Partida Rol por web

Hace apenas un segundo estabas apuntando al imbécil de Billy por chivato traidor y por orden de Salieri. De hecho ya te habías entretenido un buen rato con su cara y tu puño americano, el jefe quería que no olvidara su traición fácilmente y por esto estabas planteándote si dispararle primero en la rodilla o en el estómago... pero de repente pierdes el mundo de vista, en la simple fracción de segundo que conlleva el parpadear.

Te incorporas sobresaltado en un suelo metálico frío y algo húmedo, como si acabaras de tener una pesadilla. Enseguida compruebas que tienes varios cables conectados a tus brazos, tu pecho e incluso tu cabeza que desembocan en las paredes circulares que te rodean. La verdad es que tampoco tienes mucho espacio, apenas un par de metros de diámetro en una especie de cilindro altísimo (unos ocho metros) que parece construido con toda la intención de que no pueda salirse de él.

Una extraña bata blanca bastante desgastada y de textura plástica cubre escasamente tu cuerpo desnudo y te preguntas cómo demonios has llegado ahí y qué haces en ese lugar mientras te desconectas los cables y compruebas que ahora tienes una pequeña marca, o quizá tatuaje, en la muñeca izquierda. Un símbolo que no identificas.

Lo único que te rodea durante bastantes segundos es el silencio más absoluto, la penumbra y cierto olor a óxido y podredumbre... hasta que distingues una voz lejana que cada vez se acerca más confirmándote que se trata de una mujer que además canturrea una canción que incluso tú conoces... aunque en ese lugar resulta más escalofriante de lo habitual.

-Lo siento Billy, no tengo nada en contra tuya, pero ya deberías saber que no se debe joder a Salieri.- Billy está hecho mierda. Siento las manos ardiendo por haber tenido que ablandarlo y la sensación se acentua cuando mi piel entra en contacto con el frío metal del mango de mi pistola. Pobrecillo. Cuando le apunto comienza a suplicarme. Si fuera por mi lo dejaría marchar pero los chivatos son lo peor que hay y siempre pueden meterte una puñalada por la espalda así que es mejor no handarse con chorradas. Acciono el percutor con mi dedo pulgar y apunto. Mi ojo se alinea con la mirilla del arma que apunta directamente a su cabeza...

...Y entonces, despierto sobresaltado. Me encuentro en medio de una especie de jaula de metal oxidado en forma de tubo. Mientras todavía estoy recuperando la consciencia miro hacia arriba. El techo se encuentra a unos 8 o 10 metros calculo. Demasiado lejos.

Pero qué coño...

Me llevo las manos a la cabeza frotándome el pelo a la vez que me intento incorporar lentamente. Me duele y me encuentro totalmente desorientado. Cuando por fin me encuentro lo suficientemente despejado como para empezar a pensar me doy cuenta de que llevo una especie de bata de plástico de lo más antiestética y que además no me cubre apenas nada...por no decir que abriga muy poco. Además estoy lleno de cables que prefiero no tocar por si acaso. Sin embargo lo primero que se me pasa por la cabeza es que no tengo mi paquete de cigarrillos.

-¿Pero qué cojones?...¿Qué mierdas es esto?- maldigo para mi mismo con poca energía pues me encuentro cansado. Estoy más desorientado que preocupado o asustado, pero sin duda alguna estas sensaciones van en aumento. Es entonces cuando me percato de una cancioncilla que, sinceramente, acojonaría al mismísimo Freddy Krueger.

-¿¡Hola!? ¿Qué es todo esto? ¿Hay alguien ahí?.- pregunto en voz alta más que gritando. Un montón de preguntas asaltan mi mente a la vez pero hay una que se hace eco especialmente. ¿Qué ha pasado?

En cuanto "hablas" en voz alta tu voz se propaga y se amplifica con el silencio y el vacío del lugar, provocando un eco metálico un tanto incómodo que silencia inmediatamente la escalofriante canción que alguien estaba canturreando.
De vez en cuando distingues el sonido de tierra u objetos cayendo, en la lejanía, como si se tratara de uno de esos edificios abandonados y medio en ruinas en los que tantas veces has tenido que liquidar o interrogar a alguien.

Al cabo de un rato unos pasos empiezan a acercarse, aunque evidentemente por encima de tu cabeza. Suenan bastante amortiguados así que debe de estar muy cerca... hasta que finalmente una mujer se detiene en el borde del "pozo" que forma tu pequeña celda y te observa desde arriba con los brazos en jarra.

Viste con una combinación de ropa poco habitual pero sobretodo sucia y un tanto desgastada. Aunque tampoco se puede decir que tu aspecto sea el mejor en estos momentos.
-Qué haces ahí, ¿porqué te han encerrado?- pregunta mirándote inquisitivamente. Está claro que el hecho de que estés en un sitio del que no se puede salir no te deja en muy buen lugar para confiar en ti.

