Partida Rol por web

Los tres extranjeros llegaron al fuerte de Peakland y fueron conducidos por fin al salón del comandante en jefe Sigfred. Allí se le diferenciaba fácilmente del resto de los soldados que sumaban un total de media docena, los cuales serían sus hombres de confianza a los cuales se les unía un pelirrojo que no vestía el uniforme de los guardias de Peakland pero parecía formar parte del gabinete que se había formado para decidir el plan a seguir.

Cuando Marcus, Magnar y Korrigan entraron en la sala se hizo un silencio en la discusión y las miradas se dirigieron a los nuevos invitados. Sigfred caminó hasta ellos con rostro serio y preocupado:

- Al menos parecéis buenos refuerzos - dice examinando vuestras armas -Aunque necesitaremos algo más que tres locos cualquiera para retener a una horda de pieles verdes.    

la grrracia que le va a hacerrr cuando sepa que no nos quedamos .Murmuro entre dientes  para mis compañeros antes de hacerle un gesto a Marcus de que se adelente y hable por todos.Si lo hago yo sera peor imperial y el enano tampoco serra buen porrtavoz  

Magnar sonrio ante el comentario de Korrigan! Dandole un leve codazo, espero a que Marcus interviniera.

Pero no, el destino tenía que joderle de nuevo y para mas inri acabarle en la cara la faena, ahora sin saber como algo que empezó como un trabajito sencillo de tres al cuarto acabó con una supuesta invasión piel verde en la que se había visto inmerso sin saber como pero que ahora tendría que bregar con ella y  rezar para salir entero y con los bolsillos llenos¨Que Ranald me proteja¨ rezaba media docena al dia.

Mientras debatía sobre planes de guerra para defenderse de aquella mierda verde un trio de inusuales tipos cruzó por la puerta, tipos por supuesto del estilo de los que ulrik reconocía a la legua.-Hmmm.-Carraspeó y echó el humo de la pipa al cielo, un par de caladas mas a la pipa y la sostuvo entre los dedos de la mano izquierda mientras echaba el humo por entre los labios, observando al trio de recién llegados.

Compartiendo la idea de Korrigan me adelanto un poco a mis compañeros para hablar.

-Soy Marcus Wolfgart, y aquí mis amigos y guardaespaldas, Korrigan y Magnar. Hago un gesto para indicar cual es cual al decir sus nombres. Siento defraudaros comandante, pero la misión que nos a encomendado el sacerdote de Sigmar nos lleva mas allá de esta fortaleza, aunque esto solo retrasara un tiempo nuestra participación en la batalla.

Tenemos la tarea de encontrar el arma que custodia este fuerte para evitar que nuestros enemigos se hagan con ella y con la ayuda de el filo sangriento acabar con ellos.

Antes de que continuemos nuestro camino debéis saber que esta no es una invasión piel verde normal, la horda orca esta dirigida por un siervo de los dioses del caos y conocedor de las artes oscuras. Y aunque el pueblo ha caído hay supervivientes, debemos acabar con estos atacantes y salvarlos.

Cuando termino de hablar espero que el comandante no tenga la cabeza cuadrada de sus hombres y no nos haga perder mucho tiempo ya que la situación es de la máxima gravedad.

Las palabras de Ulrik resonaron con cierta suavidad en la sala, abruptas y sorprendidas.-Mierda!.-Echó el humo de los pulmones con fuerza y su cara se desencajó por la sorpresa¨No solo una horda de orcos sino también agentes de los poderes ruinosos, POR RANALD DONDE COJONES HE ACABADO YO!?¨ Su cabeza estaba trabajando tan rápido como podía, aquello era una mierda de grandes dimensiones.-Ejem.-Carraspeó y recobró la compostura, dió una fuerte calada a la pipa para hacer una pausa y pensar bien sus palabras.-Ulrik Rudiger, a su servicio...-Prefirió simplemente presentarse y realizar una simple reverencia sin olvidar el especial enfasis apesadumbrado al decir ¨A su servicio¨

La cara de Sigfred cambió cuando se enteró que estaba ante el futuro Señor del Sur de Nuln, Marcus Wolfgart, una sorpresa mucho más grata que saber que el ataque de los orcos estaba comandado por un guerrero del Caos:

- Me alegro de que sigáis con vida Wolfgart, no me hubiese gustado que su fin llegara en el pueblo que depende de nosotros para su seguridad. Cómo podéis ver, casi no tenemos efectivos, apenas llegamos a la docena a la que se ha unido - dice señalando al pelirrojo - el señor Ulrik, quien ha demostrado una gran valía en la defensa de Peakland.

