Partida Rol por web

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Por la Dama Shinjo... exclamó en voz baja. La horrible muerte del caballo le había desconcentrado en medio de lo que parecía una horrible batalla, donde el enemigo era el fuego. En su cabeza se oyó.- Aún me queda reserva de energía como para atreverme a rogar ayuda a dos Kamis más. Espero que despues de esta larga noche haya un largo descanso. Miré a Yoshifusa para invocar el agua donde él requiriera, él conocía mucho mejor los puntos clave del edificio y él estaba guiando en la tragedia.

Hida Akira saca como puede a Otaku Ariasu mientras que Hida Kotatsu carga con Shinjo Kai ayudado por Hida Yasutora.

Una vez fuera volveis a respirar mientras unos hemin os relevan en la carga de los Unicornio.

Mientras tanto Iuchi Temujin vuelve a arrojar agua en el tejado del Establo apagando finalmente el fuego del tejado y las paredes del Establo y con ello la mayor parte del fuego que quedaba. En ese momento los hemin redoblan esfuerzos en su intento de apagar lo que queda de incendio, lo cual consiguen al cabo de una hora de extenuante trabajo.

Mientras el fuego era finalmente apagado los dos unicornios, Shinjo Kai y Otaku Ariasu, finalmente recuperan la consciencia entre tosidos varios.

En ese momento Shinjo Yoshifusa se vuelve hacia vosotros.

- Gracias. - os dice inclinandose ante vosotros. Habéis salvado un buen par de caballos, apagado el incendio y salvado a dos valiosos miembros del Clan Unicornio.

- Me gustaría pediros un favor. - prosigue mirando a Ide Baranato y Kaiu Shinya, los cuales asienten levemente. Me gustaría que investigarais el incendio.

- Quiero saber quién y por qué lo provocó. - añade con un semblante totalmente serio. Dicho acto le ha costado la vida a por lo menos una decena de caballos del Clan.

El joven shinjo fue recuperando poco a poco la consciencia y aún desorientado procedió a pronunciar sus primeras palabras . 

¿ Que ha pasado ? ¿ y los caballos ? . 

Preguntó más preocupado por las pobres bestias que por su propio bienestar mientras interiormente maldecía por la mala fortuna que había tenido y las jugarretas que le habían gastado kamis indeseosos de que cumpliera su labor como samurai y entregar su vida en pos del bien del clan . 

-Por lo que dice Shinjo Yoshifusa-sama, murieron una decena de ellos, lo siento, Shinjo Kai-sama -utilicé ambos nombres completos para que no hubiera confusiones, por si acaso. 

Luego hice una gesto con la cabeza a Hida Yasurota para dejar en el suelo a Shinjo Kai. Devolví la reverencia a Shinjo Yoshifusa- No hay que agradecer, el camino del Samurai es ayudar a los demás, de unas formas u otras.

Tras eso miré hacia los establos mientras pensaba en la habilidad para invocar agua del unicornio... ¿Iuchi Temunjin? No estaba seguro del nombre, muchos nombres en una sola noche.

Cuando dijo lo de ayudarle a investigar no pude evitar rascarme la cabeza. No tenía ni idea de esa ciudad, pero se intentaría.

Acababa de recuperar la consciencia pero me seguía sintiendo débil y la garganta me escocía de la irritación del humo haciendo que no parase de toser. Pero fuera de mi estado físico, peor estaba mi estado psiquico, me hubiera gustado poder salvar a más caballos... si no me hubiese desmayado...

El daño ya estaba hecho.

Gracias por habernos sacado del fuego cuando aún estábamos inconscientes - les digo a los cangrejo

Ahora como dice Shinjo Yoshifusa, hay que descubrir el por qué del incendio.

Las volutas de humo negro se elevaban en la noche Rokuganesa. El olor a humo lo impregnaba todo. Vuestras ropas, vuestros cuerpos, incluso vuestras almas. Mientras los ruidos de los gritos de los trabajadores, que corrian de un lado a otro trabajando llenaba practicamente todo el sonido de la noche. 

El fuego había demostrado una vez mas que era un enemigo poderoso. Nada de ello os habían dicho vuestros senseis en los años de aprendizaje. Os hablaban de deudas ancestrales, de honor y gloria, de servir a vuestro clan, a vuestro emperador, a vuestro imperio.