Por suerte no me encontraba solo en ese agujero y la voz de mujer tampoco era una especie de fantasma o niña pequeña psicópata como en las películas. Al contrario, de hecho la chica que apareció por el borde del agujero no estaba nada mal. Hombre le hacía falta un par de duchas y arreglarse un poco pero yo tampoco es que fuera demasiado arreglado que digamos. En cuanto abre la boca alzo una ceja extrañado.

No es precisamente a pregunta que me esperaba...

-No tengo ni idea.- digo encogiéndome de hombros. Podía hacerme una idea de por qué el gobierno querría encerrarme pero las cárceles que yo conocía no se parecían en nada a estas y tampoco había escuchado nada sobre una reforma en las instalaciones penitenciarias. Cuando vives al borde  de ser arrestado son temas que te interesan bastante.- De hecho no tengo ni idea de cómo he llegado hasta aqui, ni de qué es este sitio, ni para qué sirven estos cables, ni cuanto tiempo llevo aqui...- sigo comentando distendido. La situación empezaba a preocuparme pero encontrar a alguien más me tranquilizaba en parte. No es que sea muy hablador con extraños pero en esta ocasión no quería que se fuera por falta de conversación.- ¿Tú sabes algo de todo esto?.- añado mirando a mi alrededor y haciendo incapié en todos los cables quera en realidad lo que más más preocupaba. Que yo supiera los cables sólo sirven para conducir la electricidad...

A pesar de tu respuesta la mujer no parece excesivamente sorprendida. Arquea una ceja y tras mirar su mano izquierda enguantada abre y cierra el puño un par de veces.
-Puedes desenchufarte, no te pasará nada. Al menos a mí no me pasó y tampoco puedes quedarte ahí eternamente, ¿no?- saca algo de uno de sus bolsillos que se limita a llevarse a la boca distraidamente, masticando de forma un tanto exagerada aunque con la boca cerrada. Quizá mejor no saber qué diablos está comiendo.

-Somos experimentos biológicos. Estamos en un laboratorio abandonado aunque todavía no estoy segura de dónde está ubicado... Yo desperté hace un par de días, algo parecido a lo que te ha pasado a ti, pero en una especie de probeta- mira alrededor inquisitivamente y añade -Voy a comprobar si puedo ayudarte desde aquí.

Desaparece entonces de tu ángulo de vista y mientras tanto puedes aprovechar para librarte de los cables o simplemente recomponer tu cabeza. Resulta extraño comprobar que aunque nunca habías estado ahí, o eso crees, el lugar te resulta familiar y no te es difícil adaptarte a él y asimilarlo.
Repentinamente unos sonidos metálicos se producen en las paredes de tu prisión. Al principio te temes lo peor pero enseguida ves como unas escaleras de gato surgen de uno de los laterales para permitirte subir. Algunos de los "escalones" no han reaccionado, seguramente debido al óxido y el desuso, pero aún así no te supondrá un problema.

La extraña desconocida vuelve entonces hasta el borde y sonríe triunfalmente por un instante, como si hubiera conseguido un gran logro.
-¿Cómo te llamas? Si no repites tu nombre se te acabará olvidando, como todo lo demás- comenta como si fuera lo más evidente del mundo mientras espera a que vayas subiendo.

Alzo una ceja ante la idea de "desenchufarme". No es que dudara de esa chica que parecía dispuesta a ayudarme, pero en general soy bastante escrupuloso con los temas "médicos". Vamos que me acojona un poco quitarme los cables y que la maquinita de la raya verde deje de hacer "pi...pi...pi"...aunque aqui no está esa maquinita que narices.

Sin embargo no llego a arrancarme ningún cable pues la siguiente respuesta de la chica me deja más perplejo todavía.
- ¿Eh?- gruño con cara de tonto en cuanto me comenta como si fuera lo más normal del mundo que somos experimentos...¿experimentos de qué?. Durante unos segundos me quedo mirando la zona en la que hace unos momentos estaba la chica sin saber que hacer entonces reacciono y me quito los malditos cables de una vez...aunque eso si, comprobando si al quitarme uno pasa algo.

-Vaya...gracias.- le grito desde mi posición en cuanto aparecen los escalones por los que sair de ese maldito agujero. No me lo pienso dos veces a pesar de que me encuentro ligeramente cansado. Comienzo a subir lentamente atento a dónde pongo los pies para no resbalarme y darme el hostión pade. Cuando lgo arriba estoy jadeando por el esfuerzo.

-Uf...gracias otra vez. Quien hubiera pillado una de esas probetas para no tener que subir escalones ¿eh?- le digo sonriendo y alzando las cejas a la vez que recupero la respiración.- Me llamo Martin Lorentz, ¿y tú eres...?- me presento tendiéndole la mano para estrecharle la suya.- Antes de nada ¿podría saber de dónde has sacado esa ropa? Quieras que no esta basta es bastante antiestética y además no es nada mi estilo. Y por otro lado me vas ha tener que explicar un poco mejor eso de experimentos...-añado aparentemente despreocupado, pero en realidad estoy medio acojonado. Eso del experimento no ha sonado nada bien.- No te tomes una mala imágen de mi, no soy tan hablador normalmente. El problema es que tengo tantas preguntas en la cabeza que me cuesta no hacértelas todas de golpe...- añado volviendo a erguirme una vez recuperado el aire y aprovechando para estirarme un poco y así desentumecer los músculos.- Por cierto, bonitos ojos...- termino como si tal cosa mientras espero sus respuestas.