Es un alivio saber que aún hay supervivientes, hicimos todo lo posible antes de replegarnos. - con pesar se queda pensativo unos instantes. - No tenemos los suficientes hombres para recuperar el pueblo, maldigo al Padre Román por dar a conocer un secreto tan peligroso,pero  parece que no tenemos opción. He perdido varios hombres que han querido asegurarse durante los últimos años de que la espada seguía allí y no puedo garantizar vuestro regreso ya que ellos no lo hicieron. Desde hace cincuenta años nadie vuelve del desfiladero de las rocas de cristal, debéis ser conscientes y responsables de lo que significa su búsqueda.

Esta vez será diferente.-Aseguró Ulrik tomando algo mas de partido en la conversación y acercandose a buen paso mientras fumaba, dos veces echó humo antes de hablar, mas por cortesía que por educación.-El propio señor Wolfgart en persona ha venido a recuperar la espada y hasta el momento nadie tan insigne como el ha venido a recuperarla, no?.-No sabía quien era aquel tipo pero si tenía bastante claro que le acompañaban un bárbaro y un enano, siendo lo mejor de todo que ninguno de los tres parecía tener miedo ni la expresión de ¨Voy a morir¨ grabada en el rostro...y si Ulrik iba a morir prefería hacerlo en una misión arriesgada, estupida con falsas promesas de numerosas(y dudosas) ganancias y rodeado de tipos sin miedo a la muerte.-Además de que sus acompañantes parecen ser hombres de armas bien curtidos además de singulares.-Miró a los dos combatientes, enano y bárbaro a partes iguales.-Y yo mismo les acompañaré, de seguro mis peculiares dotes pueden serles de grandisima ayuda, siempre y cuando el señor Wolfgart lo permita...claro está.-Una profunda calada, nube de humo, silencio.

Si busca la muerrte  el  pelirrojo ha venido al lugarr adecuado y nos vendrran bien un parrr  de manos Marrcus .Digo examinandole de arriba a abajo  con ojo critico .Perrrro que consiga una arrmadura o pronto se unirra  a nuestrrros difuntos compañerrros y bien sabe Morr que estoy harrto de enterrarr compañerros. 

Ummm, exclamo Magnar, atusandose la barba. Evaluando al advenedizo.

Dale una oportunidad al cabellos de fuego, Marcus!

Quizas nos sea de ayuda!

Comandante, siendo tan pocos la única opción que tenemos de vencer es acabando con el siervo del caos y con el caudillo orco para que la horda huya en desbandada , y eso solo lo conseguiremos con el Filo Sangriento. Puede que la búsqueda del arma sea peligrosa pero tenemos que intentarlo por las buenas gentes de Peakland y para que no caiga en manos de los enemigos del Imperio.

Tras decir esto me vuelvo hacía el pelirrojo para examinarlo y hablo como si solo estuviéramos mis compañeros y yo.

Necesitaremos toda la ayuda posible y si el comandante dice que ha demostrado que puede ayudar en la defensa del pueblo no veo motivo para negarle que venga con nosotros.

Bien, mmmmm, Ulrik, ¿no? Vendrás con nosotros.

Me vuelvo de nuevo hacía el comandante.

¿Alguna pista o ayuda para encontrar lo antes posible la espada? Cualquier cosa nos vendría genial.

Atusándose la barba, Sigfred pensativo busca información en su memoria que pueda ayudar a los aventureros:

- Respecto a la ilusión que protege la espada Sem protegió el Filo Sangriento con una ingeniosa ilusión. Oculto tras unas rocas cristalinas, más allá del puente del desfiladero, hay una explanada que lleva a tres caminos con sendas aberturas a cámaras, frente a las entradas encontraréis un menhir con tres glifos. Los glifos se transfiguran según la posición de las lunas, pero esconden un significado para elegir el camino correcto. Los otros dos llevan a una muerte segura. Dado su aspecto metamorfo, no puedo adelantaros cual será la senda que os lleve a la espada, pero Sem nos explicó que para descifrarlo teníamos que tener presente lo siguiente: el simple mínimo es siempre la opción acertada.

Ulrik asintió satisfecho con las palabras del noble¨bien, trabajo duro con buenas recompensas¨ pensaba mientras en su cabeza hacía numeros y calculos sobre cuanto peso podría cargar de todo aquello que saquease en su viaje que no estuviera atornillado a suelo o paredes y que tuviese alguna clase de valor.-Será un placer acompañaros.-Le guiñó un ojo al bárbaro en mitad de una calada a la pipa y comentó.-Los hombres rápidos no necesitan grandes armaduras.-Señalizó ajustandose bien el chaleco tachonado de cuero al cuerpo, el resto de la armadura descansaba en su caballo.-Prometo no morir de forma inutil y ser de utilidad.

