Partida Rol por web

(Tardaste horas en poder mirar las diversas estanterías de la impresionante biblioteca, la primera planta tenía un esquema claramente estructurado, época-idioma-tema, sin embargo a partir de la segunda planta el esquema comenzaba a tener fallos probablemente porque era ahí donde comenzaba tu trabajo, al volver a descender a la planta baja hallaste a un caballero sentado sobre la mesa, vestía con una armadura especial hecha con capas de cuero superpuestas, con algunas láminas metalizadas, portaba una katana corta[Wakizashi] colocada en horizontal justo en la zona de la cadera)-¿Te lo has pasado bien leyendo?...(pregunto con una enigmática sonrisa en los labios).

Quizás haya sido porque he estado absorta mirando los libros, pero no me he dado cuenta de que había entrado el caballero por lo que tampoco sabía cuanto tiempo había estado observando.

Observo al caballero, demasiada armadura para estar en el palacio, o va vestido de gala o es alguno de los guardianes o jefes militares del monarca. No se a qué ha venido a la biblioteca por lo que me muestro ligeramente recelosa y quedo a la expectativa.

- Es realmente una colección impresionante, digna de nuestro rey. - Comento educadamente - Mi nombre es Bublien y he llegado hoy mismo a palacio. - Me presento e inclino mi cabeza en señal de respeto, pero no me aproximo al caballero.

-Eso es guay...(dijo el jóven en un tono un tanto extraño y poco educado)...son muchos libros, normalmente yo no me podría ni leer las tapas en toda una vida, imagina los que se leen esto así de buenas enteros, tiene que ser una pasada, alucinante, si, yo soy Vinorld, soy el campeón del rey Raynord, ¿y tu eres algo así como la que lee, limpia o arregla el tema de los libros?, porque no quería molestar solo vine y te vi hace unas horas medio ida leyendo portadas mirando y tal, y no sabía si debía hablar o callar...

Sonrío a Vinlord, me cae bien su tono irreverente y su sinceridad, además el que me haya estado observando me lo tomo como un halago. En mi cabaña no estaba acostumbrada a estas atenciones.

- Sí, yo voy a ser la nueva que limpia y arregla el tema de los libros, aunque espero sobre todo poder leerlos. - Mi sonrisa se amplía mucho más. - Todos procuramos hacer nuestro mejor servicio al reino, en mi caso es leyendo libros y teniéndolos dispuestos para los sabios y todo aquel que lo requiera.

Miro al joven que tengo delante, todo un campeón, fuerte y seguramente diestro con las armas.

- Otros como vos mismo servís al reino dando lo mejor de vos, en la batalla y al servicio de nuestro rey. Cada uno debemos hacer lo que mejor sabemos.

Empiezo a estar cansada, son demasiados acontecimientos juntos.

- Creo que ya he hecho mucho por hoy y no se si me he saltado la hora de la cena. ¿Podríais indicarme hacia donde está la cocina para tomar algo antes de acostarme?

-Puedo hacer algo mejor, ¿porque no vienes a la taberna?, yo te invito...tengo el día libre, y tu sino me equivoco eres esa elfa que llaman...como se dice...eutanasica...no...no...es otra cosa....¿erudita?...eso...(dice el jóven chasqueando los dedos)...autista, que no se lo que significa ese rollo, ¿es algo que haces o te tomas?.

La oferta del joven me pilla por sorpresa y durante un instante me quedo sin decir palabra. Inmediatamente me repongo y le sonrío.

- Estoy segura de que invitáis a todas la chicas que conocéis nada más verlas. - Sonrío con picardía - Me parece perfecto, porque tengo hambre y además así podéis contarme historias de vuestras hazañas mientras cenamos.

Está muy claro que el joven no es muy amante de las letras.

- La palabra es "erudita". Al igual que vos sois experto con vuestras armas y gracias a ello domináis el campo de batalla y os llaman "caballero", yo soy experta con los libros y domino el arte de conocer lo que hay en ellos t por eso me llaman "erudita".

Sonrío cada vez más, me gusta el caballero este.

- Pues la "erudita" tiene hambre, ¿vamos?

Le ofrezco mi brazo para que me lleve.