Desenchufar alguno de los cables resulta doloroso, sobretodo los situados en las sienes, pero de manera inmediata te das cuenta de que no sucede nada malo. Te tambaleas un par de veces mientras tu cuerpo se re-adapta al hecho de no estar recibiendo ningún tipo de "estímulo" por ellos y enseguida subes las escaleras sin problemas. Al menos ahora que no tienes prisa ni estás excesivamente nervioso...

-Depende. Si tienes clasustrofobia no creo que fueran una buena opción. Yo desperté antes de que se abriera la puerta, no fue muy cómodo- recuerda torciendo el gesto cuando mencionas la "probeta" de la que dice haber salido ella.
Mira tu mano unos segundos, como si no tuviera claro que pretendes, pero por suerte reacciona y acaba estrechándote la mano, un tanto pringosa de suciedad y quién sabe qué.

-Mucho gusto Martín. Yo olvidé mi nombre hace unos horas, supongo que es más difícil cuando no hay alguien para recordártelo. Pero puedes llamarme Epsilon- esboza una sonrisa que no llega a ser completa y cuando empiezas a plantearte hasta que grado estará chalada te percatas de que tú mismo eres incapaz de recordar cosas de tu vida que hasta hace un instante serían fáciles. Son cosas triciales, como que has comido hoy o el nombre del gato de Don Salieri, pero resulta desconcertante que lo olvides tan rápido dejando paso al nuevo lugar que te rodea.

-Pues... la cogí de unas taquillas pero aquí no hay de esas- a vuestro alrededor hay una sala bastante pequeña con algunos paneles de control y monitores que parecen un tanto obsoletos, de los ochenta o así. La mayoría permanece apagado e inactivo pero algunas lucecitas todavía parpadean o brillan.

-Aún así ahí tienes ropa- señala con naturalidad un cadáver que yace cerca de la entrada. Tiene que hacer mucho tiempo que está ahí porque su grado de descomposición es muy avanzado, apenas quedan algo más que huesos y por suerte eso implica que ya no huele. No te asquea el verlo porque ya estás habituado pero es otra cosa mala que añadir al listado de ese sitio.

-¿Bonitos....?- repite por lo bajo tan aturdida como si acabaras de pegarle un puñetazo en la cara. Probablemente se esperara más preguntas y dudas pero no un cumplido. Al final se pone a caminar hasta detenerse en el pasillo, junto al cadáver, y mientras espera a que te decidas a vestirte con esa ropa o no vuelve a sacar algo de su bolsillo que esta vez te tiende

-¿Quieres?- te ofrece "generosamente" una especie de escarabajo de color cobrizo con algunas líneas marrones. La verdad es que nunca habías visto ninguno así pero no se puede decir que seas un experto en insectos. Al menos está muerto y mide sólo el tamaño de un pulgar.

Si aceptas te lo da, si no se limita a comérselo ella misma con tranquilidad.
-Esto es un laboratorio, aunque hace tiempo que fue abandonado por lo que he podido comprobar. Encontré varios papeles referentes a Legión, nuestro proyecto, y según parece fuimos creados in vitro en estas instalaciones hace más de veinte años- repentinamente estira un brazo y te sujeta con relativa fuerza la mano izquierda hasta observar el símbolo de tu muñeca, tras lo cuál vuelve a soltarte -Creo que formas parte del mismo proyecto, no he visto a nadie más por aquí. Al menos vivo

La chica cada vez me resultaba más extraña, incluso empezaba a plantearme la posibilidad de que sólo estuviera actuando para tomarme el pelo y todo este tinglado fuera una enorme broma de algún programa malo de  la televisión. ¿que había olvidado su nombre? Psst...demasiado para mi gusto...y en sólo dos días. Pero bueno de momento todas las cosas que me estaba diciendo tenían su sentido...al menos a su manera.

- Ah, tsk, no te preocupes.- respondo haciendo un gesto de indiferencia para quitarle hierro al asunto.- No estoy intentando ligar contigo ni nada por el estilo. Creeme soy consicente de que este no es ni el momento ni el lugar. Simplemente es que con tanta mugre y demás, no te ofendas, es lo que más destaca de ti. Se ven no se como decirlo...muy...azules.- digo sin encontrar las palabras para explicarme mejor.- Bah no le des importancia yo no se la doy.- añado con otro gesto dirigiéndome hacia el cadaver que aguanta mi futura ropa.

Cuando llego lo miro de arriba abajo. No me inspira mucha confianza que digamos y con una ligera mueca de asco y algo de resignación comienzo a apartar los huesos de ese desgraciado para coger la ropa. No tardo mucho en quitarme la bata y ponerme mi nuevo atuendo que si bien es bastante asuqeroso, le da mil vueltas a la maldita bata. Mientras le sacudo un poco el polvo y demás busco en los bolsillos por si hay algo importante y en ese momento Epsilon me ofrece el escarabajo.

