Partida Rol por web

M/19/VIII/298

Lady Selyse se levanta lenta y decididamente de su asiento.  Carraspea un poco y golpea un vaso de cerámica un poco con un cuchillo para llamar la atención a los comensales.  No hace falta esperar mucho pues las miradas, en dominó, van acallando las conversaciones de una forma a la vez respetuosa y expectante.

Familia, invitados, quiero aprovechar esta pausa para mencionar sólo un par cosas respecto de lo se dice que fueron los acontecimientos de esta mañana.  Se alisó el vestido casi inconscientemente, preparándose para continuar. 

Lo primero es que en Tierras de Casa Falcón se defiende con decisión la vida y dignidad de las mujeres.  No importando su cuna, aquí, en estas tierras y en este castillo, se les protege contra el abuso de cualquier tipo.  

Se dice ahora que esta mañana hubo un intento de tal abuso, y que se detuvo a alguien acusado de ser responsable de ello.  Será juzgado pronto respecto a ello. 

Y esto tiene que ver con lo segundo que quiero decir. Todos, todos, tienen derecho a ser escuchados, todos, en su defensa ante acusaciones.  Por más que el enojo bulla en nosotros, por más que queramos hacer daño y nos parezca evidente lo que hicieron, debemos defender el derecho de toda la gente en estas tierras para no ser condenada injustamente, para que se estudien y discutan las pruebas presentadas por las partes. Nos lo debemos a todos.

Y siempre, defensa, justa, a las mujeres.  

Gracias por escucharme.  Reconvendremos dentro de poco de acuerdo a los tiempos en que nos convoque Lord Kevan.  Descansen y reflexionen por favor, en solidaridad.   Gracias.   Y se fue así, despidiendo poco a poco de los que estaban cerca, haciendo saludos con gestos desde la distancia, y ya que pudo escabullirse se dirigió hacia donde estaría su marido ahora para comentar el punto, los puntos.

Dema.

Dema.

Dema

Dema.