Partida Rol por web

El kobune que consiguió la Magistrada para enviarlos no es ningún crucero de lujo. Solo un simple barco mercante, de fondo plano y dos mástiles, apto para la navegación costera y poco más. Los pasajeros deben dormir con los tripulantes bajo la estrecha cabina, compartiendo el espacio y alimento en los pocos días que dura la travesía desde Otosan Uchi.

Sin embargo, es tiempo suficiente para conocerse mejor.  La brisa del mar que empuja las velas también acaricia las almas, forzándolas a relajarse ante la falta de opciones para combatir el aburrimiento, que no sean la charla o los juegos.

El barco avanzaba lentamente sobre el agua con un suave murmullo, la brisa lo llevaba hacia adelante dejando una agradable sensación a su paso. Eso era lo más notable que se podía decir de las tardes en aquella embarcación.

Yoshihara ignoraba las idas y las venidas de los marineros con cierta altivez, irritado. Pero no por los propios marineros, sino por que quizá era lo más interesante que hacer en aquel espacio tan reducido, prestar atención a aquellos hombres humildes. Desde que partiera su mal humor había ido creciendo cada día que se alejaba de su hogar, el era un cangrejo, era un Samurai con una promesa y nunca acabó de convencerle que cumpliría su deber sagrado lejos de la muralla entre los magistrados del imperio.

Pero  hoy se había levantado en paz por primera vez, la situación escapaba a su control y era ilógico seguir encabronado con la situación, tenía que comenzar a avanzar y si ese era su camino habría que seguirlo hasta el final. Y cuando Haytaka lo volviera a ver.... Haytaka.... su recuerdo lo abatió de golpe. Estaba siendo un buen día hasta que ese recuerdo lo ensimismó en sus pensamientos. Se descubrió apretando los dientes y trató de alejar sus pensamientos de ese rincón oscura al que se habían visto arrastrados. Aún era muy pronto. Todo había ocurrido tan rápido, estaba tan reciente....

Controló su respiración y endureció su corazón para desterrar aquellos sentimientos, aquellos recuerdos. Estaba decidido a convertir a aquello en una fortaleza. En determinación, al más puro estilo cangrejo. Para los de su clan no existían las debilidades, el no era un blando como en los otros clanes, en su clan todos cumplían una función y esta era la que se le había asignado.

Se movió entre los marineros hacia donde menos los estorbara, la parte de proa de la cubierta. ¿Cuanto tardarían en llegar y como sería lo que allí haría? ¿Los demás samurais que lo acompañaban acabaría siendo sus compañeros? ¿Sus rivales? ¿Sus enemigos? ¿Quizá sus amigos?

Su mano custodiaba con cuidado el colgante que llevaba al cuello con el símbolo de la familia Hiruma.

Un hombre ancho de hombros y con aspecto severo se paseaba por la cubierta, impaciente por la inactividad, había pasado largo tiempo mirando el mar en la proa del barco, tratando de vislumbrar hacia donde le llevaba su destino.

Vestía un kimono gris tiza con el mon de la familia Hiruma sobre su corazón, el daisho a la cintura junto con un abanico de guerra al lado contrario, llevaba el haori abierto y este ondeaba con el viento.

Sus ojos eran pequeños oscuros y estrechos y su rostro mostraba juventud, bien afeitado o quizá barbilampiño, de mentón fuerte y cierta altivez, en su frente previniendo que su pelo largo alborotado por el viento se fuera hacia su cara había una cinta blanca con un punto rojo en el centro.

Su aspecto era impecable siendo quizá su pelo lo único que parecía desordenado en él.

El kobune no era muy grande y no tardo en acercarse a los demás para la forzada presentación que la etiqueta reclamaba. Había que romper ciertos tópico sobre su clan y quizá habría que empezar a forjar nuevas amistades.