-Eeeh...Puedes quedártelo.- digo algo aturdido por la pregunta. ¿Para qué narices quiero un maldito escarabajo?...Oh...ya. No suelo tener prejuicios a la hora de comer...vamos que he comido de todo...incluso comida tailandesa., pero definitivamente el menú de esta chica se lleva la palma.- Que aproveche...¿No tendrás un cigarrillo por ahí verdad?.- pregunto con más ilusión que otra cosa. Se que la posibilidad es absolutamente remota pero por intentarlo que no quede.

Entonces me da una explicación más detallada de nuestra situación.
-Verás...no es que no me crea lo que me dices, ni que me caigas mal ni nada de eso. Hasta el momento todo lo que has dicho puede tener su sentido pero...¿niños probeta?. Yo trabajo para Tony Salieri, tengo una casa, un bonito coche, soy Fan de los Cowboy de Dallas...Es decir no puedo haber conseguido todo eso si me he pasado veinte años metido en este agujero ¿no crees? je!. ¿no podrías enseñarme esos papeles de los que hablas?.- pregunto con la esperanza de que los hubiera cogido.- Y por cierto deberías mirarte eso d ela memoria, no es normal olvidar cosas tan rápidamente.-

Epsilon opta por ignorar tu intento de dar explicaciones que en un contexto normal hubiera resultado un desastre dado que al final has acabado diciéndole en toda la cara que está realmente sucia y aunque a fin de cuentas es la verdad eso no quita que podría haberse ofendido por escucharlo en voz alta.

Después de eso te dedicas a desvestir al cadáver mientras ella camina de un lado a otro del pasillo observando alrededor con bastante atención, aunque es evidente que no hay nadie por aquí porque no se escucha ni una alma.
Te vistes con unos pantalones algo extraños cuya parte delantera está formada por pana y la trasera por cuero, una camiseta simplona y bastante sucia de manga larga gris y un chaleco de piel de algún animal que parece ser lo que lleva más bolsillos.

Indagas en ellos pero sólo encuentras un viejo mechero tipo zippo plateado que no funciona con el dibujo inscrito de una llama. Después te calzas los mugrosos y agujereados calcetines junto a unas botas que por suerte aún están enteras y das por finalizado tu "equipo", a menos que encuentres algo mejor en otro sitio.

-¿Cigarrillo?- pregunta con curiosidad una vez has terminado y vuelves a dirigirte a ella -No, por aquí no hay ni comida así que mucho menos eso. Estoy deseando encontrar la salida de esta mierda de sitio- resopla sonoramente, dejando patente su frustración, y entonces observas mejor el lugar en el que te encuentras.

Se trata de un pasillo bastante oscuro con techo y suelo formados por red metálica gruesa. Hay varios cascotes y escombros por todos lados y de hecho el lado izquierdo resulta inaccesible debido a un derrumbe, lo cual aumenta exponencialmente el peligro que corréis en ese sitio.
Hay varias puertas a ambos lados, la mayoría de ellas abiertas o incluso rotas además de oxidadas pero todas las salas son muy similares: pequeños laboratorios con todas las probetas y demás utensilios rotos y desperdigados por el suelo, salas llenas de ordenadores y paneles de controles a tu entender bastante anticuados... y sobretodo suciedad, óxido y bichos por todos lados.

-Claro, eso es porque en realidad no has conseguido nada. Todo eso que crees haber vivido estaba sólo dentro de tu cabeza- te toca con insistencia la frente con uno de sus dedos índice y después se gira emitiendo un gruñido por lo bajo, al parecer un poco molesta -Tú también empezarás a olvidar cosas muy pronto. ya me pedirás perdón entonces- empieza a caminar a paso bastante ligero y decidido, al parecer con un rumbo fijo.

Tras varios minutos en un silencio algo tenso y después de haber recorrido varios pasillos cuyas indicaciones no comprendes por estar demasiado deterioradas llegáis a otra sala con monitores y paneles de control, la diferencia es que esta es algo más grande y uno de los paneles todavía funciona aunque es un sistema operativo tan obsoleto (tipo MS-DOS) que no tienes ni la más remota idea de cómo funciona.

-Ahí tienes- te señala una estantería llena de archivos y carpetas. La mayoría están por el suelo, demasiado sucios o incluso rotos pero hay algunos informes que todavía se pueden leer.

-Mmm- gruño ligeramente tras varios intentos por conseguir que el mechero funcionase. No hay manera, está sin gas por lo que no hay nada que hacer, aunque tenía una ligera esperanza de que funcionase. Aún así me lo guardo en el mismo bolsillo donde lo encontré. Quien sabe a lo mejor encontraba algo inflamable que meterle dentro...

