Partida Rol por web

La voz de Anna entró por la comunicación de las sororitas - Mi señora, deben volver a la nave - su voz parecía cerca de la extenuación - Hemos perdido a muchas hermanas contra los xenos, irrumpieron en manada y nos superaron en número - tragó saliva tratando de recuperar el aliento - La inquisidora... he perdido el vinculo ¿Y Usted? - no estaba asustada, pero si se sentía desconcertada

Tragando saliva para ahogar su sentimiento de dolor, Eva se acerco el comunicador a su boca para responderle a la subordinada:

- Preparen la nave para  un despegue inminente, nos disponemos a  regresar enseguida. Evalúen daños y subsanen los mas graves.- trago de nuevo saliva mientras una lagrima se escurrió  por su mejilla;- ...Intente que no cunda el pánico...-

Con su ultimas palabras, Eva  desconectó su comunicador, miró dolorida  a su compañera y volvió a sentir un gran vacío en su pecho. Sintió brotar de nuevo las lagrimas en sus mejillas,pero rápidamente se enjuagó  los ojos con la manga de su túnica. Levantó la vista y preguntó con un hilillo de voz:

- Hermana Aurelia, nos instan a que volvamos raudas a la nave...-

Las voces de sus hermanas hicieron que un escalofrío recorriese la columna vertebral de la Sororita. Sabía muy bien lo que le había pasado a la inquisidora...solo la muerte puede borrar por completo el vínculo.-La terrible pérdida de la inquisidora será lamentada y vengada mas adelante, ahora no podemos hacer nada, si no esperar a que el destino reparta su cartas. Pero el legado de Katherine sigue intacto en nosotras, mientras honremos su memoria, jamás será olvidada.-

Exactamente dos segundos mas tarde, su tono de voz era completamente diferente. Una mezcla de ira y disciplina marcial.-Ya ha oído a la hermana Eva, preparen la nave, subsanen los daños y combatan al fuego con el fuego. No dejen un alien vivo a su paso. Corto.-

El casco blanco y negro de Aurelia reflejaba las luces rojas y verdes de los paneles de control y alarma. Fijó los rojos cristales de las cuencas oculares en el Capitán Mortis y le saludó.-Capitán Mortis, ha sido un placer conocerle, ojalá hubiera mas gente como usted en el imperio.- Después con paso decidido, se encaminó por el pasillo hacia el hangar por la ruta previamente estudiada dispuesta a llevarse a todos los Xenos que pudiera.

Como un destello, Anna se giró veloz estrechando filas con las otras cuatro hermanas supervivientes. Tenía la comunicación abierta con su hermana superiora, y aunque no transmitía solo tenía que pensar para emitir alguna palabra...

Un movimiento a su derecha y disparó con su pistola bolter... otra vez había impactado contra un mamparo hasta que oyó un sonido húmedo y un chasquido, Clarisa se debatía entre la vida y la muerta escupiendo sangre sin parar, aquella maldita asesina le había atravesado la gorguera y ya se había dejado de juegos para empezar una lucha abierta... Sung su se batía con ella en duelo, las espadas hendían el aire. La hermana de batalla había fintado a su derecha para darse de bruces contra la nada hasta que la asesina Callidus dio una pirueta hacía el lado contrario de la finta y le hundió la espada de muñeca en el vientre... ya solo quedaban tres hermanas en pie.

-Hermanas, aquí Anna... una asesina del templo de cal..- no pudo acabar la frase, la asesina escuchó el intento de comunicación y le chamuscó la cara con su pistola lanzallamas... Anna empezó a lanzar alaridos de dolor mientras su pelo y carne se fundían a causa del promethium... - ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAH!!! ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!! pronto llegó a la carne y la veterana hermana cayó de rodillas sin dejar de gritar... gritos que Aurelia y Eva lograron escuchar.

Las otras dos hermanas, Julia y Neire, las ultimas celestiales de la escolta se lanzaron por la asesina. Neire logró herirla en una pierna, pero pagó cara su osadía y cayó fulminada con una perfecta línea horizontal en su cuello... ni la gorguera logró evitar el tajo y cayó desangrándose. Julia trató de empujarla, pero solo tenía un cuchillo de combate para luchar a melee, y de poco sirvió... su arma fue partida en dos cuando la asesina bloqueó un ataque hasta que le hundió la afilada cuchilla de muñeca hasta el fondo del cráneo después de atravesarle un ojo... el humor vítreo, blanco y viscoso cayó por la herida hasta que la hoja fue retirada y solo cayeron restos de masa encefálica...

La escolta de hermanas de batalla se había visto reducida drásticamente a tan solo cuatro... Eva, Aurelia, Irelia y Sennya...

Irelia, que había escuchado los gritos de Anna miró alarmada a sus dos superioras... la joven y novicia Irelia no pudo evitar derramar más de una lagrima mientras las miraba atónitas; a diferencia de Aurelia y Eva, Irelia era joven, inexperta y no más que una iniciada que empezó con sus votos en mitad de la campaña, a la vez que Senya - Mi... mi... mi señora - dijo con la voz rota - Informo... al... la barón para, que... - tragó saliva con dificultad - prepare la... ¿nave? - la frágil y pequeña Irelia necesitaba que le repitieran aquella orden.