Se acercó al grupo más grande, de otros dos samarias, un bayushi y un sepun. Y cuando se percató que no interrumpía ninguna conversación se dirigió a los dos.

Buenos días honorables samurais. Dijo acompañando sus palabras de una reverencia. Disculpen que este humilde Samurai que habla, soy Hiruma Yoshihara y seré su compañero de viaje en esta travesía. ¿Podrían hacerme el honor de darme a conocer sus ilustres nombres?

Su sonrisa era abierta y amable y su mirada curiosa por sus interlocutores.

Michio se encontraba en la proa junto con Korekiyo. Ambos samurai se encontraban en silencio observando el Mar de Amateratsu. Michio se mantenía completamente erguido, con sus pequeños ojos fijados en el horizonte. El frío viento agita su negra cabellera a pesar de la bandana que trata de mantenerlo fijo. Como siempre, el samurai se encuentra perfectamente afeitado, salvo por la pequeña perilla de su barbilla, que forma una perfecta línea. Ambos se conocían de hacía un mes, o algo más, aunque su relación siempre había sido una laboral. El Bayushi era un excelente espadachín, y en alguna que otra ocasión le había permitido a Michio practicar el arte del Kenjutsu juntos. Gracias a Korekiyo, el Seppun había mejorado bastante, aunque poco se esperaba de un shugenja a la hora de portar una katana. 

Buenos días honorables samurais. Dijo acompañando sus palabras de una reverencia. Disculpen que este humilde Samurai que habla, soy Hiruma Yoshihara y seré su compañero de viaje en esta travesía. ¿Podrían hacerme el honor de darme a conocer sus ilustres nombres?

Cuando el samurai Cangrejo llega a ambos, se sorprende al ver las marcas de la adolescencia aun en su cara, marcas de granos ya inexistentes, y por su ancha nariz. La apariencia del Seppun, le hace hosco y antipático, algo que el Seppun trata de suplir con su actitud educada, aunque su afinidad ígnea le hace algo irritable a momentos, como bien conoce el Bayushi. El samurai lleva un kimono de excelente calidad, de fina seda esmeralda, y, dada las inclemencias esperadas, lleva un haori negro por encima.

Los ojos de Michio se encuentran con los del Cangrejo, son pequeños, con una mirada incómoda, escrutadora. Cuando el samurai imperial devuelve la sonrisa, es algo torcida. Sin duda no es una persona que resulte agraciado. 

Ohaio, Hiruma Yoshihara-san. Responde el shugenja con un tono ligeramente prejuicioso, considerando al que esta delante de sí como alguien de menor estatus que él mismo. Te encuentras frente a Seppun Michio, hijo de Seppun Kane, sirviente de la Ley, el Deber y la Verdad, aquél que canaliza el poder de los kami. Hay una leve inclinación del Seppun, henchido de Honor. 

Me encontraba en cubierta del kobune, con los codos apoyados contra la baranda de proa y de cara al agua, mientras la embarcación hacía su curso y el aire salado se me pegaba al pelo largo negro y al kimono con los colores tradicionales de mi clan, y el mon del escorpión en el agua. A diferencia del samurai a mis espaldas, Seppun Michio, mi pose era bastante casual, casi distraida, mientras examinaba un objeto entre mis manos, un jitte que se me había sido entregado cuando me enviaron como magistrado esmeralda, diciéndome que practique con el mismo.

En eso escuché las pisadas en la madera. Instintivamente guardé el arma en una de mis mangas y miré a mi izquierda, donde un cangrejo avanzaba, antes de saludarnos con una reverencia, lo cual fue suficiente para que mi compañero Seppun ya empezase con su presentación, que yo ya había escuchado en su momento. Tanto ahora como en ese momento, sentía que el shugenja era demasiado entusiasta con algunas cosas. Por mi parte simplemente me erguí pesadamente e hice una simple y corta reverencia —Bayushi Korekiyo. — Me presenté, queriendo hacerlo mucho más corto, aprovechando el movimiento para mirar de pies a cabeza al cangrejo. —Compañero de viaje y supongo que más allá. A todos nos manda la Magistrado Doji, ¿cierto? — Pregunté sabiendo ya la respuesta, pero deseoso de poner el tema de conversación.