- Vaya es una pena.- comento dando la impresión totalmente contraria a mis palabras. De hecho parace que me de igaul que no haya ni comida ni cigarrillos aunque en realidad me jodiera, pero era mejor no cundir al pánico. La tranquilidad siempre ha sido mi lema. Lo mejor es no tomarse las cosas muy a pecho. Al menos ahora entendía la afición de Epsilon por comer escarabajos y también empezaba a entender que era muy posible que yo terminara alimentándome por esa misma dieta...y más cuando me aclara que toda mi vida no ha sido más que una auténtica farsa.- Joder...Esto si que es una putada.- comento dándo una ligera patada al aire.- Entonces ¿se supone que he estado metido en ese puto agujero durante toda mi "vida"?- pregunto retóricamente haciendo las comillas con mis dedos.- Joder...Es lo que me faltaba...Y yo que pensaba que era un problemón el que los Cowboys perdieran un partido...- resoplo con evidente frustración.
La verdad es que me costaba mucho creer lo que me estaba diciendo esa chica. Si hubiera sido un tio el que me estuviera diciendo estas cosas probablemente ya lo habría pillado por banda para apretarle las tuercas y saber si toda esa mierda era cierta. De hecho empezaba a plantearme ese sistema aunque Epsilon fuera una chica. Sin embargo las cosas comenzaban a encajar. Por ejemplo empezaba a notar que ciertos detalles de mi vida que se suponía que debería saber iban desapareciendo. Además todo el tinglado del laboratorio me parecía excesivo para tratarse de una simple broma o engaño. De modo que decidí seguirla hacia los papeles que verificarían todo lo que me había dicho.

Cuando llegamos y me señala donde están, me dirijo a ellos directamente para ver si puedo sacar algo en claro...

-Eso creo- se limita a confirmar Epsilon con un encogimiento de hombros mientras tuerce la boca. Probablemente a ella tampoco le hizo mucha gracia tener que ir asimilando todo eso y además sola.
-Ojalá nuestros problemas se limitaran a perder un partido. Las cosas ahora están mucho más jodidas. He visto cosas, y no eran humanas...- se asoma a través de la entrada sin puerta y se mantiene vigilante mientras te deja revisar el papeleo que vas encontrando disperso.

Resulta un poco difícil conseguir unir la información y obtener datos coherentes pero al final entre tecnicismos y terminología científica que no comprendes das con algunos párrafos sueltos que te pueden ser de utilidad:

"....una veintena de sujetos con propiedades genéticas únicas y por encima de lo humanamente posible aunque la máxima prioridad es darles la inmunidad a la...."

"Los experimentos no avanzan con el éxito esperado y casi todos los sujetos están falleciendo, mutando de forma horrorosa o simplemente sin ser inmunes a la toxina, nuestro principal objetivo. El complejo empieza a descontrolarse ...."

"... clausurados herméticamente por su propia seguridad hasta que se pueda seguir con su experimentación..."

"... implantó un sofisticado método mental de "vida virtual" con el cuál desarrollarían su propia personalidad e intelecto sin salir de las probetas..."

"El proyecto Fénix ha tenido que ser cancelado debido a innumerables problemas de seguridad y presupuesto.... Carrigan insiste en la continuación y desarrollo del especimen, cree que es la clave y sin él Legión no servirá de nada. Sea como sea no podemos permitírnoslo...."

"Tenemos que huir, casi todos han muerto ya y no podemos sobrevivir por más tiempo. Con nuestros proyectos se desvanece la esperanza pero tal vez podamos regresar algún día... aunque ni siquiera estamos seguros de que los sujetos actuales logren sobrevivir o superar sus mutaciones genéticas implantadas...."

Repentinamente, y sacándote de tu actual estado de concentración, una alarma estridente empieza a sonar por todo el complejo y unas luces intermitentes de color rojo iluminan todos los pasillos.

"Atención, cinco minutos para cierre de seguridad hermético. Cancelación de nivel A requerido" dice una voz entrecortada por unos altavoces implementados en el techo, repitiéndose una vez tras otra para dejar más claro si cabe el estado de alerta.

-¡No me jodas!- espeta Epsilon mientras desenfunda un pequeño y tosco cuchillo de su cinto de cuero, aunque no parece que eso vaya a servirle de mucho contra un sistema de seguridad.
-Alguien tiene que haber activado el sistema de emergencia- te mira con el ceño fruncido como si por un momento se plantease que hayas sido tú pero por suerte para ti esa opción es imposible dado que no se ha separado de ti desde que has salido de esa especie de "prisión" y por tanto desecha la idea.

-Hay que largarse- acaba por añadir empezando a caminar con paso ligero que enseguida se convierte en una carrera difícil de seguir para ti a través de los pasillos. Nunca habías visto a nadie moverse tan deprisa, al menos no en persona. Si sigue así acabarás quedándote atrás.