Hablando para el comandante:

-Si es todo lo que nos puedes decir partimos ya, no hay tiempo que perder. Buena suerte comandante ojala el tiempo que tardemos no se pague con sangre imperial. En marcha compañeros.

Dicho esto emprendo el camino con la esperanza de encontrar rapidamente el arma.

Ja,ja como quierras pequeño hombrre perro las arrmas grrandes atrraviesan las arrmadurras pequeñas .Respondo encogiéndome de hombros .Tienes herrederrOs o podemos cambiarr tus cosas porr cerrrveza?.Aqui el barrbalarrga y yo siemprre estamos sedientos .

Magnar, atusandose su poblada barba, sonrió para sus adentros, ante el comentario de Korrigan.
Bienvenido pues, joven Ulrik!
Siguiendo con paso firme a Marcus, salieron del fortín en pos de la aventura.

Jajajaja.-Ulrik rompió a reir ante las palabras del extranjero de extraño acento.-Supongo que tendré que moverme muy rápido para evitar morir jajajaja.-Siguió riendo afrontando su posible muerte rastrera a manos de sucios orcos con la mayor deportividad y optimismo posibles.-Aún no tengo hijos, este sería mi ultimo trabajo antes de retirarme para tenerlos con mi prometida...os hablaré de ella de camino.-Dio un par de pasos para unirse al grupo a medida que parecía que hacían buenas migas.-Es una joven de cabellos rojos bastante hermosa y muy campechana, vivimos en Altdorf y salí en busca de aventuras y dinero fácil para retirarme de por vida del oficio.-Les contaba mientras se ajustaba el cuero tachonado al cuerpo y sopesando las armaduras y equipo de los hombres a los que acompañaría.-Gracias por la confianza maese enano a vos también, parecéis todos hombres curtidos y duros.-Los elogió tras ajustarse la armadura y tomar aire con el que llenar de valor y aire su pecho.

Los aventureros ahora eran cuatro, la esperanza de Peakland formada por el noble Marcus y sus dos escoltas, el barbagris Magnar y el kislevita Korrigan, reforzaron su fuerza con la compañía del misterioso Ulrik.

Dejando atrás la fortaleza del comandante Sigfred, caminaron entre las montañas hasta llegar al desfiladero de las rocas de cristal. Un hermoso paraje cubierto por rocas transparentes que hacían que la luz de la luna se filtrase por las aristas de las piedras y diese como resultado unas sombras mágicas multidireccionales.

El desfiladero se encuentra atravesado por un puente de piedra, que desgraciadamente, hace muchos años quedó hecho añicos.  Y ahora la única forma de cruzarlo es saltando entre los restos del puente, y dado su estado, algunos de los puntos de apoyo apenas son más grandes que la bota de Korrigan.

No sólo eso, en una de las cornisas, huesos de muertos que se despeñaron hace mucho, removidos por los vientos del caos que soplan aquí, aguardan a saetear a los que intenten cruzarlo. Un testimonio de sus actos es un soldado de la fortaleza, ensartado por tres flechas de los esqueletos.

Las alturas no son lo mio y ese puente no es que de mucha confianza pero como quedarse quieto no va  a resolver nada  asi que me decido a ir el primero .Esperrad , mejorrr que comprrruebe yo si eso aguantarra vuestrro peso .Resoplo y suspiro antes de lanzarme a atravesar saltando el puente.No me dejes morrirr asi  y levantarre una montaña de craneoos de enemigos en tu nombrre .Cojo impulso  y de tres agiles saltos cruzo pero cuando estoy a punto de llegar me quedo algo corto y  me encuentro  en el borde haciendo equilibrios para no caer al vacio.

El terreno era muy bonito, es cierto pero el echo de que un trio de esqueletos animados rondaran la zona con arcos no le hacía ni puñetera gracia, sabía que esas cosas eran posibles pero en su puta vida había tenido que lidiar con mierdas demoníacas de tamaña indole, algunos asuntos de saquear edificios herejes que han sido quemados, matar a algún que otro sacerdote sigmarita tal vez, robar algún cuadro pero de ahí a tener que enfrentarse a no muertos había un tremendo paso que lo asustaba enormemente.

Bueno, la cosa no pinta del todo bien...si me despeño tened la bondad de recoger mi cadaver y darme un entierro digno, cobraos las coronas que llevo como pago.-Respiró hondo y se mentalizó del salto que debería de realizar.-Uff...vamos allá, con dos cojones.-Cogió carrerilla y saltó detrás de Korrigan con los pies por delante, dispuesto a caer de espaldas al otro lado del puente, evitar ser perforado por flechas dada su baja posición y por supuesto para abarcar la mayor cantidad posible de espacio en el salto