Escucho a sus compañeros con suma atención, el entusiasmo del seppun le arranco una sonrisa sincera. Ojala la fuerza de sus convicciones fueran suficientes para sanar un imperio corrupto como en el que se encontraban. Mientras los monstruos acechaban a las puertas del reino, los Escorpiones, los Grulla y los León jugaban a sus juegos indolentes a los sacrificios de su familia, a las terribles perdidas, y aún así si eso no fuera poco tenían que rendirles tributo entregando samurais como era su caso para seguir jugando a sus juegos de salón mientras la guerra se desarrollaba cruenta incesante y salvaje en otro lugar.

Efectivamente me hallo aquí por causa de Magistrado-Sama admitió Yosihara. Estoy ansioso por llegar y saber que nos depara el destino. Aquello era real pues estaba impaciente por empezar a hacer algo, lo que fuera, aunque trataba de disimularlo. Quizá fuera util indagar un poco  ¿Alguno de ustedes dos sabe algo sobre la magistrado? Lo único que sé es que tiene cierta importancia y es Doji.

Pero la obsidiana es cosa de corruptos, yo le hago caso al dragon de jade.... XDDDDD

Bueno, vamos a hacerla corta entonces.

¿Alguno de sus personajes sabe más o menos lo que nos vamos a encontrar en Samui Kaze Toshi? ¿Alguien conoce a este tal Kakita Hitori? ¿Qué fue lo que nos dijo la magistrado Doji sobre nuestra misión? ¿Quién fue el que le dijo al tipo este que se iba a morir?

Sobre líderes o cosas así yo diría que sea lo último de lo que hablemos en esta escena, así nos conocemos un poco mejor antes de decir nada de eso.

¿Alguno de sus personajes sabe más o menos lo que nos vamos a encontrar en Samui Kaze Toshi? Lo que conocen sobre la ciudad esta en la escena de Ambientacion. Doji y Seppun pueden saber algo más por su cercania, eso se vera.

¿Alguien conoce a este tal Kakita Hitori? No, pero los cortesanos si pueden haber oido de él y uno de ustedes conoce a un familiar suyo.

¿Qué fue lo que nos dijo la magistrado Doji sobre nuestra misión? ¿Quién fue el que le dijo al tipo este que se iba a morir? Esta informacion la recibiran en el primer post de la partida en si, como una recapitulacion de lo que se les dijo.

No, mi personaje apenas conocera la magistrado doji satomi(su nombre y reputación, cosa que conoceremos todos). Y mucho menos saber detalles sobre doji hatori. Salvo contraindicacion del  dragon.

Tal como lo veo lo del lider... es doji satomi, y si alguno va a gozar de su favor será el que nombre como subjefe de gruipo, no?

Lo de que tal nos llevamos.... yo creo que todos tenemos un kilo de desconfianza hacia el escorpion, vivan los cliches. Le vamos a pedir hierba para fumar al dragón, vivan los cliches de nuevo. Vamos a discutir con la gruya y el leon como autenticos cabezotas, esperaremos que isawa obre milagros y resuelva con ellos la partida, y el seppun que sea un guardian....

Tonterías a parte, propongo dar una idea general del caracter del personaje... Empiezo yo.

Mi personaje es cabezota, tiene una idea de como se debe hacer todo, así que alguna discusion habrá con los miembros del equipo, no os preocupeis, viene en el guión.

El entusiasmo demostrado por el seppun me ha gustado, creo que nos llevaremos bien. Y cualquiera que comprenda que es un hombre pragmático que solo busca cumplir con su deber y piense como él, encontrará una calida acogida.