Me dedico a leer los papeles, aunque muy por encima. Más de la mitad son informes o vete tú a saber qué, porque no entiendo ni una palabra de lo que pone en esos papeles. Mientras continuo la lectura Epsilon hace un comentario que me llama fuertemente la atención de modo que aparto la vista de los papelajos durante unos segundos y alzando una ceja pregunto.- ¿No humanas?- aunque no quería mi tono sale demasiado irónico, un tono demasiado escéptico.- ¿Cómo que no humanas? ¿En plan...mutantes o cosas así?.- comento volviendo a los papeles. Digo mutantes porque en los segundos en los que pensaba en una palabra he leido no se que sobre mutaciones y me ha venido bien la palabra.

Llevo ya un rato leyendo y empiezo a estar un poco cansado así que empiezo a pasar hojas y más hojas.- Joder...Esto es más grande de lo que yo me pensaba. Experimentos, proyecto Fénix, Legión, un tal Carrigan...No tengo ni idea de qué narices querían conseguir los que montaron todo esto pero empiezo a pensar que era algo grande.- digo sonriendo para mi mismo a la vez que asiento metódicamente ante mis propias deducciones. En realidad no me hace ninguna gracia el asunto.- Y por lo que se ve no les fue demasiado bi...- no me da tiempo a terminar la frase. Antes de eso empieza a sonar una alarma a la vez que parpadean unas luces rojas. Sea lo que sea las luces rojas nunca son una buena señal.

-¿Pero qué cojones...?- pregunto a la vez que dejo los papeles para volverme hacia Epsilon buscando una respuesta. Ella parece también desconcertada y cuando saca el cuchillo nuestras miradas se cruzan durante unos segundos. Por suerte para ambos decide que yo no soy el causante de ese alboroto, pero antes de que me de cuenta está corriendo por los pasillos como una posesa. Sin pensarlo ni un segundo salgo corriendo detrás de ella pero la condenada se mueve muy rápido.

-¡Ey!...¡espera!...¡que me dejas...! Mierda...- decido no malgastar el aire...tengo que invertirlo todo en correr para no perderla de vista...

-No eran mutantes. Eran como bichos. Bichos muy grandes- responde callándose de repente -Bueno eso creo, pasaron muy deprisa- acaba sacudiendo la cabeza y espera con impaciencia, caminando de un lado a otro, dejando que leas el papeleo hasta que salta la alarma y empezáis la carrera.

Cuando gritas para que te espera se detiene repentinamente y al cabo de un par de segundos la alcanzas. No puedes evitar jadear profundamente en un intento de coger más aire pero ella apenas parece haber empezado a "calentar motores". Quizá fuera una atleta profesional o algo así... aunque en teoría lo que recordáis y lo que fuisteis ya no tiene sentido.

-¿Cuál es tu poder?- te pregunta entonces mirándote de arriba a abajo, como si así fuera a adivinarlo. Tras tu cara de perplejidad chasquea la lengua y te señala un hueco de la pared lleno de escombros y metales retorcidos. Al lado se encuentran las puertas cerradas de un ascensor así que probablemente ambos lo sean pero ninguno de los dos parece accesible.

Te quedas observando unos segundos el primer hueco, el que está lleno de escombros. Es posible que con algo de esfuerzo y precaución pudierais acceder a él por un pequeño agujero en el margen superior derecho, entonces tendríais una oportunidad de subir dependiendo del estado del hueco del ascensor... Pero mientras tú aún estás calibrando esa opción Epsilon ya está cogiendo carrerilla y con un simple pero magistral salto entra limpiamente por el agujero.

Parece imposible, uno de esos movimientos que sólo has visto en películas y sería anatómicamente imposible pero sin embargo ella acaba de hacerlo con aparente facilidad y sobretodo rapidez.
-Vamos, ¡date prisa!- enseguida extiende los brazos para ayudarte a entrar y tras algunos estirones llegas hasta el interior del hueco.

Lo único de utilidad parecen ser los cables oxidados que cuelgan del techo, por suerte el siguiente piso no está demasiado alejado así que tu compañera enseguida empieza a ascender por la improvisada cuerda...

"Atención, cuatro minutos para cierre de seguridad hermético. Cancelación de nivel A requerido"

Joder...Ya estoy jadeando y ella todavía no da muestras de cansancio. De hecho en cuanto la he alcanzado ha vuelto a poner la quinta sin despeinarse. Esta tia parece la maldita wonder woman. Lo mejor será concentrarse en seguirla...si no si que la voy a perder y entonces estaré más jodido...

Continuo corriendo detras suya hasta que por fin se para frente a una pared llena de escombros. Es entonces cuando Epsilon me hace otra de esas preguntas que hacen que tu mente genere respuestas inmediatas del tipo "¿Estás de coña?" o "¿Tú estás loca?". Sin embargo prefiero callarme mis ironías o gilipolleces  porque en las otras preguntas extrañas ya ha demostrado que está en sus cabales. Así que termino encogiéndome de hombros y haciendo una mueca dejando claro que si se supone que tengo algún poder no tengo ni idea de qué puede ser...De hecho no creo que tenga ningún tipo de poder.- Si te sirve de algo en mi otra vida era capaz de meterme 10 nuggets de pollo en la boca, aunque sólo me servía para ganar apuestas.- digo con poco entusiasmo esperando que se lo tome como una broma, aunque en realidad si podía.- ¿Qué pasa? ¿es que tú tienes algún...? ¡Ey!- antes de terminar la frase Epsilon había empezado a coger carrerilla para después realizar un impresionante salto que me deja literalmente con la boca abierta.- Joder...-

Lo que yo decía...es la maldita wonder woman.