-Eso tiene muy fácil solución...(toma tu brazo con algo de torpeza al principio, mientras emprendéis el camino bajando las escaleras y cruzando la puerta del castillo llevandote a una animada taberna, de gran planta rectangular, una barra en forma de U y múltiples mesas individuales, una camarera de trenzas rubias y severo maquillaje os pone una mesa que se hallaba en una esquina tranquila y trae jarras de zumos de naranja y limón)...yo no bebo alcohol, pero si tu quieres no te cortes...(la taberna estaba bastante animada, múltiples trabajadores celebraban un logro obtenido en las minas, pero vuestra mesa estaba lo suficientemente apartada como para no recibir migas, o gotas de sus cervezas que se espacrian por todas partes)...merece la pena ver la ciudad asi, a la gente...

- No, no tomaré alcohol hoy, prefiero estar bien despierta.

El ambiente alegre de la taberna me contagia rápidamente, es agradable ver un sitio donde la gente celebra algo.

- Tomaré algo ligero, alguna sopa y algo de queso por ejemplo. - Le comento a la camarera

Los acontecimientos del día han sido muchos e intensos. Queda una buena labor para mañana, empezar a ver qué pasa con los libros y localizar a mi hermana para ver que esté bien atendida.

- Vinorld, en la biblioteca hay una sala cerrada con llave ¿sabéis a qué puede ser debido?

En cuanto me sirven voy tomando algo y recupero fuerzas, aún así estoy muy cansada y se me nota.

- Ibais a hablarme de vos - Sonrío - Estoy segura de que un campeón tiene un montón de historias para impresionar a una chica.

-Imagino que algo que no quieren que entre o quizás que salga...(responde el chico sobre tu pregunta hacia la puerta sellada)...si, tengo muchas historias que contar, pero creo sino me equivoco que tu no eres una chica cualquiera, al menos chica...(recalco, mientras miraba a las camareras del bar como tratando de mostrarte algo)...pero si de verás es lo que quieres oír puedo contarte por ejemplo...¿como me convertí en el campeón del noble Rey Raynord?...(dijo el jóven mientras le traían una comida puramente compuesta por verduras a modo de estofado).

- ¿Cómo que no soy chica? Bueno... como elfa te saco unos años seguro pero nuestro desarrollo es mucho mas lento que el tuyo.

Sigo comiendo, pero el cansancio está llegando ya a un nivel que me va poco a poco dejándome fuera de juego.

- Me gustaría mucho que me contaras esa historia. Podríamos incluso un día escribirla en un libro.

Dejo de comer y escucho atentamente

-No...no...(se puso un tanto nervioso al pensar que te había molestado)...no era llamarte vieja, sino, que tú no eres como ellas...lees, aprendes y eso...(tras comer hasta la última miga de su comida)...está bien te lo contaré, mi padre era un tullido que había combatido en las guerras entre humanos y orcos, formó parte de la guardia del alba y yo como su hijo aprendí a luchar, en su opinión la guerra no se libraba con fuerza, sino con agilidad, me demostro lo demoledora que es un arsenal de armas ligeras en comparación con una pesada, como por ejemplo la vara de ciprés, todos los soldados aseguran que su espada es la mejor arma, pero si se quedán sin ella están perdidos y confusos...tu eres una persona pacífica...(hizo un pequeño gesto a la camarera que no supiste reconocer y se te acerco mucho a la cara)...tu mirada no es tranquila, pero no tienes ira, no veo odio en ti, te admiro por ello, sea por lo que sea...(la camarera dejó cuatro jarras más de ese zumo que bebía y procedio a coger una)...perdona me desvié, ¿quieres que siga?.

- Me gustaría escucharte durante horas y horas - Digo con una sonrisa - Y me ha gustado mucho que hayas aprendido que las batallas se ganan más con el cerebro que con las armas. La agilidad puede ser mucho más importante que la fuerza bruta.

Estoy muy cansada y se me nota.

- El día ha sido muy largo y muy intenso, han pasado muchas cosas hoy. Muchas gracias por la compañía y la cena, me gustaría mucho volver a verte por el palacio. En principio creo que voy a estar bastante tiempo por la biblioteca, por lo que me podrás encontrar ahí mismo.

Me levanto de la mesa y le dirijo una sonrisa.

- ¿Puedes acompañarme de vuelta al palacio? Necesito descansar para poder empezar mañana a trabajar.

