haber pedido saber la historia completa. Envainó la sencilla daga de nuevo, asintiendo ante lo que Vanesha había dicho.

—Veo que la historia era más sencilla de lo que imaginaba, tanto mejor. Creo que no me queda nada más que preguntaros. Unicamente diré que habeis demostrado un valor enorme al poner en movimiento todo esto, a riesgo vuestro— dicho esto, Joana se irguió en la silla. recuperando en cierta medida la compostura.

—No voy a pediros que me contéis nada que no podais, para mi es suficiente el saber que mujeres cercanas a mi no serán amenazada por gente como Fuller.— se le habían empañado los ojos con lágrimas de rabia ante la injusticia y la voz era entrecortada. 

—Deberíamos prepararnos para el juicio, ver como evoluciona todo y actuar en consecuencia una vez sepamos el veredicto. ¿Estáis de acuerdo?— 

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27/04/2017, 23:44
Vanesha

Mediodía, 19 del octavo mes del año 298.

Vanesha se incorporó un instante después que Joana, y asintió a sus palabras y consejo.

-Sé que el Maestre Stuart, estará tratando de alguna manera de pormenorizarlo todo. Puede que incluso infundando duda sobre mi testimonio. Es muy cercano a Fuller, y no me extrañaría que compartiesen gustos.-Tras ello se apresuró a aclarar algo, consciente de que Joana tenía el valor del que ella carecía para empuñar una hoja.

-Pero sólo es una suposición. No he tenido noticia alguna sobre ello y nadie me ha contado nada. Solo es algo que imagino por proximidad a Fuller.- Explicó

- También creo...- Dijo ahora bajando un instante la mirada, con cierto pesar.-...que Lady Selyse, vuestra tía, intuyó que ocultaba algo. Ahora ya sabéis lo que es, Joana. Sólo espero que el Maestre Stuart no haya agrandado esa duda. Pero por favor...- Pidió casi como un ruego.-...sé que no contaréis nada de esto a nadie, pero sobre todo a vuestra tía.- Asintió.

-No quiero que sufra al pensar que ha tenido a un monstruo como Fuller cerca de su hija, y que cada broma o carantoña que ese malnacido la haya podido profesar, tuviese una intención muy distinta a la que debería, de provenir de una persona honesta. Y menos ahora  con las importantes decisiones que se avecinan para ambas Casas, a raiz de las noticias que han llegado sobre la familia Arryn y todos esos movimientos de tropas.- Debía ser de las que pensaban que aquellos movimientos debían ser tratados con toda atención y cautela, más aún conociendo el pasado de la Casa y su apoyo a los Targarien durante la Guerra del Usurpador, y la poca predisposición de Lord Kevan a retractarse de una decisión ya tomada. El apoyo y consejo de su esposa, sólo podría beneficiar al señor de la Casa, ante algo que de no ser tratado en toda su magnitud, de seguro podría traer graves consecuencias para el futuro de todos.

Negó con cierta preocupación. -Ruego a la Anciana que los guíe  en todo esto.- Miró entonces a Joana fijamente. -De Fuller nos encargaremos nosotras de una forma...o de otra- Dijo mirando entonces de nuevo a la daga que Joana acababa de enfundarse.  Era evidente que aquella opción no era la deseada por ella, pero que llegado el caso, si no había otra opción, estaba dispuesta a dar el paso. 

 

 

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29/04/2017, 18:22
Joana Ferragut

Mediodía, 19 del octavo mes del año 298

Joana miró a Vanesha con total seriedad, reprimiendo todo rastro posible de las emociones que hasta el momento había demostrado.

—Esperemos que mi tía se haya encargado de prepararse para la posible acción del Maestre Stuart. Esperemos que no haga falta recurrir a métodos repulsivos para atajar este asunto. Y prometí no decir nada, ni a mi tía ni a los mismísimos Siete si preguntasen.—

Tras eso, se encaminó hacia la puerta, posando su mano sobre el tirador, detendiendose para voltear la cabeza.

—Si todo esto llega a buen puerto deberíamos tomarnos todo con calma, discutir ya durante el día de mañana mi posible estancia. En caso de que no sea así, podemos volver a hablar antes o despues de la cena, si os parece adecuado, para evitar que todos los cabos sean atados antes del amancer.— la seriedad pesaba en su voz, más pausada de lo normal.

—Agradezco la charla que hemos tenido. Me habéis abierto los ojos a muchas cosas. Estoy deseando continuarla en algún momento.— elevó la voz lo suficiente para que si alguien escuchaba al otro lado de la puerta o los guardias oían algo no pensaran más de la cuenta en todo lo sucedido. Esperó unos momentos por la respuesta de Vanesha antes de salir de la estancia y dirigirse a su habitación.

Sharra se levantó de donde se había tumbado, y se dirigió a la puerta rozando ligera y suavemente a Vanesha, un símbolo de la confianza recién adquirida.

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02/05/2017, 18:13
Vanesha

Mediodía, 19 del octavo mes del año 298

-Muchas gracias, Joanna...por todo.- Dijo con una sonrisa que mostraba un tono apaciguado y más tranquilo.

-Si todo sale bien y vuestros tíos aprueban vuestra estancia, mañana hablaré con Anna para buscaros un alojamiento adecuado tanto para ti como para ella- Dijo mirando a la Gatosombra.- Y hablaré  con mi padre y con mi tío para que podáis seguir recibiendo el mejor adiestramiento posible.- Añadió.

-Deseadme suerte...- Pidió con un aire de incertidumbre antes de despedirse de la chica.

Notas de juego

Bueno, pues por mí, cerramos escena si te parece. :)