Tampoco tengo mucho tiempo para demostrar mi asombro pues en seguida empieza a meterme prisa lo cual es comprensible. No veo con muy buenos ojos los cables del ascensor pero parce ser que no hay otro camino. Además ni siquiera he podido quejarme y Epsilon ya los está subiendo así que...

Epsilon sube los cables con agilidad, por suerte aunque nunca se te dio muy bien en el colegio probablemente el instinto de supervivencia te ayuda a seguirla, aunque hay que admitir que te duelen bastante las manos pero intentas no fijarte en ese detalle (ella juega con la ventaja de llevar guantes).

Una vez llegáis hasta el hueco que da a la planta superior, Epsilon efectúa un salto lateral un poco extraño pero consigue llegar por los pelos y tenderte un brazo, el cuál te viene muy bien porque te limitas a balancearte hasta alcanzarla y salir del maldito ascensor de manera segura.

-¡Es por aquí!- te indica para que la sigas nuevamente a la carrera aunque por suerte esta vez el "objetivo" está cerca -Si alcanzamos esos tubos de ventilación saldremos de aquí- señala unos tubos oxidados y grandes, de hecho más grandes de lo que deberían ser, pero su tamaño os permitiría moveros por su interior y desplazaros. Sólo hay una apertura para acceder a él pero se encuentra a bastantes metros por encima de vuestras cabezas y no parece que haya suficientes soportes como para escalar hasta él -Yo todavía no lo he conseguido- remarca Epsilon a pesar de que es evidente, pues entonces no seguiría por ese lugar.

Entonces recoge un tosco artilugio del suelo compuesto por un cable largo atado a varias cuchillas dobladas que lanza hasta el hueco sin demasiado éxito. -Prueba tú- te espeta tendiéndote el tosco garfio con actitud apremiante e impaciente.

"Atención, tres minutos para cierre de seguridad hermético"

Miras el objeto entre tus manos y el agujero en el que debes anclarlo. Por algún motivo te parece una acción bastante fácil, de hecho bastante más sencillo que toda la carrera que habéis tenido que efectuar para llegar hasta el sitio en cuestión...

Subo por los cables con cierta dificultad. En realidad comparado con Epsilon casi estoy haciendo el ridículo. Esto me recuerda aquellas clases de educación física en las que teníamos que subir la cuerda. En realidad el recuerdo no es más que un borrón en mi mente. Ni siquiera puedo recordar si se me daba bien, aunque fuera en esa vida ficticia, pero creo que es evidente que no se me daba muy bien. Además los malditos cables se me clavan como agujas en las palmas de las manos. Poco a poco siento que me queman más y pronto la sensación de quemazón es prácticamente permanente. Pero me da igual...tengo que subir...no se que pasará cuando se active lo que sea que se active después de la alarma pero probablemente es mejor no quedarse a comprobarlo.

Cuando ya estoy en el último tramo Epsilon me ayuda en el salto final lo cual agradezco enormemente. Empiezo a jadear en el momento en el que mis pies tacoan el suelo firme.

-Arf...arf...gracias.- digo recuperando el aliento. Echo un vistazo a las palmas de mis manos y gruño al comprobar que están algo despellejadas. No es nada grave y en pocos minutos se me habrá olvidado, pero por el momento escuece. Además soy quejica por naturaleza.- Voy a tener que pillarme unos guantes como los tuyos.- añado levantóandome a la vez que me restriego un poco las manos y miro el conducto por el que quiere pasar Epsilon. En cuanto me entrega el tosco garfio alzo una zeja preguntándome si de verdad lo ha intentado más veces o con ganas. Yo siento que es una acción bastante fácil de conseguir.- Tranquila. No será muy difícil...- añado confiado a la vez que comienzo a hacer girar la cabeza del garfio con el cable al que está atado. El lanzamiento resulta casi perfecto. A la primera el artilugio llega al lugar al que había apuntado. En cuanto se queda enganchado miro a Epislon.- Te lo dije. Adelante.- añado finalmente cediéndole el primer puesto para subir. Tanto por mi gesto como por mi póco ánimo en las palabras dejo bien claro que no me hace nignuna gracia tener que volver a escalar, aunque no vacilaré al hacerlo...

-Hmp, está claro que eso no ha sido Normal- recalca la última palabra un tanto ofendida por el hecho de que a ti te haya resultado tan fácil pero opta por no discutir teniendo en cuenta que hay una cuenta atrás de por medio y volvéis a subir un cable, aunque esta vez menos doloroso pero más resbaladizo.