Los que lo ninguneen o subestimen van a tenerlo dificil con él, como es normal. Es orgulloso. Como todo buen samurai.

Por otro lado me lo imagino impaciente y de caracter, rápido en confrontar lo que le disgusta, eso no quiere decir que vaya a haber duelos por una palabra mal dicha, pero se va a defender en el intercambio de puyas y recriminara si algo no le parece bien,a vosotyros u a otros.

Si bien describo a un samurai estandar, quizá, el personaje es un cangrejo, no es altivo, no le va adornar cosas. Ni dar rodeos absurdos. Y no es un cortesano, sin ser mal educado se puede ser directo. Así que alguna vez deberéis decirme que levante el pie del acelerador y en ese momento discutiremos(por que soy un cabezota), pero una vez más, tranquilos, está en el guión.

Igual que os digo que el personaje es rápido para el enfado y discutir va a ser rápido para olvidar las discusiones, siempre que no vayan a más. También va a ser muy accesible y un poco impresionable, pese a venir de un sitio donde hay monstruos, a muchas de las familias de los clanes mayores solo las ha visto en pergaminos de historia, nunca ha ido a una corte de invierno ni nada por el estilo, 1st time fuera de las tierras cangrejo.

Tal como lo veo lo del lider... es doji satomi, y si alguno va a gozar de su favor será el que nombre como subjefe de gruipo, no?

Me refiero al líder práctico del grupo. De alguna forma nos tenemos que organizar y dividir tareas, y si bien lo más seguro es que nos atemos al clásico "yo se hacer X cosa, yo voy para allá", serviría que tengamos a alguien que en caso de discusiones esté ahi para cortar por lo sano y decidir, o que en caso de que tengamos que tener un representante frente a un superior que se pueda encargar.

Aunque siempre podemos optar por la solución democrática.

El entusiasmo demostrado por el seppun me ha gustado, creo que nos llevaremos bien. Y cualquiera que comprenda que es un hombre pragmático que solo busca cumplir con su deber y piense como él, encontrará una calida acogida.

A mi también me gustó, no tiene miedo en rolear cómo es un Seppun incluso ante otros PJs (varias veces vi PJs con estatus ser desplazados o no usar su estatus solamente porque era con otros personajes de la mesa).

Mi personaje también va a estar "en guión" al igual que Hiruma a veces, viene con ser escorpión, ustedes saben, pero fuera de eso es un personaje con el que se puede interactuar y no va a descartar opiniones o planes de los otros magistrados con los que trabaja. Como escorpión siempre está intentando pensar fuera de la caja y ver que ruta alterna se puede tomar para sortear un obstaculo, pero como bushi también está dispuesto a remover el obstaculo de forma directa.

Bueno, entra en escena Doji Majime que ya terminó la tarea atrasada XD

Mi personaje va acompañado de su Budoka, esta bastante obsesionada con el honor y la ley, y es una devota de su clan y todo lo que ello significa. Que la Magistrado Esmeralda sea de la familia Doji hace que esté más que motivada con la misión. 

Su actitud frente al resto será de sumo respeto, a priori no muestra ningún prejuicio. Entiende que todos sirven con honor a la Magistrado y eso es mas importante para ella que cualquier pasado que puedan traer de su clan. Ahora, si observa algún tipo de deslealtad hacia Doji Satomi, lo informará de inmediato ( así que tendrá un ojo puesto en cada uno... después de todo los leones y los grulla tienen una ancestral rivalidad, no se puede confiar en un escorpión, los cangrejo son mas bestia que personas, los shugenja de vacío son difíciles de comprender, los magistrados dragones tienen métodos que solo ellos entienden y la familia imperial no siempre busca el bienestar de los demás clanes)

Sobre las preguntas de Korekiyo entiendo que mi personaje debería estar al tanto de las dos primeras preguntas*

En cuanto a las relaciones mas cercanas, tendrá una buena disposición hacia todos por ser magistrados. Demostrará un respeto adicional por los mas honorables ( supongo que hasta que se conozcan bien, solo dispondrá de la reputación de las escuelas de cada uno o lo que ella pueda averiguar), y en particular por el shugenja Seppun por pertenecer a la familia imperial. 