Pero nada os había preparado para enfrentaros a aquella versión de la naturaleza. Y a pesar del calor sofocante que aun quedaba en el lugar, una corriente fría os recorrió el espinazo.

Aquel fuego no había surgido solo, no había aparecido de la nada. Lo habían provocado, no quedaba duda. ¿O tal vez si?

Los heimin aun tardarían en realizar las labores de control del lugar. Ahora había que seguir pistas, pero sin duda eran momentos tensos.

Mientras los churros de sudor recorrían vuestros rostros, y os mirabais unos a otros, con la tez pintada en hollín.

Vuestros cabezas de clan, os dieron unas horas para adecentaros. Así las labores de extinción y prevención estarían acabadas. Y podríais iniciar la investigación.

Dos horas, únicamente dos horas, y ya estabais de nuevo en la zona. Solos los seis. No sabíais por dónde empezar. La noche aun estaba alta en el cielo. Y ahora os molestaba incluso más que antes el hedor a quemado. Pero os habían solicitado para una misión, una para la que no había manera de rehusar.

El joven Shinjo agradeció el tiempo para adecentarse y pensar sobre lo ocurrido , cuando por fin estuvieron todos de nuevo juntos en el lugar acordado el joven unicornio respiró profundamente apurando los últimos segundos de descanso antes de comenzar a hablar . 

Está claro que este temible asunto no es obra de la mala suerte o el azahar , como sabréis , los caballos del unicornio están entrenados para mucho mas de lo que cualquier otro animal es capaz de aguantar , y también son más listos . 

Acabó añadiendo al final de sus primeras palabras . 

De haber sido un accidente , ellos mismo habrían escapado sin muchos problemas , lo cual nos dice que el fuego fue provocado ya fuera de manera mundana o mágicamente , y por supuesto lo agrandaron rápidamente para que no fuera posible salvarlos . Vamos a tener que Examinarlo todo a fondo ; Iuchi san , confío en vuestra habilidad para hablar con los Kamis y preguntarles a todos los que hubieron que es lo que pasó , Hida Akisa san , acompañadlo y protegedlo de todo peligro pues es posible que todavía haya alguien de los involucrados en el desastre que quiera evitar que se sepa sobre lo ocurrido ; Otaku san , id con Hida Yasutora y hablad con todos los heinin y hinis que estuvieron por los alrededores en las 2 horas* antes del comienzo del incendio ; Hida Kotatsu y yo revisaremos los alrededores en busca de cualquier pista que pudieran haber dejado al provocar el incendio . 

Si alguno cree que puede ser más útil en el lugar de cualquier otro o si tiene los conocimientos suficientes para encargarse de alguno de los cargos que he asignado , este es el momento de decirlo pues lo que menos necesitamos es desperdiciar tiempo en algo que no podamos hacer . 

Acabó añadiendo pidiendo la opinión sobre sus ordenes pues tampoco tenía la experiencia suficiente como para ser totalmente autoritario y seguro de su estatus heredado dado la posición de su padre , lo que quería era ser útil al clan de la mejor manera posible , y sabiendo si se estaba equivocando al enviar a alguien inadecuado a uno u otro quehacer era una manera de ser útil antes de que haga mella en su honor . 

Cuando nos dieron el tiempo libre para arreglarnos, lo primero que hice fue volver a donde estábamos cenando a recoger mis armas, que con las prisas me había dejado.

Con las armas me fui de nuevo a los aposentos que se me habían asignado en esa ciudad a meditar un poco antes de enfrentarme a algo para lo que no estaba preparado... una investigación.

Eso no se podía golpear, asique sería de poca ayuda, aunque iría pues muchas veces una mirada de ojos simples no pasa por alto cosas que unos más experimentados descartarían por buscar lo más complejo o rebuscado.

Cuando terminé, recogí mis armas, entre ellas estavez si llevaba mi tetsubo, y volví a la zona a esperar que llegaran todos y, una vez estuvieron, Shinjo Kai comenzó a dar una serie de órdenes y a esbozar un plan. No pudo evitar asentir cuando le dijo que iría con él.

Cada pareja era un cangrejo y un unicornio. Eso me tranquilizó en parte, pues aunque los unicornios eran buenos combatientes, el sabía bien cual era la "media" de un cangrejo, y eso le tranquilizaba.

-Por mí no hay ningún problema -dije mientras me colocaba junto a él- intentémos acabar con esto de la forma más rápida y limpia.