Senya, a la derecha de Irelia no había logrado decir palabra alguna, su boca se abría y cerraba espasmodicamente, sin ningún sentido. Estaba casi en shock, no lograba ni llorar del duro mazazo que acababa de recibir. Sus hermanas, tras once largos años a su lado, sirviéndolas, admirándolas, adorándolas... once largos años deseando convertirse en lo que ellas eran, mujeres duras, devotas al Dios Emperador que luchaban por la cohesión de la fe a lo largo de todo el Imperio, salvadoras del credo, protectoras del débil... eran veinte hermanas sin contarse a ella misma... y ahora solo quedaban cuatro. Diecisiete vidas segadas a manos de los xenos y de un enemigo misterioso, una asesina de un templo del culto asesino, un traidor...

Aurelia clavó los rojos cristales del casco en Irelia. Sentía pena por ella, las otras hermanas decian que era débil, pero era sin duda la mas humana de todas.-No pierdas eso nunca.- Pensó La hermana superiora.-Avisa al Barón para que tenga todo listo, dile que estamos de camino. Nuestras hermanas serán vengadas con sangre y fuego.-Aurelia notó la vibración de la espada energética en su mano izquierda. El zumbido la reconfortó y le dio fuerzas.-Adelante, en formación cerrada, Eva y yo iremos las primeras vosotras cubrid la retagurdia.-Aurelia se volvió bruscamente hacia sus hermanas.-Cualquier cosa que pase o se acerque, disparad primero y preguntad después.-  

En silencio, Eva asintió  a las ordenes dadas por su superiora.  Desenfundó su dos bolters con una mueca torcida en su rostro y con pasos rápidos, se posiciono en el lugar que le correspondía. Lanzó una mirada  aburrida al las hermanas supervivientes y tragó saliva. Un deprimente pensamiento cruzo su mente que  sacudió para  quitárselo de encima.

Con cierto disimulo se acercó a Aurelia y susurró:

- Hermana Aurelia, no es que dude de nuestro potencial ,pero¿ Podremos sobrevivir donde nuestra Hermana superiora ha fenecido?.-

-Debemos lograrlo hermana, por ella y por nosotras.-La respuesta le llegó a Eva por el filtro del casco de la sororita. Continuó hablando, esta vez en voz alta.-El emperador nos protege, pero no está de más ser cautas. Atentas a puertas y esquinas, escaleras y cualquier cosa que pueda servir como parapeto, no nos darán cuartel y tampoco lo pediremos.¡POR TERRA!-. Aurelia emprendió la marcha hacia el transporte siempre con el bolter por delante. 

Konrad estaba en la puerta de atraque observando el infinito con gesto aburrido, cuando vio llegar al séquito de hermanas se puso recto, pero en seguida miró confuso al grupo - ¿Qué ha pasado hermanas? - preguntó acongojado - Bueno, en cualquier caso, la nave esta lista para partir, pero... como decirlo - torció un poco el gesto - tengo una llamada, por un canal que ni sabía que tenía mi sistema de comunicación, parece urgente y necesito hablar con Aurelia

Eva levantó la vista para clavarla en el capitan del navio cuando escucho la noticia de que intentaban comunicarse con ellas.

Abrió la boca como si quisiera intervenir en la conversación, dudo unos segundos,pero finalmente  habló:

- Capitán, la hermana Aurelia esta manteniendo la moral estable  en el resto de nuestra compañía.- señalándose a si misma, continuó:- Yo  comparto el mismo rango que ella en esta misión , así pues, si no tiene inconveniente; puede informarme  de dicha llamada.-

Se adelantó lo suficiente para  situarse frente al capitán. Una vez allí, se percató de lo alto que era el capitan comparado con ella. Inicialmente había pasado por alto  ese detalle,pero en esta situación le mantenía extrañamente alerta y percibía los detalles mas nimios...

No.. no... si... - nervioso por Eva, su presencia lo intranquilizaba someramente - esta esperando en linea... coja el comunicador, aunque tiene altavoz, lo lamento

Aurelia se volvió bruscamente después de comprobar que nadie las seguía y el área estaba asegurada. -Conecte el altavoz capitán, mis hermanas son mi familia.-Con gesto hosco, la sororita escuchó el mensaje sin dejar de vigilar la puerta de acceso.  

¿Hermanas? Soy Kraj, la máximo representante del Adeptus Astronomica en esta flota - su voz sonaba distorsionada en gran medida y parecía que su tono de voz era muy nervioso, casi desesperado - Lamento de todo corazón sus perdidas... lo he visto... pero, no hay tiempo que perder, deben volver al acorazado insignia, es muy urgente... - tragó saliva y hubo silencio durante unos largos segundos - estoy escondida, en la sección de estribor, subnivel.. seis, hay una simiente del caos en el seno de la flota, tengo las respuesta que pueden necesitar, pero en per GGGggggjjjjjjjJJJ - la comunicación se cortó en el acto dejando el mensaje a medias.