-La duda me ofende sinceramente...(pagó la cuenta a la camarera que como en cada aproximación al jóven le sonrió)...bueno, pues adelante...(de esta forma, Vinorld acompaño a la elfa hacia su habitación, una vez llegaste Vinorld se despide de ti con un cariñoso gesto besandote la mano. Al día siguiente un grupo de aves que volarón cerca de tu habitación comenzaron a dar cantos que te despertatón, era temprano o al menos eso podía interpretarse dado que en el mercado aún no habían comenzado las voces de las lavanderas, los sonidos de los trabajadores y los carros moviendose en el empedrado).

Me levanto y me arreglo especialmente ante el espejo, hoy es el primer día y debo dar buena impresión. No me pongo de fiesta pero intento usar mi ropa más elegante. Una vez aseada y arreglada bajo a las cocinas (o a donde se me haya indicado que debo realizar mis comidas) y tomo un desayuno que sin ser excesivo es suficiente para llegar al almuerzo a mitad del día.

Pregunto por el senescal del palacio o por la persona que me ha de indicar mis obligaciones diarias y me presento ante ella.

Con el mayor respeto le pido indicaciones acerca de lo que se espera de mi en el trabajo de la biblioteca. Igualmente le pido información acerca de mis limitaciones en el uso de la misma y del tiempo que puedo disponer para mi propio estudio.

Una vez recibidas las instrucciones pregunto por la ubicación de mi hermana y a que horario podría ir a visitarla.

Cuando haya recibido toda la información voy a la biblioteca a iniciar la tarea.

-Las comidas se realizan en el comedor que se halla en la planta baja con el resto de personas encargadas de las funciones no físicas del castillo...

-Tu obligación principal diaria consiste en traducir libros, como trabajo más común serán de la lengua elfa, y en días excepcionales podemos hablar de otro tipo de idiomas que te serán indicados...

-Tu estudio queda ligado a tu trabajo, puedes repertir tantas veces tus lecturas para tu propia utilidad siempre y cuando esto no ralentizará el proceso de traducción a menos de 2 libros por semana...

-Tu hermana se halla  en la ahbitación que esta dos habitaciones  a la izquierda de la tuya...el horario de visitas será sólo por la tarde, nunca desde el anochecer hasta el mediodía...

Llego a la biblioteca después de desayunar en la cocina. Busco al encargado o bibliotecario jefe para que me indique los libros que he de traducir y empiezo con el primero.

El trabajo es agradable, hace mucho tiempo que no puedo dedicarme a los libros y es para mi un placer. Tomo mi primer libro y empiezo a leer sus páginas para familiarizarme con él y decidir el enfoque del mismo para una traducción lo más correcta posible. En cuanto me decido inicio la traducción sobre un rollo de pergamino. Mi letra es pulcra y clara.

De vez en cuando me levanto y estiro un poco los músculos. En esos momentos siempre me dirijo a la ventana más cercana para observar el mundo mientras dejo que la brisa me refresque.

Así va pasando la mañana hasta que se acerca la hora de la comida.

Para ser el primer libro que empezaba a traducir noto que me cuesta bastante. Es de suponer que con el tiempo me será más sencillo hacer la traducción.

Según se acerca la hora de la comida me siento bastante cansada.

(Tras un trabajo bastante amplio no parece que los avances sean todos los que esperaban al llegar la hora de la comida, simplemente cogiste unas cauntas manzanas y algunas uvas que comiste lo más rápido posible para continuar, pese a todo llegó Vinorld al cabo de un rato acercandose a tu mesa de trabajo)-Si me permites que te robe un momento de tu tiempo he escuchado cierta conversación en la sala del trono que probablemente va dirigida hacia a ti...¿si?.

- ¡ Vinorld ! Que alegría de verte - Me sale una sonrisa fácil al ver a Vinorld, miro hacía el libro que estoy traduciendo con un ligero desagrado en la cara.

- Hoy no me cunde nada esta traducción. Quería dar una buena sensación en mi primer día pero veo que esto va a ser más complicado de lo que yo pensaba.

Mira a Vinorld y de nuevo la sonrisa vuelve a mi cara.

- Mi caballero ha venido a rescatarme de los libros. Claro que tengo un minuto para ti y te agradezco que me cuentes cualquier cosa que me pueda influir.

Le tomo por el brazo para que me lleve a un lugar más discreto y podamos hablar.