Partida Rol por web

¿Eh?, no no no no no no no. Dijo mientras negaba con la cabeza rapidamente. Solo es mi ayudante de laboratorio y proveedor personal de ingredientes basicos, también se encarga de ¡Dejar las cosas ordenadas para evitar accidentes!. Cuando gritó nuevamente lanzó una mirada fulminante hacia el elfo, el cual se mantenia en silencio con una cara de terror el cual parecia haber hecho enfadar a un dragón y de arrepentirse por ello.

Mientras levantaba sus manos haciendo movimientos para calmarla dijo: Perdon perdon, pero mira, en 4 meses este ha sido el primer accidente grave y no han habido heridos, ¿Verdad?. El elfo retrocedió un poco temeroso de que la muchacha se le lanzase encima para nuevamente propinarle algun golpe o similar.

 Volví a sonreír, mientras les respondí:

 - Perdón si os he hecho incomodaros... Pero quitando que los dos son elfos, me recordáis mucho a mis propios padres: Los dos se pasan el día discutiendo, como vosotros, pero al mismo tiempo, no conozco una pareja tan enamorada como ellos, a pesar de todo el tiempo que llevan juntos... Supongo que vuestro caso es diferente... ¿Verdad?.

 Por alguna razón, me viene a la mente el dicho "Los amores queridos son los más reñidos".

La muchacha pone una mueca de extrañada y te dice: ¿Yo, con el?, no amigo mio, no creo que nunca esté con semejante patán. Con una cara de pocos amigos, miró de reojo al muchacho elfo mientras este se mantenia callado y con la boca completamente cerrada, no queria remover las aguas mas de lo que ya estabán.

El anciano tosio un poco, a parte de por necesidad lo hizo también para interrumpir la conversación. Disculpad jovenes, siento interrumpiros pero... Señaló con la mano hacia el interior de la casa. Deberiamos de ponernos manos a la obra, tenemos una tarea que realizar y su importancia es severa. Dicho esto, el anciano se levantó con la ayuda del muchacho elfo y comenzo a caminar hacia el interior de la casa, la muchacha lo seguia de cerca mientras el joven se sentaba para descalzarse el zapato del pie que recibió el pisotón y empezó a abanicarlo un poco con la mano mientras ponia una mueca de angustia ante semejante suplició.

 Mientras seguía al anciano, le informaba de todo:

 - Está todo preparado, maestro. Podéis comprobar que todo está como debería y podremos empezar enseguida...

El anciano revisaba poco a poco el interior de la casa, en la primera planta se hallaba, a parte de los muebles tipicos de una casa, lo que vendria siendo salon y cocina, tambien habian unas mesas con probetas, botellas, alambiques y demas utensilios de alquimia, a parte de un fregadero lleno de agua con un par de grifos que llevan a un deposito en la parte superior de la casa, los papeles de tus investigaciones se encontraban en otra mesa apartada para que no se ensuciaran a la hora de trabajar con los componentes. Bien... si... creo que esto basta y sobra para trabajar. Miró a la muchacha la cual sacó de debajo de la mesa varios botes con liquidos de distintos colores sin etiquetar y ambos se quedaron mirandose mutuamente esperando una respuesta uno del otro.

 Tras escuchar al anciano, miré al resto de los presentes, con una amplia sonrisa:

 - Bueno, entonces creo que podemos empezar a trabajar en esa cura, ¿os parece?.

 Esperaba que, entre los cuatro, pudiéramos encontrarla pronto y ayudar a la gente del reino cuanto antes, para paliar su sufrimiento enseguida y que no hubiesen más muertos.

El anciano no dejaba de mirar de reojo a la muchacha para controlarla, se notaba que se habia sulfurado nuevamente pero que estaba conteniendose dada la razon por la cual se encontraba aquí trabajando, el anciano te dijo con mucha serendad: Joven, ¿Por que no ayudas al otro muchacho con las tareas del jardin delantero? creo que un par de manos extras le serian de mucha utilidad. Se giró hacia los botes que sostenia la muchacha y empezó a comentarles sobre su contenido y a identificarlos para su clasificación correspondiente.

 Asentí con la cabeza, obedeciendo las ordenes del anciano mago:

 - Como ordenéis, maestro...

 A continuación acompañé a otro elfo a ayudarle en la tarea de jardinería, algo para lo cual, aunque esté mal que yo lo diga, estaba más que cualificado...

Al salir te encuentras al elfo terminando de hacer un boquete grande en el jardin delantero, al verte el muchacho se acerca a ti y secandose un poco el sudor de la frente te dice: Ah, hola Erin, me alegro de que vengas porque necesito tu ayuda, mira. Señalandote hacia mas alla del boquete habian varios brotes de arboles de apenas un metro de altura. Necesito plantar estos arboles frutales en el jardin para poder sacar provecho de ellos, los voy a plantar en el lado izquierdo del jardin mismamente para tener esto mas o menos organizado... se lo pediria a los guardias pero... Miró a la puerta donde se encontraba la escolta casi al completo. Al parecer han estado deambulando bastante mas gente de lo habitual por aqui y se han puesto un tanto nerviosos, esperaba que tu pudieses ayudarme, si no te importa claro.