El restallido de estática cortó la conversación inmediatamente, aunque Aurelia creía saber cual era la última palabra "en persona". Isabella necesitaba la ayuda del Ordo Hereticus y solo había cuatro supervivientes. La respuesta fue inmediata.-Barón, llévenos inmediatamente al "Imperator" la nave insignia de la flota, sin demoras.-La hermana superiora se giró en redondo con voz apremiante.-Todas adentro, no hay tiempo que perder. La sangre de los justos arderá purgando al impuro. Es la hora del exterminatus.-

El barón asintió quedamente y se metió en la cabina esperando a que entraran las sororitas... en cuanto las mujeres estuvieron dentro y aseguradas desacopló la nave. El siseo inundo el pequeño transporte mientras viraba lenta y pesadamente.

Konrad tecleó unas sencillas ordenes en el ordenador de a bordo y el morro viró hacía el oeste, poco a poco fue entrando en la pequeña cristalera de la cabina la visión de aquella nave, el acorazado Imperial... el segundo de la flota estaba también cerca, pero el insignia presentaba un aspecto más imponente, una gran águila sobre el mascaron de proa y otra más sobre el puente de mando, la nave estaba bien decorada, y en aquel momento tan aciago parecía arrojar luz a las almas de las hermanas supervivientes.

 -¿ Paquete y destino? - pudieron oír las cuatro y como el Barón respondía - Munición y pertrechos para el acorazado Imperator - y a la vez indicaba una clave estandarizada mientras la nave aceleraba y se aproximaba. No hubo respuesta por la radio, y se hacía de rogar, Irelia miró a Aurelia y Eva algo desconcertada...

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- señor, tengo una Gun cutter pidiendo atraque - comentó el oficial de transito de la Imperator. Su interlocutor posó una mano enguantada sobre el hombro derecho del hombre y miró la pantalla durante unos segundos - ¿Les doy paso? - preguntó algo insistente mientras el otro retiraba la mano y miraba hacía la nada... encapuchado no dejaba ver su rostro pero aquellos que sabían quien era le prestaban obediencia.
Una sonrisa cruel asomó por sus labios y con una voz rota y ajada le respondió sin girarse - Dejales pasar... será divertido - y sin más se marchó dejando al oficial con su trabajo.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Acceso concedido. Muelle siete, hangar tres de babor - dijo el oficial.

Konrad asintió a la nada y viró la nave poniendo rumbo al hangar indicado. La travesía duró relativamente poco, pero en seguida inició la maniobra de atraque.

Cuando la nave se posó sobre el suelo metálico y se abrió la portilla, nadie os recibió. Aquel hangar secundario de mantenimiento estaba completamente vacío, por no haber, no había ni un triste servidor. Aquello no le gustó nada a Konrad que instintivamente desenfundó su pistola láser y miró a las hermanas superioras para ver que indicaban...

Aurelia bajó sujetando firmemente el bolter, el silencio y la tranquilidad le dieron la pista que buscaba.-Señor Konrad quédese en el hangar, cierre las puertas y tenga dispuesta la nave para un despegue de emergencia. Si alguien intenta acceder al hangar por la fuerza váyase, e intente contactar con las demás naves para organizar una defensa. Algo me dice que necesitaremos sus servicios mas tarde.-La Sororita desenfundó la centenaria espada de energía. La hoja vibraba débilmente en su mano, era reconfortante.
-Hermanas, la misma formación que antes. Disparar y preguntar esa es la orden. Sección de estribor subnivel seis, encontremos al culpable de todo esto.-  

Hermana Aurelia, por favor, déjeme ir con ustedes, les seré más útil... además, conozco caminos rápidos hacía aquel almacén, no olvide que llevo en esta nave muchos años ya, es imposible conocerla entera pero alguien como yo, interesado en ascender conozco bien las zonas de carga - Konrad, que tenía la pistola en la mano miraba a Aurelia con gesto casi suplicante, el Barón sentía que su lugar era con las hermanas, no solo a la espera... ¿A la espera de qué?

Con un ágil movimiento, Eva desenfundó sus dos bolters que descansaban en sus caderas, dispuesta a acatar las ordenes de la Hermana Aurelia. Arqueó la ceja cuando  escuchó el ofrecimiento del piloto de la nave. Era  lo suficientemente raro como para que  ella le prestase atención. Girando sobre sus talones se acercó  a Konrad y le siseo, con su tono aburrido :

- Se le agradece el ofrecimiento, señor Konrad, pero no espere que le cuidemos  las espaldas cuando las cosas se pongan feas. Las Hermanas estamos  entrenadas para servir al Emperador  y a sacrificarse por  el.- clavo sus ojos oscuros sobre los de Konrad, dándose cuenta de  que eran de un azul agradable.- ¿Estaría dispuesto a dar su vida?.-

Sin aguardar la respuesta, Eva volvió rauda a la formación, alcanzando  a la hermana Aurelia que se mantenía en primera fila...