Enseguida os encontráis en los amplios y apestosos túneles de ventilación. A ti te resulta más incómodo y claustrofóbico porque de vez en cuando tienes que moverte o hacer más fuerza para conseguir hacer pasar tus hombros entre las paredes de metal pero finalmente, entre chasquidos y quejidos metálicos, empezáis a vislumbrar la luz al final del túnel que os conduce hasta el exterior.

Ambos saltáis desde una altura aproximada de 2 metros. Epsilon cae con gracilidad rodando por el suelo cubierto de tierra y arena pero inmediatamente después ambos quedáis cegados largos e incómodos segundos.
Ella se cubre el rostro con un brazo y observa el suelo hasta que la vista se os adapta, momento en el que podéis contemplar el paisaje que os rodea.

Os encontráis en un estrecho cañón árido y de piedras rojizas sin una pizca de vegatación, hace bastante calor pero por suerte parece que está atardeciendo y por ello el sol no resulta tan sofocante. De haber sido mediodía habría sido posible que os quedarais ciegos al salir del laboratorio
Por un segundo llegas a pensar que podría tratarse del famoso Gran Cañón del Colorado, aunque no has estado nunca ahí te suena lejanamente el nombre y su geografía... pero te das cuenta muy pronto de que es imposible dado que no hay un sol alumbrando el lugar si no dos. Uno casi escondido entre las montañas y otro que todavía ilumina el lugar prolongando vuestras sombras.

-Genial...- resopla Epsilon justo cuando un chasquido metálico y contundente suena sobre vuestras cabezas. Probablemente el cierre hermético de las instalaciones acaba de tener lugar.

-Esperemos que haya algo cerca porque no tiene pinta de que vayamos a toparnos con un Oasis- te mira con cierta resignación y repentinamente se pone tensa y en posición defensiva. Ambos escucháis varias voces bastante cerca de vuestra posición, a pocos metros. No parecen ser muchos.

Me quedo un poco desconcertado ante el comentario de Epsilon. Es como si se hubiera tomado a mal que enga puntería. En fin mujeres. Me quito ese pensamiento rápidamente de la cabeza y me concentro únicamente en subir otro maldito cable. Por suerte este resulta menos rasposo, o como se diga es apalabra, y mis manos ya despellejadas se resienten menos.

Tras eso nos toca atravesar los túneles de ventilación que son un poco angostos para mi gusto. En algunos tramos incluso resultaban claustrofóbicos porque, aunque Epsilon se desliza por ellos cual ratoncillo acostumbrado, yo me quedo enganchado en algunos tramos y tengo que hacer fuerza para avanzar. En esos momentos me doy cuenta de que odio ese maldito lugar. Por suerte el tramo de túneles no es demasiado largo y enseguida descubrimos la salida...que resulta ser más sorprendente de lo esperado pues se trata del exterior.

Elevo la mano a modo de visera para proteger mis ojos contra la luminosidad del sol- Joder...- Poco a poco mis ojos se acostumbran a tal resplandor y descubro que no me encuentro ante un sol...sino a dos. Alzo la ceja visiblemente extrañado, y eso ya es raro en mi, y miro a Epsilon.- Oye no se tú, pero juraría que en mi mundo imaginario sólo había un sol.- comento señalándole algo que resulta evidente.

Entonces cuando ya me disponía a seguirla para encontrar el "oasis" noto como se pone en guardia. Al agudizar mi oido me doy cuenta del porque.- Si también lo he oido. ¿No me dijiste que no había nadie más vivo? Es igual...Vamos a ver quienes son.- añado finalmente tomando la iniciativa. Si eran los encargados de todo el laboratorio se iban a enterar...

-Sí, supongo que por eso era imaginario... Quizá ni siquiera estamos en la Tierra, quién sabe...- responde ante tu mención al sol, tras lo cual se queda observando meditabunda en dirección al horizonte hasta que escucháis esos ruidos y ambos os agazapáis un poco.

-Yo no vi a nadie, pero tampoco recorrí todo ese laboratorio- desenfunda su tosco cuchillo y ambos avanzáis con precaución, intentando pasar desapercibidos y no ser vistos... al menos al principio, hasta que veáis quiénes son y podáis intuir en mayor o menor medida si vale la pena exponerse.

Tras pocos metros recorridos os quedáis tras varias rocas gruesas. Apenas a dos metros bajo vosotros se reúne un pequeño grupo de tres personas, dos mujeres y un hombre corpulento (Karim, Clarisse y Selene).
Visten igual de mal que vosotros mismos y también están algo sucios, además parecen algo desorientados y la única arma que distinguís a simple vista es un cuchillo y un tosco tubo que porta el hombre.

Parece que acaban de salir del mismo complejo de laboratorios que vosotros dado que cerca de su posición hay una puerta cerrada que conduce en la misma dirección que vuestro tubo de ventilación.

Karim está hablando y prestando atención distingues la última parte de su charla:

-.......bajen mucho las temperaturas. Si alguna quiere ahora seguir un camino individual, no me opondré, pero preferiría que siguiéramos juntos