 Le respondí sonriendo:

 - Claro que no me importa. De hecho este es normalmente mi trabajo... Ahora me pongo a ello...

 A continuación me pongo con lo que me a pedido mi compañero elfo, mientras le pregunto:

 - ¿Y de donde eres?. No es frecuente encontrarme con miembros de nuestra raza en los reinos humanos...

El muchacho seguía cavando los agujeros mientras conversaba contigo. Provengo de Illitum, un modesto pueblo medianamente alejado de otras poblaciones y bastante recondito en lo profundo de los bosques, es un lugar muy tranquilo a veces demasiado, siempre me apasionó la botanica pero como sabras, en ese pueblo no se hallaban todas las plantas del mundo asi que emprendi mi viaje por el mundo para recavar información de todas las variedades de plantas existentes y sus utilidades. Se detuvo un momento a beber un poco de agua de su odre para hidratarse un poco y poder seguir, mientras te ofrecia un poco de agua proseguia con la conversación. Eso si, toda investigación requiere de una inversión previa y bueno, hace ya algun tiempo que trabajo con Sally para ganar al menos para seguir con mi dia a dia, ademas... El muchacho detuvo su trabajo en seco y se quedo mirando hacia la entrada, observando a los ciudadanos pasar y curioseando sobre el terreno. Esta gente necesita de nuestra ayuda y creo fervientemente que es lo correcto quedarme aqui por lo menos hasta que este reino mejore.

 Mientras trabajábamos, escuchaba con mucho interés o que Taurnil me tenía que decir. No era nada frecuente encontrarme con nadie de mi raza fuera de nuestras fronteras y cuando era así, era un verdadero placer poder escuchar todo lo que tuviera que contarme:

 - Entiendo... Yo soy de Imladris. Lo abandoné hace un tiempo, queriendo ver mundo y buscando que hacer con mi vida, hasta que el destino me a llevado hasta aquí. Yo también estoy decidido a ayudar a esta gente en todo lo que pueda...

Acabasteis entre los dos de terminar de plantar los brotes de los arboles en el jardin, el joven elfo te agradeció efusivamente su ayuda con un abrazo, estabá cansado y lo primero que hizo fue sentarse a recobrar fuerzas, cuando te quisistes dar cuenta el sol casi se habia ocultado del todo llegando la tarde-noche del largo dia, al poco de comenzar a descansar del esfuerzo, el anciano salió de la casa y se acerco a vosotros: Ah... ya veo que habeis acabado lo mas tedioso, buen trabajo. El anciano se giró hacia ti y te dijo: Erin, ¿te importariá entrar adentro conmigo? me gustaria hablar contigo a solas... Dirigiendose al otro elfo siguió: Joven, ven adentro también creo que lo primero que necesitas despues del trabajo de hoy, es llenar ese estomago vacio. El elfó asintio rascandose el cogote pues era verdad, ya que su estomago rugia como un trol enfurecido.

 Asentí ante la petición de mi maestro y le seguí al interior de la casa, preguntándome que quería que hiciese para él. Tal vez quería que hiciera algún trabajo más...

Acompañastes al maestro adentro de la casa, al entrar vistes a Sally trabajando con el instrumental el cual se encontraba funcionando en su totalidad, liquidos burbujeando, vapores saliendo de algunos frascos y los mismos ordenados y con etiquetas de clasificación puestas en ellos, el maestro te pidió que le acompañaras a las habitaciones superiores en donde se encontraban los dormitorios y los baños, entrastes en la primera habitación a mano izquierda, en la cual habian varios libros asi como parte de tus notas de la investigación. Bien joven, ¿Que opinas de este sitio? creo que aqui tendremos todos lo necesario para trabajar, pero... quisiera preguntarte, ¿Que tal estas progresando con respecto a lo que te enseñe de la magia?

 Tras escuchar las preguntas del anciano, le respondí educadamente:

 - Bueno... Todavía no se mucho de estos temas, pero me parece un buen lugar para trabajar. Sobre lo de la magia... Bueno, no he tenido ocasión de seguir practicando desde lo del árbol, si es a lo que os referís, maestro...

El anciano se mantuvo pensativo un momento con los ojos cerrados. Es verdad, no hemos tenido mucho tiempo para dedicarnos a tu instrucción desde que empezamos a trabajar en los preparativos de este... Tras una breve pausa pensando. reanudó su frase. ¿Proyecto era?... supongo que asi puede llamarse... Oh perdona, otra vez estoy en las nubes, bueno... precisamente por eso queria llamarte, ya sabes lo basico acerca del uso de la magia de la tierra y hay que seguir trabajandola pero... de momento pasaremos a la siguiente lección, dime joven, ¿Recuerdas cuales son los elementos restantes de la magia?. El anciano lanzó su pregunta con toda confianza ya que no dudaba de tus conocimientos sobre el tema.
 

 Sonriendo, le respondí:

 - Aparte de la tierra, están el agua, el aire, el fuego, la madera y el metal...