En cuanto a la organización del grupo, no soy partidario de un líder estricto, creo que lo mejor es que cada personaje tenga libertad (aunque eso pueda traer conflicto en algunas ocasiones). Tampoco creo que tenga sentido la "votación democrática", si un samurai no esta de acuerdo con algo no soy partidario de forzarlo, él es responsable por sus actos (a menos que atenten contra la misión o el honor de la Magistrado Esmeralda, en cuyo caso lo mas seguro es que termine en Seppuku XD) Sin embargo, creo que sí hace falta un liderazgo de representación del grupo, como un portador de la voz del grupo, y que también dé los lineamientos generales a seguir para representar de buen modo los intereses de Doji Satomi o tenga la última palabra cuando haya un conflicto en el grupo, que es similar a lo que plantea Korekiyo.

En ese sentido, y tomando la propuesta de Yoshihara, creo que los mas aptos somos Doji Majime (por su vínculo y preferencia con la Magistrado Esmeralda y por conocer las costumbres de estas tierras y tener cierta ventaja a la hora de entablar relaciones con otros grullas locales) o Seppun Michio (por ser el de mayor estatus del grupo y perteneciente a la familia imperial, aunque eso pueda generar tanto respeto como suspicacias). Como lo ve el resto?

Saludos a todos. Ya estoy a bordo.

Antes que nada, debo decir que tomen con pinzas lo que pondré a continuación. Me resulta difícil establecer el tono del PJ, pues por lo general creo que se va construyendo con el transcurrir de la partida. O así me ha funcionado siempre a mí.

Dicho esto, les comento que mi Yoshiro será un cortesano Ikoma bastante típico. Formal y estirado hasta lo insufrible cuando la situación lo amerite, puede que a veces se vuelva algo vehemente (o incluso agresivo).

Sin embargo, fuera de esos ambientes, es un sujeto abierto y jovial. Completamente desestructurado. Le gustan las historias, las mujeres y el sake. En ese orden. Y tiene una irrefrenable curiosidad que lo hará meter las narices en todos lados.

Lento para ofenderse, y rápido para reír, de todos modos se enojará ampulosamente cada vez que el protocolo lo requiera, si insultan a los suyos y eso. Aunque jamás se tomará nada demasiado personal. Pues, en última instancia, le aburren este tipo de enfrentamientos, y procurará pasar de ellos siempre que le sea posible.

Supongo que se llevará bien con todos. Particularmente con el Kitsuki, por su interés en encontrar la verdad de los hechos, y también con el Hiruma, por las historias que puede traer sobre aventuras en la muralla. También intentará ganarse el afecto de la muchacha Doji, con intereses evidentemente románticos, pero sin desubicarse demasiado (eso espero, jaja).

Por último, sobre la distribución de tareas y eso, imagino que dependerá de lo que ocurra en la aventura. Pero teniendo 2 personajes de cada clase, quizás sea lógico armar grupos paralelos, de igual composición, con el Kitsuki allí donde tengamos que buscar pistas y eso. También imagino que habrá situaciones donde los cortesanos no pintaremos nada (o sea directamente peligroso estar), y otras donde la presencia de los bushi sea todo un riesgo. Pero siempre es bueno estar preparados para todo.

También considero que la Grulla sería buena para llevar la voz cantante, al menos para tratar con funcionarios y gente de buena posición. Por eso de que son familia y tal. Aunque no esperen que el León mantenga la boca cerrada mucho tiempo.

Me quedé pensando sobre el líder luego del comentario de Yoshiro sobre los dos grupos.... la verdad, el que desempata es el Tadashi y su escuela es Magistrado (digamos que a diferencia del resto, se preparó para esto desde muy pequeño). Podría ser otra alternativa y estaría muy bien (sería muy adecuado para defender los intereses de la Magistrado Esmeralda).

En cuanto a los grupos, mientras sea algo flexible, me parece buena idea. Es decir, podríamos dividirnos en 2 grupos paralelos espejados (después vemos como), o podríamos agruparnos en 3 grupos ( 2 por cada clase) para tareas mas específicas. En todos los casos el Kitsuki acompañaría al grupo que crea conveniente. Eso nos daría mucha flexibilidad a la hora de jugar, no se que les parece.

Por supuesto que esperaría a ver las cosas una vez que estemos en el lugar, pero si tuviese que hablar sobre grupos ahora mismo...

Yo creo que la mejor división sería que un grupo empiece a hacer trabajo de campo lo más rápido posible (posiblemente algún bushi, el Kitsuki que es bueno investigando, y alguno más) y por otro lado una party que se quede con el Kakita y que investigue la mejor forma de protegerlo (huecos en la seguridad, gente que está alrededor suyo, etc. Aca es donde pondría a los cortesanos).

Esa sería mi sugerencia. Igual como digo, no puedo decir nada definitivo hasta no saber más detalles de la misión.

Si, está claro que lo primero es recabar información. Y para eso cada uno deberá moverse por los círculos donde se sienta más cómodo. Por ejemplo, los cortesanos con las autoridades, los shugenjas con religiosos y sabios, y los bushi con lo que encuentren por ahí. Establecer posibles sospechosos, y también posibles medios de comisión. Ya veremos que dicen los Jefes, pero en principio, nada obliga a pensar que un sujeto atacará al Grulla en 3 días y lo matará. Bien pueden haberle puesto un veneno hoy mismo. O algún hechizo o enfermedad o algo.

No digo tener a alguien siempre con él. Pero al menos estar atentos a sus movimientos.

Dicho esto, vuelvo a mencionar la cuestión de los bushi. Solo contamos con 2, y el budoka de Majime. Puede ser muy peligroso andar por ahí tan alegremente.

Que sorpresa de actividad nocturna que tenéis. Anoche me acosté y no había mensajes, y hoy 17 :S Supongo que la diferencia de hora tampoco es de ayuda.

Bueno al tema que toca. Actualmente no tenemos idea de casi nada, tenemos que esperar a la intro. En cuanto a lo que parece que va a tener lugar, mi intuición diría que debería quedarse un grupo investigando y otro cuidando del Grulla. Por si el atentado fuese físico, casi que preferiría que los bushi, aunque tenemos pocos, se encarguen de proteger al Grulla, junto con alguien con rangos en investigación, y los demás podemos dedicarnos a buscar tras las pistas. Pero todo esto depende de si el Grulla ya tiene yojimbos propios, en cuyo caso, se investigan ellos primeros y luego nos podemos dedicar a investigar en varias líneas. 

Dejar claro que porque seamos hombres-santos, también podemos esgrimir una katana. Michio por lo menos sabe defenderse con una. 

En cuanto a líderes. Más por estatus que por ser imperial, que también puede ser factor a destacar, veo que me será asignado a mi. Como bien dice el libro básico, "El estatus le otorga a un samurai autoridad sobre otros samurai de Estatus inferior." Michio es un hombre idealista de gran honor, por lo que puede que esto choque con un escorpión que le gusta salirse del tiesto, o un cangrejo que sea demasiado práctico, o un León que quiera irse de geisha mientras un asesino anda suelto.

Michio es un hombre que al menos intenta reflejar el orgullo de ser un samurai. Intenta estar siempre preparado, así que en vez de irse de geisha, prefiere quedarse leyendo algo que pueda ser útil para el futuro, o practicar con la katana, o comulgar con los elementos, o revisar informes.